Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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martes, 9 de marzo de 2021

Relectura de La historia interminable

Sinopsis: Huyendo de niños que lo acosan, el apocado chico Bastián llega a la librería del antipático Karl Konrad Koreander, y allí descubre un libro que le llama la atención: La historia interminable. Cuando el dueño se ausenta, Bastián lo roba.
En el colegio, en vez de acudir a clase, decide esconderse en el desván para leerlo; al poco se adentrará en el mundo desvaneciente de Fantasia, donde el joven y valiente Atreyu emprende un gran viaje para salvar a la Emperatriz Infantil. Bastián ignora que está leyendo un libro mágico, y que esa historia será para él más que una historia.

Mi copia de La historia interminable llegó a mí destrozada. Alguien la lleyó tantas veces como yo la he leído (dudo que sea quien me lo "prestó" para que me entretuviera de chiquita y nunca se lo regresé porque necesitaba leerlo otras cinco mil veces, cuando menos, y luego regresarlo ya no fue importante). Tiene dos hojas que se le caen y hay que leerlo con cuidado si no quiero que las dos partes en las que está separado se vuelvan cuatro o cinco. En resumen, se nota que es un libro que ha sido leído y releido y disfrutado y usado. Lo propuse como lectura en Volver a Hogwarts para iniciar el 2021 y lo leímos durante el mes de febrero (en ese círculo iniciamos leyendo Harry Potter en el 2018 y terminamos convirtiéndonos en un círculo de lectura de obras de fantasía). 

Ese es el contexto.

Ahora quiero hablar un poco sobre mis lecturas sobre este libro a lo largo de los años. La historia interminable me ha fascinado durante gran parte de mi vida y cada relectura veo algo más, pelo otra capa, observo un poco más. 

Arte de La Puerta de las Esfinges de Romain Kurdi

Kafka decía que un libro debería ser el hacha que rompa el mar helado dentro de nosotros, libros que nos afecten como un desastre. En general, libros que te muevan entero. Entiendo que esa no es la manera en la que todas las personas se acercan a la lectura ni como todos tienen que hacercarse a la lectura, pero yo cuando leí esa frase comprendí que tenía una forma parecida de acercarme a la lectura. Para mí la fantasía es escapar de la realidad para reencontrarme con ella (no es la huída, sino el escape de otros mundos posibles para construir en este mundo), no logro conectar con libros que no me muevan o me exijan un poco de mi atención. Los libros que dan todo mascado tienen otro target que no es el mío. (Por ejemplo, yo sí hablo de lectura ligera, pero lo hago desde mi percepción y tengo la misma que Hermione Granger lanzando el libro más pesado y largo del mundo frente a sus amigos, no creo que sean conceptos que pasen sin que algo se pierda de un lector a otro porque todos tenemos nuestros gustos particulares).

En esta relectura, pues, hice muchas observaciones. 

La historia interminable de GoldenDaniel

A menudo se habla de La historia interminable como una novela difícil para niños. Miren, yo no les voy a decir que sea fácil porque todos tenemos distintas percepciones de lo fácil y lo difícil, pero es algo que me resulta curioso: la afirmación viene de los "adultos". Conozco niños a los que les gusta La historia interminable y niños a los que no, y ya está. El agregarle el adjetivo difícil (con sus compañeros complicado o imcomprensible) siempre llega desde el lado que tiende a subestimar a la niñez. Ya he hablado un poco de como trabajando como mediadora de lectura aprendí que lo primero para hablar de libros y lecturas con un niño era escucharlo: qué te gusta, qué te apasiona, nunca asumir que no entenderán una palabra difícil o que no conectarán con un libro. La historia interminable exige atención, sí. Comparo a la niña lectora que fui y a la persona que soy ahora y entiendo por qué es un libro que me sigue proporcionando tantas alegrías: cada vez que leo el libro lo entiendo de diferente manera (quienes te digan que un libro sólo tiene una interpretación y lectura posible definitivamente te están mintiendo; hay tantas lecturas como lectores). Es un libro con muchas capas que siempre me deja algo.

Los cuidados

—¿Y quién te crío?
—Todas las mujeres y todos los hombres juntos. Por eso me llamaron Atreyu, que quiere decir, en palabras del Gran Lenguaje: "Hijo de todos".

Esta vez, me fije mucho en el énfasis que existe en algunos momentos sobre el cuidado, el cariño o la falta de él. A Atreyu lo cuidan todos en el Mar de Hierba; la terquedad de Énguivuck para curar a sus pacientes y alimentar a un científico que cree que sus ciencias e investigaciones están por encima de todo lo ordinario (quién limpia la casa y te da de comer, a ver); Doña Auiola, con sus frutas y sus abrazos; Bastian que piensa en lo ausente que es su padre mientras está en duelo. Los voy a aburrir con este tema, porque lo toco en casi todas mis reseñas, pero encuentro que la épica obsesionada con las grandes guerrar y las grandes batallas siempre se queda corta y queda mucho a deber al respecto de los cuidados. No hablamos de ellos tanto como deberíamos

Ilustración de la edición original. Doña Auiola

Nos obsesionan las formaciones militares y tener estrategias realistas (creíbles para otro día, pero realistas, tienen que ser realistas como si hubieran salido de un libro de Historia Universal especializado en estrategia militar), pero pocas veces pensamos en quienes cuidan a los tristes, a los heridos, a los enfermos, quienes se cuidan los unos a los otros, en momentos de felicidad o de tristeza, quienes se tienden un brazo o ponen su hombro para que otro se apoye. Lo cierto es que los cuidados suelen ser percibidos como algo femenino y, por ello, indignos. Se desprecia a las cuidadoras de las historias sin reconocer su enorme papel o cambiar la narrativa sobre "los cuidados" sólo como "algo femenino que no tiene importancia" porque no son grandes guerreras

Pero Doña Auiola (y me concentro sólo en ella porque es mi favorita, es el respiro que da el libro antes del final) para mí vale más que mil guerreros y un ejército entero. (También, por supuesto, en el proceso de despreciar al cuidado como algo femenino, nos olvidamos que hay hombres que también lo hacen, como Yor, el minero ciego; hablamos de escribir mujeres guerreras, porque sí, faltan, pero no de meter a nuestros personajes masculinos al ruedo de los cuidados, algo también muy necesario). Definitivamente ver esos momentos (pequeños o grandes) de nuevo me hizo valorarlos más. Para mí tiene mucho valor, por ejemplo, que Atreyu vaya sin armas o que Sikanda no pueda ser usada por la fuerza.

