Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

martes, 12 de abril de 2016

20 series tag

Hay veces que me dan ganas, como hoy, de hacer tags y poner algo más relajado por aquí, en vez de reseñas y cosas complicadas. Aunque en realidad este tag que voy a hacer no es de libros y no lo voy a hacer completo porque me voy a saltar las preguntas ultra chorras del tipo: ¿tienes tu carpeta empapelada de cosas de tu serie favorita? o ¿en qué serie te gustaría salir? Eso más que nada porque no quiero desperdiciar espacio en cosas por el estilo. Por supuesto, el Tag tiene mis trampas habituales.

1. Serie favorita


Orange is the new black. La verdad es que dudé bastante qué poner aquí, pero sólo una serie tiene el poder de hacerme no dormir: el día que salió la tercera temporada dormí como tres horas. Orange is the New Black es de mis cosas favoritas en el mundo y tiene casi todo lo que me gusta: personajes femeninos diversos y variados, buenas tramas y drama, mucho drama con un toque de humor negro. Si no la he recomendado lo suficiente lo hago ahora.

2. Serie que te da vergüenza admitir que ves


The Vampire Diaries. En realidad no la sigo ya, estoy viendo las temporadas cuando las suben a Netflix o a veces hasta meses después y sólo por qué quiero saber qué demonios pasa, pero la verdad es que me da una vergüenza admitir que sigo viéndola. Y me gustaba un montón cuando la vi la primera vez (justo cuando terminó la primera temporada), pero es que ha degenerado mucho. Era una serie chorra, sí, adolescente, pero tenía ese no sé qué, qué sé yo que la hacía un gramo más original que otras y tenía algo muy importante: no te podías encariñar con nadie porque todo el maldito mundo se moría. Ahora se mueren y te preguntas más bien cuándo se van a tardar en resucitar los jodidos. Se volvió puro fanservice. 

3. Personaje favorito


Wolfgang (Sense8) - Donna Noble (Doctor Who) - Poussey Washington (Orange is the New Black)
Rosa Díaz (Brooklyn Nine-Nine) - April Ludgate (Parks & Rec) - Toph (The last airbender)

4. Serie a la que te has enganchado y no te lo esperabas


Daredevil. La verdad es que no soy tan fan de los superhéroes o de los cómics, aunque siempre he ido a ver películas de superhéroes (los que me agradan) para pasar el rato, pero Daredevil es otro asunto. me encanta lo oscura que es, los personajes, y lo poco sobrenatural que parece todo. Me ha encantado, sobre todo por el desarrollo que le han dado a los personajes y las tramas que han desarrollado en apenas dos temporadas. A ver qué más nos ofrece la serie. 

Grace & Frankie. La historia de dos mujeres muy diferentes entre sí que un día tienen que afrontar sus divorcios porque sus maridos llevan engañándolas veinte años, acaban de salir del clóset y quieren casarse no era de lo más atractivo para mí. Lily Tomlin y Jane Fonda encarnan a dos mujeres en sus setentas, pero no hay duda, la serie es maravillosa ¡y muy divertida!

5. ¿Con qué personaje cambias de canal? 


Rachel Berry (Glee). 

7. Serie de tu infancia


¡Charmed! Charmed es como mi Friends, esa serie a la que hago referencia a toda hora y que recuerdo todos los capítulos que pasaron. No por nombre, pero sí por lo que pasó. ¡Todavía me encanta! Alegarán que no es una serie para niños, pero yo la veía cuando estaba pequeña. 

8. Crush de TV


Chris Miles (Skins) - Freddy McClair (Skins) - Javier Peña (Narcos)
Alec Hardy (Broadchurch) - Matt Murdock (Daredevil) - Zuko (The last airbender)

9. Qué serie has abandonado después de muchas temporadas


Glee. Empecé a ver la cuarta temporada por curiosidad (mala curiosidad) y de repente me pregunté algo como: ¿por qué sigo viéndola? Ni siquiera me gustaba cuando inició. Sólo me gustaba Santana (y sus covers) y Brittany (menos los covers) y en la cuarta había un montón de personajes inútiles nuevos que ni siquiera me importaban. Así que corté por lo sano

13. Malo favorito


Consideré sólo a los malos malísimos de verdad. Lo que quiere decir que por mucho que quería poner a Pennsatucky de Orange is the New Black porque sólo tiene papel antagónico en la primera temporada y además no es "mala".

Kilgrave (Jessica Jones) - The Master (Doctor Who) - Kuvira (The Legend of Korra)

15. Mejor final de una serie


Parks & Recreation. Esta fue una serie que terminó en sus propios términos, sin fanservice innecesario, con situaciones igual de graciosas que todas las temporadas y que además no se marcó un How I Met Your Mother (el final de esa cosa es una leyenda, nunca existió). Parks & Rec tuvo uno de los mejores episodios finales que he visto y créanme: HE VISTO FRIENDS. Pero Parks & Rec termina aun mejor. 

16. Mejor piloto de una serie

Jessica Jones. Me costó decidirme, pero entre mis series favoritas, ninguna tiene pilotos especialmente maravillosos. Jessica Jones lo que tiene es el elemento sorpresa y el shock bien manejado, así que eso le hace ganar un millón de puntos. 

19. Pareja favorita OTP


Korrasami. Que sí, que no se dan ni un beso, pero creo que es bastante obvio el significado que tenía el final. Y en realidad todos los gestos que había entre las dos... y las conversaciones.  ¡Las adoro juntas!

domingo, 10 de abril de 2016

Dos velas para el diablo, Laura Gallego García | Reseña


"Si pones una vela para Dios, pon dos para el Diablo"
― dicho popular

Esta era la portada original.
Yo tengo mi libro así, de hecho.
Sinopsis: Hoy día, ya nadie cree en los ángeles. Sin embargo, hay gente que sí cree en los demonios. 
Pero los ángeles existen y han existido siempre. 
¿Qué cómo lo sé? Porque mi padre era uno de ellos. 
El problema es que, cuando los ángeles te dan la espalda, ¿en quién puedes confiar?

Era obvio que este libro pasaría tarde que temprano por mis reseñas. Es uno de los pocos libros que todavía puedo disfrutar de Laura Gallego sin fruncir demasiado el ceño ante su única voz narrativa y, probablemente sea por amor ciego, que me sigue gustando casi igual que la primera vez. Si siguen el blog saben que, a pesar de que Laura Gallego es una de las autoras más reseñadas aquí últimamente rara vez le tocan halagos. De hecho, el último libro que leí de ella fue una decepción tan profunda que no he tenido muchas ganas de ponerme a buscar su nuevo libro. Aun así, esta vez vengo a darle un poco de redención (o algo así) y a hablar de Dos Velas para el Diablo. 

Esta es la única vez que Laura Gallego ha narrado algo con una voz narrativa que no es esa tercera persona rara que pretende convencerte de que se puede adecuar a la voz de cualquier personaje y en vez de eso acaba pareciendo robótica. Ni esa voz que, tarde que temprano, desvela detalles importantes que tanto está intentando mantener en secreto... (sin demasiado esfuerzo, lo que vuelve los libros de Laura muy predecibles hasta cierto punto). No, aquí se decidió por la primera persona. Una primera persona horrorosamente explicativa, pero primera persona al fin y al cabo y además que le cuenta todo lo que sabe a los lectores: absolutamente todo. Y también nos cuenta lo que cree. Así que descubrimos las cosas a la misma velocidad que Cat, la protagonista. ¿Hablamos de ella? 

