Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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domingo, 16 de enero de 2022

Oscars Literarios (XI)

Llevamos once años de la tradición de llamar Oscars Literarios a mis mejores lecturas de cada año (total y completamente arbitrarias) y este es el primer año desde hace siete que se presentan sin Razzies que los acompañen. No hay peores lecturas. No es por qué de repente me haya entrado la tacha de que qué gacho es hacer peores lecturas (a veces uno lee cosas nefastas y quiere hablar de ellas, es normal) sino que no más tengo dos, una de las cuales es un manga que no terminé (leí sólo un tomo) y otra es un cuento de NK Jemisin que voy a recuperar en un ensayo a lo largo de estos primeros meses del año. No hay Razzies porque fue un año sin tantas decepciones. Curioso, pero me alegra mucho. En cambio, hay 18 mejores lecturas (de las cuales ya conocen algunas de narrativa gráfica) que acomodé en categorías total y completamente arbitrarias hechas por mí para todos ustedes (en parte porque es divertido, en parte porque así es más fácil ponerlas a todas al mismo nivel). Algunas son tradición, otras aparecen y desaparecen según las lecturas y según las tendencias de lectura que haya seguido en el año.

Sobra decir que las elecciones son siempre personales a mis gustos y nada objetivas (qué es la objetividad cuando hablamos de lo que nos gusta). Por supuesto, son cosas que recomiendo en general, pero si quieren recomendaciones más personalizadas y estas son demasiado generales pues siempre pueden checar mis reseñas. Aquí están las lecturas de todo un año, las que me hicieron gritar más, las que más disfruté, las que más pensé. Hay demasiadas cosas a considerar. Este año son dieciocho, mayoría asiática y mayoría de fantasía. Acá vamos.

Mejor trama

Se lo lleva Tian Guan Ci Fu de Mo Xiang Tong Xiu. Lo leí en traducción fan aunque este año salió la traducción oficial en inglés (lo eí en inglés y la traducción fan era bastante buena, en español se nota que es amateur y no se le puede pedir lo mismo que a una profesional, pero allí está). Es una historia de fantasía xianxia, muy larga que es también danmei (un romance BL) entre los protagonistas: Xie Lian y Hua Cheng. A lo largo de muchísimas páginas podemos aventurarnos en la vida de Xie Lian y sus aventuras. Mis razones para nombrarlo en mejor trama son justamente que gran parte de la historia está estructurada como una novela de aventuras y eso me gustó mucho.

Mejor escritora 

Va para Xia Jia, que este año me dejó sin palabras con tres cuentos publicados en Planetas Invisibles, antología compilada por Ken Liu. Cuando leí sus cuentos (Cientos de fantasmas desfilan esta noche, El verano de Tongtong y El paseo nocturno del dragón equino) me quedé maravillada con su manera de expresarse y de escribir y de aproximarse a la ciencia ficción. Me pareció tan sensible y tan humana y sobre todo tenía miradas muy interesantes hacía la vejez (no solo desde el cuento de El verano de Tongtong, sino también con el dragón equino) y planteos muy interesantes sobre la vida. Ay, no sé, me encantó. La disfruté muchísimo. Me la pasé gritando de amor sobre Xia Jia todo el tiempo que estuve leyendo la antología.

Mejor protagonista femenina

Es para Igraine de Noche en Tintagel de Verónica Pazos. Lo que más disfruté del libro fue ver a una Igraine tan lista, tan inteligente, tan enamorada, tan fuerte y tan vulnerable. Lo artúrico me obsesiona de muchas maneras, pero Verónica Pazos me dio todo lo que no sabía que quería o necesitaba. Puso todos los matices sobre la mesa y puso a Igraine al centro. Tanto sus sospechas cuando Uther posee el rostro de Gorlois como su travesía por el otro lado me resultan arcos muy interesantes y sé que el libro no sería lo mismo sin esta versión de ella.

