Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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domingo, 16 de enero de 2022

Oscars Literarios (XI)

Llevamos once años de la tradición de llamar Oscars Literarios a mis mejores lecturas de cada año (total y completamente arbitrarias) y este es el primer año desde hace siete que se presentan sin Razzies que los acompañen. No hay peores lecturas. No es por qué de repente me haya entrado la tacha de que qué gacho es hacer peores lecturas (a veces uno lee cosas nefastas y quiere hablar de ellas, es normal) sino que no más tengo dos, una de las cuales es un manga que no terminé (leí sólo un tomo) y otra es un cuento de NK Jemisin que voy a recuperar en un ensayo a lo largo de estos primeros meses del año. No hay Razzies porque fue un año sin tantas decepciones. Curioso, pero me alegra mucho. En cambio, hay 18 mejores lecturas (de las cuales ya conocen algunas de narrativa gráfica) que acomodé en categorías total y completamente arbitrarias hechas por mí para todos ustedes (en parte porque es divertido, en parte porque así es más fácil ponerlas a todas al mismo nivel). Algunas son tradición, otras aparecen y desaparecen según las lecturas y según las tendencias de lectura que haya seguido en el año.

Sobra decir que las elecciones son siempre personales a mis gustos y nada objetivas (qué es la objetividad cuando hablamos de lo que nos gusta). Por supuesto, son cosas que recomiendo en general, pero si quieren recomendaciones más personalizadas y estas son demasiado generales pues siempre pueden checar mis reseñas. Aquí están las lecturas de todo un año, las que me hicieron gritar más, las que más disfruté, las que más pensé. Hay demasiadas cosas a considerar. Este año son dieciocho, mayoría asiática y mayoría de fantasía. Acá vamos.

Mejor trama

Se lo lleva Tian Guan Ci Fu de Mo Xiang Tong Xiu. Lo leí en traducción fan aunque este año salió la traducción oficial en inglés (lo eí en inglés y la traducción fan era bastante buena, en español se nota que es amateur y no se le puede pedir lo mismo que a una profesional, pero allí está). Es una historia de fantasía xianxia, muy larga que es también danmei (un romance BL) entre los protagonistas: Xie Lian y Hua Cheng. A lo largo de muchísimas páginas podemos aventurarnos en la vida de Xie Lian y sus aventuras. Mis razones para nombrarlo en mejor trama son justamente que gran parte de la historia está estructurada como una novela de aventuras y eso me gustó mucho.

Mejor escritora 

Va para Xia Jia, que este año me dejó sin palabras con tres cuentos publicados en Planetas Invisibles, antología compilada por Ken Liu. Cuando leí sus cuentos (Cientos de fantasmas desfilan esta noche, El verano de Tongtong y El paseo nocturno del dragón equino) me quedé maravillada con su manera de expresarse y de escribir y de aproximarse a la ciencia ficción. Me pareció tan sensible y tan humana y sobre todo tenía miradas muy interesantes hacía la vejez (no solo desde el cuento de El verano de Tongtong, sino también con el dragón equino) y planteos muy interesantes sobre la vida. Ay, no sé, me encantó. La disfruté muchísimo. Me la pasé gritando de amor sobre Xia Jia todo el tiempo que estuve leyendo la antología.

Mejor protagonista femenina

Es para Igraine de Noche en Tintagel de Verónica Pazos. Lo que más disfruté del libro fue ver a una Igraine tan lista, tan inteligente, tan enamorada, tan fuerte y tan vulnerable. Lo artúrico me obsesiona de muchas maneras, pero Verónica Pazos me dio todo lo que no sabía que quería o necesitaba. Puso todos los matices sobre la mesa y puso a Igraine al centro. Tanto sus sospechas cuando Uther posee el rostro de Gorlois como su travesía por el otro lado me resultan arcos muy interesantes y sé que el libro no sería lo mismo sin esta versión de ella.

Mejor protagonista masculino

Harún de Harún y el Mar de las Historias de Salman Rushdie. Se lo doy porque Harún me dio tremenda ternura mientras leía el libro. Sus aventuras, sus pensamientos, su esperanza, todo. Elegí hablar de las historias de Salman Rushdie el día del libro en 2021 y fue una elección muy acertada. Ahora quiero resaltar especialmente a Harún que mueve a gran parte de las historias de este libro y se aboca a salvarlas. Es maravilloso.