Me gusta que Ende va más allá de "criaturas malas o criaturas buenas"; las crituras de Fantasia son, simplemente y la Emperatriz Infantil las deja ser a todas ellas. Hablando de matices. (Por que sí, la lucha entre el bien y el mal es un tema común y recurrente en la fantasía, pero simplificarlo tanto que no se puedan apreciar sus matices no tiene ningún sentido). Me gusta que muestre tan claro el valor de tenderle la mano al otro.

Fantasia, la imaginación y contar historias

"Todo una vez solamente acontece
y una vez sí deberá de suceder.
Lejos, allí donde el campo florece,
debo morir y desaparecer..."

La primera vez que reseñé este libro (después de leerlo varias veces), recuerdo que hice mucho hincapíe en cómo resaltaba el poder de la imaginación como un poder que todos tenemos dentro de nosotros. Ya no veo sólo eso, sino que también aprecio cómo se expresa ya no sólo sobre imaginar, sino hacerlo y también contar historias. Cada vez que lo leo noto más su aguda crítica al hecho de que no se promueva la imaginación (existen profesionales de la educación que desdeñan la fantasía porque no consideran a los niños lo suficientemente listos como para distinguir la imaginación de lo real; hablando de adultos idiotas). Inclus desde el ámbito escritoril, existe una tendencia a desdeñarla sin darse cuenta: la obsesión con el supuesto "realismo" de las historias va a matarnos a todos. De repente importa más donde pones un río, que el lenguaje con el que estás construyendo un mundo nuevo.

—También existe una multitud de pobres zoquetes, los cuales, naturalmente, se consideran a sí mismos muy inteligentes y creen estar al servicio de la verdad, que nada hacen con más celo que disuadir hasta a los niños que existe Fantasia.

Graógraman, por Fran

Queremos que la magia siga unas reglas matemáticas arbitrarias y extrañas sin entender que las matemáticas son otro lenguaje, también, por ejemplo. El lenguaje y la narración quedan en segundo plano cuando se habla de crear mundos. Y no me lo tomen a mal, a quien le guste el hard worldbuilding (cómo odio ese término, con una chingada), que ande por sus caminos, pero que no lo tome como una regla. He vista una reseña tras otra diciendo que Fantasia no tiene sentido porque, de repente, se nos olvidó que no tenía fronteras porque nuestra imaginación tampoco las tiene

 —¡Decidme! —gritó Atreyu—. ¿Dónde están las fronteras de Fantasia? ¿Lo sabes tú, Lirr?
—Al norte, no —respondió el rostro de nubes negras.
—¿Y tú, Baureo?
—Tampoco al este —contestó el rostro de nubes grises.
—¡Habla tú, Schirk!
—Al sur no hay fronteras —dijo el rostro de nubes amarillas como el azufre.
—Mayestril, ¿lo sabes tú?
—No hay fronteras al oeste —replicó el rostro de nubes rojas como el fuego.
Y entonces dijeron todos a una:
—¿Quién eres tú, que llevas el signo de la Emperatriz Infantil y no sabes que Fantasia no tiene fronteras?

El libro lo dice, una y otra vez. Y de todos maneras leo: "es que no entendí el mundo, no tenía mucho sentido, no sigue reglas que yo...". A ver, yo como Andrea, lectora, considero que Fantasia siempre es fiel a sí mismo como mundo: no tiene fronteras. Lo dice de muchas maneras y en muchos momentos. Hay multitud de historias y te deja caer algunas veces que no alcanzaría una vida para recorrerlo entero. Por eso de repente me resulta extraño que otros tipos de... digamos worldbuilding (a falta de una palabra que no me dé horror por culpa de los blogs de consejos) metan por aquí su nariz. 

La Vetusta Morla de Romain Kurdi

La historia interminable hace una crítica muy aguda en algunos momentos a quienes pretenden limitar la imaginación. Léase, el mundo entero. La fantasía nunca es considerado un género serio y hay autores que huyen de él. Existe un culto al realismo gris color caca (donde hay miles de historias de todo tipo donde el contar queda en segundo plano), autores que ponen un grito en el cielo si la fantasía o cualquier otro género de la imaginación son reconocidos de repente, adultos que desdeñan a la fantasía como cosas de niños y docentes que no dejan a sus alumnos acercarse a ella. Pero entre la crítica, nos recuerda que hay muchas puertas/portales para llegar a ella y así, verdaderamente, nuestro viaje por ella será interminable. Nos recuerda que podemos imaginar, narrar, atrevernos a imaginar nuevos mundos, construirlos desde las palabras y el lenguaje, para ir cambiando poco a poco la realidad, para acercarnos a ella de otras maneras. El viaje no tiene final, porque el fin de uno es el inicio de otro. (Finalmente, pues, un ouróboros, donde un final siempre es un principio).

Ouróboros (o las conclusiones)

—Toda historia es una Historia Interminable. —Dejó vagar la mirada sobre sus muchos libros, que llegaban por las paredes hasta el techo, y luego, señalando con el mango de la pipa, continúo—: Hay muchas puertas para ir a Fantasia, muchacho. Y hay todavía más libros mágicos. Muchos no se dan cuenta. Todo depende de quien coge uno de estos libros.

El final es un principio. Recuerdo que hay muchas cosas que me han impulsado a escribir. Mi amor por explorar historias y magia me lo dio Harry Potter, por ejemplo (me da tristeza que la obra haya acabado como acabó ahora, pero no puedo dejar de referencias partes de mi historia cuando es necesario); La historia interminable me dejó la tendencia a los nombres raros y a que todo tuviera nombre, a los viajes, a la aventura, a las criaturas imposibles y a los mapas que nunca terminan, porque nunca terminamos de conocer un mundo. Me enseñó a relacionar y ver el mundo a través de la fantasía y, tras años y años y años y más años, a escribir en consecuencia.

Esta es mi copia deshecha

Así como Kafka dice que un libro el hacha que rompa el mar helado dentro de nosotros, yo creo que los libros que me dejan con ganas de escribir son los que me movieron más. Eso es La Historia Interminable para mí. No sólo buscar un portal a Fantasia siendo lectora, sino hacerle el mío propio escribiendo, cincelando, con cuidado, las palabras. Soy una romántica, pero lo único que veo con ojos de color de rosa del proceso de escritura es justamente el amor por las palabras, así que me van a perdonar. 

