Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

martes, 30 de abril de 2019

All-New Wolverine, Tom Taylor | Reseña


Sinopsis: X-23 was created to be a weapon; for a time, that's all she was. But with the help of her mentor, Logan -- the original Wolverine -- she escaped that dark past. Now, the man she knew has fallen, but Laura will honor his memory as the All-New Wolverine. But with the famous cowl comes a world of misery and mystery -- like the devastating secret of the Sisters. Uncovering it will involve new friends Doctor Strange and the Wasp, and lethal new enemies like the Taskmaster! But after recent events, Laura is growing used to doing everything in her power to save those around her from forces hell-bent on destruction. If anyone can stop them, it's Laura. After all, it's what Wolverine does. 

Una cosa que tienen que saber: X-23, Laura Kinney, es uno de mis personajes favoritos de Marvel. Otra cosa que tienen que saber: me plantee hacer esta reseña volumen por volumen, de lo tanto que me gustó (tengo pendiente hablarles de la de Marjorie M. Liu porque las ilustraciones de Sana Takeda son mis favoritas), pero estaba seguro de que me iban a matar por ser tan monotemática, así que mejor deseché la idea y lo junté todo en una sola reseña. Vamos, que debía encontrar en mi la suficiente capacidad de síntesis como para que esto no fuera del tamaño de tres entradas enormes. Así que... ¿por dónde empezar?

¿De niños les gustaban los superhéroes? La pregunta no tiene nada que ver con que hoy sea el día del niño (que lo es, ¡felicidades!), sino que es algo con lo que quiero empezar por varias razones. A mí no. O más bien, no sabía si me gustaban porque nunca jamás me acerqué a ellos. No lo hice porque fueran cosas de chicos, diosito sabía que yo no era la más indicada para seguir esos estereotipos: tenía una espada color amarillo, carritos y un carro a control remoto que nunca aprendí a manejar muy bien. Simplemente, los superhéroes me pasaban por encima porque ninguno de los más conocidos me interesaba demasiado (ni siquiera la mujer maravilla) y no tenía más. No conocía más cosas. El mundito empezó a interesarme cuando Ms Marvel llegó a mi vida y el resto es historia. Después de Ms Marvel, la siguiente que cayó, fue Laura Kinney.

Esta fue la primer serie que leí de ella porque fue la primera que conseguí (antes de las dos anteriores cronológicamente, de Craig Thomas y Marjorie M Liu) y quedé enamorada. No conocía más del pasado de Laura más que lo que había visto en su entrada en la wikia de Marvel y los flashbacks que salían pero no me importó en lo más mínimo. Yo salí de esta serie enamorada. La acabo de terminar después de bastante tiempo porque por alguna razón la dejé en hiatus y creo que es una de las series más consistentes de Marvel en los últimos años. Que no son muchas, vamos, parece que están en esa época de lanzar chicles contra el techo esperando que uno pegue y casi ninguno lo hace. Incluso una de mis favoritas, Spider-Gwen, tiene un par de volúmenes que detesto con toda mi alma. En fin, vamos a hablar de esta serie por puntos para intentar tocar todos los temas que quiero. 

1. El tema de cada volumen está bien definido y la trama también. Dejando de lado algunos issues que tienen algunas grapas que son stand-alone al principio y al final, todos los volúmenes tienen una introducción, un desarrollo y un final del conflicto que deja las suficientes interrogantes abiertas para seguir la trama de Laura Kinney. Incluso el más caótico de ellos, que es el de Civil War II (que no fue exactamente el mejor evento de la historia y que se trató de ver como Marvel lograba que a mí me cayera mal Carol Danvers y que estuviera de acuerdo en algo con Tony Stark... ugh). Las tramas de los volúmenes casi siempre tienen que ver con el pasado de Laura persiguiéndola mientras se acostumbra a ser Wolverine y lidia con más clones de ella misma. De mis favoritas es el primer volúmen, The Four Sisters y Enemy of the State

2. ¡Gabby! Es un personaje que me fascinó y que es la parte más light de la vida de Laura Kinney, que siempre se ha caracterizado por ser oscura y bastante dramática. Es otro clon de X-23, el más joven de todos. Lucha por ser una buena persona aunque no tiene una brújula moral muy definida, al menos a principio de la serie, y no siente dolor lo que definitivamente la hace un personaje interesante. Me encanta su buen humor y cómo se va desarrollando poco a poco a lo largo de los seis volúmenes. 

3. El desarrollo de Laura como personaje. Creo que Tom Taylor sabía que clase de historia quería darle a X-23, que clase de convicciones, problemas y de retos. Exceptuando por el último volumen, que se desarrolla en el futuro *no tan lejano* y es Old Woman Laura (que, no se engañen, no se parece a Old Man Logan), volumen a volumen se puede ir viendo cómo Laura va cambiando y va creciendo. Los personajes que siempre se quedan igual no son tan dinámicos y en general no me atraen tanto como aquellos que cambian, que se enfrentan a los conflictos y no salen los mismos. Siempre es interesante analizar como los personajes cambian y me encanta el rumbo que esta serie le dio a Laura Kinney (ya veremos en la nueva X-23, que salió el año pasado y ni siquiera he leído).

4. El arte suele ser bueno. Por esta serie pasaron un montón de ilustradores y no los recuerdo a todos. Pero casi siempre destacó el trabajo de David Lopez, Ig Guara, Ramon Rosanas, Juan Cabal y otro montón de nombres que no recuerdo (que no haya consistencia entre los artistas luego me saca de pedo, pero creo que casi todos los que participaron en All-New Wolverine hicieron un trabajo chido, ahorita no puedo acordarme de una issue que de verdad odiara por el arte). 

Bueno, creo que esos son todos los puntos. Les recomiendo la serie. Yo la leí cuando no sabía mucho de Marvel y les puedo decir que no salí demasiado confundida..., pero sí tuve que usar la wikia. Sobre todo porque a media serie te atacan con un evento, muchas cosas son del pasado de Laura (aunque la verdad leer todas las series dedicadas a X-23 es algo increíble, todavía no me decepcionan realmente), pero igual si por ahí les interesa el personaje, creo que no es tan mal lugar para empezar (aunque el mejor orden para empezar con ella sí es cronológicamente, debo decir).

domingo, 28 de abril de 2019

Mexicoland, Jaime Alfonso Sandoval | Reseña

Sinopsis: Mexicoland es perfecto, lo mejor de México en un solo lugar: historia, música y comida. Lo malo es que todo es falso. Es un parque de diversiones en el futuro, el resto del país ha colapsado por la violencia y la anarquía. Apenas sobrevive un pequeño territorio donde se funda México Nuevo, una sociedad en la que cualquier delito es castigado con extrema crueldad. Ahí, Cuauhtémoc Rojo, en un solo día, se queda sin padres, escuela y casa. Pronto descubrirá que si quiere sobrevivir, necesita encontrar respuestas: ¿quiénes son esos extraños ancianos que lo vigilan? ¿Qué sucedió en realidad en el accidente de sus padres? ¿Qué se oculta detrás de los enormes muros que rodean las ciudades? Una distopía mexicana, con el humor y la acidez de Jaime Alfonso Sandoval.