Mejor manga

A nadie le extraña, porque ahí está el top de narrativa gráfica. Se trata de Tokyo Revengers de Ken Wakui, una de las mejores historias que he leído en años. Hanagaki Takemichi ve en TV que ha muerto su antigua novia de secundaria junto a su hermano, víctimas de una organización criminal que solía ser una pandilla de secundaria. El prota es un loser de la vida y más tarde ese día cae a las vías del tren, pero en vez de morir, vuelve años en el pasado, a la secundaria. Allí acaba por descubrir que tiene el poder de cambiar el pasado, que los altos mandos de la Tokyo Manji Gang no son lo que pensaba y va en una carrera contra el tiempo para descubrir qué fue lo que llevó a la Toman por el camino malo. Me fascina cómo esta historia cuenta algo super violento lleno de sensibilidad, porque hay cierta narrativa latinoamericana que me dejó harta de la violencia por el shock y pues este manga tiene una aproximación mucho más sensible hacia personajes que viven en contextos marginales.

Mejor cómic


A punto estuvo e no haber porque prácticamente no leí cómic occidental y tradicional este año, pero me topé con Through the woods de Emily Carroll que me fascinó. Es una pequeña antología con varios relatos spookys que me fascinaron mucho. El estilo de ilustración me gustó bastante y me metió mucho en la historia. Ya les platiqué un poquito en el top, pero las dos primeras historias fueron mis favoritas y adoré la conjunción entre imagen y texto que hizo Emily Carroll para contar cuentos de miedo. Muy recomendados si el mood spooky es lo suyo.

Mejor webcómic

De este también ya podían intuirlo por el top anterior, pero es Countdown to Countdown de Xiao Tong, una historia de fantasía/ciencia ficción (como híbrido me parece muy interesante de analizar) con un arte precioso que amo y adoro con todo mi corazón. Llegué a leerlo sin expectativa alguna, salvo que a mi esposa le gustaba y confío en su gusto y me encontré una cosa preciosa y desgarradora. Quiero mucho a Iris Black y deseo abrazarlo. Me gusta mucho como protagonista, además de todo.

Mejor manhua/manhwa

Tian Guan Ci Fu, adaptación de Mo Xiang Tong Xiu, con arte de Starember. A ver, es por el arte. Lo sé yo, lo sabe mi vecino y lo sabemos todo. El modo en en que está la historia le da una cadencia interesante a la historia que en texto es tan diferente (y ademas pues, al ser un medio diferente, le aporta otras cosas distintas). Disfruté muchísimo leerlo y me acompañó en momentos donde su arte fue como un abrazo para mí (así que sí, obviamente eso también influye). No sé si se los recomiendo sin conocer antes la historia de la novela, pero puede ser un buen acompañante o primera aproximación a esta obra.

Mejor personaje secundario masculino

Callum de The Atlas Six de Olivie Blake. Híjoles, estuve entre él y Tristan, del mismo libro. Pero Tristan es más protagónico y Callum, por la necesidades de la trama de su libro, se desdibuja un poco más al fondo, alzándose como un ente misterioso que no acabas de entender ni siquiera cuando se explica a sí mismo. Creo que mueve muchas cosas en el libro y en la trama sin que uno se dé cuenta y es justamente la personificación de la frase knowledge is carnage que acompaña al libro (todos lo son un poco, pero Callum especialmente). Muero por leer la versión de Tor de este libro y ver a Callum en sus facetas más vulnerables en la ficción de Olivie, porque aquí se atisba muy claro y necesito más de esa complejidad de personajes.

Mejor personaje secundario femenino

Bueno, pues es Mami de Ao No Flag de Kaito. Creo que todos los personajes secundarios están muy bien formados, con sus complejidades y sus problemas (me caigan peor o mejor), pero las reflexiones de Mami son tan honestas que se llevan el premio. Sus reflexiones ahogan la página cuando las hace, sus sentimientos están siempre allí y es un personaje terriblemente complejo y muy adolescente. No es una adolescente que caiga bien, necesariamente (y sospecho que hay hombres que tienden a odiarla), pero me gusta que sea un personaje que se da oportunidades de cambiar, adaptarse y que es sincera ante todo.