Si les gusta la fantasía, lean La historia interminable. Se las recomiendo. Creo que es una obra base para conocer y acercarse al género. (No me vayan a mencionar la película, en esta casa pretendemos que no existe). Ende definitivamente valoraba la imaginación y poder cultivarla y, además hacer algo con ella, y se nota a través de sus palabras. Siempre valoraré este libro. Por lo pronto, lo cerraré un tiempo, hasta que mis manos vuelvan a encontrarse con él y empecemos otra vez todo, desde el principio hasta el final. 

Si quieren saber más sobre Ende y su obra, pueden visitar Endeland, es una página muy completa. Es un tributo a Michael Ende.

viernes, 22 de diciembre de 2017

Agnes Grey, Anne Brontë | #GuadalupeReinas

Sinopsis: Cuando su familia queda empobrecida tras una especulación fnanciera desastrosa, Agnes Grey decide colocarse como institutriz para contribuir a los escasos ingresos familiares y demostrar su independencia. Pero su entusiasmo se apaga rápidamente al tener que luchar contra los difíciles hijos de los Bloomfeld y el doloroso desdén con que la trata la familia Murray. Inspirada directamente en las infelices experiencias de la autora, Agnes Grey describe las temibles presiones a que se sometía a las institutrices en el siglo XIX.

Este libro fue el clásico que elegí para leer durante el maratón Guadalupe Reinas de Libros b4 Tipos (facebooktwitter, instagram goodreads), lo encontré en la plataforma de Bookmate y déjenme decirles que me pregunté por qué no lo leí antes. Ya había leído Cumbres Borrascosas de Emily Brontë, que es mi clásico preferido de toda la vida y por supuesto que ya había leído Jane Eyre de Charlotte Brontë que es una novela a la que le tomé cariño ya tiempo después. Pero bueno, vamos con Agnes Grey, la primera novela de Anne Brontë, que fue publicada bajo un pseudónimo masculino por primera vez. 

He de confesar que nunca sé cómo empezar muy bien una reseña para un clásico. Los libros clásicos son clásicos por algo, han sobrevivido al paso de la historia y del tiempo y muchos tienen muchas cosas que siguen vigentes y que no dejarán de estarlo. Agnes Grey es uno de esos libros. Creo que tengo mucho que sacarle por el lado de que habla de la emancipación de la mujer y su independencia económica, al mismo tiempo que explora los trabajos de cuidado realizados por las mujeres y todo el trabajo emocional que invertían las nanas y las institutrices al críar y enseñar a hijos de familias bien acomodadas. Tanto como Charlotte como Anne fueron institutrices, mientras que Emily tuvo como única experiencia profesional la de ser maestra de escuela. Tanto las experiencias de Charlotte y de Anne se ven reflejadas en sus novelas. Jane Eyre y Agnes Grey son institutrices en casas de familias muy acomodadas. Porque... ¿cuál otra opción tienen las mujeres que no son ricas, pero que tampoco pertenecen a la clase más baja? Su única opción para obtener un poco de dinero es convertirse en maestras o en institutrices, nanas, o damas de compañía de mujeres mayores (lo que a menudo las vuelve esclavas de sus patronas). 

Anne se inspiró, aparentemente, en su primera experiencia como institutriz para escribir esta novela. Pues se encontró con niños mimados, ingobernables y con un trabajo frustrante y muy poca ayuda de parte de los padres. Me recuerda mucho al primer trabajo de Agnes, donde se encarga de tres niños mimados, que sólo se comportan bien delante de sus padres y parece que disfrutan en hacer berrinche

Total, que ella se hace cargo de todo, a costa de su propia vida, de sus propias energías y a cambio no recibe más que críticas. Además de todo, en su narración refleja el desprecio de los ricos por aquellos que no lo eran y el clasismo predominante en la sociedad inglesa. En la segunda casa en la que sirve como institutriz, se encarga de dos jovencitas cuyo único destino posible es casarse con alguien que su madre considere óptimo (y por óptimo queremos decir muy rico y de muy buena familia, nada de nuevos ricos), sus comentarios mordaces y a veces un poco irónicos al describir a sus patrones son, creo, que de las mejores cosas de la novela. 

Una de las cosas más rescatables de la novela es el énfasis que hace en todo el trabajo emocional que realiza con todo sus alumnos. Como mujer, Agnes no tiene muchas opciones para tener un poco de dinero o libertad más que ser institutriz, maestra o dama de compañía. No es rica, pero tampoco es pobre. Otras opciones son vistas por debajo de su condición. Así, pues, vemos una parte de la femenización de los trabajos de cuidado. Todos ellos son encomendados a mujeres y muchas veces las mujeres en este caso son mujeres sin nombre y sin cara que se encargan de educar a niños rebeldes, adolescentes mimados, etc. Agnes Grey es una de estas mujeres y la narración nos deja entrar en su vida. Anne Brontë fue, también, una de esas mujeres (aunque su nombre haya llegado a la historia por otras razones).

Les recomiendo mucho muchísimo leer este libro. Les dejará muchas cosas, estoy segura, además de que es una historia muy bonita, con un final feliz (al contrario de las historias de las hermanas Brontë, que murieron las tres de tuberculosis y tuvieron vidas horrendas). Agnes Grey es, ante todo, una historia femenina, en un mundo esencialmente femenino, puesto que Anne Brontë la cuenta desde ese lugar donde estaban relegadas las mujeres en la sociedad. Totalmente recomendado. Me encantó, debo decirlo.

sábado, 22 de abril de 2017

Clásicos | Mini reseñas

Reposteo por causas de fuerza mayor. Los originales estuvieron publicados en Plusbits Mx. 

Jane Eyre de Charlotte Brontë



Un día como ayerpero de hace 201 años, nació Brontë

Sinopsis: Dueña de un singular temperamento desde su complicada infancia de huérfana, primero a cargo de una tía poco cariñosa y después en la escuela Lowood, Jane Eyre logra el puesto de institutriz en Thornfield Hall para educar a la hija de su atrabiliario y peculiar dueño, el señor Rochester. Poco a poco, el amor irá tejiendo su red entre ellos, pero la casa y la vida de Rochester guardan un estremecedor y terrible misterio.