Se unieron los astros, se alinearon los planetas, ocurrió un milagro, me salió mi número de la suerte, no sé que pasó, pero fui a la Biblioteca Vasconselos y no encontré uno, sino los dos ejemplares de Mexicoland de Jaime Alfonso Sandoval. Obviamente salí con uno de allí. Los ejemplares se la pasaban en préstamo todo el tiempo, así que sí considero un milagro que haya conseguido uno de ellos. Lo leí en tiempo récord (perdón, soy esa clase de lectora, no conozco otra manera de leer) y ya estoy haciendo la reseña para recomendárselos. Quiero adelantar que me gustó, pero vamos por partes, ¿no? Como Jack, el destripador.


1. Lo distópico fuera del primer mundo


Las categorías *primer mundo* y *tercer mundo* igual y no son las más adecuadas, pero creo que es la mejor manera que tengo que hablar de este asunto. Estados Unidos (y otros pocos países Europeos) han dominado la ciencia ficción y lo distópico en los últimos años. No es un género nuevo, pero existió un boom después de que Los juegos del hambre llegaron al mercado editorial y se convirtieron en un fenómeno (aunque antes de eso, ya existían muchísimos libros del género, desde la saga de Máquinas Mortales, del inglés Philip Reeve, hasta Battle Royale). Durante un tiempo, todo lo que vi publicado del género salía de editoriales norteamericanas e inglesas. ¿Cuándo iba a ser nuestro turno de imaginarnos otras realidades distópicas alejadas de lo que se proponía en esos fenómenos de ventas? Creo que ese momento está llegando, porque la ciencia ficción siempre se ha escrito en todo el mundo, pero ahora hay más lugar para quien busca explorar el futuro y la ciencia ficción desde otro lugar. Por ejemplo, ya les hablé de Quien teme a la muerte de Nnedi Okorafor en una reseña pasada, que es ciencia ficción ambientada en un Sudán futurista.

En este momento nos estamos enfrentando a Mexicoland. Distopía mexicana, con México partido en dos. De un lado está lo que la gente llama los territorios perdidos y del otro está un país donde todo cuesta dinero (hasta usar el elevador o entrar al parque), la gente vive en la pobreza y todo está controlado. Pagar un permiso para tener libros es algo demasiado costoso, no hay casi pensiones o retiros y la gente vive ahogada en deudas. Me pareció, sobre todo al principio, cuando el protagonista, Cuauhtémoc Rojo, se ve envuelto en un desmadre burocrático (en lo que se convierte su vida), algo que se asmejaba a la pesadilla que era El Proceso, de Kafka. Un escenario casi Kafkiano. La construcción de este México Nuevo de Jaime Alfonso Sandoval me pareció uno de los mayores aciertos del libro.


México Nuevo en realidad no es muy nuevo. México Nuevo es el México que conocemos llevado al extremo del capitalismo. Todo cuesta, la gente vive enajenada trabajando intentando tener una vida mejor y se convencen de que esa es la única manera de vivir. Hay quien vive en enormes barrios horizontales, que se alzan hasta tener casi cien pisos y nunca sale de allí en toda su vida: allí hay parques, escuelas, enormes tiendas departamentales para que gasten la miseria que ganan en sus trabajos. Un mundo terrorífico en todo sentido más inspirado en la realidad de lo que nos gustaría, pero que finalmente es una historia que estamos creando en nuestro entorno. Estamos hablando de nosotros, estamos leyendo de nosotros.


Nota aparte, el worldbuilding de este libro me pareció un perfecto atisbo al despeñadero que nos está llevando el capitalismo. Sobre todo por la situación de los trabajadores: los ricos se hacen más ricos mientras pagan miserias y se roban el producto de la fuerza de trabajo de otros. Y como soy yo obviamente analizo esas cosas. Jaime Alfonso Sandoval nos presenta dos mundos abismales: en el que vive Temo, sin tecnología, con trabajos precarios, sin posibilidades de pensión, donde la gente se vuelve loca ahorrando para poder tener un retiro y el de la gente que vive en Costamar, los banqueros, los descendientes de los fundadores de México Nuevo, la gente rica, con miles y miles de privilegios. Unos viven sobre el sufrimiento de otros.

Pero bueno, vamos a hablar de los personajes.

2. Los personajes (y su agencia)


¿Qué tanta agencia puede tener alguien cómo Temo, al que sólo arrastran de un lado a otro sin posibilidad de elección sobre su futuro? Al menos durante la primera parte del libro, me gustó la manera en que la trama arrastraba a Temo. Sin agencia alguna, simplemente viendo que otro desastre le caía encima. La historia empieza, para él, justo en el momento en el que cambia todo: lo sacan de clase para decirle que sus papás se tiraron a las vías del metro, cosa que es considerada un delito y que todo su fondo de ahorro se va a ir para pagar las indemnizaciones. Temo no tiene ni que decir en el asunto. Es un protagonista arrastrado por las circunstancias, porque el entorno en el que vive no le da opciones ni elecciones. La única elección es sobrevivir cómo se lo proponen o morir. Y punto.

Temo, básicamente
Me gusta que aun así sea obvio que los personajes vayan desarrollando convicciones (este yo de acuerdo o no con ellas) y actuén conforme a ellas. Me desespera un poco que Temo sea un hijo del sistema tan obvio, que crea que todas las injusticias que ve son *lo normal* y así son las cosas y punto, pero la verdad es que me gusta ir viendo el cambio de su manera de pensar poco a poco, sobre todo al enfrentarse a las situaciones en las que se ve metido. Por otro lado, mi favorito es Franc. Al principio no lo era, pero conforme se van revelando cosas sobre su personaje, se fue convirtiendo en mi favorito. 

De lo demás... bueno, la verdad es que la novela tiene un elenco extendidísimo de personajes secundarios, terciarios y de esos que aparecen sólo una línea. Seguirles el paso es a la vez confuso y divertido. La mayoría de los personajes tiene un propósito y trabajan por conseguirlo, así sea conseguir un lugar de retiro VIP a costa de otros, lograr que un parque de atracciones abra y funcione para los turistas o ser un revolucionario. Me gustó el papel y el reconocimiento que se le da a los ancianos en la historia, que suelen ser grandes inivisibles en la sociedad. Nota aparte, creo que Temo sentía más piedad por los ricos que yo. Yo los dinamitaba a todos, pero quizá he leído demasiado a Marx.


Y bueno, hablando de los personajes, creo que llegó la hora de hablar de...

3. Mexicoland, el parque


Mexicoland es un parque de atracciones turístico dirigido a los extranjeros que está inspirado en la cultura Maya. Tiene atracciones inspiradas en la cultura maya, entre las que están un museo que intenta representar al pueblo maya lo más fiablemente posible (y que es un zoológico humano), juegos de pelota, representaciones de sacrificios y... vamos, es una atracción turística que básicamente se basa en escupirle a la cultura maya e insultarla. La existencia de Mexicoland es un insulto. Es vender la cultura, mientras se sigue tratando como mierda a los mayas y a sus descendientes, el racismo se ve por todos lados y, por supuesto, lo que importa no es la cultura, sino el dinero que va a dejar de ganancia. Todo es mercancía dentro del capital. 