Me gustaba más la portada italiana.
Pero la alemana fue la que se quedó. 
Cat es una chiquilla, cabello castaño, normal, que lleva una espada angélica colgada al hombro y cara de malauva. Lo de la cara de malauva lo supongo porque no es exactamente el alma de la fiesta. Es una de esas protagonistas que, ¡gracias a Dios!, no se describen en la primera escena en la que se ven al espejo (escritores, ¿por qué lo hacen?, pregunta seria). Como personaje me gusta mucho, porque no es alguien con quien los lectores se puedan identificar (que alcen la mano las hijas de ángeles que quieran vengar a su padre, ¿nadie? Lo sabía) y además no es agradable. Al narrar tiene la actitud (o aparenta) de una persona bastante desagradable y muy passive-agressive. A la hora de actuar es tan contradictoria que seguirle la corriente o darle la razón (por mucho que en su narración parezca estar buscando la aprobación para lo que hace) es increíblemente difícil. Aun así, es un buen personaje. Bien construido (cosa que le reconozco a Laura Gallego: sabe construir personajes), con una personalidad definida que, sí, evoluciona a lo largo de la historia, lo que vuelve a Cat, sino menos malauva, si más reflexiva antes de hacer tonterías. 

La catalana también era buena opción,
de mis escenas favoritas en la novela.
¿Qué otros personajes hay? Bueno, Angelo, que sigue la estela infinita de la descendencia de Kirtash. Algo realmente lamentable. Podría ponerme a enumerar los Kirtash de Laura Gallego: el original, de Memorias de Idhún; el que era una copia literal, pero en un mundo futurista y hacker (Las hijas de Tara), el que no renunció a sus deberes por amor, pero era igual de creepy (Saevin, Crónicas de la Torre) y finalmente... Angelo, el co protagonista de esta historia y el mejor parado de todos los anteriores. Sigue esa secuencia de chico con sex-appeal, atractivo, pero no modelo de revista especialmente, medio sarcástico, curioso, etcétera. La diferencia entre él y los demás idiotas de arriba es que Angelo no es un adolescente en la edad del pavo. Y, ¡gracias al Dios en el que no creo!, se le nota. También bien construido, quizá con el propósito de hacer que se le caigan las bragas a las chicas, pero no a Cat y creado como algo más que un interés romántico. Eso sí, tiene el ego de todos los anteriores: tendencia a creerse la última chela del estadio y también para creerse superior por tener, ¿qué se yo?, ¡más de dos millones de años! 

Pero, como Cat, también evoluciona, todo hay que decirlo. Y lo hace bien, sin volverse puro cual ángel ni ninguna de esas tonterías cursis que, ¡es un demonio por Merlín!

Pero quedó esta y SM igual la afeó.
Con las cosas amarillas que le puso.
¿Trama? Pues. Existe una. Como es común en Laura, la trama avanza y parece que ella, como escritora, estuvo un rato dando palos de ciego. Al final, sin embargo, para mi gran alegría, se las arregla para unir casi todos los cabos sueltos, haciéndonos sentir que no estaba dando tantos palos ciego todo el tiempo. Lo único malo es que para que la trama vaya avanzado y entendamos a Cat, tenemos que sufrir un montón de cháchara sobre angeología y demonología. Las explicaciones son muchas, uno se puede pasar dos páginas esperando que la historia avance y entiendo que a muchas personas eso las desespere, porque no todos son unos ñoños de la demonología y la angeología como yo. ¿Texto explicativo? Sí. Mucho. ¿Acción? Gracias a Jehová (me dieron ganas de cambiar de Dios, caray), sí, bastante.  

Otro punto en favor del libro es que se aleja de todos los clichés de los ángeles y los demonios en la literatura juvenil más actual y trata de manera bastante acertada el tema religioso (si a mí que soy más atea que las rocas en mi jardín no me hizo alzar los ojos, todos los demás estarán bien, espero). El tema es original y los dilemas morales están muy bien tratados en el libro, sobre todo cuando se habla del bien y el mal, un tema increíblemente recurrente cuando se habla de ángeles y demonios.

Ya saben, este es, para variar, un libro que sí recomiendo de Laura.

   

viernes, 8 de abril de 2016

Pero es sólo ficción, ¿no?


Dejen los pongo en el mismo canal en el que estoy. Llevo viendo esta discusión en grupos de Facebook una y otra vez en los últimos días; así que, como toda discusión en grupos de Facebook, ustedes se imaginarán la cantidad de falacias, insultos y argumentos mal escritos que hay, aun cuando a veces se intenta mantener el respeto. ¿De qué es la discusión? De fanfiction. No, no bromeo, el fanfiction levanta muchas pasiones, especialmente si es de la categoría más ocupada en Fanfiction.net: Harry Potter. ¿Por qué tanto revuelo? Porque es una discusión que trata de temas sensibles y directamente se mete con los gustos de las personas, es una discusión que tiene que ver con uno de los pairings más polémicos, más populares y definitivamente, más leídos: el Draco/Hermione, Dramione para los amigos. 

¿Cuánto levanta este pairing? Tanto como para que una entrada de mi blog que tiene Dramione en el título tenga el 10% de las visitas totales de mi blog. Con casi 400 entradas, ¿ustedes creen que es normal que una entrada entrerrada años al fondo, con mal formato tenga el 10% de todas mis visitas? Ya, yo tampoco lo pensaba. El tema en discusión no es si es una pareja válida o no, sino la cantidad de violencia física y sexual que existe en muchos fics. Y de fondo, aunque nadie lo mencione realmente por su nombre, la cantidad de violencia de género, doméstica, de pareja y el abuso psicológico que existe. ¿Por qué nos gusta leer eso y, porque, además de todo, lo consideramos romántico? Y, más importante aún, ¿hasta que punto está bien?

Me gusta el Dramione. El bien escrito.  El día de hoy, de todo mi Top Ten, La revolución de las bestias no se llevaría ni siquiera una mención. En todos los demás, se trata a la relación de Draco y Hermione como lo que es: una relación problemática, que hiere a muchas personas, entre ellos los protagonistas y que está lejos de ser una relación ideal. Pero La revolución de las bestias usa la violencia de pareja de una manera que pretende ser shockeante, poco agradable y además que pocas veces podría ser el preludio de una relación romántica. Y sorpresivamente, lo es. ¿Está bien? ¿Está mal? ¿Debería ser preocupante? ¿Por qué se romantiza el abuso? y, finalmente, ¿por qué se defiende diciendo que es sólo ficción?


Las violaciones en la literatura (y en las películas, las series, los comics, etcétera) nunca han dejado de ser tema polémico. Las hay hasta en Arráncame la vida. Pero a veces una violanción deja de ser un tema tratado con respeto (no delicadeza, sólo respeto) y se vuelve un recurso burdo y shockeante para, por ejemplo, desarrollar a un personaje femenino o darle un backstory trágico. A veces no es ni eso y sólo sirve para desarrollar personajes masculinos, que son los héroes que rescatan a las mujeres. Maggie Stiefvater, escritora de libros juveniles, define a esto como violaciones literarias. Si han vagado por mi blog un tiempo saben que es un término que uso seguido y que siempre linkeo a la fuente, pues es un post que vale la pena leer (This is a post about literary rape). Si ya han leído el fragmento que voy a poner, pueden saltar dos párrafos, si no, aquí les va lo que más rescato de todo el post anterior: 
I’m talking about novels where the rape scene could just as easily be any other sort of violent scene and it only becomes about sex because there’s a woman involved. If the genders were swapped, a rape scene wouldn’t have happened. The author would’ve come up with a different sort of scenario/ backstory/ defining moment for a male character. Really, this sort of rape is such a medieval, classical way to tell a story.
Traducción (hecha por mí): Estoy hablando de novelas donde la violación puede ser cualquier otra clase de violencia y sólo se convierte en algo acerca de sexo porque hay una mujer envuelta. Si los géneros estuvieran cambiados, la violación no habría ocurrido. El autor podría haber creado un escenario/backstory/clímax diferente para un personaje masculino. Realmente, esta clase de violación es una manera demasiado medieval de contar una historia. 
Estamos hablando de situaciones en las que sólo se vuelve algo acerca de violencia sexual porque hay una mujer envuelta. No puedo pensar más que en la contraparte de Dramione, la pareja más popular en fanfiction: el Draco/Harry... Drarry para los amigos. También he leído muchos en el curso de mi vida, aunque no soy especialmente fan, y nunca me he encontrado con las mismas situaciones de violencia física y sexual. Si con insultos de ambas partes cuando aun no se llevan bien y discusiones algo subidad de tono, al igual que en el Dramione. Pero nunca ha habido violencia sexual (al menos, no en los ejemplos que he leído, si conocen alguno, sean libres de decirlo abajo y les creeré, porque no tengo intenciones de leerlo a menos de que el tema se trate con respeto).


