Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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jueves, 30 de junio de 2016

Nobel de literatura | Mini reseñas

Bueno, hay libros en los que dejo pasar lo de hacer las reseñas una y mil veces porque no sé que decir, me da pereza o realmente no tengo tanto por decir porque ya mil personas han dicho lo que yo antes y siento que la entrada quedará muy corta para una sola reseña. Así que hoy pretendo hacerle justicia a unos cuantos de esos libros que se han quedado sin reseñas a lo largo de la historia y hacerles unas mini reseñas con el sólo propósito de recomendarlos y hablar de ellos. Los elegidos de hoy son todos premios Nobel de literatura y, dicha sea la verdad, es que pocas veces un Nobel de literatura me ha decepcionado. Sí, algunos libros se me han hecho más pesados que otros y algunos temas quizá no me han parecido tan interesantes... pero todos están bien escritos. 

Todo lo que tengo lo llevo conmigo, Herta Müller


Sinopsis: En enero de 1945, cuando el ejército ruso había ocupado Rumanía, se decidió que todos los hombres y mujeres entre 17 y 45 años de las comunidades alemanas asentadas desde hacía mucho tiempo en aquel país, fuesen deportados a campos de trabajo forzoso en la Unión Soviética.
Se trataba de una especie de castigo a Alemania por las atrocidades que el régimen nazi había cometido en el frente oriental.
La novela cuenta la historia de Leopold Auberg, un adolescente que es llevado a un campo de trabajo en lo que hoy es Ucrania, y sometido a durísimas condiciones, incluyendo hambre, frío, labores insalubres y, sobre todo, humillaciones. Allí permanece durante más de 4 años.

El título de este libro tiene una historia curiosa. En alemán es Atemschaukel, que significa algo como «osculación de la respiración» (es una de esas expresiones difíciles de traducir) y en inglés es The Huger Angel. En español, los editores decidieron mantener el título como la primera frase del libro que es Todo lo que tengo lo llevo conmigo. A lo largo de libro, esa frase hace perfecto sentido. Leopolg Auberg, el protagonista, pasó cuatro años en un campo de trabajo forzoso en rusia, el mismo destino que sufrieron miles de hombres y mujeres de familias alemanas asentados en Rumania y, según tengo entendido, el mismo destino que sufrió la madre de la escritora. 

El libro es un libro de esos descorazonadores, que te hace preguntarte a dónde llega la raza humana. ¿Los rusos tenían sus razones? Problablemente, los alemanes los atacaron en la guerra y mataron a muchos (con todo y que el General Invierno ayudó a los rusos). ¿Y estos alemanes Rumanos qué culpa tenían? En fin, la moral de este libro es bastante gris y el narrador no hace ningún juicio sobre nadie o nada. Se limita a narrar su día a día en el campo, entre el frío y el hambre que son mayores enemigos que los rusos. Es un libro lento y pesado, quizá por momentos hasta monótono, como la vida en los campos, pero en conjunto es un libro que cuenta una historia descorazonadora de una manera muy sencilla. 


Para Leopold Aurberg el problema no son los soldados rusos ni sus humillaciones, sino la constante hambre y todas las peripecias que hace para olvidarse de ella, o el frío y como lo sufre. Lo más descorazonador, quizá, es lo cambiado que está a su regreso a Rumania. Después de una experiencia así, nunca vuelves a ser el mismo. Leer este libro me costó sangre, sudor y lágrimas porque yo lo empecé hace muchos años, cuando no estaba acostumbrada a libros de este tipo y de esta temática, pero con todo y eso, lo recomiendo. Vale la pena. 

La escapada, William Faulkner


Sinopsis: Las aventuras y desventuras de un joven de principios de siglo: un niño de once años, que anda por el mundo con el chófer de su abuelo y un criado negro. El niño y el chófer roban el coche del abuelo y marchan rumbo a Memphis, sin percatarse de que en el automóvil se les ha colado el criado negro. Esta es la última novela de William Faulkner, ganadora del Premio Pulitzer en 1963, también es conocida como Los Rateros (The Reivers), fue llevada al cine en 1969 por Mark Rydell con Steve McQueen y Sharon Farrell como protagonistas principales

Por alguna razón con este libro empecé a leer a Faulkner y no recuerdo exactamente qué me llevó a escogerlo. Creo que porque con este libro ganó un Pulitzer o algo así. El libro es un libro que se trata de coches y carreras de caballos, por lo que hay un montón de conversaciones sobre caballos y cómo hacerlos correr y cómo funcionan las carreras y las apuestas y también hay un montón de cháchara sobre los primeros coches, esos que iban a una velocidad que no pasaba de los treinta kilómetros por hora y les fallaba absolutamente todo. Divertidísimo.

Pero aunque no lo crean, dejando de lado la cháchara del asunto si es que los temas no les interesan, es también un libro sobre la pérdida de la inocencia y cómo un niño de once años empieza a meterse poco a poco y antes de tiempo en el mundo de los adultos, acompañando al chofer de su abuelo a Memphis junto con el criado negro de la familia. Es un libro cortito e interesante, que habla además mucho sobre la sociedad sureña de aquellos tiempos en los ojos de un niño de once años. Como nota al margen diré que a Faulkner, además, se les olvidó presentarle el punto y seguido. Todos sus libros, tengo entendido, tienen esa particularidad: sabe usar la coma y el punto y coma como un experto para hacer oraciones larguísimas.


Se los recomiendo, sí; no tan ampliamente como el primero, pero definitivamente es un libro que vale la pena y para conocer como escribe Faulker, hasta interesante. Si lo leen y no les gusta, siempre pueden recomendárselo a sus enemigos.

Sula, Toni Morrison


Sinopsis: Esta es la historia de Sula y Nel, dos niñas que crecen juntas en un barrio de negros, compartiendo sus sueños e ilusiones. Ambas son precoces y curiosas, hijas de familias pobres. Pero el tiempo pasa y cuando Nel se casa, Sula se marcha del suburbio para ir a la universidad y viajar por el país. Diez años después, Sula regresa e involuntariamente destruye la familia y la felicidad de Nel. A partir de entonces, los pintorescos habitantes del suburbio la consideran una bruja malvada... Ambientada en los EE.UU. en el período de entreguerras, Sula es un portentoso retrato del poder de lo femenino en una comunidad pobre y rural de negros, donde las mujeres reinan como madres, hechiceras y depositarias de la tradición oral. 

Toni Morrison fue la primera mujer negra en ganar un Nobel de literatura. También, por lo que pude ver en las fotos de la lista que estaba revisando, la única. Quien me la recomendó también me dijo que si quería leer algo de ella, Sula era un excelente lugar para empezar. Y lo es. Sula es una novela cortita, la historia de dos mujeres negras pobres con destinos muy diferentes: mientras que Sula va en busca de mundo y estudios, Nel se queda en casa, se casa, tiene hijos y se vuelve una mujer respetada en la comunidad. 

El libro es un buen retrato de como vivían los negros antes, de lo que tenían que pasar y la pobreza en la que vivían muchas familias. También  los prejuicios que existían hacia las mujeres (algunos de los cuales siguen allí) y, por supuesto, del poder de las mujeres en sociedades como esas, en las que son vistas como seres misteriosos (brujas o hechiceras), veneradas por ser madres y por sacar adelante a sus familias. Definitivamente, si quieren conocer un poco más de Toni Morrison, este libro es un muy buen lugar para hacerlo y además no les muy largo (aunque ese argumento no debería contar mucho en este caso, es un libro que se lee rapidísimo por lo dinámico de los personajes). 