Un día como ayer, 21 de abril, pero de 1816, nació Charlotte Brontë, una de las escritoras más importantes de la lengua inglesa y cuyos libros hoy son considerados clásicos. Probablemente la conocen. Ella, junto a sus hermanas Emily y Anne, es una de las escritoras románticas con más éxito, aun hoy en día. Fue la más prolífica de las tres (con cuatro novelas publicadas y una inacabada, publicada póstumamente) y hoy en día recordada especialmente por Jane Eyre.

Jane Eyre fue publicada en 1847 bajo el pseudónimo de Currer Bell, pues Charlotte permaneció en el anonimato hasta unos años después de su publicación, en una época en que las novelistas mujeres no estaban bien vistas (nada más hay que recordar que la primera publicación de Jane Austen sólo decía “por una mujer“). Para muchos, la novela tiene cierto carácter autobiográfico, pues Charlotte asistió a un internado parecido al que va Jane y en el libro denunció las carencias, las enfermedades y los malos tratos, además de la mala administración. También, Jane Eyre es considerada una de las primeras novelas feministas.

La novela es la historia Jane Eyre (lo sé, no podían adivinarlo ustedes), desde que vive en la casa de su tía, la Señora Reed y sus terribles primos hasta sus años como institutriz, pasado por sus años en la escuela Lowood para niñas. Se dice que esa escuela está inspirada en una escuela donde Charlotte pasó algunos años y donde sus dos hermanas mayores Mary y Elizabeth se contagiaron de tuberculosis (la enfermedad que les provocó al muerte). La familia de Charlotte retiró a sus hijas de aquel internado (el colegio de Clergy Daughters) por las malas condiciones, pero Jane no tuvo tanta suerte. La joven pasa ocho años de su vida en el colegio, seis como estudiante y dos como maestra.

Al casarse la señorita Temple, la superintendente del colegio, Jane siente que ya nada la ataca al colegio y decide ofrecer sus servicios como institutriz privada. Así es como Jane llega a Thornfield, como institutriz de Adèle Varens, custodia del señor Rochester, que es su patrón. La verdad es que, para mí, la época que Jane pasa en Thornfield es la más interesante de la novela, especialmente por los largos diálogos entre el señor Rochester entre ella, que gusta de provocarla.


No quiero contarles la historia entera (¿todavía hay gente que no la conozca?) pero a mí me sorprendió desde la primera vez que la leí. Es una novela muy victoriana, que convirtió a Charlotte Brontë en una de las autoras románticas más reconocidas. No puedo decir que es mi favorito (lo siento, Chalorlotte, pero Cumbres Borrascosas me conquistó), pero hay una razón por la cual es considerada una de las primeras novelas feministas de la historia y para mí es toda la construcción del personaje de Jane.

No me queda más que seguir recomendándoles este clásico de la literatura inglesa.Hoy hace 200 años nació Charlotte Brontë y hoy sus libros siguen siendo leídos. ¡Felicidades, Charlotte Brontë!

Persuasión de Jane Austen


Sinopsis: Es la historia  del romance de Anne, la hija menor del fatuo Sir Walter Elliot, bonita y sociable, que encuentra a su héroe, el Capitán Wenworth, a pesar de las barreras sociales.
La vanidad y los prejuicios de una aristocrática familia se interponen en el amor profundo y sincero de la joven pareja. Anne fue educada por una amiga al morir su madre. Su gratitud hacia la elegante dama la empuja a escuchar los consejos que le impedirán unirse al hombre que ama, un oficial de marina de poca fortuna. De esta forma, enfrenta largos años de soledad en los que la belleza y el resplandor de la juventud van mermando, pero no así su carácter dulce y bondadoso que, junto a su inteligencia, consolida la personalidad de una atractiva mujer, preparada tanto para las situaciones adversas como para la maravillosa segunda oportunidad del destino.

Persuasión es una novela bastante famosa de Jane Austen. No tan famosa como Orgullo y prejuicio, pero famosa. Entre que leí una novela (dos, en realidad) de Austen y me animé a leer otra completa tuvieron que pasar casi siete años porque me tomó tiempo acabar de agarrarle el gusto a Austen. Cuando tenía trece años no dejaba de comparar sus libros con la telenovela de las tres y además, oh sacrilegio, me parecían aburridos. Siete años después descubrí que Austen sí que tenía humor, criticaba a los ricos con pasión y además era capaz de hacer dick jokes en sus libros. Eso hizo que me cayera bastante mejor que en un principio.


Esta fue la última novela completa que escribió Jane Austen, poco después de Emma. De hecho, fue publicada póstumamente en 1818, un año después de que Austen muriera. También, cuenta con la heroína más mayor de Austen, Anne Elliot de 27 años. Ocho años antes del comienzo de la novela, Anne rompió abruptamente su compromiso con Frederick Wentworth, un oficial naval, persuadida por una amiga de la familia, Lady Russell, que estaba convencida de que Frederick no era digno de alguien como Anne ―cuya familia, aunque venida a vemos, tienen un título nobiliario.

Esta novela de Austen destaca especialmente porque no tiene como protagonista a una chica que está intentando comprender qué es el amor, sino que Anne viene de un desengaño amoroso, es controlada por su familia ―y a menudo tratada como si no tuviera la más mínima importancia― y tiene que encontrar la fuerza para hablar por ella misma y, al menos por una vez, elegir su propio destino. Lo que en este caso, se traduce en tener el poder de elegir a quién va a amar.


Persuasión es una novela perfecta para leer cuando uno está más que dispuesto a creer en el amor o ya de plano enamorado. Siento que así tiene más efecto y es más fácil meterse en el conflicto que, en cualquier otro caso, parecería igual que el de la telenovela de las cinco ―aunque claro, entre los guionistas de la telenovela y Austen no hay ni un punto de comparación―.  Anne, la heroína, es una mujer completamente normal. No se la describe con cualidades extraordinarias, además de una tremenda capacidad de observación y puede verse como algo tímida o simplemente desinteresada. Contrasta especialmente con sus hermanas, una de las cuales es fría, con un carácter gélido y la otra constantemente necesita aprobación y atención.