Pero dejando el tema del fanfiction, ¿por qué me molesta tanto la violencia sexual mal tratada en los libros? Porque está mal tratada. No hay más. No creo que sea un tema que tenga que ser tabú; es más, creo que es un tema que no debe ser escondido debajo de la alfombra, porque sólo estamos contribuyendo a los múltiples estigmas que lo rodean. Pero tampoco podemos usar la violencia sexual como recurso burdo, mucho menos, si después se escribe que la víctima se enamora de su violador. Eso siempre me ha hecho sentir incómoda, mil veces más incómoda de lo que me hizo sentir Lolita en su tiempo y siento que no tienen ningún otro propósito más que incomodar o shockear al lector y, después, intentar humanizar al violador.

Cuando estaba más chica y me encontraba esas escenas gratuitas en las cosas que leía (porque nadie nunca se molestó en averiguar si lo que yo leía era adecuado para mi edad), tenía una reacción: me sentía mal e incómoda. Pero lo justificaba porque... sólo es ficción, ¿no? Pero decir que sólo es ficción es un arma de dos filos. Porque nosotros podemos decir por activa y por pasiva que no lo apoyamos; me he encontrado con gente que lo justifica porque al final todo es muy romántico y de alguna manera se humanizó al agresor y se le convirtió en el héroe romántico. Pero... ¿en serio? La mayoría de las escenas de violencia sexual que he leído no se han molestado ni siquiera en googlear sobre el tema, buscar las consecuencias psicológicas, leer si quiera una entrevista a alguna víctima, consultar sobre los motivos. En vez de eso, veo el tema tratado con ligereza, sin el respeto que de verdad merece. No tiene, ni debe, ser tabú; pero tampoco merece ser tratado con ligereza y sin investigación.

En los Estados Unidos, cada 107 segundos, una persona es violada; cada año, existen aproximadamente 293,000 víctimas. 68% de esas violaciones, nunca se reporta a la policía. 98% de los violadores nunca pasan un día en la cárcel. Pueden encontrar más estadísticas sobre los Estados Unidos en Who are the victims? en el sitio RAINN (Rape, Abuse & Incest National Network). En México, existen 15,000 denuncias por violación sexual al año; en el entendido de que sólo se denuncian en México el 20% de las violaciones, se puede calcular un estimado de 70,000 violaciones por año. De acuerdo a la información de 2009, en México sólo se produjeron 2,795 condenas por violación. (Fuentes: Amnistía Internacional y esta página que citaba a Amnistía internacional). Esas sólo son las estadísticas de dos países en el mundo. ¿Todavía les parece poco? Y eso que los números son fríos y tras cada una de esas denuncias y esas víctimas, hay una historia. Y muchas, veces, detrás de esas historias, hay comentarios desagradables como "se lo buscó", "estaba siendo una puta", "¿viste como iba vestida?", "lo estaba pidiendo". Hay personas que simplemente parecen olvidar que las víctimas nunca lo piden.

Si quieren escribir de violencia sexual, háganlo. Pero no la escojan como una opción sólo porque hay una mujer involucrada. No lo hagan de manera gratuita. Y, sobre todo, no lo hagan sin informarse primero. RAINN tiene una lista de los efectos que una violación y casi cualquier crimen sexual sufre la víctima, por favor, no lo ignoren. No lo usen como una backstory traumática si no saben de que están hablando. Porque, ¿saben qué? No importa que ustedes digan que es sólo ficción, para alguien, allá afuera, hombre o mujer, no es ficción; para alguien, allá afuera, es la realidad y probablemente su peor pesadillas. Y tratarlo de manera tan banal es, francamente, un insulto.


miércoles, 6 de abril de 2016

When I was Puerto Rican, Esmeranda Santiago | Reseña


Sinopsis: Esmeralda Santiago's story begins in rural Puerto Rico, where her childhood was full of both tenderness and domestic strife, tropical sounds and sights as well as poverty. Growing up, she learned the proper way to eat a guava, the sound of tree frogs in the mango groves at night, the taste of the delectable sausage called morcilla, and the formula for ushering a dead baby's soul to heaven. As she enters school we see the clash, both hilarious and fierce, of Puerto Rican and Yankee culture. When her mother, Mami, a force of nature, takes off to New York with her seven, soon to be eleven children, Esmeralda, the oldest, must learn new rules, a new language, and eventually take on a new identity. In this first volume of her much-praised, bestselling trilogy, Santiago brilliantly recreates the idyllic landscape and tumultuous family life of her earliest years and her tremendous journey from the barrio to Brooklyn, from translating for her mother at the welfare office to high honors at Harvard.

No me gusta reseñar libros autobiográficos. No lo digo mucho porque últimamente pasan por mi estantería muchos libros de caracter autobiográfico. Sin embargo, defiendo el derecho a criticar los libros autobiográficos, como productos editoriales que son. Probablemente no puedo permitirme poner en duda la historia, ¿quién soy yo para decir que la historia está mal estructurada si así fue como pasaron las cosas? O, por ejemplo, tampoco se puede criticar demasiado a los personajes porque no se tiene ni una pista de si quien escribió el libro los capturó bien o no. Al menos, eso es loq ue me detiene a la hora de reseñar un libro autobiográfico. 

Tampoco me gusta mucho reseñarlos porque no sé qué decir de ellos cuando hablo de su núcleo. Me ha pasado muchas veces que un libro autobiográfico o carece de un núcleo porque sólo pretende ser una compilación de anécdotas o tiene un núcleo muy diferente al que encuentras un libro de ficción. Ya dije arriba que, hablando de cosas que realmente sucedieron, no soy capaz de tratar a los personajes como simples personajes y siempre tengo que recordar que son personas reales, que quizá aun viven. Así que para reseñar este libro me estoy armando de paciencia por todo lo que voy a soltar. Respiro hondo. Y ahora sí, como dijo Jack el Destripador, vamos por partes. 

Esmeralda "Negi" Santiago
Esmeralda Santiago nació en Puerto Rico y durante gran parte de su vida, vivió en Macún, un pueblito donde no llegaba el drenaje o la electricidad. Fue la más grande de una familia que, cuando se mudó a Nueva York con su madre, consistía de siete hermanos y, para el momento en el que entró a la universidad, era de once. Once personas, ¿se imaginan? La poca privacidad, la atención dividida de los padres, el ruido constante, las peleas, las comidas y los buenos momentos. A lo largo de todo el libro podemos ver a la madre de la escritora continuamente embarazada, dedicándose a sus hijos y educándolos como la habían educado a ella. 