Mejor libro infantil o juvenil

Aquí elegimos el libro desgarrador del año (y fui a ver el rango de edad que dicen que tiene para asegurarme): La canción de Aquiles de Madeline Miller. Leerlo fue algo maravilloso en todo sentido. Me encantó como Miller tomó el subtexto sobre el que hemos especulado por años (qué tipo de relación tendrían Aquiles y Patroclo más allá de lo que se alcaza a ver en La Iliada) y lo llevó al texto, lo volvió explícito y luego escribió un libro para recrearse con nuestras lágrimas (seguro las disfruta). Escribí una reseña bastante detallada del libro porque me dejó en un estado charco de lágrimas pero a la vez maravillada de lo buen libro que es.

Mejor libro de no ficción

Qué es uno de mis tops de mejores lecturas sin esta escritora en particular. Ahora casi siempre aparece, desde que decidí ir leyendo toda su obra poco a poco. Para esta categoría elegí El idioma de la noche de Ursula K. LeGuin, un libro de ensayos sobre ciencia ficción y fantasía que me gustó mucho. Me encantaría discutirlo en una reseña en el futuro cercano (si vieran mi lista de atraso con las reseñas quedarían anonadados). Ursula me parece una mujer brillante para plantear muchas cuestiones respecto a la literatura imginativa y a su escritura, qué significa escribir fantasía y ciencia ficción y ser mujer en esos géneros. Estuvo muy padre leerlo.

Mejor antología de cuentos

 

Creo que aquí no tuve duda alguna y fue de los primeros que elegí para este top: El ángel de Nicolás de Verónica Murguía. Me fascina la pluma de Verónica Murguía y este libro fue un poco diferente a lo que estoy acostumbrada a leer de ella, pero de todos me gustó muchísimo. En los cuentos de este libro Verónica recupera historias relacionadas a mitos bíblicos o a la religión y nos ofrece nuevas perspectivas respecto a ellas. Quisiera tener su cerebro, la verdad, cuando sea grande quiero ser como Verónica Murguía. Los cuentos están espectaculares y mi favorito es en el que la protagonista y narradora es la mujer de Lot (verdaderamente nunca superé Sodoma y Gomorra).

Mejor libro de fantasía

Este año releí La historia interminable de Michael Ende y creo que es una gran historia. Volver a meterme entre sus páginas, con Bastian Baltasar Bux y Atreyu, me recordó mucho a mi infancia y también me hizo ver muchas más cosas sobre cómo nos aproximamos a la fantasía, por qué nos puede ayudar a pensar en otras posibilidades para el mundo, cómo nos podemos perder en ella y por qué es tan difícil y necesario el camino de vuelta hacia la realidad. Descubrí muchísimas cosas releyendo y se consolidó de nuevo como uno de mis libros favoritos (y, claro que sí, en estos tops abrazamos las relecturas con mucho amor). Michael Ende de verdad creó una obra de arte cuando escribió este libro y le estaré por siempre agradecida por ello.

Mejor libro de ciencia ficción

Esta categoría también alberga una relectura de uno de mis libros favoritos. Se trata de Frecuencia Júpiter de Martha Riva Palacio Obón. No lo recordaba tan claramente, así que releerlo me recordó por qué lo había usado para un ensayo, por qué recordaba con tanto cariño lector los simulacros del fin del mundo y la historia de Emilia, la protagonista. Reencontrarse con lecturas siempre es agradable porque les veo nuevas cosas (casi siempre), reafirmo muchas de mis opiniones y creo otras nuevas. Como lectores siempre estamos cambiando y para mí, Frecuencia Júpiter siempre será parte de mis inflexiones lectoras.