Por supuesto, muy recomendado. No todos los días recomiendo tres libros tan buenos y tan interesantes de un tirón, así que espere que les haya gustado esto y que se animen con alguno si es que su lista no es demasiado larga

jueves, 14 de enero de 2016

La guerra no tiene rostro de mujer, Svetlana Alexiévich | Reseña

Sinopsis: Casi un millón de mujeres combatió en las filas del Ejército Rojo durante la segunda guerra mundial, pero su historia nunca ha sido contada. Este libro reúne los recuerdos de cientos de ellas, mujeres que fueron francotiradoras, condujeron tanques o trabajaron en hospitales de campaña. Su historia no es una historia de la guerra, ni de los combates, es la historia de hombres y mujeres en guerra.¿Qué les ocurrió? ¿Cómo les transformó? ¿De qué tenían miedo? ¿Cómo era aprender a matar? Estas mujeres, la mayoría por primera vez en sus vidas, cuentan la parte no heroica de la guerra, a menudo ausente de los relatos de los veteranos. Hablan de la suciedad y del frío, del hambre y de la violencia sexual, de la angustia y de la sombra omnipresente de la muerte. Alexiévich deja que sus voces resuenen en este libro estremecedor, que pudo reescribir en 2002 para introducir los fragmentos tachados por la censura y material que no se había atrevido a usar en la primera versión.

Bueno, ¿no les pasa que cuando un libro les parece demasiado bueno no tienen ni idea de qué decir sobre él? Porque a mí me está pasando justo ahora: no sé qué decirles sobre este libro o cómo lo recomendaré. Es ya la segunda vez que reseño un libro de Svetlana y, aunque consideré increíblemente difícil que superara la primera impresión en Voces de Chérnobil, este libro superó todo lo que pensaba. Casi un millón de mujeres se alistaron en el Ejercito rojo durante la segunda guerra mundial y este es el testimonio de sólo algunas de ellas. Muchas murieron, otras fueron enterradas en vida, con sus recuerdos, en una época en la que no se consideraba honorable haber sido parte de las filas del ejército siendo mujer. Sin embargo, al leer en sus páginas, descubres que esa fue la manera en la que fueron educadas esas mujeres: dispuestas a morir por la Madre Patria. Mi padre siempre ha dicho que entre México y Rusia hay muchos paralelismos y es por eso que identificarnos con los libros rusos de la primera mitad del siglo es tan sencillo: pensamos parecido, porque aquí también es honorable morir defendiendo a la patria. O lo era, al menos. 

Lyudmila Pavlichenko, francotiradora. 309 muertes confirmadas,
considerada heroína de guerra
Este es el relato oral de las mujeres que pelearon contra los nazis por su patria. No cuentan la misma historia que los hombres. Como mujeres tenían otros problemas, otras vivencias, incluso veían las cosas de otra manera. Al final, se convirtieron en soldados, pero nunca dejaron de ser mujeres. Mujeres que añoraron sus largas trenzas, sus vestidos, mujeres que se acostumbraron al uniforme y al volver de la guerra la ropa de civil les pareció incómoda, mujeres que escondieron sus condecoraciones, mujeres que no, mujeres que se casaron con soldados y mujeres que escondieron su pasado. Yo tengo veinte años, en este preciso momento, y la mayoría de estas mujeres eran ya abuelas cuando contaron su historia, pero la gran parte era menor que yo cuando fue a la guerra. 

Roza Yegorovna Shanina, francotiradora
¿Qué las hizo hacerse soldados y enlistarse? Para muchas, el deseo de hacer algo, de demostrar que valían, para otras, un padre, un hermano, un esposo muerto, un deseo de venganza. No creo que su visión sea diferente porque la mujer es típicamente más sensible, sino simplemente porque en esa época, a nadie le cabía en la cabeza que las mujeres también podían ser soldados (aunque antes de ellas había estado Juana de Arco, la leyenda de Hua Mulan y otras mil historias de mujeres que habían demostrado su valía en la guerra). En el libro de Svetlana, es increíble lo diferentes que son todas, hay algunas que se quedaron estancadas en la disciplina del frente y con ella criaron a sus hijos, mujeres que hablan de la guerra y mujeres que no lo hacen. Mujeres que nunca se quitaron el uniforme (las que menos) y mujeres que lo escondieron. Esta es su historia, y más lejanamente, la historia del avance alemán en tierras rusas, pero, al estar los testimonios en desorden cronológico, no hay manera de armar una crónica con esto

Siempre he dicho que no hay suficientes historias de la Segunda Guerra Mundial. No sólo historias de judíos, simplemente historias de la Segunda Guerra Mundial, en todos los frentes, en todos los momentos. Historias que, sin apelar a un sentimentalismo extremo, cuenten la crudeza de la guerra. Esta es una historia que lo hace. Algunas de las francotiradoras hablan de la primera vez que mataron a un hombre, lo fácil y lo extraño que resultó o por otro lado, lo difícil y unas incluso se atreven a hablar de los remordimientos que sintieron después, aun cuando sabían todas las barbaridades que hacían los nazis. Las enfermeras que cuidaban a los prisioneros también hablan de la lástima (si no compasión), que acababan por tenerle a los heridos nazis. Hay una que, incluso, narra como al intentar vendar a un soldado alemán, éste intentó matarla y ella simplemente se defendió y lo dejó allí, a su suerte (que, probablemente, sería la muerte). 

Mujeres soviéticas que participaron en la liberación de Crimea
Creo que esta es sólo una parte de la historia de todas estas mujeres, pues los testimnios son de unas 300, cuando mucho (no me hagan mucho caso, no se contar) y las que fueron a la guerra fueron casi un millón. ¿Cómo saber los problemas de todas? ¿Cómo conocer los problemas de todas? ¿Lo que vivieron después de la guerra? Es casi imposible y lo que pasó con ellas, finalmente, es una vergüenza. Justo cuando terminó la guerra fueron rechazadas por las mismas mujeres que se habían quedado atrás: para la gente, ellas sólo habían ido al frente a acostarse con los soldados. Y algunas lo hicieron, algunas no, algunas se enamoraron, algunas se casaron, algunas no encontraron tiempo para el amor. La mayoría sintió que les habían quitado la Victoria soviética de las manos. Que los hombres que las habían visto como hermanitas y protegido hasta entonces las abandonaron a su suerte. 

Natalya Myeklin, aviadora
Porque las mujeres no lo tuvieron fácil para ser reconocidas como soldados. Una de ellas cuenta como, cuando fue comandante de una unidad que se dedicaba a buscar minas, al principio uno de los soldados le escupió y la mayoría se mostraron descontentos. Cuenta que, esos mismos soldados la cargaron el hombros cuando se anunció la Victoria y estuvieron dispuestos a enzarzarse en peleas cada que alguien se atrevía a insultar a su comandante. La mayoría se ganó el respeto de los soldados, incluso las francotiradoras, que fueron tomadas por unas niñas que no sabían a lo que jugaban antes de que empezaran a disparar y probaran ser mejores que los chicos que habían estado disparando en la mañana.