Mejor protagonista masculino

Harún de Harún y el Mar de las Historias de Salman Rushdie. Se lo doy porque Harún me dio tremenda ternura mientras leía el libro. Sus aventuras, sus pensamientos, su esperanza, todo. Elegí hablar de las historias de Salman Rushdie el día del libro en 2021 y fue una elección muy acertada. Ahora quiero resaltar especialmente a Harún que mueve a gran parte de las historias de este libro y se aboca a salvarlas. Es maravilloso.

Mejor manga

A nadie le extraña, porque ahí está el top de narrativa gráfica. Se trata de Tokyo Revengers de Ken Wakui, una de las mejores historias que he leído en años. Hanagaki Takemichi ve en TV que ha muerto su antigua novia de secundaria junto a su hermano, víctimas de una organización criminal que solía ser una pandilla de secundaria. El prota es un loser de la vida y más tarde ese día cae a las vías del tren, pero en vez de morir, vuelve años en el pasado, a la secundaria. Allí acaba por descubrir que tiene el poder de cambiar el pasado, que los altos mandos de la Tokyo Manji Gang no son lo que pensaba y va en una carrera contra el tiempo para descubrir qué fue lo que llevó a la Toman por el camino malo. Me fascina cómo esta historia cuenta algo super violento lleno de sensibilidad, porque hay cierta narrativa latinoamericana que me dejó harta de la violencia por el shock y pues este manga tiene una aproximación mucho más sensible hacia personajes que viven en contextos marginales.

Mejor cómic


A punto estuvo e no haber porque prácticamente no leí cómic occidental y tradicional este año, pero me topé con Through the woods de Emily Carroll que me fascinó. Es una pequeña antología con varios relatos spookys que me fascinaron mucho. El estilo de ilustración me gustó bastante y me metió mucho en la historia. Ya les platiqué un poquito en el top, pero las dos primeras historias fueron mis favoritas y adoré la conjunción entre imagen y texto que hizo Emily Carroll para contar cuentos de miedo. Muy recomendados si el mood spooky es lo suyo.

Mejor webcómic

De este también ya podían intuirlo por el top anterior, pero es Countdown to Countdown de Xiao Tong, una historia de fantasía/ciencia ficción (como híbrido me parece muy interesante de analizar) con un arte precioso que amo y adoro con todo mi corazón. Llegué a leerlo sin expectativa alguna, salvo que a mi esposa le gustaba y confío en su gusto y me encontré una cosa preciosa y desgarradora. Quiero mucho a Iris Black y deseo abrazarlo. Me gusta mucho como protagonista, además de todo.

Mejor manhua/manhwa

Tian Guan Ci Fu, adaptación de Mo Xiang Tong Xiu, con arte de Starember. A ver, es por el arte. Lo sé yo, lo sabe mi vecino y lo sabemos todo. El modo en en que está la historia le da una cadencia interesante a la historia que en texto es tan diferente (y ademas pues, al ser un medio diferente, le aporta otras cosas distintas). Disfruté muchísimo leerlo y me acompañó en momentos donde su arte fue como un abrazo para mí (así que sí, obviamente eso también influye). No sé si se los recomiendo sin conocer antes la historia de la novela, pero puede ser un buen acompañante o primera aproximación a esta obra.

Mejor personaje secundario masculino

Callum de The Atlas Six de Olivie Blake. Híjoles, estuve entre él y Tristan, del mismo libro. Pero Tristan es más protagónico y Callum, por la necesidades de la trama de su libro, se desdibuja un poco más al fondo, alzándose como un ente misterioso que no acabas de entender ni siquiera cuando se explica a sí mismo. Creo que mueve muchas cosas en el libro y en la trama sin que uno se dé cuenta y es justamente la personificación de la frase knowledge is carnage que acompaña al libro (todos lo son un poco, pero Callum especialmente). Muero por leer la versión de Tor de este libro y ver a Callum en sus facetas más vulnerables en la ficción de Olivie, porque aquí se atisba muy claro y necesito más de esa complejidad de personajes.