Por más descabellado que parezca, no es algo irreal. M. T. Anderson, por ejemplo, tocó el mismo tema en Paisaje con Mano Invisible, cuando habla de cómo la gente vende pedazos de culturas pegosteados unos con otros (crucifijos con budas y dioses del panteón hindú) porque eso es lo que atrae a los extraterrestres. Habla de cómo dentro de un mundo donde lo que vale es lo que es mercancía se vende la cultura y la identidad. Todo es mercancía. Y en Mexicoland es así. Los juegos de pelota, las representaciones, las grandes atracciones del parque no tienen ningún respeto por la cultura maya ni interés en tenerlo. Lo que quieren es dinero (para los ricos, claro).

Toda esta construcción me pareció muy interesante y, lamentablemente, nada descabellada. Sí, el libro puede recordarme por momentos a un universo kafkiano, pero lo veo todo mucho más pegado a la realidad de lo que parece. Para mí, el gran acierto del libro es ese: la manera en la que construye una distopía que nos parece horrenda que está mucho más anclada en la realidad de lo que nos gustaría. Es el gran acierto del libro, de verdad. Entre líneas se atisba una fuerte crítica social, a veces más obvia y a veces más escondida, pero que nos acompaña a lo largo de todo el libro. 

4. Y, finalmente, el rompecabezas completo


Para concluir ya nada más quiero decir unas pocas cosas. La verdad es que para mí hay cosas que se quedaron muy cerca de un libro perfecto. Hay cosas que yo hubiera mejorado (por ejemplo, de plano habría destruido hilos narrativos si no le ayudaban al núcleo de la historia y a las motivaciones de los personajes o los hubiera desarrollado más de manera que hubieran quedado cerrados por completo y que se viera más claramente cómo aportaban al núcleo de la historia, porque soy una Marie Kondo de la narración), creo que al final hay algunos capítulos que sucumben al caos narrativo y que el cierre pudo haber sido mejor. Sin embargo, Mexicoland no deja de ser un libro bastante bueno (mis estándares son simplemente imposibles) que les recomiendo conocer. Refleja a un México que creo que todos conocemos.

Nota aparte, el Movimiento Libertario avergonzaría a Marx, a Lenin, a Kollontai... son un caos (que narrativamente resulta muy entretenido), pero que no tienen ni idea de cómo enfocar una revolución. Me divirtieron, pero también me dieron ganas de decirles que TENÍAN UNA ORGANIZACIÓN SUMAMENTE DEFICIENTE y aventarles en la cara el otro libro que saqué de la biblioteca al mismo tiempo que Mexicoland: ¿Qué hacer? de Lenin. Pero bueno, narrativamente eran entretenidos y esta sólo es una nota al margen. (Andrea, ¿algún día vas a dejar de sacar el marxismo a relucir? NO, ya acepte que no voy a ser cool nunca).


Bueno, pues, ya saben, libro recomendado. Lo publica Penguin en el sello de Montena. Si viven en la CDMX y tienen credencial de la Biblioteca Vasconselos, ya saben que ahí lo pueden encontrar, aunque hay que perseguirlo porque es préstamo muy frecuente. Si lo leen, no duden en contarme qué les pareció.

viernes, 26 de abril de 2019

The Umbrella Academy Book Tag

Cuando publico muchas reseñas seguidas y no tengo idea de qué otras cosas publicar, a veces busco tags porque una de mis cosas favoritas es recomendar libros, no importa cómo lo haga. Y mientras me recupero del bloqueo lector, acabo con las reseñas pendientes y acabo el CampNaNoWriMo (que sigo haciendo), pues hoy les traigo un tag basado en la última serie que vi: The Umbrella Academy (ya reseñé además el primer volumen del comic del que es adaptación la serie, Apocalypse Suite). Lo traigo porque me gustó mucho la serie y me encontré este tag en un blog en inglés llamado Bookdragonism. Aquí van las consignas.


1. Hello: el mejor primer libro de una serie



Este es difícil porque no leo demasiadas series y porque generalmente mis libros favoritos no son los primeros. A veces es difícil elegir simplemente porque no he leído el resto de los libros y no sé si la serie me gusta. Esta vez voy a elegir Máquinas Mortales de Philip Reeve, que es uno de mis libros de ciencia ficción favoritos en la vida. Antes era desconocido, aunque en su momento lo editó Espasa, quien luego lo descatalogó (y remató dos partes cada una por $40). Si no me equivocó ahora está en manos de Planeta, que no hizo el mejor trabajo del mundo con él y además la película fue un fracaso (es una mala adaptación que le falló a los fans del libro y una película confusa por sí sola). Pero lo vengo a recomendar porque quiero que le den una oportunidad a Hester Shaw y a Tom Natsworthy. Eso sí, en inglés, si es posible. Máquinas mortales es un libro entretenido, con personajes creados perfectamente y una historia muy interesante, especialmente para los fans del steampunk.

2.  The Hargreeves Children: Un libro sobre una gran familia distuncional



¡Tengo tantos! Pero bueno, además de los obvios (Cien años de soledad y La casa de los espíritus, ambos recomendados por mí) hoy quiero aprovechar para mencionar El dios de las pequeñas cosas de Arundhati Roy, que es un libro sobre una familia india originaria de Kerala que es todo... menos común. Todos los personajes tienen una historia que se va contando hasta llegar al mismo punto: la muerte de Sophie Mol, una niña. Es un libro que a su vez es un rompecabezas y que a mí me gustó mucho. Además trata temas sobre la división de castas en la India y les presenta cómo es Kerala. Muy recomendado.

3. El apocalipsis es en ocho días: ¿cuál libro eligirías para que fuera tu última lectura?



Aquí no hay ninguna duda que voy a elegir mi libro favorito. Hace tiempo que no lo menciono en un booktag, así que este es quizá un buen momento para resucitarlo. Leería, al último, Diablo Guardián de Xavier Velasco. Es mi libro favorito de todos los tiempos. Me encanta cómo está contando, me encanta la voz de la narradora, Violetta R. Schmidt y me sé el principio de memoria. Sin duda sería un libro maravilloso para leer antes del apocalipsis. Además, que si quedan ocho días, yo leería, por lo menos, cinco libros más. Eso sí, me tienen que avisar que se viene el apocalipsis.

4. Space boy: un personaje de un libro que sea el líder, pero que no parezca uno



Casey Brinke del nuevo run de Doom Patrol (escrito por Gerard Way, ilustrado por Nick Derington). Es el personaje que vuelve a unir a la Doom Patrol y la que tiene más papeletas de líder, pero que también tiene más papeletas para Hufflepuff (un poco como Luther, que es leal a morir y trabajador y no se ve muy líder de lejos) y que se esfuerza mucho para ser una especia de líder aunque no tenga todas las papeletas consigo. (Ya les contaré más en la reseña de este comic que merece una reseña hecha y derecha).

5. Throwing knives: ¿qué arma *literaria* incluirías en tu arsenal?


¿Han visto La rebelión del atlas de Ayn Rand? Le tengo cero y ningún aprecio, por lo que me parece el libro perfecto para lanzarle a alguien. No recomendado por mí, necesito decir.