Me gustaría poner muchas más fotos, pero no tengo espacio para hablar de todas ellas o esta sería una entrada que no acabaría nunca. Sin embargo, si quieren escucharlas, vayan y busquen el libro, léanlo. No los va a defraudar. Es uno de los mejores libros que leí en el 2015 y lo leí casi al final. En sus trescientas y pico páginas nunca dejó de sorprenderme, horrorizarme y enternecerme. Porque todas esas mujeres vivieron otra guerra y otra Victoria. Y porque las llevaré siempre en el corazón.    

lunes, 4 de enero de 2016

Leamos a los premios Nobel | Reto de lectura

Como no encontré este reto como yo lo quería, con los lineamientos que yo lo quería, decidí que, si no estaba hecho, lo iba a hacer yo. Creo que ya ha quedado claro de que se trata, de leer a los premios nobel de literatura, no tiene mucha ciencia, así que explicaré de que se trata, por si alguien quiere hacerlo: 


  1. Tienen que leer al menos un libro de cada Premio Nobel de Literatura.
  2. Este es un reto atemporal. No hay fecha de inicio, y no hay fecha de fin. Da exactamente igual si lo hacen en un año, que si lo hacen en tres, en cinco o se tardan toda su vida (yo llevo dos intentando leerlos y no llevo mucho). El propósito es leer, no ir a velocidad
  3. Es retroactivo. Todos los libros que han leído en su vida cuentan. Por ejemplo, si ya leyeron un libro de García Márquez, lo pueden contar como parte del reto. Aunque si quieren empezar de cero, son más que bienvenidos.
  4. Es acumulativo. Cada año se anuncia un premio Nobel de Literatura, cada año se agrega un libro más. Al menos, hasta el momento en que deseen seguir el reto. Si un día deciden detenerse, son libres de hacerlo.
  5. No es obligatorio reseñar sus lecturas. Aunque mejor si pueden hacerlo.  
  6. ¡Disfruten la lectura!
Si desean anotarse, pueden notificármelo en esta entrada. Si tienen y van a publicar reseñas, pueden dejar el enlace de su blog, su cuenta de Goodreads, su canal de Youtube, o el medio que les apetezca. Si no, pueden dejar sólo su nombre. Yo voy a ir dejando mis avances en esta misma entrada, junto con los enlaces a las reseñas.

Participantes



Lista de premios Nobel


En color verde y negritas, los que ya leí, con el título de la obra que leer. En caso de existir, link a la reseña.


2017 - Kazuo Ishiguro - Nunca me abandones - Reseña
2016 - Bob Dylan
2015 - Svetlana Alexiévich - Voces de Chérnobil - Reseña
2014 - Patrick Modiano - Más allá del olvido - Reseña
2013 - Alice Munro - Mi vida querida 

2012 - Mo Yan
2011 - Tomas Tranströmer
2010 - Mario Vargas Llosa
2009 - Herta Müller - Todo lo que tengo lo llevo conmigo
2008 - Jean-Marie Gustave Le Clézio
2007 - Doris Lessing
2006 - Orhan Pamuk
2005 - Harold Pinter
2004 - Elfriede Jelinek
2003 - J. M. Coetzee
2002 - Imre Kertész
2001 - V. S. Naipaul
2000 - Gao Xingjian
1999 - Günter Grass
1998 - José Saramago
1997 - Dario Fo
1996 - Wislawa Szymborska
1995 - Seamus Heaney
1994 - Kenzaburo Oe
1993 - Toni Morrison - Sula
1992 - Derek Walcott
1991 - Nadine Gordimer
1990 - Octavio Paz - La llama doble
1989 - Camilo José Cela
1988 - Naguib Mahfouz
1987 - Joseph Brodsky
1986 - Wole Soyinka
1985 - Claude Simon
1984 - Jaroslav Seifert
1983 - William Golding - El señor de las moscas - Reseña
1982 - Gabriel García Márquez - Cien años de soledad
1981 - Elias Canetti
1980 - Czeslaw Milosz
1979 - Odysseus Elytis
1978 - Isaac Bashevis Singer
1977 - Vicente Aleixandre
1976 - Saul Bellow
1975 - Eugenio Montale
1974 - Eyvind Johnson, Harry Martinson
1973 - Patrick White
1972 - Heinrich Böll
1971 - Pablo Neruda - Veinte poemas de amor y una canción desesperada
1970 - Alexandr Solzhenitsyn
1969 - Samuel Beckett
1968 - Yasunari Kawabata
1967 - Miguel Angel Asturias
1966 - Shmuel Agnon, Nelly Sachs
1965 - Mikhail Sholokhov
1964 - Jean-Paul Sartre
1963 - Giorgos Seferis
1962 - John Steinbeck - Las uvas de la ira - Reseña
1961 - Ivo Andric
1960 - Saint-John Perse
1959 - Salvatore Quasimodo
1958 - Boris Pasternak
1957 - Albert Camus - El extranjero
1956 - Juan Ramón Jiménez
1955 - Halldór Laxness
1954 - Ernest Hemingway - Las nieves del Kilimanjaro y otros cuentos
1953 - Winston Churchill
1952 - François Mauriac
1951 - Pär Lagerkvist
1950 - Bertrand Russell
1949 - William Faulkner - La escapada
1948 - T.S. Eliot
1947 - André Gide
1946 - Hermann Hesse
1945 - Gabriela Mistral
1944 - Johannes V. Jensen
1939 - Frans Eemil Sillanpää
1938 - Pearl Buck - Viento del este, viento del oeste. 
1937 - Roger Martin du Gard
1936 - Eugene O'Neill
1934 - Luigi Pirandello
1933 - Ivan Bunin
1932 - John Galsworthy
1931 - Erik Axel Karlfeldt
1930 - Sinclair Lewis
1929 - Thomas Mann
1928 - Sigrid Undset - Catalina de Siena. 
1927 - Henri Bergson
1926 - Grazia Deledda - El secreto del hombre solitario. 
1925 - George Bernard Shaw
1924 - Wladyslaw Reymont
1923 - William Butler Yeats
1922 - Jacinto Benavente
1921 - Anatole France
1920 - Knut Hamsun
1919 - Carl Spitteler
1917 - Karl Gjellerup, Henrik Pontoppidan
1916 - Verner von Heidenstam
1915 - Romain Rolland
1913 - Rabindranath Tagore
1912 - Gerhart Hauptmann
1911 - Maurice Maeterlinck
1910 - Paul Heyse
1909 - Selma Lagerlöf - El carretero de la muerte. 
1908 - Rudolf Eucken
1907 - Rudyard Kipling
1906 - Giosuè Carducci
1905 - Henryk Sienkiewicz
1904 - Frédéric Mistral, José Echegaray
1903 - Bjørnstjerne Bjørnson
1902 - Theodor Mommsen
1901 - Sully Prudhomme

sábado, 2 de enero de 2016

Recuento de los daños | Diciembre 2015

Diciembre fue el mes de leer a marchas forzadas. Primero porque mi orgullo me decía que tenía que terminar el Goodreads Reading Challenge y mi cabeza, un poco más sensata, me decía que por favor lo pensara mejor no me forzara a leer demasiado. Al final no me forcé demasiado, ni nada, pero aprovechando las vacaciones sí que leí mucho más que de costumbre (lo que ya es decir, juro que no tengo un giratiempos, ni nada especial). Aquí van los resultados:

Kitchen, Banana Yoshimoto


Este es un libro raro. Me dan un tiro por favor el día que yo empiece con otra frase a hablar de un libro de Banana Yoshimoto, porque entonces habrá escrito algo tan normal que ni siquiera me daré cuenta que es de ella. Me he dado cuenta de que no adoro a los orientales con locura, porque me cuesta identificarme con sus problemas, me cuesta mucho. Me cuesta identificarme con las motivaciones de sus personajes porque la cultura es totalmente diferente y la narración a veces me parece seca, demasiado al grano, como si hubiera demasiadas cosas lost in translation. Pero a pesar de todo, entre tantas desventajas, a veces, hay un libro que resalta, me llama la atención y, finalmente, me acaba gustando. En este, especialmente, acabé empatizando con la protagonista después de un rato de no entenderla porque para ella la cocina era primordial y para mí, también. Un libro raro, sin duda, pero recomendable.