Mejor personaje secundario femenino

Bueno, pues es Mami de Ao No Flag de Kaito. Creo que todos los personajes secundarios están muy bien formados, con sus complejidades y sus problemas (me caigan peor o mejor), pero las reflexiones de Mami son tan honestas que se llevan el premio. Sus reflexiones ahogan la página cuando las hace, sus sentimientos están siempre allí y es un personaje terriblemente complejo y muy adolescente. No es una adolescente que caiga bien, necesariamente (y sospecho que hay hombres que tienden a odiarla), pero me gusta que sea un personaje que se da oportunidades de cambiar, adaptarse y que es sincera ante todo.

Mejor libro infantil o juvenil

Aquí elegimos el libro desgarrador del año (y fui a ver el rango de edad que dicen que tiene para asegurarme): La canción de Aquiles de Madeline Miller. Leerlo fue algo maravilloso en todo sentido. Me encantó como Miller tomó el subtexto sobre el que hemos especulado por años (qué tipo de relación tendrían Aquiles y Patroclo más allá de lo que se alcaza a ver en La Iliada) y lo llevó al texto, lo volvió explícito y luego escribió un libro para recrearse con nuestras lágrimas (seguro las disfruta). Escribí una reseña bastante detallada del libro porque me dejó en un estado charco de lágrimas pero a la vez maravillada de lo buen libro que es.

Mejor libro de no ficción

Qué es uno de mis tops de mejores lecturas sin esta escritora en particular. Ahora casi siempre aparece, desde que decidí ir leyendo toda su obra poco a poco. Para esta categoría elegí El idioma de la noche de Ursula K. LeGuin, un libro de ensayos sobre ciencia ficción y fantasía que me gustó mucho. Me encantaría discutirlo en una reseña en el futuro cercano (si vieran mi lista de atraso con las reseñas quedarían anonadados). Ursula me parece una mujer brillante para plantear muchas cuestiones respecto a la literatura imginativa y a su escritura, qué significa escribir fantasía y ciencia ficción y ser mujer en esos géneros. Estuvo muy padre leerlo.

Mejor antología de cuentos

 

Creo que aquí no tuve duda alguna y fue de los primeros que elegí para este top: El ángel de Nicolás de Verónica Murguía. Me fascina la pluma de Verónica Murguía y este libro fue un poco diferente a lo que estoy acostumbrada a leer de ella, pero de todos me gustó muchísimo. En los cuentos de este libro Verónica recupera historias relacionadas a mitos bíblicos o a la religión y nos ofrece nuevas perspectivas respecto a ellas. Quisiera tener su cerebro, la verdad, cuando sea grande quiero ser como Verónica Murguía. Los cuentos están espectaculares y mi favorito es en el que la protagonista y narradora es la mujer de Lot (verdaderamente nunca superé Sodoma y Gomorra).

Mejor libro de fantasía

Este año releí La historia interminable de Michael Ende y creo que es una gran historia. Volver a meterme entre sus páginas, con Bastian Baltasar Bux y Atreyu, me recordó mucho a mi infancia y también me hizo ver muchas más cosas sobre cómo nos aproximamos a la fantasía, por qué nos puede ayudar a pensar en otras posibilidades para el mundo, cómo nos podemos perder en ella y por qué es tan difícil y necesario el camino de vuelta hacia la realidad. Descubrí muchísimas cosas releyendo y se consolidó de nuevo como uno de mis libros favoritos (y, claro que sí, en estos tops abrazamos las relecturas con mucho amor). Michael Ende de verdad creó una obra de arte cuando escribió este libro y le estaré por siempre agradecida por ello.

Mejor libro de ciencia ficción

Esta categoría también alberga una relectura de uno de mis libros favoritos. Se trata de Frecuencia Júpiter de Martha Riva Palacio Obón. No lo recordaba tan claramente, así que releerlo me recordó por qué lo había usado para un ensayo, por qué recordaba con tanto cariño lector los simulacros del fin del mundo y la historia de Emilia, la protagonista. Reencontrarse con lecturas siempre es agradable porque les veo nuevas cosas (casi siempre), reafirmo muchas de mis opiniones y creo otras nuevas. Como lectores siempre estamos cambiando y para mí, Frecuencia Júpiter siempre será parte de mis inflexiones lectoras.