6. I heard a rumor: Un libro con una trama engañosa



Creo que este puesto se lo merecen todos los volúmenes que he leído hasta el momento de The Wicked + The Divine, escritos por Kieron Gillien e ilustrados por Jamie McKelvie. La trama siempre, siempre, siempre, siempre busca engañarte, hacerte sacar todas las conclusiones falsas del mundo, llevarte por todos los lugares incorrectos para distraerte. Así que sí, este puesto en esta consigna lo tienen muy bien merecido. Fuera de todo el resto, es un comic que les recomiendo mucho. Estoy esperando que salgan ya las dos últimas issues para hacer una reseña que lo enmarque todo y poder recomendárselos con amor.

7. Klaus: un libro que incluya a la muerte/fantasmas/etc.



¿Qué mejor para esta consigna que un libro narrado por la misma muerte? Definitivamente voy a mencionar a La ladrona de libros de Markus Zusak, que es un libro narrado desde la perspectiva de la propia muerte. Ocurre en Alemania, durante la segunda guerra mundial y la protagonista es Liesel Meminger, la ladrona de libros. Cuando lo leí me encantó que estuviera narrado por la muerte y que esta fuera un personaje más, así que me parece un libro perfecto para mencionar en el lugar de Klaus, que sin duda es uno de mis personajes favoritos de la serie (cosa que también tiene que ver con el hecho de que lo interpreta Robert Sheehan).

8. The boy: recomienda un libro que juegue con el tiempo



¡Uno de mis libros románticos favoritos! El romance no es mi género y no tengo demasiados favoritos, pero uno de ellos juega precisamente con el tiempo: La mujer del viajero en el tiempo de Audrey Niffenegger. Me encanta como juega con los viajes en el tiempo para escribir una historia de amor. Henry DeTamble y Claire Abshire están enamorados. Él no la conoce. Ella sí lo conoce a él. Él viaja en el tiempo, pero no puede controlar esta habilidad. A dónde va, cuánto dura el viaje. La novela me encanta, además porque nadie se pone de acuerdo para clasificarla en un género: para mí es la perfecta novela romántica de ciencia ficción.

9. Vanya: un personaje con potencial escondido




Creo que todos saben (porque lo dije en mi reseña) que The Raven Boys de Maggie Stiefvater no fue mi libro preferido en ningún caso, pero que me pareció que Ronan Lynch tenía potencial. No he leído el segundo (que he oído está dedicado a él), pero sigo creyendo que Ronan es un personaje con mucho potencial de desarrollo y que me parece que es una mina de oro escondida. Quiero saber cómo se desarrolla el asunto. Así que quizá pronto lea el segundo libro. Pronto. En algún momento.

10: Luther y Allison: una pareja cuestionable de algún libro y por qué te gustan o no



Creo que este es el momento en el que les cuento que leí Flores en el ático de V. C. Andrews cuando tenía catorce años y que Cathy y Chris me obsesionaron durante toda mi adolescencia. Es una pareja que me gusta y que odio. Me gusta en Flores en el ático, me desespera en todo el resto de los libros (que no considero tan buenos). En fin, es una pareja muy cuestionable porque son hermanos y además de todo, son una pareja con dinámicas terribles... y además de eso su entorno no les ayudaba en nada. En fin, me gusta Flores en el ático (y solo Flores en el ático). Y Chris y Cathy, pese a todo lo cuestionables que son, me parecen interesantes de leer.

11. Hazel y Chacha: un dúo mortal de algún libro



No sé si exactamente sean mortales, pero sí creo que son un dúo al que no es buena idea teener en contra: se trata de Jacob Reckless y Fux, de la saga Reckless de Cornelia Funke. Son de mis protagonistas favoritos de los últimos tiempos en cualquier saga juvenil. Y no es buena idea tenerlos de enemigos.

12. Goodbye: El mejor final de un libro



¡Tengo muchos finales favoritos! Lamentablemente no se los puedo contar porque no les voy a spoilear ningún libro así que sólo voy a aprovechar para hacer full circle a decir que uno de mis finales preferidos es el de Máquinas Mortales. La frase del final me parece que resume la identidad de la historia, de los personajes y del mensaje que quiere dejar Philip Reeve sobre qué estaba escribiendo. Obvio lo estoy volviendo a mencionar para hacerles énfasis en que deben de leerlo.

Bueno, voy a aprovechar para taggear a una persona en este booktag y esa es Raquel del canal Hitzuji Books, porque sé que va a adorar este booktag. ¡Nos vemos en la próxima entrada!

miércoles, 24 de abril de 2019

Shade, the changing girl, Cecil Castelucci & Marley Zarcone | Reseñas

¡Hola! ¡No pongan esa cara! Les voy a contar la historia de mis bloqueos lectores. O más bien, lo selectivos que son mis bloqueos: resulta que últimamente me cuesta mucho trabajo acabar una novela o un libro de no ficción de cualquier tipo. No tengo ganas. No me inspiran a leer, cómo decirlo. Es más, ni siquiera he leído fanfiction estos días, simplemente no he tenido ganas. Por ello, he leído poquísimos libros y demasiados comics. En estos casos, los comics de todo tipo o los audiolibros/audiodramas de Doctor Who son los que me salvan. Por eso últimamente el blog ha estado lleno de comics. Yo sé que igual no es el género preferido de todo el mundo, pero a mí me gusta compartir lo que leo: todo lo que leo. Y claro, podría reseñar libros que tengo pendientes de reseña desde hace meses, pero tampoco tengo inspiración para ello, así que los comics se quedan.


Ahora bien, ¿por qué Shade, the Changing Girl? Les voy a contar un poco del asunto: leo casi cualquier cosa en comics, siempre y cuando me la pongan enfrente. Y cuando digo casi cualquier cosa es casi cualquier cosa. Leí The Mighty Thor cuando Thor fue Jane Foster just for the lolz (en realidad no me gusta demasiado Thor), leí Doom Patrol sólo porque lo estaba escribiendo Gerard Way, leí un tomo de Iron Man sólo porque salía Riri Williams, Iron Heart y yo odio a Tony Stark. ¿Se entiende el punto? Sí, leo cualquier cosa. A veces por quien escribe, quién ilustra, qué personaje sale, que ya acabé con todos los comics de turno que sigo y quiero empezar algo nuevo (gracias a dios entre Marvel, DC y Dark Horse solitos tienen para entretenerse) y así fue como llegué a Shade, the Changing Girl


Leí Doom Patrol (los dos tomos) y el último se dirigía de cabeza a un evento que parecía un viaje en ácidos llamado Milk Wars; el evento era un crossover entre todas las series que se estaban publicado en el imprint de Young Animal en ese momento, entre las cuales estaba Shade. Decidí leer todo, ¿qué daño iba a hacer? Así llegué a esta serie que encuentro maravillosa. No tenía ni idea de la existencia de Cecil Castelucci ni de Marley Zarcone y ahora estoy enamorada de ambas. Está serie está completamente recomendada por mí. Ahora vamos a una reseña que voy a partir en dos para explicarles las razones. La parto en dos porque los dos tomos son muy diferentes entre sí, así que disculpen lo largo de la entrada. Me gusta divagar.