Definitivamente un libro recomendable escrito por una de las escritoras más conocidas de la literatura romántica hoy en día y que todo el mundo debería probar alguna vez en su vida. No duden intentarlo.

sábado, 11 de junio de 2016

Recuento de los daños | Abril 2016

Sí, leyeron bien, estamos hablando de... ¡abril! En mayo no hubo blog (pequeña tradición que yo apreció como unas vacaciones merecidas) y además leí la sorprendente cantidad de cero libros. Sí, si tuviera que escribir un recuento de los daños de mayo, sería el wrap up más penoso que se haya visto alguna vez en la blogósfera. Pero bueno, concentrémonos en abril que fue, de hecho, un mes interesante. Ya saben que no tengo giratiempos y que si lo tuviera no hubiera vivido un mayo horroroso.


When I Was Puerto Rican, Esmeralda Santiago


Este libro me recordó que todas las familias latinas del siglo pasado se parecen. Vengan de pequeñas islas en el Caribe, como Puerto Rico, o de Sudamérica o de México. Todas son parecidas en el fondo aunque no hablan igual, no coman igual y no festejen las mismas fiestas. Si acaso nos parecemos en que hablamos español, pero los ritos familiares se mantienen en todas partes. When I was Puerto Rican (Cuando era puertoriqueña) de Esmeralda Santiago es una novela autobiográfica donde tira de su memoria y desnuda a su familia sin tapujos. Su madre, que una y otra vez aceptó las infidelidades de su padre; su padre, al que quería profundamente, pero olvidaba que tenía hijos cuando cambiaba de mujer; sus hermanos, de los que ella era la mayor. Un libro muy interesante, que habla de una transición (de la infancia a la pubertad y de Puerto Rico a Estados Unidos) y retrata a una familia normal, como muchos hemos visto. Ya lo hablé en la reseña.

The Secret Diary of Lizzie Bennet, Bernie Su & Kate Roderick


Este fue el libro que leí para ver si me sacaba un rato de la cabeza el siguiente, que me produjo bastantes quebraderos (pero fueron agradables). Es ligerito, si por ligerito se puede entender que es de prosa muy sencilla y por consecuencia se lee muy rápido, más si eres una fangirl de Orgullo y Prejuicio y por extensión de The Lizzie Bennet Diaries. Es un libro, por supuesto, hecho para los fans, sin demasiados quebraderos de cabeza. Me encantó porque pude ver más escenas del señor y la señora Bennet en primer plano, aunque constantemente me imaginaba a Lizzie interpretando a su madre y a Charlotte al padre... La webserie tiene la culpa. No es un libro demasiado arriesgado... de hecho, ¡recicla las escenas románticas con Darcy! Sí, Lizzie es floja y pega las transcripciones de dos videos. En fin, libro bonito y recomendable, no tengo mucho más que decir sobre él.

La inmortalidad, Milan Kundera


Este libro me dio un montón de quebraderos de cabeza, básicamente porque no sabía a qué chingado punto estaba intentando llegar Kundera. Por cierto, si un día los critican por hacerse self-insert en sus propios libros, señalen este y san se acabó. Pero volviendo al libro... esta es la historia de la inmortalidad y Kundera distingue entre tipos de inmortalidad y los ilustra todos. Como es habitual en sus libros... al menos los últimos que he leído, el libro se asemeja más a un ensayo filosófico donde da la casualidad que hay personajes involucrados que dicen y hacen cosas sólo para que Kundera pueda explicar a dónde quiere llegar. También tiene una historia de amor que no me llegó tanto como la de La insoportable levedad del ser (no sé por qué digo esto, pero ya que no voy a reseñar al señor Kundera en un futuro próximo, este parecía el sitio adecuado). Pero bueno, libro recomendable y eso.

Frankenstein, Mary Shelley


Me topé con una serie curiosa llamada Frankenstein, M. D. en Youtube producida por Pemberley Digital, la misma productora de The Lizzie Bennet Diaries y me puse a verla. Me spoilee medio libro sin saberlo porque no conocía a los personajes pero, finalmente, fue la historia que me convenció que yo tenía que leer Frankenstein un Mary Shelley en algún momento de mi vida y que a ese momento más bien le valía ser pronto. No me arrepiento en lo más absoluto. La cultura popular le ha hecho a Frankenstein un flaco favor; lo ha mantenido vivo, sí, pero a costa de hacernos creer que el nombre del monstruo es el del creador (Frankenstein) y que además la criatura es verde con unos clavos en el cuello. Esa no es la historia del monstruo y definitivamente no al razón por la que da miedo. Si quieren conocer la verdad tras el mito que se ha ido formando de Frankenstein los invito, sin duda, a darle una buena oportunidad al libro.

Persuasión, Jane Austen


Libro para cursis que aun creen en el amor. Leerse bajo los influjos del enamoramiento aumenta el efecto de este libro. Se dice que también puede restaurar la fe en los amores perdidos, pero se tiene que leer en el estado de ánimo adecuado. Si me conocen sabrán que no soy la mayor fan de Austen. La encuentro más complicada de seguir con su humor y prefiero la tragedia de Emily Brontë. Pero a pesar de todo, a lo largo de los años, he leído a Austen con resultados variados: Orgullo y prejuicio me encantó, Sentido y sensibilidad me hizo permanecer indiferente y Mansfield Park me resultó sumamente frustrante (tanto, que sigo sin acabarlo). Persuasión es diferente. Me encantó, pero además, creo que por leerlo en mi etapa cursi, me hizo despertar esa parte más rosa de mí por un momento. Definitivamente, un libro que recomiendo. Si no se convencen, su reseña está en Plusbits.

Besos entre líneas, May R. Ayamonte & Esmeralda Verdú


Ya he aprendido que, por unas o por otras, todo mes tiene malas lecturas. Esta fue adrede. Lo hice con total conocimiento de causa porque la primera frase del primer capítulo de todo el libro me pareció tan innecesariamente pretenciosa y de principiante, que dije que yo tenía que leer el resto. El resultado es malo, por donde se quiera ver y la culpa es, mayormente, de la editorial. No puedo llamar editores a los que supuestamente lo son (de este libro) porque no hay trabajo de corrección por ninguna parte. Hay mala puntuación, frases mal formadas, errores de sintaxis... y eso es sólo lo estético. La historia adolece de contarnos un cliché sin interés narrativo alguno, situaciones problemáticas, micromachismos en cada esquina y además una versión estereotipada y racista de los mexicanos. Hice una pequeña biblia en forma de reseña y me quedé a gusto.