Mejor fanfic terminado

Vengo a estrenar esta categoría porque creo que llevo unos dos años con la tacha fanfickera explotando y defendiendo que es una forma de hacer literatura también. Así que decidí hacer el asunto aún más visible y considerarlos dentro de los Oscars Literarios (definitivamente es una categoría que llega para quedarse). Se trata de From The Sidelines de suffocatingspring, el fanfic definitivo del cliché del jock y el nerd. Se trata de un fanfic de My Hero Academia (de Bakugo y Deku, porque una tiene gustos) donde se ven obligados a hacer un proyecto juntos, se cuestiona la amistad, qué es ser un buen amigo, qué significa el amor, cómo lo vivimos, cómo lo sufrimos y cómo nuestros contextos nos afectan de maneras en las que ni siquiera nos damos cuenta. ¿Si nos dicen que somos incapaces de amar, cuánto tiempo pasará hasta que nos lo creamos? Una obra de arte este fanfic.

Mejor libro de romance

Es hora de reivindicar que yo amo leer romance, pero odio todo lo mainstream que se publica en el género y básicamente casi cualquier clase de romance heterosexual (salvo excepciones). Pasé mucho tiempo renegando del género y es porque, newsflash: había estado leyendo cosas que yo considero absoluta basura. Pero este año leí Golden Stage de Cang Wu Bin Bai, una novela histórica danmei de romance y me maravillé. El emperador decide que va a pasar a un marques con un general (por motivos políticos) sin saber que ya se conocen y que enamorarse no les cuesta absolutamente nada de trabajo. Me encantó la historia, la disfuté mucho y yo por siempre enamorada del romance entre Fu Shen y Yan Xiaohan.

Mejor cuento

A pesar de que hubo muchísimos que me gustaron y casi hice trampa y pongo dos, al final me decidí por La tumba de las luciérnagas de Cheng Jingbo. Estpa publicado en la antología Planetas invisibles compilada por Ken Liu y es de mis cosas favoritas de la vida. Creo que es una hibridación perfecta entre la estética de la fantasía y la ciencia ficción. Es como un cuento de hadas en el espacio y uff, eso me encanta. Lo disfruté muchísimo. Además quien tradujo lo hizo con mucho amor y me gustó mucho sentir que se había preservado la poética incluso en español (el trabajo de traducción es complicado y lo admiro mucho). También planeo que esta nueva categoría se quede por aquí muchos años más, que reconozcamos más al cuento como formato legítimo (porque, insisto, creo que las lecturas son mucho más que el libro-objeto).

Mejor libro

Aquí elegí una lectura que hice en tiempo record (no tenía por qué hacerla completa, pero varios extractos eran la tarea de un taller que tomé y el libro no era muy largo, así que lo leí en menos de una semanita) y que me gustó mucho. Se trata de La hija del rey del País de los Elfos de Lord Dunsany y en mis reseñas hice todo un análisis de la lectura y lo que me había maravillado de esta. Centré el análisis en las mujeres que aparecen en la historia y en la búsqueda del País de los Elfos porque creo que son temas que me llaman mucho, pero podría estar todo el día hablando de lo perfecto que me pareció este libro.

Y así terminados, otro año de lecturas condensado en unas cuantas. No sé qué me depare el 2022 pero sí he reflexionado sobre qué lectora soy y qué lectora aspiro a ser. Quiero seguir siendo crítica, analítica, compartir lo que disfruto de la lectura, abrirme a otros géneros y formatos, disfrutar del acto de leer, hacerlo por placer, compartirlo. Esta es una pequeña parte. ¿Cuáles fueron sus mejores lecturas de 2022? ¿Qué me recomiendan? ¿De aquí se llevan alguna recomendación?

viernes, 4 de junio de 2021

Planetas invisibles, cuentos chinos de ciencia ficción

Portada Planetas Invisibles, compilación de Ken Liu

Sinopsis: Trece visiones del futuro. Trece historias poderosas que dan una idea de la variedad de voces, temas y técnicas de los autores chinos de ciencia ficción: las hay inquietantes, irónicas, distópicas, emotivas... Algunas han recibido premios y elogios de la crítica, otras han aparecido seleccionadas en distintas antologías y otras son simplemente favoritas de Ken Liu. Completan la colección varios ensayos de los propios autores sobre la ciencia ficción china y la introducción de Ken Liu. Incluye "Entre los pliegues de Pekín", de Hao Jingfang, premio Hugo 2016, y tres relatos del premio Hugo 2015 Liu Cixin.