Mejor fanfic terminado

Vengo a estrenar esta categoría porque creo que llevo unos dos años con la tacha fanfickera explotando y defendiendo que es una forma de hacer literatura también. Así que decidí hacer el asunto aún más visible y considerarlos dentro de los Oscars Literarios (definitivamente es una categoría que llega para quedarse). Se trata de From The Sidelines de suffocatingspring, el fanfic definitivo del cliché del jock y el nerd. Se trata de un fanfic de My Hero Academia (de Bakugo y Deku, porque una tiene gustos) donde se ven obligados a hacer un proyecto juntos, se cuestiona la amistad, qué es ser un buen amigo, qué significa el amor, cómo lo vivimos, cómo lo sufrimos y cómo nuestros contextos nos afectan de maneras en las que ni siquiera nos damos cuenta. ¿Si nos dicen que somos incapaces de amar, cuánto tiempo pasará hasta que nos lo creamos? Una obra de arte este fanfic.

Mejor libro de romance

Es hora de reivindicar que yo amo leer romance, pero odio todo lo mainstream que se publica en el género y básicamente casi cualquier clase de romance heterosexual (salvo excepciones). Pasé mucho tiempo renegando del género y es porque, newsflash: había estado leyendo cosas que yo considero absoluta basura. Pero este año leí Golden Stage de Cang Wu Bin Bai, una novela histórica danmei de romance y me maravillé. El emperador decide que va a pasar a un marques con un general (por motivos políticos) sin saber que ya se conocen y que enamorarse no les cuesta absolutamente nada de trabajo. Me encantó la historia, la disfuté mucho y yo por siempre enamorada del romance entre Fu Shen y Yan Xiaohan.

Mejor cuento

A pesar de que hubo muchísimos que me gustaron y casi hice trampa y pongo dos, al final me decidí por La tumba de las luciérnagas de Cheng Jingbo. Estpa publicado en la antología Planetas invisibles compilada por Ken Liu y es de mis cosas favoritas de la vida. Creo que es una hibridación perfecta entre la estética de la fantasía y la ciencia ficción. Es como un cuento de hadas en el espacio y uff, eso me encanta. Lo disfruté muchísimo. Además quien tradujo lo hizo con mucho amor y me gustó mucho sentir que se había preservado la poética incluso en español (el trabajo de traducción es complicado y lo admiro mucho). También planeo que esta nueva categoría se quede por aquí muchos años más, que reconozcamos más al cuento como formato legítimo (porque, insisto, creo que las lecturas son mucho más que el libro-objeto).

Mejor libro

Aquí elegí una lectura que hice en tiempo record (no tenía por qué hacerla completa, pero varios extractos eran la tarea de un taller que tomé y el libro no era muy largo, así que lo leí en menos de una semanita) y que me gustó mucho. Se trata de La hija del rey del País de los Elfos de Lord Dunsany y en mis reseñas hice todo un análisis de la lectura y lo que me había maravillado de esta. Centré el análisis en las mujeres que aparecen en la historia y en la búsqueda del País de los Elfos porque creo que son temas que me llaman mucho, pero podría estar todo el día hablando de lo perfecto que me pareció este libro.

Y así terminados, otro año de lecturas condensado en unas cuantas. No sé qué me depare el 2022 pero sí he reflexionado sobre qué lectora soy y qué lectora aspiro a ser. Quiero seguir siendo crítica, analítica, compartir lo que disfruto de la lectura, abrirme a otros géneros y formatos, disfrutar del acto de leer, hacerlo por placer, compartirlo. Esta es una pequeña parte. ¿Cuáles fueron sus mejores lecturas de 2022? ¿Qué me recomiendan? ¿De aquí se llevan alguna recomendación?

viernes, 23 de abril de 2021

Los hermanos Khalifa, historias y cuentos de hadas

Hoy es el día del libro. Por eso quiero hablar un poco de las historias que es, para mí, lo más valioso de los libros. Crear historias ha sido una constante en mi vida desde que recuerdo. Sé exactamente cómo empezó: un cuaderno de doble raya y media hora designada en la primaria para escribir algo: un diario, una carta, un cuento, lo que nosotros quisiéramos. La maestra no lo leía y nosotros sólo escribíamos. Estaba bien. Era una actividad agradable (quizá la única que recuerdo de primero de primaria) y que la maestra no revisara nada (más que arrastraramos el lápiz cada tanto, aunque fuera para escribir una palabra) la hacía más atractiva (porque esa maestra me caía mal y el asunto era mutuo, no era una niña fácil). 