Americanah, Chimamanda Ngozi Adichie


Probablemente el mejor libro del mes, del año, de la vida. Americanah es EL libro de Chimamanda porque allí se queda a gusto y nos estampa en la cara, queramos o no, todas sus opiniones sobre raza, feminismo color de piel y hasta lo político que resulta el cabello para las mujeres negras (por favor, para entender este punto, pregúntense si saben cómo es el cabello de Michelle Obama al natural, sin planchar). Americanah nos presenta a Ifemelu, una nigeriana que llega a Estados Unidos y se descubre negra (porque de donde viene la raza no es un asunto como en los Estados Unidos); en el proceso crea un blog para hablar sobre racismo porque tiene una opinión sobre todo y todos y es incapaz de quedarse callada. No hay ninguna duda de que yo adoré a Ifem, ¿verdad? Entre capítulos nos cuenta la historia de su antiguo novio que no consiguió una visa americana y acabo en Inglaterra como inmigrante. Libro de sobra recomendado, si no me creen, vean la reseña

Everything, Everything, Nicola Yoon


Este libro lo leí para una lectura conjunta. No tenía previsto leerlo porque la literatura juvenil gringa me decepciona últimamente de manera constante, pero este libro fue una buena sorpresa. No es un libro perfecto pero, para empezar, es un libro diverso. Nicola Yoon es de Jamaica y su esposo tiene rasgos asiáticos. Ambos tienen una hija que es una mezcla y esa hija parece que le prestó los rasgos a Maggie que también es medio afroamericana, medio asiática (y pecosa). Además, es un libro con una estructura curiosa en algunas partes ¡y tiene ilustraciones! Yo adoro las ilustraciones. En fin, el libro tiene sus partes buenas y sus partes malas y me hizo reflexionar mucho sobre las diferencias entre inglés y español. Lo recomiendo si tienen curiosidad y si aún tienen dudas, está la reseña.

El perfume de la faraona, Kyra Galván


Este es un libro de mi editorial preferida por la vida (aunque a veces le pongo los cuernos con otra) que se llama Ediciones el Naranjo. Es uno de sus libros más antiguos y trata de una aventura de una niña francesa en Egipto que tiene que ver con el perfume de cierta reina-faraón (dato curioso, el título de faraona no existía, las mujeres que reinaban solas eran faraón, así, tal cual) llamada Hatshepsut. Uno no puede simplemente decir Hatshepsut y esperar que yo no compre el libro. Además es ilustrado (inserte aquí mi amor por los libros ilustrados) e infantil y todas esas cosas que me encantan. Me llevé una pequeña decepción porque el libro era demasiado explicativo y eso, pero no me dejó con mal sabor de boca ―con todo y lo poco que salía Hatshepsut en realidad.

Siete esqueletos decapitados, Antonio Malpica


Este libro fue una buena sorpresa del mes. Ya había leído #MásGordoElAmor de Antonio Malpica y este libro, fuera de tener la misma prosa y el mismo estilo, es completamente diferente al anterior, pero igual de emocionante, si es que se puede. Siete esqueletos decapitados es una historia tétrica en la ciudad de México y que sea algo tan cercano es algo que me fascina, me encanta, ¡quiero! El protagonista es Sergio Mendhoza, un niño ―ya no tan niño― sin una pierna, que usa una prótesis, tiene una amiga que habla con una estatua y otro que vive castigado; de repente, se ve envuelto en toda una investigación de asesinato y no una normal, no: están buscando a un asesino en serie particularmente sádico. Recomiendo mucho el libro, ya pudieron leer la reseña, así que probablemente ya saben que me encantó.  

Mujer que sabe latín..., Rosario Castellanos


«Mujer que sabe latín, no consigue marido ni tiene buen fin», dice un dicho. Rosario Castellanos decidió usar esa frase para titular su libro que, en un principio nos pone en el panorama de la mujer en México y entonces nos da un recorrido por todas esas mujeres que «sabían latín»: escritoras. Recorre sus obras, sus motivaciones y sus vidas, hace conjeturas sobre lo que pudieron haber sido y nos da una probada de cada una. El libro es vertiginoso y a menudo, a fuera de saltar de una escritora a otra, una siente que le falta el rumbo o más bien, que le falla el rumbo. O que el libro empezó como una sola rama a la que ya le han salido un montón de ramitas. Un libro interesante, pequeño, barato, publicado por el Fondo de Cultura Económica, sobre todo si quieren leer acerca de escritoras y de mujeres que saben latín (y que probablemente no consiguieron marido ni tuvieron buen fin).

miércoles, 20 de abril de 2016

Frankenstein, Mary Shelley | Reseña

Sinopsis: Frankenstein es una historia macabra en la que Víctor, un joven ávido de conocimientos científicos, se obsesiona por lograr el mayor reto posible en el mundo científico: dar vida a un cuerpo muerto. Su éxito será su condena, la creación de un monstruo estremecedor que, en respuesta a su rechazo por todos se entrega por completo a saciar una sed de venganza hacia su creador, culpable de su desgracia, y hacia todo lo que éste ama, tornando en muerte todo alrededor de Víctor. El monstruo, enfermo de soledad, solicita una compañera a su creador a cambio de desaparecer para siempre, pero Víctor se niega a ello, provocando así que la única salida hacia la paz y el descanso sea el fin de uno de los dos.

A este libro la cultura popular le ha hecho mucho daño, pero también lo ha mantenido vivo y vigente. Películas malas, monstruos verdes y errores garrafales en las adaptaciones han hecho de este clásico de ciencia ficción lo que es hoy (o clásico de terror, pero así como terror, terror...). Mary Shelley pretendía escribir una historia que diera miedo, sí, pero Frankenstein es mucho más que eso y ¡además!, es producto del romanticismo inglés, uno de los movimientos que más he leído en mi vida. Mary Shelley tenía más o menos dieciocho o diecinueve años cuando escribió esta novela (así que si quieren publicar, ya saben, van atrasados con respecto a Shelley en el mayor de los casos) después de que Lord Byron (el poeta, padre de la bad-ass Ada Lovelance) desafiara a un pequeño grupo a crear la historia más terrorífica que se les ocurriere. Entre ese grupo estaba Mary Shelley y su esposo, Percy Bysshe Shelley, además de John Polidori y algunos más. Además de Polidori y Shelley, no se sabe si alguien más logró cumplir la apuesta (cosa curiosa, pues si le hacemos caso a lo que dice Mary Shelley en el prólogo, fue casi la última en comenzar).