Esta es una colección de relatos de ciencia ficción de autores chinos; la compilación y la traducción al inglés la hizo Ken Liu. Al español se encargaron Manuel de los Reyes y David Tejéra Expósito (y me queda la duda de si fue traducción indirecta, lo que parece probable, lo anotaré para investigarlo. La colección incluye a trece autores en los que me detendré un poco de uno en uno porque creo que es la única manera hablar de estar antología (sobre todo en la disposición que Ken Liu eligió para presentar los relatos), además de unos ensayos al final y una introducción de Ken Liu que usaré como punto de partida para la reseña.

La ciencia ficción es la literatura de los sueños, y los textos oníricos siempre nos dicen algo acerca del soñador, de que interpreta los suños y de la audiencia. 

Desde el principio el libro obliga a que el lector confronte sus propias ideas (o falta de estas) sobre la ciencia ficción china. Este tipo de antologías, que unen a escritores que comparten cultura, siempre despiertan ideas preconcebidas desde lo que creemos que debería ser el imaginario del lugar en el que nos encontramos. De la misma manera que parece que le exijimos a los autores mexicanos que usen un decorado mexicano en sus historias (lo que cada quien considere mexicano, que es demasiado subjetivo: ¿qué es lo mexicano, exactamente, cuando somos un país tan diferente de punta a punta?), parece que esperamos que los autores chinos escriban siempre lo que creemos que es China. Y es cierto que autores que escriben anclados a una misma cultura muchas veces comparten preocupaciones e intereses similares que luego aparecen una y otra vez en sus textos, pero no podemos limitar a esperar una idea pre concebida. Es más, ni siquiera podemos creer que tan solo trece visiones diferentes nos darán un panorama demasiado amplio sobre lo que es China y su literatura de ciencia ficción. Ya lo dice Ken Liu y lo explica mejor que yo:

Conocer China a través de las noticias sesgadas de los medios occidentales o asegurar que se «entiende» a país por ser inmigrante o haber sido turista es lo mismo que vislumbrar una mancha borrosa a través de una pajita y afirmar que se trata de un leopardo. [...]
La realidad política de país y su complicada relación con Occidente hace que a los lectores occidentales les parezca normal interpretar la ciencia-ficción china bajo el prisma de los sueños, esperanzas y fantasías occidentales sobre la política china. [...]
Dar por hecho que las preocupaciones políticas de los autores chinos son las mismas que las que los lectores occidentales esperan de ellos es, como mínimo, arrogante y, lo que es peor, peligroso. El mensaje que los esritores chinos intentan comunicar es universal, se refiere no solo a China sino también a la humanidad en su conjunto, [...].

Ken Liu
Ken Liu

Siento que por momentos se dirige mucho más a a la audiencia que leerá en inglés y que viven en ese eufemismo que llamamos países desarrollados, pero también ocurre en México: nos sorprendemos cuando cosas de otras latitudes resultan tener narrativas que también nos interpelan y resultan, además, ser diferentes de lo que imaginamos (en español, por ejemplo, cuántas veces no habré visto a los españoles leyendo a los autores de América Latina buscando desesperadamente lo que ellos creen que es "lo latinoamericano" cuando aquí no tenemos respuesta a esa pregunta). En fin, no sean como los que andan descubriendo el hilo negro de los generos imaginativos cada tres segundos y no digan "no es sólo ciencia ficción *inserte aquí una cultura, la que quiera*, sino que trasciende hasta crear una visión universal y humana" (que en sus ratos libres se juntan con los que acaban de descubrir por enésima vez que la ciencia ficción "no son sólo máquinas, sino también se refiere a lo humano").

Así pues, tenemos trece visiones distintas por siete autores distintos y no puedo englobar del todo por lo diferentes que son (China es muy grande), por lo que opté por hacer un pequeño apartado para cada autor.

Chen Qiufan

—¿Sabes si hay algo de real en todo esto? —murmuro.
—Claro. Tú. Yo. Nosotros somos de verdad.