A Esmeralda la llaman Negi y, a pesar de todas las carencias de su pueblo, en la escuela aprende unas cuantas palabras de inglés, porque Puerto Rico es un estado libre asociado de los Estados Unidos (si alguna vez se preguntan por qué los inmigrantes puertoriqueños no tienen problemas con la ciudadanía americana, ahí tienen su respuesta: ya la tienen). Fuera de eso, poco vemos de influencia estadounidense. Puerto Rico es un país latino y, aunque no lo crean, todos los países latinos se parecen un poco. Quizá por eso los extranjeros confunden tanto y creen que comemos chile de aquí a la patagonia cuando no podrían estar más equivocados o creen que todos son mexicanos o creen que la música es igual. Pero aunque las tradiciones y la cultura difieren, para mí, los valores que transmitían las familias del siglo pasado se parecen que casi parece que los hayan calcado

Si hay algo por lo que se caracterizan nuestras sociedades es por ser increíblemente sexistas. La discriminación por motivos de género está a la orden del día. Pero, como dice mi mamá, hoy no es como hace 40 años. Si lo comparamos, parece que hemos dado pasos de gigante (y eso es lo que me mantiene optimista con todo el tema del sexismo). Durante su infancia, Negi no tiene casi ningún problema con los chicos. A su madre no le hace ninguna gracia que le ayude a su padre en su trabajo, pero como su padre la deja, poco puede objetar ella. Sin embargo, más o menos a la mitad del libro, empezamos a oír las alusiones a como Negi se va a convertir en una señorita y cómo hombres empiezan a verla de otra manera, cómo su madre le empieza a prohibir salir y cómo le dicen que no juegue con los mismos chicos que jugaba antes. Me dijeron lo mismo, casi. Le cambiaron un poquito. No me prohibieron jugar con hombres, pero no les gustaba que la mayoría de mis amigos siempre fueran hombres. Asumieron que cualquier hombre que me hablara querría algo más. Me enseñaron a protegerme. Me dijeron que no saliera de noche. Todo eso, más de cuarenta años después que a la escritora de este libro y en un país completamente diferente


La madre de Negi sufre de lo mismo. Su padre y su madre están en un continúo estira y afloja porque el padre de Negi tiene otras mujeres, otros hijos y suele desentenderse muy fácil de sus hijos. Aun así, la madre de Negi vuelve con él incontables veces y vuelven a pelearse incontables veces. Pareciera que vive con el permanente miedo de dejarlo para evitar el "qué dirán". Y a pesar de todo, parece que los dos quieren a sus hijos, no hay maltrato, lo único que ocurre es que transmiten los mismos valores y costumbres que les transmitieron a ellos y no toda costumbre es buena, por más costumbre que sea. 

En fin, no quiero hacer esto enorme, pero creo que tengo que mencionar otro punto del libro. Pareciera que se enfoca mucho en la discriminación de género por todo lo que he puesto allá arriba, pero la verdad es que no habla de eso todo el tiempo. Más que nada, porque el problema más común que suele tener Negi es la discriminación: en la ciudad, por venir del campo; en los Estados Unidos, por ser puertoriqueña. Esmeralda Santiago nos muestra muchas diferentes sobre su educación, sobre su vida en Puerto Rico, sobre sus padres, sobre la sociedad en la que le tocó vivir.   


Lo único malo del libro es que salta de un tema a otro sin algo que parezca unir a todo. Lo hace de manera cronológica, sí, pero hay cosas que se olvidan entre las páginas y vuelven a aparecer tres o cuatro capítulos después sin explicación y como por arte de magia. Bueno, lo que intento decir es que lo único malo del libro es que parece que le falta cohesión, pero que a pesar de eso se sostiene muy bien. Por supuesto que lo recomiendo, sobre todo para los interesados en Puerto Rico o en América latina en general.  

lunes, 4 de abril de 2016

7 consejos para el #CampNaNoWriMo

Cuatro días en el CampNaNoWrimo y muchos seguro que ya se están tirando de los pelos. Por falta de planeación, por exceso de planeación, porque su idea ya no les convence, porque van atrasados por muchos días o simplemente se están preguntando por qué ser tan masoquistas, si con un mes de NaNoWriMo al año es suficiente para acabar loco. Bueno, no se preocupen. vengo a compartir mi sabiduría infinita (o sea, ninguna) para salvarlos de la catástrofe. Estos son mis consejos de una escritora amateur a todos los que están intentando completar el CampNaNo con éxito y están empezando a preguntarse qué demonios están haciendo.


1. Aprovecha que puedes elegir tu meta. Esto es algo que en noviembre no puedes hacer. En noviembre es todo o nada, las 50K palabras o nada. Pero el Camp te da la oportunidad de elegir cuántas palabras vas a escribir y si sabes que no podrás lograr las 50,000 palabras siempre puedes relajar un poco tu objetivo. Tampoco es para que digas que escribirás 5000 palabras en todo el mes, pero sí para que te pongas una meta realista. En mi caso, son 30,000 palabras. 

2. Sé constante y adelanta cuando puedas. Sé que este consejo lo dan en todas las entradas sobre consejos para el NaNoWriMo y derivados pero de verdad es útil. ¡Háganle caso!

3. Planifica lo necesario. Hay personas que necesitan conocer toda la trama de lo que van a escribir antes de empezar y personas que no, sólo necesitan una idea, un final, un tema o una frase. Haz lo que se te acomode. Si necesitas planificar y apenas te diste cuenta, pierde el tiempo en planificar: al final te darás cuenta de que escribirás más cómodo y tendrás menos relleno entre tus manos. Si planificaste pero ya quieres cambiar todo el plan o ignorarlo y confías en ti, ¡hazlo! Lo ideal es que te conozcas y sepas si vas a necesitar un planning o no, pero nunca es tarde para remediar este asunto. 


4. No procrastines. No es necesario que apagues el internet, pero no procrastines. Adiós a perder mil horas en una página de nombres para bebés o decir cada cinco minutos en twitter que estás intentando escribir en el CampNaNoWriMo. Menos hablar de sus novelas y más escribirlas. Hay muchos escritores que pasan más tiempo diciendo que van a escribir que escribiendo, justo como esos estudiantes universitarios que pasan la vida diciendo que tienen que estudiar en vez de estar estudiando. No hay nada malo en compartir una o dos veces al día tu avance o pedir ayuda cuando la necesitas, ¡pero tampoco pierdas el tiempo en eso en vez de escribir! Que estar diciendo en las redes sociales que tienes que escribir no va a hacer que la página de word se llene de letras como por arte de magia, por más que nos gustaría.

5. Deja de preocuparte por si estás escribiendo una mierda. El 99.999999% de los trabajos que salen después de un NaNoWriMo o un CampNaNoWriMo son impublicables, por no decir otra cosa (me acabo de inventar la palabra, also). Son los únicos momentos del año en los que la cantidad es más importante que la calidad. Cuando acabe el mes podrías gastar todo tu tiempo en releer las porquerías que escribiste y mejorarlas, mientras estás escribiendo deja de preocuparte. Si pasas más tiempo corrigiendo que escribiendo el tiempo va a ganarte. 


6. No escribas solo. Si no quieres interactuar con desconocidos como los que te asignan en las cabañas del Camp invita amigos. Ellos estarán allí para oír tus quejas, te entenderán y también se van a quejar. Es buen método para relajarse, pedir ayuda y no sentirte solo en tu odisea.

7. Escribe. No hay mejor consejo que ese, se los aseguro. 

Finalmente, diviértanse. Ya oirán de mí y mis avances en el CampNaNo, por aquí, por mi twitter y por todas mis redes sociales aunque, por supuesto, me voy a aplicar mis propios consejos. No olviden que están escribiendo un borrador y que, cuando lo acaben, aun les quedará camino por recorrer. ¡Pero ya habrán dado el primer paso que siempre es el más difícil!