Mi vida querida, Alice Munro


¿Por qué no había leído nada de Alice Munro antes? Tenía curiosidad desde que la habían anunciado como premio Nobel, imagínense ustedes. Este año por fin logré hacerme con varios de sus libros y este fue el que cayó este mes. Era uno de los cortos (ni tan cortos) y era de cuentos y además trataba de mujeres y casi siempre, de amor, pero no ese amor de las novelas rosas, sino un amor más real, más tangible, más conocido, que suena más cercano y no tan idílicos. Quizá por eso no son los amores con los que soñamos o los que deseamos, pero sí en gran parte con historias con las que nos podemos identificar. Me recordó mucho a Carson McCullers, aunque para mí McCullers es una cosa superior. Pues bien, les recomiendo mucho este libro de Alice Munro, definitivamente se merece ese Nobel que tiene

The Stone Rose, Jacqueline Rayner


Como ya tenía muy fundido el cerebro decidí, obviamente, que leer algo de Doctor Who aprovechando que tiene novelas (no particularmente buenas o excepcionales) y que yo quería escribir fanfiction. El resultado con este libro fue de leer una página, escuchar un pedazo del audiolibro, leer otro pedazo, escuchar otro pedazo. ¿Me estoy aburriendo? Pon el audiolibro, no hay nada mejor que oír a David Tennant intentar hacer el acento y tono de voz que hace Billie Piper cuando hace a Rose (o el de Mickey, podría estar horas riéndome de él). Pero sólo hay dos razones para leer una de estas novelas: o son demasiado fans de la serie (y se encontraron el torrent maravilloso que las contiene todas) o tienen una severa crisis de aburrimiento. En mi caso creo que fueron las dos y la motivación de ver al Doctor y a Rose flirteando durante toda la novela. La trama es predecible, los personajes planos y la resolución huele a deux-ex-machina. En resumen, evítenla a menos de que sean fans hardcore de Doctor Who.

De la ceniza volverás, Ray Bradbury


Ray Bradbury, estoy enamorada de ti. Quizá sea muy pronto para hacer esa declaración, o quizá sea demasiado, quizá debería decir, para ser más precisa, Ray Bradbury, creo que estoy enamorada de lo que escribes. Este es el cuarto libro ya que leo suyo, la segunda recopilación de relatos, aunque los de este pequeño libro estén tan inter conectados que casi parezcan una novela. La historia de La Gran Familia es fantástica, con elementos increíbles, muy diferente a lo que le conocía a Ray Bradbury (conozco su trabajo de ciencia ficción y estos cuentos rozan más el horror o la fantasía que la ciencia ficción). Me enamoré de sus personajes tan variados y las situaciones por las que los hace pasar, que podrían parecernos totalmente inverosímiles. Recomendado.

El viejo y el mar, Ernest Hemingway


¿Por qué este libro es tan célebre? ¡Hemingway ha escrito otras genialidades! Vale, vale, es que me pone de nervios alguien que tarda más de cuarenta páginas en atrapar un sólo pez. Sin embargo, este pequeño libro me gustó mucho y se lo recomiendo a casi todo el mundo (excepto, claro, a los que se ponen muy nerviosos con viejos que tardan más de cuarenta páginas en atrapar o un pez o a los que no les gustan los peces o a la gente que no le gustan los viejos o a la gente que no le gusta el mar, esas personas no tendrían porque leer ese libro). Como es un libro de menos de 150 páginas, no sé que más decir sin contarles la trama entera, así que simplemente les diré, de nuevo, que se los recomiendo y se los recomiendo bastante. Si quieren leer a Hemingway sin fundirse el cerebro y no saben por donde empezar, este libro es perfecto para eso. 

Nana, Chuck Palahniuk


Que me den regalos con buenas dedicatorias más seguido, caray. Si les suena el nombre del escritor (a mí también me sonaba) es por El club de la pelea (no, tampoco lo he leído). Este libro es muy... interesante. No lo llamaría obra maestra, pero sí es un buen libro, que parte de una premisa excepcional, con unos personajes más o menos definidos y que tiene una narración muy... periodística. No es el libro del siglo, pero sí fue un libro cuyo tema me intrigó bastante, sus personajes, aunque no me preocupaba demasiado por ellos, me causaron curiosidad y su resolución me dejó sorprendida en el buen sentido. Lo recomiendo bastante si les interesan novelas con toques de fantasía, medio realistas, muchos muertos y gente con complejo de Dios. O cosas que se les parezcan que, en serio, sea lo que sea que creen que se van a encontrar allí, están equivocados.

Johnny cogió su fusil, Dalton Trumbo


Uno de los libros más extraños, desgarradores y poderosos que he leído. Conocemos a un soldado al que le estalló una granada encima, un hombre sordo, ciego, sin piernas, sin brazos, con la mitad de la cabeza, casi un engendro de exhibición, sólo que no tan agradable a la vista como... la mujer bigotuda, por ejemplo. Sin embargo, esta vivo, porque como el bien dice, si la guerra es mala para los soldados, es buena para los médicos, que pueden presumir de prodigios (¿prodigios?) cómo este: han conseguido salvarle la vida, y allí lo tienen, a su merced, ciego, sordo, mudo y mutilado, pero vivo. En fin, es un libro antibélico y un alegato a la vida, ante todo. No sé que decir de él, no sé si debería recomendárselos, porque para este tema hay que tener un poco de estómago, pero en definitiva, sí, lo recomiendo, ante todo

We Should All Be Feminist, Chimamanda Ngozi Adichie


Lo leí para poder subrayarlo en el kindle unas diez mil veces y hacerle anotaciones por todas partes. Desearía tener un ejemplar en físico de esto para poder hacerlo, sería maravilloso. El librito es prácticamente una reproducción fiel del discurso que dio hace algún tiempo y es increíble. No tiene más de cincuenta páginas, según cómo las cuenta mi kindle y es una perfecta introducción hacia el por qué del feminismo, la brecha de género. Nos lo hace desde la perspectiva africana, no una perspectiva occidental, pero es posible, al menos para mí, que vivo en un país donde la cultura machista va a la orden del día (y que alguien se atreva a decirme que no, porque les pongo a mi familia entera enfrente y verán, verán), identificarse con la gran mayoría de estos problemas. No aborda temas más profundos, ni se mete con la teoría de género, o la transexualidad, o nada, absolutamente. Es un texto muy introductorio y creo que se tiene que entender eso al empezar: no aborda todo el feminismo, pero sí nos dice por qué el feminismo es importante.