Encabezado

Allí escribí sobre un rey y una reina que tienen una hija a la que las hadas (escrito entonces como adas) le concedían dones, pero había un hada malvada y condenaba a la princesa a picarse y... ¿Les suena? Escribí una adaptación de la Bella Durmiente que fue despertada de su maldición por un príncipe y se casó y tuvo una hija que fue la reencarnación de Blancanieves y luego su hija fue la reencarnación de Elisa, la de Los cisnes salvajes y luego la hija fue la reencarnación de Odette, la princesa Cisne y... así. Mi referencia eran adaptaciones mismas de los cuentos que había en mi casa, las películas de Disney y las historias de mi mamá. A veces bromeo diciendo que yo nací escribiendo fanfics y moriré escribiendo fanfics (porque el retelling es parte del fenómeno transformativo), pero no tan seguido remarco que los cuentos de hadas marcaron mi destino escritor en ese momento. No hubiera empezado a escribir de no haber sido por haber escuchado y experimentado otras historias. 

Hoy quiero hablar un poco de eso, de dos libros que ponen las historias y el poder de contarlas e imaginarlas al frente por sobre todas las cosas. Estoy hablando, por supuesto, de los dos libros que tienen como protagonistas a los hermanos Khalifa de Salman Rushdie, un escritor indio. Los leí casi al mismo tiempo (en un club de lectura salió elegido Luka y el Fuego de la Vida y aproveché para leer también Harún y el Mar de las Historias, que es de anterior publicación) y desde entonces he estado pensando bastante en ellos. Así que, sin más, antes de hacer esta entrada demasiado larga, vamos a hablar un poco de ambos libros.

Harún y el Mar de las Historias

Harún y el mar de las historias

Sinopsis:  Rashid Khalifa es el mejor cuentacuentos del mundo. Sus mágicas historias llevan la alegría al triste país de Alifbay. Pero un día sucede algo terrible y se le agotan las historias. De la noche a la mañana, el Océano de la Fantasía se ha convertido en el Sha de Blablable. Su hijo Harún decide ayudarlo a recuperar su don. A lomos de la Abubilla, viaja al Gran Mar de las Historias, un lugar maravilloso donde se originan los cuentos. De esta manera da comienzo una aventura fabulosa por los reinos de la fantasía.
Escrita como regalo para su primer hijo, Harún y el Mar de las Historias es una fábula llena de magia acerca del poder de la imaginación, y confirma a Salman Rushdie como uno de los mejores escritores de fábulas contemporáneos.

Está es una historia del escritor a su primer hijo. Como bien dice la sinopsis, Rashid Khalifa es un cuentacuentos y no sólo eso: es el mejor cuentacuentos del mundo. Sus historias llevan alegría allá a donde va. Hasta que sucede algo terrible y se le acaban todas las historias, no puede contar ni una más. Harún es quien decide ayudarlo a recuperar su don, sea como sea, y a lomos de la Abudilla, se marcha hacia el Gran Mar de las Historias, dispuesto a que el grifo de donde provienen la historias de Rashid vuelva a funcionar. 

Fantasía; Ilustración de Cathleen McAllister
Ilustración de Cathleen McAllister

Desde el principio del libro estamos obligados, de nueva cuenta, a encontrarnos con esa pregunta que escupen aquellos que desprecian la ficción y, por encima de todo, la imaginación: ¿para qué sirven las historias?

—Ese marido suyo, excúseme si soy indiscreto —decía con su voz de silbato—, tiene la cabeza llena de pájaros y vive en las nubes. ¿A qué viene tanto cuento? la vida no es un libro de cuentos ni una fábrica de chistes. ¿Qué utilidad tienen unas historias que ni siquiera son de verdad?