¡A ESCRIBIR!


sábado, 2 de abril de 2016

Recuento de los daños | Marzo 2016

Como siempre, leí mucho. No sé ya ni por qué se los digo, si es que yo sólo tengo dos modos: o leo mucho o no leo nada. No sé si lo habrán notado, pero los meses que desaparezco son también los meses que me encuentro en sequía total. Y este, por supuesto, no fue uno de ellos. Así que sin más dilación, ¡vamos al recuento del mes! (Plis, no me odien).

Mar Negro, Bernardo Esquinca


Este es un libro cortito, en realidad, de cuentos de terror y misterio. Me gustaron porque Esquinca no necesita recurrir a los detalles escabrosos para darnos miedo. Durante varios días tuve el libro pegado porque no podía soltarlo. Punto más a favor es que es un libro ambientando en México como hacía mucho no leía uno, usa los lugares comunes en los relatos: Tlatelolco, el Centro Histórico, los edificios de Reforma. Los relatos no se parecen ninguno a otro, vamos desde arañas con doce patas a zombies y vampiros, desde la época en que Cortés estaba intentando someter a los Aztecas hasta el 2 de Octubre. Sin duda es una de las voces nuevas del terror mexicano que tanto le hace falta al género para mantenerse vigente. Si les interesa saber más, le escribí una reseña en Plusbits.

Challenger Deep, Neal Shusterman


Le había echado el ojo a este libro desde hacía meses y por una o por otra cosa no lo leía. Por tiempo, porque tenía otros pendientes, porque me salían lecturas conjuntas hasta de la planta del pie y por simple y sencilla desidia. Sin embargo, como necesitaba un ganador del National Book Award para el desafía de PopSugar, decidí que era un buen momento para dejar de poner excusas y leerlo de una buena vez. Challenger Deep es un libro maravilloso, que leí en inglés y también un poco confuso porque parece discurrir sobre dos líneas temporales y dos lugares diferentes aunque obviamente el protagonista es el mismo. Para entenderlo... bueno, sólo les queda leerlo. Le hice una reseña en el blog para que se animen a leerlo todavía más.

All about love, Bell Hooks


El libro de marzo en Our Shared Shelf y curiosamente el libro que acabó encajando en libro de autoayuda en el Challenge de Pop Sugar. La parte buena es que por fin llegué la categoría y que los dos primeros ensayos de este libro están decentes, lo malo es todo lo demás. No soy muy aficionada a los libros de autoayuda y acabé leyendo esto porque salió en Our Shared Shelf y se veía interesante, pero cometí un error. Lo admito. El libro no se sostiene demasiado bien, como ya expliqué en mi reseña en La hora del té, donde cada mes aprovecho para contar las cosas que pasan en el grupo de Goodreads. En fin, no fue un horror, pero definitivamente no mi mejor lectura en todo el mes.

Persona normal, Benito Taibo


Segunda decepción del mes. Sólo fueron dos y gracias a dios llegaron seguidas. No fueron decepciones nivel After, gracias a dios. Por eso marzo fue un buen mes. Pero este libro es exactamente esa clase de libros que no me gustan por el mensaje que traen (pista: no, no eres mejor por leer, aunque leer es muy bueno, pero ¡no te hace mejor persona!), porque la voz narrativa es la del autor y no la de los personajes y porque además mete mensajes moralistas en cada capítulo sin que tenga ningún núcleo. Hice la reseña y la verdad es que me quedé sin ganas de hablar del libro. Sólo me quedaron ganas de irle a decir a Taibo que, sí, que me encanta como persona, pero que no mame y acto seguido estamparse el libro en la cara.

Borderlands/La Frontera, Gloria E. Anzanldúa


Bueno. Uno de los mejores libros que leí en el mes y fueron muchos, así que... Borderlands fue publicado en los años que la comunidad chicana en Estados Unidos buscaba su identidad. Gloria E. Anzaldúa fue parte de ese movimiento como chicana de sexta generación cuya familia ya estaba en Texas cuando Santa Ana les concedió la independencia. El libro se divide en dos, como ya había puesto en la reseña: en la primera parte hay ensayos que hablan sobre la identidad chicana, la lengua, la cultura del borde, el machismo en las familias, de ser chicano y, al mismo tiempo, ser miembro de la comunidad LGBTI+ y los problemas que ambas cosas acarrean, juntas y por separado. La segunda parte son poemas. Ya lo había dicho pero entre la Gloria poeta y la ensayista prefiero a la segunda, pero si sólo vemos los poemas, no hay duda que prefiero a la que escribe los poemas en español. Un libro muy recomendado.

A long way gone, Ishmael Beah


Este libro es uno de esos libros dramáticos con los que aprendes muchas cosas y, si el libro tiene suerte, dejas de pensar que eres el centro del mundo y que tu vida es una mierda. Lo segundo no es lo importante, pero te pone con un poco de perspectiva. Ishmael Beah fue un niño soldado durante la guerra civil en Sierra Leona, en los noventas; perdió a casi toda su familia y, después de la guerra, tuvo que sobreponerse a su adicción a las drogas y lo acostumbrado que estaba a la violencia. En el libro, como ya dije en la reseña, tira de sus recuerdos para contar todo lo que le pasó y, al final, dar una reflexión sobre los niños soldados, cómo pueden ser ayudados y el trabajo que ha hecho en la ONU para crear conciencia. Verdaderamente, un libro impresionante.

In the Name of Salomé, Julia Alvarez


Yo no quería leer este libro de Julia Alvarez, quería otro. Pero este fue el que estuvo disponible primero en la OpenLibrary y yo no le iba a decir que no cuando igual tenía buena pinta (pero no tan buena como el otro). El libro cuenta la historia, ficcionalizada, de una poeta dominicana, Salomé Ureña y una de sus hijas, Camila Salomé Henriquez. Sí, las dos mujeres existieron en la realidad y, por lo que pude averiguar en mi curiosidad, la historia es bastante fiel. Una de las cosas curiosas del libro, y por lo que lo recomendaría, es que la estructura es curiosa. Empieza con Camila Salomé ya retirada y mayor, en Estados Unidos, pretendiendo ir lo más cerca de Republica Dominicana que pueda y con Salomé Ureña de niña, poco después de la independencia de Republica Dominicana de Haití. A partir de allí, una historia corre hacia adelante y otra hacia atrás hasta que ambas se encuentran. Tengo la reseña pendiente, pero ya la publicaré.

How the García Girls Lost Their Accents, Julia Alvarez


Este es el libro de Julia Alvarez que sí quería leer. Dio la casualidad que en la OpenLibrary se liberó poco después que el anterior y, a pesar de que es algo que suelo hacer muy poco, acabé leyendo dos libros de la misma autora el mismo mes y, además, uno detrás de otro. La historia de las chicas García es una historia de migrantes, de identidad y de cultura. Pareciera que es la vida de Alvarez ficcionalizada, volviéndose ella Yolanda García, maestra y poeta, quien tiene el mayor papel en el libro junto con las cuatro hermanas que se balancean entre dos culturas muy diferentes. Con este libro y con el anterior, debo decir que aprendí mucho sobre Republica Dominicana, cosas que, aunque conocía a una persona allí, no sabía de antes. Como ya dije en la reseña, libro muy recomendado.

How to be a Pirate, Cressida Crowell


La segunda parte de Cómo entrenar a tu dragón. Libro sin duda divertido y además, el audiolibro lo narra David Tennant, que hace unas voces de risa para los personajes. ¡No podía dejarlo pasar! Como me fui de vacaciones a un lugar sin internet, este libro se volvió mi principal entretenimiento cuando quería relajarme un poco porque las aventuras de Hiccup son muy divertidas. No he escrito reseña ni de este ni del anterior, porque la verdad es que planeo hacer una reseña colectiva tan pronto como acabe de leer la saga, pero me sorprende lo bien que la autora junta temas muy infantiles con temas más complejos y nunca deja de ser divertido. Un libro muy divertido que, sin duda, recomiendo. ¡Sobre todo si les gustan los dragones!