La guerra no tiene rostro de mujer, Svetlana Alexiévich


Este podría ser el mejor libro del año si yo fuera capaz de decidir por un libro. Es cierto que no lo hubiera conocido si la autora no hubiera ganado el Nobel, pero no me arrepiento nada de haberlo conocido. Gracias a ese Nobel, este libro pudo, por fin, ser traducido al español y yo pude leerlo apreciarlo. Lo que tienen que contar las mujeres que fueron parte del Ejército Rojo es importante, como mujeres en un ambiente que siempre estuvo reservado a los hombres, vivieron y experimentaron cosas que nadie más experimentó. Se convirtieron, contra todo pronóstico, en soldados, capaces de dar su vida por su patria. Y, contrario a lo que se cree, en la guerra no hubo sólo mujeres enfermeras, cocineras o personal sanitario: hubo francotiradoras, tanquistas, doctoras, personal de transmisiones, soldados de pie, caballería. Tengo tanto que decir sobre este libro que creo que esperaré a la reseña. Por lo pronto, se los recomiendo

Cómo ser mujer, Caitlin Moran



Este es un libro interesante y, en el contexto en el que está escrito, importante. Es feminista, sí, pero habla del feminismo de Caitlin, de las experiencias de Caitlin, del prototipo de mujer que se espera en el primer mundo. Creo que no deben esperar nada más que eso. Habla y se burla del constructo social que, en occidente, supone ser mujer: la idea que tienes que amar el día de tu boda, tener hijos, trabajar, ser independiente, usar tacones, adorar a los ídolos feministas del momento. Es un libro con un humor muy inglés (y unos traductores de la chingada, anagrama, despídelos por favor). Ahora bien, cuando lo leas, y si lo lees, te recomiendo que lo cuestiones todo, que discutas con lo que dice Caitlin y te hagas de una opinión. Primero, porque ni ella misma admite decir verdades absolutas y segundo, porque creo que todo el mundo necesita una opinión. Recomendado si les interesa el tema

Dash & Lily's Book of Dares, Rachel Conn & David Levithan


Participé en la Lectura conjunta que organizaron en Dear Jane. Si no, probablemente hubiera leído el libro pero mucho, mucho tiempo después. ¿Qué puedo decir de él? Es uno de esos libros, que, en un mal día, se llevan dos estrellas en Goodreads y en uno bueno, tres. Ni bueno, ni malo, pero de lejos perfecto. En este caso, creo que la premisa es original y la ejecución cayó en lo cliché en un momento dado. ¡Y la premisa era genial, original y diferente! La verdad es que sí podría recomendarlo si les gustan este tipo de libros, tiene algunas buenas ideas, pero si no, huyan, la verdad, no se están perdiendo de ninguna genialidad ahora mismo. (Aunque Levithan escriba precioso).

Con esto ya acabo de cerrar el 2015, por fin, de hecharle un buen cerrado y empezar fresca el 2016. Sólo falta que conozcan mis mejores libros del año, los retos que cumpliré y todo eso para empezar fresca todo este año. Les deseo un muy feliz año (aunque ya sea dos), que la pasen muy bien, que cumplan sus propósitos y, sobre todo, que esté lleno de buenas lecturas. 


lunes, 30 de noviembre de 2015

Recuento de los daños | Noviembre 2015

Bueno, noviembre fue, de nuevo, un mes fructífero. Tanto para escribir, como para leer y hasta ver series. Estoy orgullosa de ello. La tarea que tengo pendiente para mañana, no. Bueno, este mes leí bastante, otra vez, lo que me está dejando bastante atrasada con las reseñas, pero espero ponerme al corriente esta semana ya por fin. Para los que tengan curiosidad, no, no acabé el NaNoWriMo. Aun pienso escribir hoy un poco más, pero dudo hacer 25K palabras para hoy a las doce de la noche, así que ni modo. De todos modos, la verdad es que disfruté y que seguiré escribiendo hasta acabar lo que estaba escribiendo. Al fin y al cabo, voy justo en la mitad. 

La peste, Albert Camus


Bueno, esto fue lo que salió en el Club de Lectura del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black, así que lo leí con mucho gusto (aunque no me ayudó a tachar otro nombre de mi lista de premios Nobel, yo ya había leído a Camus antes, con El extranjero, libro que adoro y que leería mil veces más si es necesario). Me gustó mucho y tengo pendiente la reseña, pero creo que seguirá así un tiempo más. Hay cosas de ese libro que todavía necesito acabar de digerir por lo complicado que puede volverse un tema tan simple. Hay una parte, en especial, que llama la atención al principio, en donde se habla de la separación de las familias y los amantes por el cierre de la ciudad y de como, en cierto modo, son esas las personas más afortunadas porque tienen algo a lo que aferrarse para no caer en la desesperanza. 

The Thing About Jellyfish, Ali Benjamin


Un libro mono, no para cambiar la vida (lamentablemente), pero sí muy interesante, con protagonistas muy sólidos y una historia más o menos que se mantiene y no pierde ni el ritmo, ni el sentido en ningún momento. La protagonista está decidida a no hablar después de perder a su mejor amiga, que se ahogó. Apenas tiene doce años y nadie la quiere particularmente en la secundaria a la que va. Además, el hecho de que no hable más que lo imprescindible no le ayuda mucho. Es un libro sobre el duelo, la pérdida, la culpa y las despedidas que, además, tiene una gran cantidad de medusas y me recuerda a una película un poco cliché de Hollywood. Es un buen libro, pero no diría que algo increíble o que me haya cambiado la vida.

A Little Life, Hanya Yanagihara


Este libro es maravilloso (o muy macabro, según el punto en el que se mire). Es un tocho de casi ochocientas páginas más o menos (yo lo leí en el kindle y eso fue lo que calculó) que habla de la vida de cuatro neoyorkinos a lo largo de sus veintes y sus treintas y sus cuarentas y más allá. Toca temas muy complicados y no aptos para los sensibles pero creo que, de entre los clichés, lo hace bien y con mucho respeto; no busca ser políticamente correcta, así que no esconde los temas o tiene pelos en la lengua, pero tampoco le falta sensibilidad a la hora de tratarlos. La autora no se toca el corazón con ninguno de sus personajes y es una experta en el maltrato personajil y es por eso que creo que la mayor virtud del libro es que sus personajes no necesitan darte lástima para que los aprecies.

La reina roja, Victoria Aveyard


Peor libro del mes. Sin dudarlo ni un tantito. Hubo otros flojos, aburridos, quizá que no cumplían su cometido o que no acabaron de cuajarme, pero esto fue lo peor. Primera nota para las editoriales: necesitan un buen corrector de estilo y si no lo tienen, por favor, ni publiquen cosas. Este libro es divertidísimo si lo ves con ojos de que sabes que vas a leer una porquería, porque de otro modo no hay manera de disfrutarlo. Personajes planos, narración con errores básicos de puntuación, trama inconsistente, un núcleo que cambia cada dos páginas y no se sostiene. Además de que parece ser un mal refrito entre otros libros de actualidad. Y es un mal refrito. (Y tener una nula edición. No porque tengan las ventas aseguradas pueden hacer una edición con las patas).

Fates and Furies, Lauren Groff


Este libro está entre los mejores del año en Amazon. Creo yo que incluso es calificado el mejor del año y aunque para mí no merece semejante honor, no voy a decir que es un libro malo. De hecho, me pareció un libro magistral. Muy entretenido, muy poético y con personajes muy interesantes. Llama la atención especialmente el marido, un hombre que tiene la firme idea de que las mujeres son menos creativas (o no tan creativas) porque tienen hijos y en eso gastan su creatividad. Majestuosa la reacción de su mujer, que ha elegido no tener hijos, cuando le salen con eso. En fin, que el hombre ama a Mathilde (y ella lo ama a él), pero tienen unas ideas idiotas una vez cada tanto (y lo mejor es que la autora no lo justifica, la historia no lo justifica y el resto de los personajes no lo justifican). 

Trigger Warning, Neil Gaiman


Yo nunca nunca había leído a Neil Gaiman. Lo sé, es una confesión complicada. Había visto la película de Coraline y el capítulo al que le había escrito el guion de Doctor Who (The Doctor's Wife, muy de su estilo), pero no había leído nada, absolutamente nada de él. Así que cuando lo vi nominado en los Goodreads Choice Awards con esta antología de relatos creepys y no tan creepys decidí que tenía que remediar el asunto y me puse a leer. Realmente Neil Gaiman sabe contar historias, de eso no hay duda. Y en este libro hay poemas, hay historias fantásticas, historias que más parecen de terror y hasta una historia de Doctor Who que fue tan buena que hasta le perdoné que fuera con el Onceavo Doctor y Amy Pond (no, no me gusta Amy Pond). 