Es cierto, quizá: hay muchas personas que desprecian la imaginación y repiten lo mismo que el señor Sengupta le decía a Soraya, la madre la Harún. "Las historias no sirven de nada". Pero las historias son poderosas, el poder de la imaginación es quizá uno de los únicos superpoderes que poseemos (si queremos verlo en esa idea de "superpoderes", por ejemplo).

Las historias pueden ofrecernos otras visiones de la realidad: desde el realismo, la autoficción, menos golpeados por este desprecio, o desde la fantasía, la ciencia ficción o el terror que... bueno, todos sabemos los argumentos específicos contra cada género o al menos lo hemos oído: desde " solo son cosas para niños" —como si las cosas para niños fueran "malas" o "menores"—, que las cosas que no existen no sirven para nada —ah, la obligación que todo sirva para algo; ¿capitalismo, eres tú?—, que esa ficción no es política —y aquí permítanme que me ría—, el argumento de los cuentos Montessori del tipo que hay que contar historias de "niños como tú"/realistas porque las cosas de fantasía "confundían niños"... —yo desprecio cosas por motivos absolutamente random y a María Montessori muchísimo por eso; sí es un trabajo enseñar a distinguir realidad/fantasía, pero no podemos negar que la literatura imaginativa pone a trabajar la imaginación y no querer poner a trabajar la imaginación se me hace una de las cosas más tristes del mundo—, que nuestros sueños no son reales, que no se pueden narrar cosas serias desde la imaginación y podemos seguir de aquí a mañana.

—Imagina el Océano como una gran mata de pelo —explicó la Abudilla—. Piensa que tiene tantas Corrientes de Historias como una espesa cabellera tiene hebras largas y suaves. Cuanto más larga y abundante la cabellera, más se enredan. Podríamos decir que los Jardineros Flotantes son como los peluqueros del Mar de las Historias. Cepillan, peinan, lavan y suavizan. Ahora ya sabes.

Así es como Harún se embarca en un viaje peligroso rumbo a un mundo hecho de historias. Un detalle que quiero remarcar mucho en mi lectura del libro es que me parece precioso que las historias vengan del mar: fluyen, cambian, siempre están vivas. Las historias no están muertas, no son inmunes al cambio y este siempre puede venir de muchos lados. Se pueden transformar historias, la oralidad siempre ha dado pie a esto: los cuentos populares no tienen autor, sólo fueron recopilados por múltiples personas (y aquí quizá les suene Perrault o Grimm, pero ni fueron los únicos recopiladores, ni sus versiones son las definitivas y por supuesto tampoco las únicas), el trabajo transformativo está vivo (desde el cuentacuentos que le pone su marca al cuento que está narrando ante un público y lo hace diferente de cualquier otra versión, hasta la persona que escribe y publica fanfiction o quien reinterpreta historias antiguas y las narra desde otras voces y otros ángulos).

Fantasía; Ilustración de Cathleen McAllister
Ilustración de Cathleen McAllister

Las historias van fluyendo y van cambiando. Hay historias cuyo camino es más largo y otras que se quedan estancadas por multitudes de razones (quizá no son buenas, quizá no aparecieron en el momento justo, quizá fueron consideradas aburridas), hay historias que también acaban destripadas en pos de agendas de gente muy poderosa (cuántas veces los cuentos no han sido usados en la propaganda, cuántas veces no hemos visto cómo el desprecio a las princesas de los cuentos de hadas en vez de abocar por historias variadas de mujeres de todo tipo y en todo tipo de mundos se convierte en simple desprecio por lo que percibimos que es la "feminidad"). Hay historias que se censuran (y se corta el agua del grifo): cuántas veces no hemos visto historias cuyo contenido LGBTQ desapareció en busca de no ofender a nadie, cuántas veces hemos visto a la fantasía ser calificada de satánica, por ejemplo. 

—Hay romances populares que se han convertido en largas listas de la compra. Lo mismo que los cuentos infantiles.