Room, Emma Donoghue


Por fin, el último libro del mes. Este libro fue el elegido en el Club de Lectura de la Noble y Ancestral Casa de los Black y fue toda una revelación. Aunque está traducido, elegí leerlo en inglés porque intuía que me iba a perder de muchas cosas si lo leía traducido, porque esta narrado por un niño de cinco años que en realidad no conoce el mundo real y ha vivido cinco años en Habitación. Un libro precioso, rompe-kokoros, que desde los ojos de un niño de cinco años nos cuenta, con la inocencia de Jack, como es la vida en la Habitación, cómo es su madre, por qué lo esconde del Viejo Nick y como logran escapar. Tengo la reseña pendiente, pero ¡ya la estoy escribiendo! Ahora quiero ver la película, porque el trailer me emocionó.

Colaboraciones


En PlusbitsMx:


En La hora del té:

jueves, 31 de marzo de 2016

How the García Girls Lost Their Accents, Julia Álvarez | Reseña

Sinopsis: Uprooted from their family home in the Dominican Republic, the four Garcia sisters―Carla, Sandra, Yolanda, and Sofia―arrive in New York City in 1960 to find a life far different from the genteel existence of maids, manicures, and extended family they left behind. What they have lost --and what they find-- is revealed in the fifteen interconnected stories that comprise this exquisite first novel. Just as it is a feature of the immigrant experience to always be looking back, the novel begins with thirty-nine-year-old Yolanda's return to the Island in "Antojos" ("Cravings") and moves magically backward in time to the final days before the exile that is to transform the girls' lives. Along the way we witness their headlong plunge into the American mainstream, but although the girls try to distance themselves from the Island by ironing their hair, forgetting their Spanish, and meeting boys unchaperoned, they remain forever caught between the old world and the new. With bright humor and rare insight, Julia Alvarez vividly evokes the tensions and joys of belonging to two distinct cultures in a novel that is utterly authentic and full of irrepressible spirit.

Cómo las chicas García perdieron sus acentos, traducción literal del título de la novela, empieza con el regreso de Yolanda a su isla natal, Republica Dominicada, a los treinta y nueve, después de cinco años de no pisarla. Sus tías la obligan a hablar en español, aunque parece que se le han ido olvidando las palabras y lo único que quiere es ir al campo a comer guayabas, ella sola, en un carro y sin chaperón, lo que resulta un escándalo entre su familia. De allí, empezamos a ir para atrás. Las chicas García ya no tienen sus acentos, más bien su español se ha vuelto diferente, pero el libro nos va condiciendo hacia atrás, hasta antes de que se fueran a vivir a Estados Unidos, obligadas por una situación política en la que su padre se veía amenazado y vamos desentrañando sus vidas. 

Este libro es la vida de Julia Álvarez ficcionalizada. Ella es Yolanda, Yo, Yolo, Joe en los Estados Unidos. Poeta que ha dejado de escribir para frustración de su madre y se ha convertido en maestra, aunque su madre rogaba porque ella fuera la famosa de la familia y dejara el nombre de los García de la Torre en alto. Durante todo el libro, tenemos historias de las cuatro hermanas: el matrimonio de Sofría, Fifi, que hizo enojar a su padre y con el que apenas se está reconciliando después, de, cómo no, darle a su primer nieto varón; los problemas de Sandi, Sandra, que estuvo internada en un psiquiátrico después de una decepción; de como Yolanda se siente extremadamente liberal dentro de su familia, pero frente a la libertad estadounidense sigue siendo más conservadora y finalmente de Carla y los zapatos rojos. 

Latinoamérica es increíblemente diferente entre sí. Diferentes costumbres, diferentes héroes, diferentes fechas. Republica Dominicana tiene una historia particularmente complicada. Pero en esencia, todas las familias latinoamericanas del siglo pasado se parecen un poco. Al menos en los libros. Se nota el contraste de la liberación femenina, al menos entre Yolanda y sus hermanas, que son feministas pero no pueden lograr que nadie en la isla se una a su causa, en especial sus tías mayores, porque creen que no es femenino andar rogando por sus derechos (sí, ese es un argumento normal) y sólo se preocupan por buscarles marido. La dualidad entre su identidad ―estadounidenses y dominicanas a la vez― se hace notar sobre todo en Mundín, su primo, que mientras está en Estados Unidos es parte de ellas, un compañero, pero cuando vuelve a Republica Dominicana cada verano se vuelve un macho de nuevo, intentando encajar. 

A pesar de que el libro va hacia atrás, narrando desde el presente donde Yolanda vuelve a la isla hacia el pasado, cuando se acustumbraban a vivir en los Estados Unidos o aun estaban en Republica Dominicana, no es difícil de seguir. La narración es muy simple y eso ayuda, además de que a pesar de que ya sabemos cómo termina la historia de las chicas García (sin sus acentos), lo de antes es nuevo y es una narración que se spoilea poco a sí misma. Como cualquier libro latino de un descendiente de latinos o inmigrante, está plagado de expresiones en español en todas partes y de modismos en los dos idiomas que lo hacen sentir más cercano. 


De entre los personajes, todos se sienten humanos, con sus contradicciones y esa crisis de identidad que las hace debatirse entre dos países. Como decía la sinopsis atrás de mi ejemplar (escaneado para la OpenLibrary): se rebelan quitándose los chinos, planchándose el pelo, pero vuelven a sus raíces por la fruta, la comida y cada año, volviendo sin sus maridos, al cumpleaños a de su padre, que parece que no le importa tener cuatro hijas mujeres, como insiste en aparentar, pero que sólo accede a reconciliarse con Fifi cuando tiene un hijo varón. Su madre las protege y las defiende de su padre, pero aún así fue criada con otros valores y las aleja de las escuelas públicas para meterlas en internados católicos, donde sabe que sus hijas estarán bien cuidadas. 

Respecto a la trama, tengo que decir que no hay un núcleo fuerte en el libro, lamentablemente, a pesar de lo bien unidas que están las escenas. Es un libro sobre todo de identidad, pero no se concentra en eso, sino en problemas varios. A veces no consigue abarcarlos todos, lo cual es una lástima y deja con dudas y ese regusto a que estamos viendo un montón e historias pequeñitas que se escapan y dicen que les toca ser contadas en otra ocasión, así a lo Ende. Es el único punto malo que le puedo ver al libro y pasa con muchos libros de este tipo. Realmente es una lástima porque el libro es precioso.

¿Lo recomiendo? Por supuesto que sí. Es un libro muy interesante si les gustan estos temas, aunque está algo complicado de conseguir. Ojala, si lo leen, les guste

martes, 29 de marzo de 2016

Las comas son amigas, no comida (III)

A lo mejor si a la mitad no me doy cuenta de que la entrada está quedando kilométrica esta es la última parte en la que les daré lata con las comas. A lo mejor, pero no estoy segura. Recuerden que las comas son cosas muy importantes porque ponerlas o no ponerlas es la diferencia entre decir una estupidez o no decirla. Queremos que todo el mundo nos entienda, ¿no? Bueno, entonces, manos a la obra, tenemos trabajo que hacer. 

Uno de mis usos preferidos para las comas (sí, soy tan ñoña que tengo favoritos) es el siguiente: las comas se usan para delimitar incisos. La mayor parte de las veces (no todas) este uso se puede alternar con raya o con paréntesis, pero como hablamos de las comas... se usa así: se pone una coma antes y una después del inciso, no importa lo que haya atrás o delante del inciso, sea conjunción o no lo sea, vocativo o no, lo que sea: el inciso se delimita por comas. Hay incisos de muchos tipos, que son los que vamos a ver hoy.