Vol. 1: Earth Girl Made Easy


Sinopsis: Far away on the planet Meta, Loma's going nowhere fast. She's dropped out of school, dumped her boyfriend and is bored out of her mind. She longs to feel things. That's where her idol, the lunatic poet Rac Shade, and his infamous madness coat come in. Loma steals the garment and makes a break across galaxies to take up residence in a new body: Earth girl Megan Boyer. Surely everything will be better on this passionate, primitive planet with a dash of madness on her side and this human girl's easy life. Only now that she's here, Loma discovers being a teenaged Earth girl comes with its own challenges and Earth may not be everything she thought it'd be. Megan Boyer was a bully who everyone was glad was almost dead, and now Loma has to survive high school and navigate the consequences of the life she didn't live with the ever-growing and uncontrollable madness at her side. Not to mention that there are people back on her homeworld who might just want Shade's coat back. 

Looma es una joven en el planeta Meta que no parece tener dirección en la vida, se roba el abrigo de la locura del poeta Rac Shade, su ídolo y huye a la tierra. Deja atrás a su novio, que parece que tiene que limpiar el desastre que dejó y ella acaba en la tierra, en el cuerpo de una adolescente que estaba en coma hasta ese momento (llamada Megan Boyer) y ahí empieza la aventura. ¿Saben que me gusta de este comic y de este volumen en especial? Que es una historia coming-of-age con aliens, locura, algo de aventura y que habla de bullying, de afrontar los errores y de ser mejor persona.



Hasta antes de que Looma, que quiere que la llamen Shade, entrara en el cuerpo de Megan Boyer, Megan era un ser horrible. Aterrorizaba a los que decían ser sus amigos, mantenía aterrorizados a sus padres (y eso se puede ver con las reacciones de los padres al recibir la llamada del hospital para avisarles que Megan ha despertado) y era una bully en todos sentido. Shade, por otro lado, apenas si tiene idea de cómo fingir ser una adolescente funcional, no tiene ni la menor idea de quién era Megan ni de cual es su pasado. Le fascina la tecnología antigua, un viejo show de los cincuentas/sesentas, sueña con conocer a la actriz principal y se siente fuera de lugar en todo momento.  

¿Saben algo? Cuando yo era adolescente me sentía fuera de lugar en todo momento. Como un alien. Y la manera en la que Cecil Castelucci explora la adolescencia a través de una chica alienígena con aspecto de pájaro es magnífica. Looma/Shade tiene espíritu de aventurera, de viajera, no sabe quedarse quieta y no entiende por qué todos tratan a Megan como la tratan. A veces, las historias de superheroes no tienen por qué ser grandes misiones para salvar al planeta, a la humanidad, a una ciudad o para detener a un villano con poderes extraordinarios. A veces, creo, que luchar contra el bully de turno y no dejarlo ganar es algo que basta. Este volumen de Shade lo hace estupendamente, a través de la historia que cuenta Castelucci y el arte de Zarcone. Las dos son magníficas.

Además algo que me inspiró a hacer una reseña de este volumen es que vi una reseña de una estrella que decía que era malo porque "no pasaba nada, sólo cosas de chicas" y me sentí ofendida porque las cosas de chicas no son *nada*. Creo que este volumen refleja perfectamente lo que es sentirse rara, fuera de lugar y estar confundida todo el tiempo, como Looma. ¡Me encantó!


Vol. 2: Little Runaway


Sinopsis: Loma needed a change from Meta, a boring and passionless planet--at least for a frustrated teenager. In a leap of madness, Loma broke through galaxies to take up residence in the body of a human girl on Earth. Only now that she's here, Loma discovers being a teenage Earth girl comes with its own challenges, and Earth may not be everything she thought it'd be. She's been here for some time now, and she's ready for her next move: but what will it be? When it comes to Loma of Meta, there's no telling which direction she'll move.

Mi favorito es el otro. Creo que es necesario empezar esta reseña con esa apreciación porque a veces siento que soy un poco injusta con este precisamente porque es muy diferente y los temas del primero me encantan. Bueno, pero ahora vamos a hablar de este. Si en el primer volumen Shade intentaba desesperadamente descubrir quién era Megan y cómo era su vida y por qué se siente fuera de lugar, este volumen es completamente de ella. Nos expone un poco más de su vida en Meta, de su rebeldía y alcanzamos a ver como en Meta siguen buscándola porque siguen buscando el abrigo de la locura que usa. El desastre que dejó al huir todavía no se limpia. 


Aquí Shade acaba por hacer un viaje de autodescubrimiento por todo Estados Unidos, rastreando a su ídola mientras estaba en Meta, la actriz de una comedia antigua. Huye después de un percance en un baile escolar, lugar donde aún es Megan y muchos aún la ven como la chica desagradable. Como runaway, acaba metida en un montón de aventuras sin sentido y desastres. Parece que no sabe a dónde va o por qué. Se está buscando a sí misma, pero no tiene ni idea de lo que está buscando. Curiosamente, creo que este volumen tiene menos locuras que el primero, pero la escencia de Shade sigue allí. Es increíble verla interactuar con desconocidos porque Shade no tiene idea de cómo funciona nada en la tierra, sólo se deja llevar. 


De nuevo, Castelucci y Zarcone hacen un excelente equipo para llevar al personaje a las páginas y contar su historia. Una de las mejores cosas de este comic es que, aunque Shade no es un personaje propiamente nuevo (antes existió una serie llamada Shade, the Changing Man), no necesitas conocerlo con antiguedad para poder leerla. Es más, creo que no necesitas saber absolutamente nada de comics. Puedes empezar a leer y ya está. Shade le hace honor a su título: cambia. No es estática. Así que la historia cambia de un momento a otro, da vueltas sobre sí misma, vuelve sobre sus pasos, se aleja. El personaje es maravilloso y juro que mi yo adolescente se hubiera sentido muy identificada con ella.

Como bonus, quiero mencionar que todas las portadas de las doce issues contenidas en estos dos tomos los dibujó Becky Cloonan (ilustradora de The True Lives of the Fabulous Killjoys y a quien, por cierto, adoro). Captura muy bien la escencia de Shade y soy fanática de su trabajo, así que es otro punto a favor. ¡Léanla! ¡De verdad! Mi yo adolescente se puso muy contenta al conocer a alguien como Shade.

 

lunes, 22 de abril de 2019

Tsubasa: Reservoir Chronicle, CLAMP: por qué es mi favorito


Sinopsis: SAKURA AND SYAORAN RETURN! But they're not the people you know. Sakura is the princess of Clow - and possessor of a mysterious, misunderstood power that promises to change the world. Syaoran is her childhood friend and leader of the archaeological dig that took his father's life. They reside in an alternate reality...where whatever you least expect can happen - and does. When Sakura ventures to the dig site to declare her love for Syaoran, a puzzling symbol is uncovered - which triggers a remarkable quest. Now Syaoran embarks upon a desperate journey through other worlds - all in the name of saving Sakura.

Hace unos días estaba hablando con una amiga y le dije que estaba leyendo el comic más fumado que nunca había leído en mi vida (segundo volumen de Doom Patrol, y dije que era lo más fumado del mundo por su uso de la metaficción); mi amiga contestó algo como: "y eso quiere decir algo viniendo de alguien que le entiende a las CLAMP". Esa respuesta me atacó personalmente y por eso decidí que iba a hacer una entrada regada de mi nostalgia (digo, es un tema común en el blog últimamente) para contarles por qué está es mi serie favorita de CLAMP y básicamente mi manga/comic/todo favorito en la vida.