Our Souls at Night, Kent Haruf


Me llamaba por la premisa. La gente mayor no suele protagonizar muchos libros y mucho menos llegar a ser reconocidos como los mejores del año, aunque sea en Goodreads. Pero este libro es un cliché sobre la gente mayor y no me gustó del todo. Sí, retrata la cruel realidad de cómo los hijos o los jóvenes ven como inmoral que sus padres o sus abuelos vuelvan a tener una relación romántica después de viudos, lo cual hace al libro un libro con una trama frustrante por momentos y que te hace pensar en ese sentido, pero en todo lo demás le faltaron... no sé, ganas, emoción, trama, núcleo, ¡personajes bien construidos! ¡Algo! Un libro ni bueno, ni malo, sólo un poco insulso, que seguramente no recordaré demasiado.

Dido para Eneas, María García Esperón


¡Por fin leí el libro nuevo de María García Esperón! Es una de mis autoras favoritas, claro que sí, y este libro es aun más pequeño que los dos últimos. Narra la historia de Dido, reina de Cártago, que huyó de Fenicia de su hermano y se topó con Eneas en el camino, sobreviviente de la guerra de Troya (ese niño con cara de imbécil al que, en la pésima adaptación de Troya, Paris le da su espada), que tiene que fundar una ciudad por designio de los dioses. Dido se interpone en su camino. Si ya saben como acabó la historia (yo sí, desde hace mucho tiempo), probablemente se pregunten como una historia tan triste puede ser una historia de amor tan hermosa, pero les juro que vale la pena. 

Higiene del asesino, Amelie Nothomb


No sé si una de mis autoras favoritas, pero sí va camino a convertirse en una. Higiene del asesino es el segundo de sus libros no autobiográficos que leo. Hasta ahora, uno de los mejores. El humor de Nothomb es especial, no es de esas cosas con las que te vayas a reír demasiado y todo el tiempo, pero no hay duda de que tiene un sentido del humor increíble. Su protagonista, un escritor que nunca ha concedido entrevistas, disfruta mareando a los pobres periodistas, odia a todas las mujeres porque son lo más feo de la creación, está convencido de que nadie lo lee porque deberían suicidarse si lo leyeran de verdad. Para acabar, es obeso mórbido y odia las preguntas sobre su infancia. Si quieren saber por qué el libro se llama Higiene del asesino, deberán leerlo. Vale la pena.  

Coraline, Neil Gaiman


Pues bien, tenía que seguir leyendo a Gaiman después de lo que me había gustado su otro libro así que decidí continuar por Coraline porque ya había visto la película y conocía la historia. Los cambios son muchos, pero la esencia es la misma, aunque yo misma me sorprendí de que la atmósfera en el libro es aún más oscura, pues la película ya me parecía demasiado disturbing. Neil Gaiman cuenta una historia que no es muy para niños en un libro juvenil y lo hace perfectamente. Me encantó y después de ese libro decidí que seguiría leyendo a Gaiman porque Coraline era impresionante. Los personajes extravagantes y el terror que causa La Otra Madre se sienten y Gaiman ni siquiera tiene necesidad de adornar sus libros con una prosa recargada.

El libro del cementerio, Neil Gaiman


Esto ya fue una casualidad, porque no me gusta mucho leer muchos libros de un mismo autor muy seguidos o siento que acabo saturada. El libro del cementerio es bueno, de eso no me quedó duda, pero creo que lo hubiera disfrutado más tras un descanso, así que lo releeré cuando no tenga a Gaiman en todas partes. La atmósfera también es extraña, un poco retorcida, pero creo que este libro si es mucho más infantil y juvenil que Coraline. También tiene lo suyo, claro, si no, no sería un libro de Gaiman. Además de que la trama es muy original: un niño sobrevivió a un asesinato múltiple y ahora es ciudadano honorífico del cementerio. Lo crían los fantasmas, le enseñan todo lo que necesita saber (excepto a relacionarse con los vivos) y lo cuidan.

Colaboraciones




viernes, 6 de noviembre de 2015

Recuento de los daños | Octubre 2015

A lo que yo tuve todo el verano hay quien le llama bloqueo lector. Yo le llamo vagancia extrema. Y ni me preocupo. Si las ganas de leer se fueron, ya regresarán. Pues bueno, este Octubre regresaron, pero con ganas, así que este es el recuento de todo lo que leí en Octubre: 

Orange Is The New Black, Piper Kerman


Interesante, pero de ahí no pasa. Me encanta como la serie hace bastantes referencias al libro, aunque es increíblemente diferente. Piper Kerman no me ha acabado de caer demasiado bien en sus memorias, pero evidentemente hace un mucho mejor trabajo que Chapman. Creo que quizá, por el carácter más o menos crítico de Piper en algunas partes de este libro me esperaba un poco más: es cierto que critica al sistema penitenciario, pero lo hace demasiado por arriba y no me acaba de convencer; además de que una vez que lo ha criticado vuelve a centrarse en su situación como si nada, como si nada hubiera cambiando. En fin, es su libro y ella elige contar su historia como quiere. El libro es bueno, es interesante, no demasiado interesante, pero si les gusta la serie y tienen curiosidad, no se lo pierdan. 

Las uvas de la ira, John Steinbeck


Ya algo que no haga dicho en la reseña no creo que vaya a decir en este párrafo. Este maravilloso libro se ganó un premio Pulitzer más que merecido. Es realismo social y retrata perfectamente la realidad de los inmigrantes de la Gran Depresión... y quizá la de los de hoy en día, porque la historia no cambia casi nunca y de hecho, muchas veces se repite. Está inspirado en una serie de artículos periódisticos que escribió Steinbeck (que creo que en alguna parte pueden encontrarse). Me ha encantado y se ha llevado un cinco de cinco en Goodreads aunque a mí eso de calificar por estrellas todavía no me convence. La verdad es que fue una muy buena manera de volver a leer (porque ya había dejado este libro empezado desde Agosto, imagínense). 

The Caged Virgin, Ayaan Hirsi Ali


Creo que lo más relevante de este libro es saber quién es Ayaan Hirsi Ali. Quizá debí de haber empezado por los primeros, o por sus memorias, o por algo más, pero este fue el primero que se cruzó en mi camino, para ver su evolución, pero la verdad es que este me pareció bastante bueno. Los ensayos tienen una estructura bastante desordenada, lo cual es una pena y quizá las opiniones son demasiado radicales, pero la escritora lo fundamenta todo increíblemente. Si este libro habla mal del islam, lo hace con todos los argumentos del mundo y defiende la emancipación de la mujer dentro de la que fue su religión. En fin, volveré a buscar algo de esta mujer, porque me impresionó, para seguir formándome una opinión del asunto. Eso sí, el libro es bueno, pero si alguna vez leen un libro de este tipo, no se queden nunca con una sola opinión. 