Por ejemplo, podemos empezar por las aposiciones explicativas. Para que no me digan que hablo en chino, les explico: una apocisión es una construcción de elementos gramaticales y si es explicativa, quiere decir que incluye información adicional aclaratoria. Pongamos un ejemplo:

Yo podría escribir: María no tiene dinero, ¿puedes prestarle?
Pero por ejemplo, podría querer explicar que María es mi hermana menor.
Entonces, el inciso quedaría así:
María, mi hermana menor, no tiene dinero, ¿puedes prestarle?
Ahí, la aposición es "mi hermana menor" y como podemos ver, está rodeada por comas.
Más ejemplos de aposiciones explicativas:
Edimburgo, ciudad de Escocia, fue el lugar que visité cuando estuve de viaje.
Carlos V, rey de España, es muy famoso.
Moctezuma Xocoyotzin, huey tlatoani de los Aztecas, recibió a Cortés.

Continuemos con las explicaciones: los incisos también pueden ser adjetivos explicativos u oraciones adjetivas explicativas. Todos sabemos que los adjetivos calificativos nunca van separados por comas (El perro bonito, el gato viejo, etc, etc), pero los explicativos, que nos dicen cómo se encontraba el sujeto cuando ocurrió cierta acción en vez de describirnos al sujeto, sí. 

Ejemplos:
Los ratones, derrotados, dejaron de buscar queso por toda la casa. (Se explica que todos los ratones estaban derrotados, de ahí que ya no buscaran más queso).
Si queremos poner la oración sin comas tendría otro sentido:
Los ratones derrotados dejaron de buscar queso por toda la casa. (Decimos que de todos los ratones, sólo los derrotados, que no son todos, dejaron de buscar queso por toda la casa).  

En ese ejemplo podemos ver que muchas veces es gramaticalmente correcto ponerlo de las dos maneras, con o sin comas. Pero en ambos casos estamos explicando o diciéndole a nuestros lectores cosas diferentes, así que tenemos que tener claro que es lo que vamos a transmitir para no caer en errores.

Volviendo a los incisos: estos también pueden ser expresiones accesorias que no tienen ninguna vinculación o propósito explicativo en la oración en la que se insertan. Muchas veces se usan en la poesía, si es que no les suenan de ninguna parte.

Ejemplos:
Llegó a casa, dime tú su no es para matarlo, con todos sus amigos y sin avisar.
Tus caderas, ¡que delicia!, son lo mejor que me ha pasado en la vida.

Y después a la RAE le dio flojera seguir clasificando (bueno, probablemente no) y dijo que era considerado inciso cualquier otra clase de comentario, explicación o precisión a algo dicho

Ejemplos:
Toda la familia, incluida mi cuñada, estaba de acuerdo con lo propuesto.
Un buen hombre, según decía un célebre escritor, era fiel a sus principios.

Ya voy a acabar... casi (y esa sólo me la creo yo). Ahora, se escribe coma antes de una palabra que se acaba de mencionar cuando se repite para introducir una explicación sobre ella. Por ejemplo...

Se compró la mejor moto que había en el mercado, moto que, a los pocos meses, acabó olvidada y polvorienta en el garaje.
Compramos manzanas en el supermercado, manzanas que estaban carísimas.
El carro verde se descompuso, carro que compramos al año pasado.

La palabra etcétera se rodea por comas para separarla del resto de la oración. Ya les había puesto un ejemplo parecido al hablar de enumeraciones pero ahora vemos el caso de qué es lo que ocurre si, después de un etcétera, la oración continúa. 

Así es:
Los cítricos como el limón, la naranja, la toronja, la mandarina, etcétera, son muy buenos para prevenir los resfriados.
Así NO:
Los cítricos como el limón, la naranja, la toronja, la mandarina, etcétera son muy buenos para prevenir los resfriados.

También se escriben comas antes de cada una de las oraciones o elementos coordinados en oraciones del tipo: bien..., bien...; ora..., ora...; ya..., ya... He elegido dejar este uso casi al final porque no es muy común y yo, por ejemplo, sólo lo uso al hablar o escribir de manera muy formal. No es muy común en el habla coloquial.

Ejemplos:
Organizaremos la reunión el jueves, bien en tu casa, bien en la mía.
Todos querían a Sara como presidenta de la colonia, ya porque les había prometido beneficios, ya porque de verdad creían en ella.

Ahora, otra cosa importante pero a la que casi no pone atención. ¡FECHAS! Sí, al escribir una fecha completa, con el lugar incluido, el lugar se separa de la fecha. También se separa el día de la semana y el mes con comas. 

Ejemplos:
Distrito Federal, 28 de marzo de 2016.
Houston, Texas, a 13 de febrero de 1994.
Martes, 3 de enero de 1870.

En las direcciones, en España, dato curioso, se pone coma entre en nombre de la calle y el número. Yo personalmente siempre he escrito así: Rosas 24. Pero eso, según la RAE, se escribe así en España (que los españoles confirmen): Rosas, 24. Ahí sí, que cada quien decida cómo poner las cosas, de todos modos las entendemos todas, ¿no? 

Ahora, para seguir y ya casi acabar, usamos las comas para distinguir entre todos los sentidos de una oración. Ya lo he explicado antes con algunos ejemplos, pero aquí me dedicaré un poco más a eso. Pongamos algunos ejemplos:

Me he vestido como me indicaron (me vestí de la manera en que me indicaron).
Me he vestido, como me indicaron (me indicaron que me vistiera, pero no cómo).
Mientras, hizo lo que debía y no hubo problemas (mientras algo más ocurría, él hizo lo que debía).
Mientras hizo lo que debía, no hubo problemas (no hubo problemas siempre que él hizo lo que debía).
Vamos a comer niños (pues van a comer niños, deben estar muy ricos).
Vamos a comer, niños (los niños van a comer y no a ser comidos). 

Bueno, hay más usos de la coma y los pueden consultar en la RAE. La mayoría son más técnicos y subcasos de los que expliqué en esta serie de tres entradas. De todos modos, si tienen dudas, sean muy amables de dejarlas aquí abajo y yo contesto lo que sepa y si no lo sé, pues lo busco. Ojalá que estas tres entradas les hayan servido de mucho y les hayan gustado y las apliquen. Compártanlas si es que conocen a alguien que las necesite. Además, si quieren que haga algo sobre algún otro signo de puntuación (que sepa usar, claro), pueden pedirlo, ya saben. 

¡Diviértanse con las comas! Recuerden que son amigas, no comida. 

domingo, 27 de marzo de 2016

Las comas son amigas, no comida (II)

Antes de seguir con las comas, les voy a contar un secreto. La RAE es descriptiva, no prescriptiva. O sea que recoge la manera en que hablamos o que cree que hablamos (amigovio era para la generación anterior, chicos, llegaron tarde) y no nos está obligando a nada. Sin embargo, por muy descriptiva que sea y no te esté poniendo una pistola en la cabeza para que pongas las comas, por favor quiero hacer una petición: PONLAS BIEN. Esto es sólo para tener una buena convivencia y que nadie malinterprete lo que estás diciendo, las comas pueden hacer una gran diferencia cuando quieres decir algo. Ahora si, vamos a seguir con las comas. 


  

¿En donde me quedé? Se escribe coma antes de pero, mas, aunque, sino (que) en oraciones coordinadas adversativas. En cristiano eso quiere decir que dos oraciones son contrarias o presentan puntos contrarios. ¿Cuándo se pone la coma? Siempre, por supuesto. (Y por favor, por favor, nunca pongan "pero aunque" o "mas aunque" porque suenan a pleonasmo).