A ver, cuando yo leí Tsubasa lo único que había visto de CLAMP fue la adaptación al anime de X/1999 porque una ficker hizo un fic de Harry Potter basado en el manga y era la cosa más extraña que yo había leído nunca (¡hola, Makoto!). Después me di a la tarea de buscar los mangas (en español, porque no leía en inglés en aquellos benditos años) y lo único que pude encontrar con una traducción decente fue Tsubasa. Y eso leí. Sin haber nunca jamás visto o leído Card Captor Sakura y básicamente nada del universo CLAMP (con excepción de X). Bonita manera de empezar, ¿verdad? Digamos que leer los 28 volúmenes me costó sangre, sudor, lágrimas pero LOS LEÍ. No desistí porque claramente era una historia terriblemente complicada, con personajes que me gustaban mucho (¡Fyeeeee!) y que estaba ambientada en el multiverso.

Y la amé.

Ahora voy a hacer una lista de las cosas por las que se las recomiendo.

1. ¿YA DIJE QUE ESTÁ AMBIENTADA EN EL MULTIVERSO? ¡¿No?! Bueno, lo está. Además, juega con esa idea y juega con las paradojas temporales que se pueden crear dentro del multiverso. No se las voy a spoilear, así que sólo puedo decir eso. Puedo agregar que lo hace de manera muy inteligente todas las veces. Lo que sí debo decir es que, debido a esto y a que aparecen cameos u otras versiones de un montón de personajes de CLAMP puede resultar ser la mejor manera de introducirte al universo de CLAMP o la peor. No puntos medios, depende de cada quien.

2. El arte es hermoso. La única razón por la que casi nunca jamás me atrevería a hacer un cosplay de CLAMP es que les encanta el estilo *más recargado imposible*, pero la verdad es que, visualmente, casi todos sus mangas son muy bonitos. Me encanta la atención a los detalles a lo largo de todo el manga y el diseño tan cuidado de todos los personajes. De hecho, sólo por el gusto de voy ponerles un montón de ilustraciones del manga.





3. Una razón muy importante es que los cuatro millones de conflictos se resuelven. Creo que es la razón por la que me gusta más que xxxHolic, que sí me dejó con unas cuantas interrogantes, es que Tsubasa te ataca con millones de conflictos y problemas todo el tiempo y los resuelve poco a poco y a veces de golpe. Hay un pay-off a la migraña que causa lo complicado de la trama. Si no, probablemente hubiera aventado el manga muy lejos. No me gusta la gente que no sabe resolver sus desmadres. Las CLAMP saben hacerlo, a veces generando más desmadres en el camino, pero el caso es que sí hay pay-off. Sientes que leíste toda la historia para algo, que todo lo que los personajes pasaron e hicieron tuvo un sentido, que todas las decisiones buenas y todas las horribles tuvieron algún sentido.


4. La manera en la que se desarollan los sentimientos de los personajes me encanta. Básicamente me encanta porque me hace tener ganas de llorar y querer abrazarlos a todos y decirles que todo estará bien. Los cuatro protagonistas (Sakura, Syaoran, Fye y Kurogane) aportan a la historia porque cada uno es diferente y porque tiene motivos diferentes para estar donde está. Más que de aventura, creo que el manga es terriblemente (en el buen sentido) introspectivo y eso obliga a que constantemente miremos a los personajes y veamos como la trama cambia y avanza gracias a sus decisiones, a sus dudas y a sus acciones. Las CLAMP los crearon y los pusieron sobre la página con mucho empeño.

Esas son mis cuatro razones para aplaudirle a este manga. Creo que es una obra magistral y que estoy segura, dejó agotada a sus creadoras (sobre todo si consideran que es una de sus obras más largas y que se escribió en formato de crossover con xxxHolic). Existe un anime que no le hizo justicia y que fue llenado de relleno. Se quedó sin final, creo que sólo llega a uno de los tomos de enmedio o poco después y eso porque le hicieron unas OVAs donde después de capítulos y capítulos de relleno en la nada, pasa de todo. No se los recomiendo como les recomiendo el manga.

De todos modos, si deciden leerlo y acaban con dolor de cabeza, me disculpo de antemano. Son cosas que suele causar CLAMP.

Yo lo leí en inglés en MangaHere (uso MangaRock en el celular) la segunda vez, por si no saben dónde encontrarlo. No es mi plataforma favorita, pero la traducción es bastante decente. En español no me acuerdo donde lo leí y tampoco se los recomendaría porque aunque entiendo que era una traducción fan hecha con amor, era de lo más inconsistente (la ortografía de los nombres cambiaba cada varios capítulos, sólo por darles una idea), confusa y demasiado amateur.

sábado, 20 de abril de 2019

Una botella al mar de Gaza, Valérie Zenatti | Reseña

Sinopsis: Para entender qué pasa del otro lado, cómo piensan y sienten los palestinos, Tal decide lanzar una botella al mar y establecer un contacto, un diálogo que le permita vislumbrar la realidad palestina. Naïm responde a su mensaje de manera hosca y burlona; sin embargo, poco a poco su ironía se irá transformando en confianza y a través de sus cartas podemos ver los dos lados del conflicto. 

Creo que todos sabemos la historia del conflicto Israel-Palestina, ¿no? Al menos las generalidades: llegó Israel, quiso un país, todos se opusieron, le declararon la guerra, Palestina se quedó sin Estado y en control israelí, Israel hizo unas cuantas barbaridades por ahí en los cincuentas en Palestina... de hecho sigue la cosa. En resumen: la gente inocente muere. Y cuando digo inocente quiero decir la clase trabajadora en general. Valérie Zenatti es francesa aunque vive/vivió en Israel e hizo su servicio militar en Israel (por favor no me pregunten qué opino de él) y escribió un libro sobre ello y por eso es conocida un poco. Aquí el Fondo de Cultura Económica tradujo su libro Una botella al mar de Gaza, que es una historia de correspondencia entre Tal y Naïm, una israelí y un palestino.


Toda la literatura es política. Y quiero dejar esto bien claro. Bueno, no sólo la literatura, todo el arte. Y no sólo el arte, todo. Todo. Hasta ir a cagar, si quieren. Pero hablando de las historias, todas parten de la cabeza de alguien, de la ideología de alguien. Entonces, por ejemplo, yo escribo algo y me dicen "es que parece que odias al capitalismo" y sí, probablemente se note. Eso pasa con todos. Muchas veces se adivina en el subtexto o se ve claramente, cuando el punto es ese, la ideología de una persona. Por ejemplo, los últimos libros de la saga de la sombra de Orson Scott Card están atascados de cosas que él piensa y en el subtexto, de cosas que piensa de las mujeres. Los libros de Ayn Rand..., ni qué decir: vive en un mundo de pedo donde los empresarios son buenas personas, pagan sueldos justos y no hay capitalistas estúpidos. Hasta los superhéroes: nacieron con el propósito de ser propaganda bélica en favor de los Estados Unidos y por eso muchos de sus enemigos están o estaban vinculados a los nazis. Así que un libro que habla de la franja de Gaza es obvio que trae una ideología y una agenda detrás: en este caso, habla de la paz.