El estilo de Rushdie al hablar de las historias y como para contarlas también debemos conocerlas (la verdad es que yo lo único que defiendo sobre ser escritor es que no se puede ser uno si no se lee) es precioso. A través de Harún y de su viaje se puede atisbar el amor que el autor le tiene a las historias, a los cuentos, a la imaginación. Recuerdo haber pensando que el libro tenía un aire a Alicia en el País de las Maravillas (en el sentido que el viaje es raro y estrambótico), pero ganaba allí donde para Alicia era sólo un sueño, porque a historia de Harún es real allí, en su mundo, realmente está ocurriendo. Les recomiendo muchísimo este libro. Definitivamente fue uno de los mejores que he leído últimamente. Un cuento de hadas que nos recuerda que los cuentos y las historias son poderosas porque también nos podemos reflejar en ellas, podemos imaginar con ellas, podemos crear otros mundos y buscar replicar sus detalles aquí. 

Fantasía; Ilustración de Cathleen McAllister
Ilustración de Cathleen McAllister

(Como escritora, y este es más un dato curioso, una de las grandes contradicciones de mi vida es querer tanto al marxismo, que es materialista, y a la fantasía, ¿pero quién dijo que no se podían imaginar sociedades comunistas en ella?).

Les recomiendo mucho el libro, además que yo aprecié todo el trabajo que hace incorporando elementos de las historias de origen árabe o hindú en la historia, desde el lenguaje. Y como hablar del siguiente para mí no tenía demasiado sentido el hacerlo aparte, quiero hablar de él también aquí. Así que, antes de mis conclusiones, vamos a hablar un poquito de Luka y el Fuego de la Vida.

Luka y el Fuego de la Vida

Luka y el fuego de la vida

Sinopsis: Veinte años después de Harún y el Mar de las Historias, Salman Rushdie nos deleita con una secuela, Luka y el Fuego de la Vida, una historia de aventuras para lectores de todas las edades, escrita para su hijo Milan.
Una hermosa noche estrellada en la ciudad de Kahani, en el país de Alifbay, sucede algo terrible: el gran cuentacuentos Rashid Khalifa cae en un sueño tan, tan profundo que nada ni nadie logra despertarlo. Para salvarlo del sueño eterno, su hijo Luka debe embarcarse en un intrépido viaje por el Mundo Mágico y hacer frente a temibles obstáculos para robar lo único que puede ayudar a su padre: el Fuego de la Vida. Con la ayuda de un perro llamado Oso, un oso llamado Perro, una princesa pelirroja malcriada y su famosa alfombra voladora, Luka tiene que vencer obstáculos imposibles, derrotar a los terribles guardianes del Fuego y burlar al peligroso Napapadie.
Rebosante de fantasía, Luka y el Fuego de la Vida fue un regalo que el gran escritor le hizo a su segundo hijo en su decimosegundo cumpleaños. Su lirismo deleitará al lector de todas las edades.

Este es otro libro que Rushdie escribió para uno de sus hijos (el hecho de escribir historias para aquellos a quienes quieres me parece algo precioso, sólo lo dejaré caer así). Han pasado veinte años desde lo acontecido en Harún y el Mar de las Historias y a pesar de que este libro es una especie de secuela, puede leerse sin tener en cuenta ese detalle. Rashid Khalifa está otra vez en aprietos y ahora le corresponde a Luka, su segundo hijo, ayudarlo. Vemos otro viaje hasta el Mundo Mágico donde se encuentra el Mar de las Historias porque Luka va decidido a conseguir el Fuego de la Vida para savar a su padre. La historia se lee perfectamente como una historia independiente, sin necesidad de saber nada sobre el otro libro y la otra aventura. Yo quiero hablar de él en conjunto tan sólo por un detalle: yo los leí juntos así que es lógico que me importe un poco vincular mi lectura, pero pueden leerlos en cualquier orden y como dios les mande o sólo leer uno. 