Así se hace:
Trabajamos el sábado, aunque era feriado.
Haz lo que quieras, pero ten cuidado.
No fuimos al restaurante italiano, sino que cenamos en casa.
Queríamos llegar temprano, mas no pudimos porque Juan llegó tarde,
Así NO se hace:
Trabajamos el sábado aunque era feriado.
Haz lo que quieras pero ten cuidado.
No fuimos al restaurante italiano sino, al francés.
Queríamos llegar temprano mas, no pudimos porque Juan llegó tarde.

Siguiendo el mismo tipo de oraciones, para no perder el hilo, la coma se pone cuando tenemos oraciones consecutivas introducidas por así que, conque, de manera que... y ectétera. En cristiano la cosa quiere decir que son oraciones que siguen a otra. En general sirven para exponer argumentos.

Así que hace:
Prometiste ir conmigo, así que ahora no salgas con excusas.
Julia estudió mucho para su examen, de manera que obtuvo una buena calificación.
Así NO:
Prometiste ir conmigo así que ahora no salgas con excusas.
Julia estudió mucho para su examen de manera que obtuvo una buena calificación. 

Ahora voy con un tema más complicado, así que me voy a tomar mi tiempo en explicarlo. Incluso la RAE gasta más de dos líneas en explicar esto. Se pone come ante oraciones causales o lógicas, también llamadas "de enunciación". Creo que todos sabemos que las oraciones causales exponen la causa de algo. Si ha llovido, el suelo se moja, y el suelo está mojado porque ha llovido (o hubo un tsunami, qué sé yo). Entonces, el ejemplo es el siguiente: Ha llovido, porque el suelo está mojado

Sin embargo, las causas reales o puras no van con coma... El ejemplo es El suelo está mojado porque ha llovido Se preguntarán cuáles carajos son las causas reales o puras, pero no se preocupen: a veces yo también me pregunto donde va cada ejemplo. La RAE intenta explicar la diferencia, pero como es su costumbre no la explica en un idioma que una persona no experta en gramática pueda entender. De todos modos pego la explicación para hacer sobre esa mi explicación for dummies.

La diferencia entre un tipo de causales y otro es que las causales propiamente dichas expresan la causa real del hecho enunciado en la principal (El suelo está mojado porque ha llovido: la lluvia es la causa real de que el suelo esté mojado), mientras que las lógicas o explicativas no introducen la causa real de lo expresado en la oración principal, sino el hecho que permite al que habla afirmar o enunciar la oración principal (Ha llovido, porque está el suelo mojado: lo que me lleva a afirmar que ha llovido es que el suelo está mojado).

A ver, ahora, en un intento de traducción a cristiano, la cosa va así: La causa real es... la causa real. En serio, no se me ocurre una manera de explicarlo. Yo lo hago de una manera muy intuitiva. La causa real es la obviedad, estás diciendo algo que es real aquí y en China, o sea, que se consideraría válido en las dos partes. La causa lógica o explicativa puede ser sólo válida para ti, estás exponiendo el hecho que te permite llegar a la conclusión de tu oración principal. ¿Ya? ¿No he perdido a nadie? Mi consejo con este tipo de comas es que lean en voz alta lo que escriben, lo piensen y lo pongan como mejor les suene, finalmente, no todos somos expertos en poner comas y a veces hasta a mí se me van. Ahora respiren hondo, juro que por este post no pondré más cosas en chino mandarín.



Siguiendo, se escribe coma para separar los dos términos de las construcciones no sólo..., sino (también). Creo que está sencilla la cosa, pero igual les pongo ejemplos del asunto.

Así es:
Lo que dijo me sorprendió no sólo a mí, sino a todos los que estábamos en ese momento en el lugar.
Así NO:
Lo que dijo me sorprendió no sólo a mí sino a todos los que estábamos en ese momento en el lugar. 

Cuando el orden de las oraciones se invierte... en cristiano, por ejemplo, cuando objetos directos o indirectos anticipan su aparición. También cuando fijamos un tiempo en una narración antes del verbo de la oración. Me deben están mirando como si hablara en chino, así que seré consiente y se los explicaré con ejemplos.

Pescado, no suelo comer mucho (el objeto directo va antes).
En aquellos últimos días de verano, el ambiente era mucho más melancólico (los días de verano es el cuándo en la oración). 

En las oraciones compuestas (léase que hay dos oraciones y una depende de la otra), cuando la subordinada está antes. Si la subordinada va después la coma no es necesaria. Ejemplos, ¿claro?

Si vas a salir, avísame. 

Aquí, "avísame" es la oración principal. Para identificarlas, puedes pensar en cuál tiene sentido sola y cuál no. "Si vas a salir" no tiene sentido si la ponemos sola porque sentimos que algo falta; está el si condicional.

Aunque no le creas nada, Ana tiene razón.

"Ana tiene razón" es la principal, puede estar sola y no nos va a sonar extraño. En cambio, "aunque no le creas nada" es subordinada porque tiene el aunque. No tiene sentido si está sola, debe de haber algo con lo que la podemos contrastar. Y así pueden analizar estos casos para saber donde necesitan coma y donde no la necesitan.

Pasando a un tema más sencillo, se escribe coma delante de los siguientes enlaces: esto es, es decir, a saber, pues bien, ahora bien, en primer lugar, por un/otro lado, por una/otra parte, en fin, por último, además, con todo, en tal caso, sin embargo, no obstante, por el contrario, en cambio y otros similares.

Ejemplos:
Pues bien, nos vamos mañana de vacaciones y no el domingo.
Quería ir con Angélica a la fiesta; sin embargo, Angélica no va a ir y no quiero estar sola.
Queríamos ir de viaje a Chiapas para ver la naturaleza pero, por otro lado, el clima es demasiado húmedo.
No puedo ir hasta la ciudad; además, no me apetece nada manejar.

También va coma cuando hay adverbios o locuciones adverbiales que modifican a toda la oración y no solo a uno de sus elementos, como efectivamente, generalmente, naturalmente, por regla general, etc. Léase, advervios que no modifican directamente al verbo sino que tienen efecto en toda la oración. 

Ejemplos:
No tengo automóvil; naturalmente, no puedo ir a la fiesta si no habrá transporte.
Generalmente, el primer día no hay clases: los estudiantes pueden conocer la universidad libremente.
Efectivamente, no llegaré hasta muy tarde.
Por regla general, todos nos vestimos de etiqueta en las fiestas.

Ahora, ya para acabar por esta vez, un uso sencillo; se pone coma después de las siguientes expresiones introductorias: en cuanto arespecto de, con respecto a, en relación con, con referencia a, a tenor de, etc. También se pone coma frente a expresiones tales como: en ese caso, a pesar de todo, para eso, etc. Si tienen duda sobre si poner o no una coma frente a una expresión de ese tipo sólo tienen que leer en voz alta lo que escribieron haciendo una pausa y sin hacerla. Ahora, unos cuantos ejemplos.

Ejemplos:
En cuanto a Armando, no quiero volver a verlo.
Con respecto a la junta, quedo todo arreglado.
En ese caso, nos quedamos en casa.
A pesar de todo, hemos decidido irnos de vacaciones.

Ya saben que las preguntas van aquí debajo y que todavía continuaré en otra entrada, pues los usos de las comas son muchísimos. De hecho, son el signo de puntuación más complicado a mi gusto. Bueno, preguntas sobre estos usos específicos (o los de la entrada pasada), aquí debajo, sobre otros, también, dudas que siempre los hayan torturado porque en ningún lado encuentran la respuesta, también. Intentaré responder todo lo que sepa con ejemplos, como siempre, y explicaciones. Si les gustó  la entrada, compártanla y si no, también (a sus enemigos).