Tal es una joven que vive en Jerusalén y sueña con que, un día, haya paz. La verdad es que no lo tiene muy claro (hasta Naïm se lo dice) y es idealista a más no poder. Adolescente que sueña cambiar el mundo, finalmente. Me pareció un personaje muy adecuado para ser el pivote de la historia, porque precisamente es de alguien como Tal que te crees que quiera echar una botella al mar de Gaza para comunicarse con alguien en Palestina. Lo dije: idealismo. Mi favorito, sin embargo, es Naïm. Más resentido, más irónico, más directo al punto, más realista, pero también más agudo en sus análisis. Me gusta porque en cada frase mete la política y me recuerda a mí. La comunicación entre ambos funciona por lo diferentes que son y hacen a una historia en la que parece que no pasan demasiadas cosas, mucho más dinámica de lo que parece de lejos.

El único problema de esta novela creo que es su estructura. Hay una introducción, hay algo que hace que Tal decida enviar un mensaje y algo que hace que Naïm lo responda. ¿Y luego? Luego hay que agotar la fórmula hasta el infinito, meter un par de atentados (uno de cada lado, que quede la cosa igual), no saber resolver la tensión de la novela, meter una subtrama romántica que no va a ninguna parte y crear un final más anticlimático imposible. Ese es un problema. No hay final, hay más bien un corte. Valérie Zenatti parece no saber como resolver nada y lo que queda es algo parecido lejanamente a un deux-ex-machina que no lo es del todo, pero se le acerca. Les confesaré que no fue mi parte favorita y, para mí, le restó muchísimo a la novela.


Es como si se hubiera dado cuenta de que el tema que estaba tratando (un conflicto internacional que siempre se cobra vidas) era demasiado peligroso y lo cortara de un tajo. Tal cual. Me gusta más, por ejemplo, como habla Joe Sacco de Israel y de Palestina. Es más frío y más realista, pero me gusta su visión. Joe Sacco es un periodista que ha cubierto varias cosas en la franja de Gaza y que publicó una novela gráfica sobre muchos asesinatos de hombres palestinos que cometió el ejército israelí en los 50 que se llama Footnotes in Gaza. Es un trabajo periodístico pero en el menciona que lo hace para que todos esos asesinatos no sean sólo un pie de página de algo que pasó, sino que exista algo documentando. Aquí, parece que mientras Valérie Zenatti tiene que acercarse más al conflicto, más se va hacia atrás. Le mete la reversa muy rápido, así que, fuera de que es obvio que quería escribir este libro para hablar de la paz y de lo bonito que sería que la hubiera en este conflicto, no me quedó claro el punto de nada.


Por otro lado, los personajes secundarios apenas si están perfilados, no existe ninguna clase de desarrollo en ellos. Tienen nombre. A veces se me olvidaba quienes eran. O sea, no tenían característica alguna que hiciera que se quedaran guardados en mi mente.

Creo que de todo eso, el punto positivo es que ahonda un poco (muy superficialmente, pero lo toca) en las consecuencias psicológicas que tiene vivir cerca de un conflicto y ver la muerte de cerca. Le pasa por encima al tema, pero lo toca. Y eso en la LIJ me parece algo muy valioso en estos tiempos.

Fuera de eso, el libro me pareció un libro promedio. Ni bueno, ni malo; nada demasiado positivo, nada demasiado negativo. Recomendado si quieren alguna lectura sobre el tema, pero no creo que, literariamente, sea lo mejor del mundo. Lo vi bastante normal. Esa es mi conclusión sobre el libro: normal, nada extraordinario. Lo edita el Fondo de Cultura Económica en su colección A través del espejo, que es juvenil, por si les interesa conocerlo. Después de todo, no es una mala lectura. ¡Nos vemos en la siguiente reseña!

jueves, 18 de abril de 2019

Mujercitas, Good Wives y una bloguera divagando

A ver, vamos a sacarnos de encima el elefante del cuarto: no me gusta Mujercitas. Esto se deba a un montón de subjetivas razones que he cultivado a lo largo de los años, al echo de haber conocido un horror que yo conozco como Good Wives (la segunda parte, que muchas veces creo que se vende junto con la primera), a que no creo que sea mi tipo de historia y a que sencillamente, no me gusta. Si a ustedes les gusta, disfruten la historia, creo que es un libro que es un clásico por una razón y que no está mal escrito y que Louisa May Alcott es una buena escritora. Ahora, como este es mi blog, escribo de lo que quiero y, como este libro es la lectura mensual en Libros b4 Tipos, pues quiero hablar de Mujercitas.

Por si viven debajo de una piedra y no saben de qué se trata Mujercitas, acá les dejo una sinopsis:  Mujercitas es la historia de los March, una familia acostumbrada al trabajo y al sufrimiento. Aunque el padre está lejos sirviendo en el ejército de la Unión, las hermanas Meg, Jo, Amy y Beth mantienen sus espíritus en alto junto a su madre, a quien cariñosamente llaman Marmee. Su amistoso regalo de un desayuno en Navidad a una familia vecina es un acto de generosidad recompensado con el obsequio del Sr. Laurence de un banquete sorpresa. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos para ser buenas, las muchachas muestran defectos: la linda Meg está descontenta con los niños a los que da clases; la infantil Jo pierde sus estribos con regularidad; mientras la colegiala de cabellos de oro Amy se inclina hacia la afectación. Sin embargo, Beth, quien mantiene la casa, es siempre amable y apacible.

Los editores de Louisa May Alcott le recomendaron que escribiera una novela sobre chicas. Que eso tendría éxito. A la escritora al principio la idea no le entusiasmaba, pero finalmente lo hizo y la historia se volvió un clásico (que después tuvo cuatro partes y aun hoy se sigue leyendo). Como es un clásico conocido llegó a mis manos como a los catorce o quince años cuando lo compré yo (porque mi mamá tampoco es fan, entonces nunca me lo dio y nunca hubo un Mujercitas en mi casa). Desde entonces, lo habré leído unas cuatro veces y he pensado cosas diferentes las cuatro. Pero el sentimiento de que es un producto que no es para mí me supera y del que he sacado toda la verborrea de esta entrada.


1. Me resisto a lo moralino. Y Mujercitas es un libro que lo es profundamente. Es algo que no puedo ignorar. Toda la verborrea sobre ser *bueno* con los pobres, porque son gente que tiene menos que tú, siempre me daba más tinte a lástima que a ser buenas personas; toda la verborrea sobre cómo debían comportarse las señoritas en la época en la que está retratado el libro (la guerra de secesión); toda la verborrea sobre los valores familiares y morales de la época: no puedo dejar de verlo. No puedo. Es un excelente reflejo de la siempre más conservadora sociedad americana, con todo y lo trasngresora que fue en algunas cosas la escritora para su época. Eso se lo concedo. Pero me resisto a los libros que me dan lecciones morales y, por principio, ninguno me gusta.