Caramelo, Sandra Cisneros


Otros de los libros que me impresionaron muchísimo este mes. Ya conocía a Sandra Cisneros y su peculiar manera de escribir por The House on Mango Street y esta vez me he internado en una novela suya bastante más larga, Caramelo. La historia de los chicos que son mexicanos, pero que nacieron del otro lado de la frontera es increíble. Porque se balancean entre dos culturas, tomando de cada una lo que quieren. Tienen ese orgullo mexicano, pero no quieren ser como los mexicanos de México... Ya lo reseñé y allí lo pueden ver: totalmente recomendado. Siento que casi todo mexicano debería leerlo (y en inglés, que se nota más todavía) porque habla de nuestra cultura, de la particular manera de ser, del estereotipo mexicano que tan bien conocemos. Habla de algo cercano y lo hace increíblemente bien. 

La nostalgia feliz, Amélie Nothomb


Después de Estupor y Temblores y Ni de Eva ni de Adán... (que en realidad fue primero el segundo y después el primero), descubrí que ya podía leer este libro a gusto. Me encantó, tiene el humor de Amélie Nothomb que esperaba, aunque sinceramente no lo he reseñado porque no sé que contar de él. Este es un libro en el que Amélie se reencuentra con su pasado, con Rinri, con su nana y con el Japón de sus sueños. Me encanta y temo que no le haría justicia en una reseña, pero por si acaso no creo que haga falta decir: lo recomiendo. Eso sí, por favor, lean primero Estupor y Temblores y Ni de Eva ni de Adán, este no es el mejor libro para empezar con Amélie Nothomb. Yo próximamente leeré más cosas de ella porque me fascina esta mujer. 

Landline, Rainbow Rowell


La primera decepción brutal del mes. No todos los libros que leo me gustan, eso es obvio, pero tenía una racha bastante buena: no todo me había encantado, pero no había algo que me hubiera costado terminar... pero entonces apareció este libro. Ya lo marqué en la reseña: personajes no demasiado atractivos (cosa que no sería un problema si sus historias valieran la pena y no me los estuvieran intentando vender como buenas personas), trama llena de relleno, trama que no tiene demasiado importancia, una narrativa plana... En general: una completa decepción. Realmente lo lamento porque esperaba algo mejor de esta autora, pero siendo ya la segunda vez que me decepciona, no sé si le daré la tercera oportunidad. Ya lo averiguaremos en unos meses

Voces de Chérnobil, Svetlana Aleksievich


No aguanté mucho a la hora de reseñar el Nobel de este año, ni a la hora de buscar el libro, vaya, ni a la hora de absolutamente nada: me ganó lo ansiaviva que soy internamiente. Así aproveché y taché a alguien más de la lista de los Nobel que me faltan por leer (que sí, son un montón). La verdad es que este libro me encantó y se lo estamparía en la cara a cualquiera que estuviera dispuesto a oírme. De hecho, se lo recomiendo a todo el mundo, aunque no lean no ficción, aunque no lean crónica, aunque no lean texto periodístico y aunque no les guste Chérnobil; creo que con eso ya se alcanzan a imaginar lo mucho que me gustó. Bueno, ya le escribí su reseña (y de paso cumplí con el Reto Nobel 2015 de trotalibros.es) y de nuevo lo recomiendo. Planeo volver a leer a esta autora tarde o temprano.

N.P., Banana Yoshimoto


No sé e que otra manera calificar este libro que no sea un libro raro. Ya lo dije cuando escribí la reseña en La Cueva del escritor. Es un libro muy japonés (absurdamente japonés) que además trata temas que son tabú con toda la normalidad del mundo: suicidio, incesto y, para su año de publicación, la homosexualidad de sus personajes. Con una prosa bastante increíble y una trama absurdamente sencilla que hila a cuatro personajes en una serie de relaciones extrañas. La verdad, si disfrutan leyendo a los autores japoneses, este libro puede gustarles mucho. A mí no me apasionó, pero reconozco que es muy bueno y lo recomiendo, sobre todo a los apasionados de la cultura, en este caso.

La chica del tren, Paula Hawkins


Una agradable sorpresa, la verdad. Lo dije en su reseña: este libro nos presenta a una serie de personajes absolutamente horribles, que son pésimas personas y como resultado tenemos un misterio bastante bueno, un thriller que te mantiene pegado el libro la mayoría del tiempo; aunque algunos han dicho que el misterio empieza a ser predecible cuando el libro empieza a avanzar, pero aún así su resolución no decepciona. Empecé el libro con las expectativas bajas, principalmente porque no quería decepcionarme (y, lo admito, a veces soy una prejuiciosa de mierda), pero las supero bastante bien. No es el libro perfecto y quizá a uno o dos personajes les falta más trasfondo, pero fuera de unos errores de nada, el libro está muy bien.

Boy Meets Boy, David Levithan


Ya lo dije: me alegro un montón de que Levithan mejorara. Porque este es uno de sus primeros libros (creo el primero) y me pareció que la mitad de las cosas estaban sustentadas en un cliché con patas. Así no funciona, por dios. Además que me dio una sobredosis de azúcar, pero eso ya no es cosa de errores graves, eso era sólo porque los personajes derrochaban azúcar, eran tan adolescentes que sentí que necesitaban un buen batazo en la cabeza para reaccionar y dejar la estupidez normal de la edad (que, a pesar de todo, a veces es adorable). En general me pareció curioso, disfrutable, las partes más clichés me dieron risa, pero si quieren empezar a leer a Levithan, este no es el libro. Recomendable si estás interesado en el autor y tienes ganas de desilusionarte porque no todo lo que escribe es bueno.

Life and Death, Stephenie Meyer


No es una broma. Ya lo vieron en el especial de Halloween. De verdad leí esta porquería. Lo siento si se ofenden de que le llame porquería pero no tengo otra palabra para dedicarle. Halagos para nada, pero ni una palabra que tenga una connotación más positiva que porquería, si quiera; lo único bueno es que si tenemos suerte, este serpa un libro autoconclusivo y ya. Me parece incluso una falta de respeto para quienes lo van a comprar y lo van a disfrutar (porque yo, evidentemente, me lo descargué pirata, esto de hacer ricos a los editores de Meyer y a Meyer no me hace gracia) porque es un copypaste de Crepúsculo casi calcado. Hay cambios, claro. Pero... bueno... en fin. Manténganse alejados de él, a menos de que quieran reírse de lo absurdo que es este libro.

Plegarias antendidas, Truman Capote


Este es el último libro de Capote. Al menos, el último que escribió y dejó sin terminar debido a numerosos escándalos y a que se sumió en la depresión. Para mí, nada ha superado todavía su trabajo periodístico en A Sangre Fría, y eso que considero que la mayoría de sus novelas son increíbles, pero no de la misma manera. Plegarias atendidas es un buen libro, pero es un libro, ante todo, inacabado y poco editado, pues publicaron el último manuscrito que Capote dejó parece que sin una revisión mínima y eso hace parecer que la historia no va a ningún lado por momentos, pero aún así se nota que quien escribe es Capote. Por lo demás, los recomiendo para los amantes de Capote, no creo hacerle una reseña porque no sé en realidad que decir para hablar de él. Es de esos libros que no sé si me gustaron o no al terminarlos.