A mí me interesa cierto contraste porque es muy cierto que Luka no es Harún y su Mundo Mágico es tan real como el de su hermano, pero muy diferente a la vez. El libro lo deja claro unas pocas veces, enfocándose mucho en no tanto marcar esas diferencias, sino ir desarrollando la historia de Luka a su manera. Por ejemplo, para Luka los videojuegos son muy importantes y encuentra también en ellos muchos modos de contar historias, así que mientras va en busca del Fuego de la Vida, ese Mundo Mágico recuerda mucho a un videojuego (yo juego muy poco, casi nada, me gusta ver a otros jugar a veces —así fue como me aprendí Majora's Mask, de Zelda—, pero sí que se parecía un poco a un rpg en plan aventura). Los juegos que hace Rushdie con el lenguaje para recrear la idea de estar dentro de un videojuegos me gustan mucho (hay una parte que es especialmente explícita en este sentido, cuando los personajes se meten a un remolino y las palabras dan vueltas y vueltas) y creo que ejemplifican perfecto muchas de las cosas que se pueden hacer con el lenguaje. 

Fantasía; Ilustración por Ivan Laliashvili
Ilustración por Ivan Laliashvili

Una cosa que me gusta mucho de este libro es que hay una parte, ya pasando la mitad, que habla mucho de la relación de las personas (de manera íntima e individual) con las historias. No hay dos lecturas iguales de una misma historia porque yo que pasa entre uno y el libro es sólo tuyo. Puedes darle una idea idéntica a dos escritores y ninguno la abordará de la misma manera (una vez lo hicimos en un foro de fanfiction: haz un remix de una historia de otro). Lo que pasa entre quien está escribiendo y la hoja en blanco es personal. No hay dos mundos mágicos iguales porque no hay dos escritores iguales.

Este es el Mundo de mi padre. No me cabe duda que hay otros Mundos Mágicos soñados por otras personas, Paísesde las Maravillas y Narnias y Tierras Medias y a saber cuántos más... y no lo sé, tal vez existe Mundos que se han soñado a sí mismos, supongo que es posible, y no lo discutiré si decís que lo es... pero este, dioses y diosas, ogros y murciélagos, monstruos y seres viscosos, es el mundo de Rashid Khalifa, el renombrado Océano de las Ideas, el fabuloso Sha de Blablablá.

Y justo por eso quería recomendar estas dos lecturas hoy. Me mueven los libros que hablan de historias y de cómo es que pueden acabar estas historias. Luka quiere salvar a su padre, sí, pero también todas sus historias y su imaginación. No hay otro Mundo Mágico que sea el suyo y, quizá, sí, en algún momento haya que pasar la pluma a alguien más, pero a veces vale la pena buscar el Fuego de la Vida y escribir y crear un poco más. También les recomiendo mucho este libro.

Nuestro propio Mar de las Historias (conclusiones)

Quiero cerrar hablando de los dos libros, así que estaba bien dividir en otra sección. Disculpen si ya los hice leer hasta acá, pero a veces pienso mucho y debo de escribirlo (y escrito sólo queda una fracción de lo que pienso). En este día del libro quiero y deseo que sigamos poniendo nuestro enfoque en las historias

Al final cada quien puede seguirlo poniendo donde quiera, pero yo sí deseo un libro donde se venere un poco menos al libro como objeto y más por lo que nos está contando. Sí me preocupa el consumismo desmedido (¿importa más tener muchos libros, apartentar tener muchos libros o conocer las historias?), la falta de lectura crítica (una cosa le pido a la vida, que nunca nos falte el ojo crítico para las historias, vuelve muy hermosas a las que ya lo son y nos ayuda a encontrar detalles que antes habíamos pasado por alto) y que la propaganda se coma a las historias. Así pues, feliz día del libro. Piensen en las historias que los han movido más y que un libro no necesariamente es el objeto impreso, sino que puede ser muchas cosas. Las historias las podemos encontrar en muchas partes: un fanzine, un libro electrónico autopublicado, revistas, narradores orales, medios alternativos de la internet y muchas otras formas.

Además de recomendarles los libros de Salman Rushdie, también quiero decirles que imaginen, aunque no escriban. Las historias están ahí. Siempre están ahí. Yo las quiero mucho. Me han dado mucho.