2. Nunca me identifiqué con ninguna de las March porque nunca pude dejar de juzgar la historia con ojos actuales. Esto es algo muy personal. No porque fueran personajes malos, sino que creo que Louisa May Alcott los perfiló de manera muy interesante. Cada una de las March era diferente y cada una buscaba diferentes cosas y buscaba ser libre (o lo más libre que podía ser una mujer en la época) de maneras diferentes. La que más me atraía, por razones obvias (¡le gustaba escribir!) era Jo. El problema es que nunca pude dejar de juzgar la historia con ojos actuales, probablemente porque la primera vez que leí los dos libros me impresionaron algunas cosas que luego me hicieron casi ponerme a chillar de la frustración. Una es cuando el esposo de Meg la hace dejar a sus hijos llorando porque ¡está celoso de que Meg le ponga más atención a sus hijos! Lo que me hizo chillar de la pura frustración fue que la misma señora March se pone del lado del yerno. Y ya después, cuando la leí una tercera y una cuarta, supuse que quizá era algo normal en la época, pero nunca se me quitó esa frustración. ¡Menos cuando se trataba de un libro abiertamente moralino que le estaba diciendo a una mamá primeriza que no olvidara que, además de mamá, era esposa, porque el inútil de su marido estaba celoso de unos bebés! Otro de esos momentos que me hizo aventar el libro por la ventana es cuando el futuro marido de Jo critica muy duramente lo que escribe. Tenía trece años y quería escribir, fue un momento personal. Después, cuando leí la vida de Louisa May Alcott, creo que también fue algo personal para ella: se negó a casarse y nunca dejó de escribir para mantener a su familia. De hecho, en una carta despotricó contra los fans de Mujercitas que querían que Jo se casara, preguntándose si acaso necesitaba un esposo para ser alguien respetable. Sin embargo, acabó casando a Jo por presión de sus mismos editores. Y no sé sin querer o queriendo, reflejó lo fiscalizada que ha estado y en algunas partes sigue estando, la escritura de las mujeres.

3. Esta es otra razón muy muy personal: Laurie pasó de parecerme un pendejín simpático a un insoportable imbécil en el transcurso de unos cuantos años. No tengo más explicaciones, simplemente me parece que Laurie refleja muy bien a los hombres que se aprovechan de la red de mujeres a su alrededor sin querer y sin darse cuenta, luego se enamoran y no saben manejar el rechazo. Y probablemente Alcott lo hizo adrede, porque Laurie no es sólo eso, también sabe ser adorable, buen amigo, simpático y empático. Y un idiota. Seguido quiero darle con una silla en la cara.


4. He visto que tantas veces se refiere a este libro como feminista que me hace preguntarme, ¿qué hace feminista a una novela? A Mujercitas lo más que le puedo conceder yo es que tiene ciertos tintes protofeministas. Intento no comparar el libro con ninguna novela de Austen, por ejemplo, porque sus heroínas me parecen más irónicas, más sarcásticas y su escritura mucho menos moralina. Y con mis análisis subjetivos, sale perdiendo. Intento tampoco compararla con ninguna de las Brontë, porque Mujercitas está escrita en un contexto totalmente diferente, la literatura inglesa y la americana tienen diferencias muy profundas. No me gustará, pero le reconozco que por esa novela he visto a muchas niñas acercarse a la literatura buscando modelos con los que identificarse que muchas veces encuentran en Meg, Jo, Amy o Beth y buscar cierta libertad e individualidad mientras construyen su identidad. Finalmente, Mujercitas es un coming-of-age donde muchas chicas pueden verse reflejadas y descubrir que no son tan diferentes a cómo eran las mujeres en el pasado, a que quizá tienen sueños parecidos, vidas parecidas e ilusiones parecidas. Lo digo porque yo sentí eso cuando lo leí al mismo tiempo que rodaba los ojos cada vez que la señora March abría la boca (y esto pasaba porque mi mamá casi nunca estaba de acuerdo con la señora March, así que yo decidí que si mi mamá no estaba de acuerdo con ella, yo también podía no estarlo). Sin embargo, ¡tres años en un colectivo feminista y me sigo preguntando qué hace que digamos que un libro es feminista! Y aunque entiendo porqué hay personas que dirían eso de Mujercitas (en un panorama donde las mujeres buscan encontrarse reflejadas desesperadamente en la cultura popular desde una mirada que no sea puramente masculina, es obvio que nos agarramos a todo lo que encontramos, especialmente si es bueno), reflexionando sobre mis impresiones del libro, yo no lo diría nunca. Siento que, al contrario de las heroínas de Austen, que reclaman la libertad de casarse con quien quieran y aceptan que es la única opción que se les presenta, por lo que se aferran si quiera a poder elegir, todas las March casadas (con excepción de Beth), pierden algo de su esencia (libertad) cuando se casan. Y, oh, carajo, les juro que eso me duele, especialmente por el caracter moralino del libro. Pero no es lo único.

5. Siento que hay un subtexto en el libro en el que "no debían quejarse de ser pobres y debían trabajar duro". CAPITALISMO, IS THAT YOU? Por supuesto que sí, considerando que los yanquis son en parte papis del capitalismo (un poquito). Debo decir que esa clase de mensajes, no me importa de dónde vengan o de qué época, me dan roña y me parecen mensajes de mierda. Sobre todo considerando que El Capital y Mujercitas son de la misma época (o sea, ya un señor barbón era consciente de que la pobreza no se arreglaba *trabajando duro*). Again, otro de mis puntos hacia lo bien que refleja Mujercitas el pensamiento de la época


6. A pesar de todo, he acabado defendiendo Mujercitas en la vida de toda la gente que lo encuentra *cursi* y *estúpido* por ser de mujeres viviendo sus vidas. Esos no son mis problemas con el libro. Implicar que la vida cotidiana de las mujeres es cursi y estúpida es no tener ni idea de la vida de las mujeres. Mujercitas se desarrolla en un universo profundamente doméstico mientras en el país se desarrolla una guerra. Habla de las mujeres que se quedan atrás, en sus hogares. Tengo 99 problemas con este libro y ninguno es por estas razones. Creo que hay que dejar de decir que los libros son aburridos porque son sobre chicas. Ese razonamiento está sustentado en ninguna evidencia en absoluto, salvo la creencia misógina de que no vale la pena contar cosas de mujeres porque son aburridas.


7. Creo que, precisamente por el contexto, uno de los valores de Mujercitas es ser perfecto reflejo de las expectativas sociales sobre las mujeres y de la misoginia de la época. Especialmente en el personaje de Meg, cuyo arco argumentativo para demostrar como se deben comportar las chicas y como ser una buena esposa (aunque el personaje logra ser un poco más que un manual de instrucciones, por más que lo parezca). Creo que por eso chillé tantas veces. Porque me parece terrible ver que las expectativas sociales que se tenían sobre las mujeres en el siglo XIX sigan vigentes

8. Dicho todo lo anterior, creo, simplemente, que no soy el target de Mujercitas. Cuatro lecturas (quizá cinco) después puedo decir con toda sinceridad: no me gusta, lo resisto porque es moralino y porque refleja ideas que, si bien un reflejo de otra época, me hacen rodar los ojos. Le reconozco el valor histórico, pero creo que voy a dejar de torturarme leyendo este libro un tiempo más.