Mary Shelley, más bad-ass que tú
Frankenstein o el moderno Prometeo es una historia escalofriante sin necesidad de fantasmas, vampiros u otras criaturas. Frankenstein sólo cuenta con la criatura, que ni es verde, ni tiene colmillos, ni es un monstruo sanguinario desde su nacimiento, ni se llama Frankenstein. ¿Ya ven por donde van los tiros cuando digo que la cultura popular le ha hecho un drama tremendo al libro? La novela le da muchas vueltas a la creación de la vida y a que tanto derecho tenemos a crearla a nuestro antojo y comportarnos como dioses. Porque ciertamente, aunque no recuerdo verlo escrito en el libro tan claramente, el joven Víctor, al tener la idea de crear la criatura, parece creerse un dios, capaz de traer vida de la nada. Sin embargo, no se detiene a pensar en lo que está haciendo nunca. El fin es la creación de la vida... ¿y después?  Cuando la criatura por fin tiene vida, Victor la contempla, horrorizado por su fealdad y huye, dejándola sola y a su merced.

Más tarde, la criatura encara a Frankenstein, preguntándole por qué lo creó y pidiéndole que, si no va a ser aceptado por los hombres, le cree una compañera de la misma manera que lo creo a él. ¿Quién es más humano al fin y al cabo? ¿Frankenstein o la criatura? Victor quiere llevar la ciencia a sus límites y lograr lo imposible, sin preocuparse por la ética, la moral. Lo que está bien y lo que está mal. Para él el único fin en un principio es crear la vida. Y la criatura, ya creada, quiere amor, aceptación; cosa que nunca obtiene porque, debido a su fealdad, todos salen huyendo de él. No sé puede decir que Victor sea la persona más inteligente del planeta. De hecho, creo que es bastante imbécil eso de crear una criatura con una fuerza sobrehumana que podría ser peligrosa y luego abandonarla. ¡Denle el premio al más inteligente a este idiota!

¡Pero no lo abandonas ni causas miles de muertes!
Bueno, no miles, sólo como tres.
La narración de la novela se divide en tres partes: cartas de Robert Walton a su hermana, donde incluye la narración de Victor y la de la critura (que se expresa de manera elocuente para no haber tenido ningún maestro y sólo tener dos años de vida). Mi parte favorita son los capítulos que narra la criatura, aunque quizá inverosímiles por el lenguaje que utiliza, nos muestran su búsqueda de comprensión, amor y, finalmente, cómo se convierte en un ser despiadado que nada tiene que perder. Mary Shelley hizo un muy buen trabajo con la novela y no hay duda de porqué sigue siendo un clásico y lo seguirá siendo. 

¿La recomiendo? ¡Por supuesto! Creo que todo el mundo puede disfrutarla... excepto si están buscando una versión novelada de las adaptaciones de Frankenstein, eso no hay. Victor de hecho, se niega a contar nada sobre su trabajo en la creación de la criatura porque no quiere que nadie replique su trabajo o lo vuelva a intentar, así que, aunque hay terminología científica, nada de descripciones detalladas de Victor en su laboratorio. Como conclusión, libro muy interesante que deberían leer. Pero como no soy nadie para decirles que debería leer, lean lo que quieran (y ojalá sea este libro).

viernes, 24 de julio de 2015

2x1: América y La Metamorfosis, Franz Kafka | Mini reseñas

"Que si no nunca acabo de reseñar"
-Yo, dándome cuenta de que no puedo reseñar a la misma velocidad a la que leo

América


Sinopsis: Narra las aventuras de Karl Rossmann, un chico de dieciséis años que es enviado a América por sus padres, tras haber sostenido relaciones con la criada.
Una vez embarcado, la rapidez con que entabla amistad con el fogonero y la profundidad que llega a adquirir ese vínculo quedan de manifiesto cuando rompe a llorar al verlo por última vez. Esto a su vez demuestra, desde el inicio de la novela, una insondable falta de afecto en Karl.
Pronto aparecerá la figura de un tío radicado en Nueva York, que lo conducirá hacia un ambiente amable, preocupándose además por educarlo con esmero. Para la mala suerte del chico, esta situación dura muy poco ya que, tras un incidente nimio, la actitud de su pariente da un giro asombroso: simplemente se deshace de él sin una explicación congruente. Con esto se le imprime -de entrada- a la obra esa significación desconcertante, tan característica en la narrativa Kafkiana.

Si quieren valorar este libro por lo que es tienen que tomar en cuenta las siguientes cosas: 

1. Es un libro inacabado y publicado póstumamente. Sí, hay algo que parece un final, pero hay un salto extraño hasta él, no parece justificado y lo único que te hace pensar es que Kafka está en drogas.


2. Kafka nunca visitó América. Y tampoco le importó no retratar a una América fiel, lo que se nota desde la primera página. Hay incongruencias por aquí y por allá, pero nada que afecte a la trama. Por ahí en algunas versiones San Francisco está en la costa equivocada y la estatua de la libertad tienen una espada. 

Marcados esos dos puntos, pasemos a hablar de la novela. Alguien me dijo una vez que esta es la novela menos Kafkiana de Kafka. Si han leído otras novelas de Kafka lo notarán, si no..., bueno, les basta saber con que no tiene a ningún sujeto convertido en cucaracha. Los protagonistas de Kafka son siempre, básicamente, un self-insert de él (unos más que otros) y Karl Rossmann no se salva de este pequeño detalle. 

A pesar de todo, América no deja de ser un producto de su época y, aunque buena novela, entiendo que no a todo el mundo le puede resultar especialmente entretenida, porque no todo el mundo ama a Kafka como yo. Personalmente, me parecía que carecía de una trama demasiado fuerte, pero me gustaban las aventuras de Karl, tan perdido en tierras estadounidenses como cualquier recién llegado y abandonado a su merced. Mi parte favorita fue cuando es elevadorista en un hotel, porque después de eso parece que el único que conoce el rumbo es Kafka y la novela, ya todos lo sabemos, está inacabada. 