Colaboraciones (en otros blogs)


No sé si lo sepan, y creo que la mayoría no lo sabe a pesar de que los otros blogs donde colaboro están allí abajo, pero yo no escribo nada más aquí. Escribo mucho, pero muchísimo y si lo pusiera todo aquí tendría entradas hasta el año que viene, pero ese no es el plan. Así que siempre he escrito en otros blogs reseñas, artículos, opiniones, noticias y como por aquí no conocen mis otras facetas, desde ahora las incluiré por aquí... Aquí va la lista de lo de este mes: 

En PlusbitsMx:
En La cueva del escritor:
En La hora del té:

jueves, 22 de octubre de 2015

Voces de Chérnobil: crónica del futuro, Svetlana Aleksievich | Reseña

Sinopsis: Tal como recalca su propia autora, este no es un libro sobre Chernóbil, sino sobre sus consecuencias ―las pasadas y las futuras―, sobre personas a las que les tocó vivir una nueva realidad que todavía existe pero que aún no se ha comprendido. Aquellos que sufrieron Chernóbil son los supervivientes de una Tercera Guerra Mundial nuclear. Según Alexievich, en este mundo hostil “todo parece completamente normal, el mal se esconde bajo una nueva máscara, y uno no es capaz de verlo, oírlo, tocarlo, ni olerlo. Cualquier cosa puede matarte... el agua, la tierra, una manzana, la lluvia. Nuestro diccionario está obsoleto. Todavía no existen palabras, ni sentimientos, para describir esto”.

Un día anunciaron el Nobel. Como de costumbre, el nombre no me sonaba de absolutamente nada. Vamos, en mi vida lo había oído (como a los anteriores). Pasaron unas horas y me aguanté las ganas de investigar todo sobre su vida. Era una mujer y era bielorrusa, así que no aguante mucho y lo busqué en google. Vi que era periodista y que su único libro traducido al español era acerca de la catástrofe de Chérnobil (o más bien, de sus consecuencias). Yo, que en una época vi cuanto documental sobre radiación se me puso delante, dije que algún día lo leería. Y luego me lo topé enfrente. Se tardó más o menos dos días más en caer y yo me tardé dos días más en empezarlo. De ahí, lo que sigue es historia. 

Este es, sin duda, uno de los mejores libros de no ficción que he leído. No creo que todo el mundo esté interesado en él, o que a todo el mundo le guste o que a todo el mundo le entretenga. De hecho, aunque yo lo he recomendado por activa y por pasiva sé que, de todas las personas que lo leerán porque yo llevo ya semanas estampándoselo en la cara a quien quiera oírme, le encantará a unas cuantas. Otras me dirán que es largo. Otros que se aburrieron. Otros me dirán "está bien", pero se quedará allí. Al menos eso creo. No conozco demasiadas personas que suelan leer texto periodístico y mucho menos de este tipo.

Voces de Chernóbil me recuerda irremediablemente al único libro que he leído de Elena Poniatowska: La noche de Tlatelolco. ¿Por qué, si entre un accidente catastrófico en Ucrania y una matanza en Tlatelolco no hay prácticamente nada en común? Por la manera de contar la historia. Tratan sobre temas muy diferentes, y están estructurados muy diferentes, pero no hay duda que las dos historias están contadas de manera oral, que son entrevistas o pedazos de entrevistas que se seleccionaron y se transcribieron. Eso, obviamente, en este libro hace difícil que te sitúes en la historia hasta que no te lo dice quien está hablando y, generalmente, nunca te lo dicen tal cual. 

Si quieres saber los datos duros y fríos de la catástrofe de Chérnobil, este no es el libro para eso,  ya hay libros y miles de documentales que se enfocan en esa parte de la carástrofe. Para eso no sirve. Apenas hay algunos números y porcentajes, aquí lo que hay son las voces de Chérnobil, literalmente. Algunas de las personas entrevistadas hablan sobre los roetguen y las dosis letales de radiación, pero de pasada, eso, al fin y al cabo, deja de importar ante algo que ya ocurrió. Eso no es lo que importa, porque en este libro está impreso el lado más humano. Habla de las consecuencias, no sólo para la ciencia, la radiación, la URSS, el comunismo, habla en sí de las consecuencias sobre las personas. 

Reactor de la Planta Nuclear. Aún sin el sarcófago.
Este, además, no es un libro que busca culpables. Los años pasan y buscar culpables ya no le importa a nadie. Además, entre los que eligieron no avisar para no cundir el pánico y trabajar en el más absurdo secretismo, entre los que prefirieron el secreto que salvar a su propia población, entre los que no informaron a los liquidadores de las dosis reales de roetguen que estaban recibiendo y entre los que dejaron pasar los días antes de avisarle al mundo que en la Planta Nuclear había ocurrido un accidente (sólo un incendio, controlado, y sin embargo, nadie dice que los liquidadores trabajaron para evitar que explotaran los otros tres reactores, cuyo efecto sobre toda Europa hubiera sido letal), los culpables son tantos, que en realidad a nadie le importa ya.

Es una historia dura y lo es porque no es una historia de guerra, no es una catástrofe causada por alguien más, como la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki: fue un simple accidente, una casualidad y eso es aún más difícil de entender. Lo mencionan en el libro. Hiroshima y Nagasaki fueron la guerra, pero Chérnobil era el átomo de la paz y nadie se imaginaba que fuera sólo un hermano del que conformaba la bomba atómica.

Pripiat actualmente: una ciudad fantasma
¿Cómo elegir entre el amor y la muerte? ¿Entre el pasado y el ignorado presente? ¿Y quién se creerá con derecho a echar en cara a otras esposas y madres que no se quedaran junto a sus maridos e hijos? Junto a esos elementos radiactivos. En su mundo se vio alterado incluso el amor. Hasta la muerte.
Ha cambiado todo. Todo menos nosotros.
Eso sí, si no conoces la historia de Chérnobil, al menos de pasada, lo más probable es que haya varias partes en el libro confusas, que quizá no entiendas a la primera, quizá te pierdas un poco porque los entrevistados dan por supuesto que al menos algo se sabe del tema. Al libro le falta ponernos un poco en contexto, pero en realidad creo que no es algo que sea totalmente necesario. Con leer la Wikipedia entiendes de que hablan los entrevistados. La mujer de un bombero que murió de la radiación a los diecisiete días cuenta su historia, como perdió a su hija y su salud por lo mucho que amaba a su marido, los liquidadores (soldados que trabajaron en el reactor), gente evacuada, gente que se negó a evacuar, gente que volvió a sus pueblos, aún abandonados, comunistas convencidos y no convencidos, científicos, historiadores, escritores... un sinfín de personas desfilan por estas páginas para contarnos su versión de la historia, sus desdichas o sus alegrías, para contarnos lo que pasó desde sus ojos. Y por supuesto, la historia varía por la cantidad de puntos de vista que hay, pero casi todos coinciden en algo: para la Unión Soviética hubo un antes y un después de Chérnobil.

Liquidadores de Chérnobil, casi todos están muertos hoy en día o enfermos
We're often silent. We don't yell and we don't complain. We're patient, as always. Because we don't have the words yet. We're afraid to talk about it. We don't know how. It's not an ordinary experience, and the questions it raises are not ordinary. The world has been split in two: there's us, the Chernobylites, and then there's you, the others. Have you noticed? No one here points out that they're Russian or Belarussian or Ukrainian. We all call ourselves Chernobylites. "We're from Chernobyl." "I'm a Chernobylite." As if this is a separate people. A new nation.
Bueno, creo que ya quedó claro; para mí este libro es un 5/5, perfecto, aunque reconozco que quizá le hace falta darnos un poco de contexto, pero es precisamente la manera de hablar de cada entrevistado lo que nos deja ver el lado más humano de la situación. Totalmente recomendado. Este libro a menudo nos recuerda que, muchas veces, la realidad supera a la ficción. ¿Quiénes somos nosotros para poder imaginarnos una catástrofe de esta magnitud cuando ni los libros que leemos se acercan al tema de esta manera? Ver el lado más humano de esta catástrofe es a menudo sobrecogedor y desesperanzador, pero también espeluznante. Porque ni en el libro más trágico de ciencia ficción existe algo como Chérnobil.