Interesante trabajo que, a mí, me gustó mucho, aunque aun no acabo de decidirme si es porque amo a Kafka o porque sea realmente una de sus mejores obras. Creo que es porque amo a Kafka

La metamorfosis



Sinopsis: La metamorfosis narra la pavorosa transformación de un hombre en insecto. En un ambiente de pesadilla, la novela transmite al lector la sensación de excentricidad y de extrañamiento que asalta al protagonista, quien poco a poco va tomando conciencia de que se ha convertido en un parásito con respecto a sus seres más queridos.

Si después de la primera frase, en la que Gregor Samsa se despierta una mañana convertido en un monstruoso bicho (una cucaracha), consideras que es ilógico, que es asqueroso, que Kafka estaba mal de la cabeza o fumó demasiada mota y el hecho de que escriba sobre una cucaracha gigante no tiene sentido, hazte un favor y no sigas leyendo. Me he encontrado mucha gente a la que este libro no le gusta por ese hecho, otras personas que lo alaban porque no lo entienden (no creo que sea sencillo de entender y aún hoy me sigo preguntando que demonios quería decir Kafka con este trabajo).

Vamos, me he encontrado de todo. A mí me ha gustado, pero no la prefiero por sobre varias novelas de Kafka. A mis ojos, lo mejor que he leído de él sigue siendo El Proceso (novela también inacabada y publicada de manera póstuma), por todo el paralelismo que le encuentro a la burocracia mexicana. La metamorfosis es un libro que, si no te das cuenta y lees a una velocidad más o menos decente, lees en menos de tres horas. Tiene sólo tres capítulos más o menos largos en los que vemos como evoluciona la transformación de Gregor para él y para su familia, que tiene que vivir con el hecho de que el hombre en el que habían depositado todas sus esperanzas económicas, esté convertido en un horrible bicho, incapaz de trabajar. Un libro interesante, que se lee rápido y en muchos casos puede ser calificado como una lectura más bien ligera.

A mí me gustó, sí, pero al ser la obra estrella de Kafka, esperaba un poco más. Por cualquier cosa, un muy buen libro, recomendado.

viernes, 10 de abril de 2015

Cumbres Borrascosas, Emily Brontë | Reseña

Sinopsis: La épica historia de Catherine y Heathcliff, situada en los sombríos y desolados páramos de Yorkshire, constituye una asombrosa visión metafísica del destino, la obsesión, la pasión y la venganza. Publicada por primera vez en 1847, un año antes de morir su autora, esta obra rompía por completo con los cánones del ”decoro” que la Inglaterra victoriana exigía a toda novela -tanto en el tema escogido como en la descripción de los personajes- y con la conducción autor-lector impuesta por las obras serializadas. Diversas extrañas la calificaron de ”burda, desagradable y alarmante”, pero en ningún momento se dudó de la singularidad de su estructura narrativa y de la fuerza de su lenguaje. Son estos valores los que con posterioridad crearon escuela y convirtieron la novela de Emily Brönte en una de las obras maestras de la literatura universal.

Antes de empezar la reseña, quiero dejar algo claro: esto no es una historia de amor bonita. Si eso es lo que esperan, den media vuelta.

Ahora, sí, hará más o menos cinco años, cuando yo iba por el tercer libro de Crepúsculo y mi desencanto estaba creciendo a pasos agigantados con esa saga (el primero me había gustado sin pretensiones, pero debo decir que tenía trece años y había leído pocas cosas buenas), me sorprendió que Edward se comparara con Heathcliff en cierto pasaje de Eclipse y el libro cayó en mis manos una semana después. Cuando lo acabé de leer me pregunté si Edward —y por extensión, Meyer—, había leído el mismo libro que yo. Cumbres Borrascosas, es, ante todo, una historia pasional entre dos generaciones en la que casi ninguno de los personajes sale bien librado.


Catherine y Heathcliff se presentan como los dos protagonistas de la serie, envueltos en una turbulenta historia en la que ella lo considera indigno de casarse con ella, pero aún así declara que su alma y la suya son iguales, enreda a todos en su caprichos, que lleva al límite y se convierte en la niña mimada. Heathcliff, con quien el ingenuo de Edward Cullen se comparaba, no es mucho mejor. A muchas chicas, por lo que he visto, les suele gustar. Muy bien, si su ideal de hombre en la vida es Heathcliff les sugiero que se miren el amor propio, porque estamos ante un hombre caprichoso, vengativo, profundamente rencoroso y bastante violento en ocasiones. La única persona a la que no le hace daño es a Catherine, pero pasa encima de todos los demás. Es uno de los personajes despreciables mejor construidos que he visto nunca.

La historia, por supuesto, al ser contado desde un punto de vista parcial intenta endulzarnos a Catherine y a Heathcliff, cuando este es del agrado de Nelly. En primera persona, toda la narración se vuelve subjetiva, de manos de un narrador no demasiado confiable, porque a Nelly la mueven sus afectos y sus amores. Disculpa los errores de aquellos que le caen bien y condena aún más los de aquellos que no se ganaron su afecto. Como muestra de la personalidad del personaje, es excelente, pero como lector uno debe de aprender a no confiar tan rápido en sus juicios: hay que aprender a cuestionarla una y otra vez, a intentar ver todo desde otro punto de vista. Darnos cuenta de que estamos ante una de las múltiples versiones de la historia y que, precisamente, eso es lo que en cierto modo, vuelve mágico el libro.


Creo que ya hable suficiente de los personajes y de la narración, así que no quiero aburrirlos. Tengo que decirles que es una historia que vale muchísimo la pena si se le aprecia por lo que es. Es una historia pasional, con personajes fuertes, sí, perfectamente formados, pero también con errores, con defectos tan profundos como ellos. No se parece nada a lo que escribe la hermana de Emily, Charlotte, que siempre se queda en lo políticamente correcto, que intenta mostrar personajes que sean un ejemplo. Quiero recomendar el libro, nunca dejaría de hacerlo. Siempre me sorprendió la manera en que hablaban del amor los personajes, incluso Hareton, que, desde el punto de vista ha sido maltratado por Heathcliff declara que le quiere porque, bien que mal, Heathcliff le ha criado. Los personajes son racionales, simplemente tienen emociones y todo el libro se dejan lleva por ellas.