Este autor me produce sentimients encontrados. Por un lado, tiene dos historias muy interesantes y una que no me gustó en lo más absoluto. Es normal, después de todo: a veces resulta imposible que todas las historias de un autor te gusten. Sin embargo, los sentimientos encontrados me los causa el porqué. Pero vayamos por partes (como dice Jack El Destripador y hace tanto que no hacía este mal chiste que me lo tienen que perdonar esta vez). 

El Año de la Rata nos presenta un mundo donde todos aquellos que no sean útiles productivamente (oh, bello capitalismo) acaban cazando... ratas. Ratas especiales, extrañas, pero ratas al fin y al cabo. Hay toda una máquina propagandística que se asoma de fondo (nada raro, el mundo en el que estamos paraditos en la realidad está atascado de propaganda por los cuatro costados) hablando de como es un servicio hacer ese trabajo. Hasta que, claro, lo de las ratas se complica y parece que surge una nueva civilización con ellas. Una historia muy interesante, que en general me gustó. Me pareció una buena apertura a la antología y me dejó con curiosidad de qué había más allá.

Por el contrario, El pez de Lijiang me fascinó. El juego con lo virtual y nuestras percepciones es algo ante lo que soy débil, lo admito. El juego de si lo que estás viendo es real o es tan solo una proyección de algo que no está allí. Parece, pero quizá no lo es. Qué tanto pueden engañarte los sentidos o por qué nos interesa crear mundos artificiales antes que preservar lo que existe (y esta especialmente fue una pregunta que me hice yo mientras leía, no la alcancé a ver de todo en el subtexto, pero creo que es un muy buen punto de partida para platicar de algunos detalles del cuento). Mi favorito entre los tres de Chen Qiufan.

La flor de Shazui no me gustó en lo absoluto y me encantaría no tener que gastar tiempo en ella. Sólo quiero decir que no me gusta cuando los hombres escriben de mujeres en prostitución y son incapaces de describirlas más allá de los objetos. Incluso si son sus protagonistas quienes lo hacen. Me incomoda. Y quizá debería incomodarme, quizá ese sea el propósito, pero... a estas alturas, ¿para qué de nuevo si hay tantos ejemplos? Por supuesto no es el único tema del tiempo, pero la sensación que me quedó fue tan... ¿por qué otra vez?, ¿por qué no otras visiones? En fin. No fue lo mío.

Xia Jia

—Sí, me gustan los poemas —responde la murciélago al tiempo que asiente—. Cuando los poetas ya no están entre nosotros, los poemas se vuelven aun más valiosos.
—¿Los poetas ya no están entre nosotros? —pregunta el dragón equino, preocupado—. ¿Afirmas que ya nadie escribe poemas?

Xia Jia, fotografía
Xia Jia

Ella es mi nueva escritora favorita de esta antología. No es la única, pero me maravillaron sus cuentos, me parecieron super interesantes, bonitos, la prosa de la traducción en los tres está super cuidada y detallada. Dos de los cuentos, además, tienen un tono que me recuerda mucho a las leyendas, a los cuentos de hadas y a cierta prosa que suelo encontrar mucho en la fantasía. Y el otro igual es impresionante.

Cientos de fantasmas desfilan esta noche me recordó a cuentos de fantasmas contados al anochecer. No precisamente a esas historias de miedo con giros inesperados, si no historias misteriosas con personajes adorables por momentos a los que uno se apega demasiado rápido y que calientan el corazón con la manera en la que hilan sus palabras. Más o menos a esa sensación me refiero cuando hablo de los fantasmas que pueblan este cuento y de las historias que va dejando caer, una a una, para ser recogidas por quien las está leyendo.

El verano de Tongtong es el cuento que he visto más mencionado de todos y al parecer uno de los más aclamados de a antología. Entiendo por qué: técnicamente me pareció impecable la historia desde los ojos de una niña y su tema es universal (cada cuánto volteamos a ver hacia la vejez y nos preocupamos por los cuidados). No fue mi favorito (por meros intereses literarios, porque los tres cuentos de Xia Jia son bastante buenos), pero Tongtong y su abuelo son personajes que estarán siempre en mi corazón y me parece que la visión de Xia Jia puede ser usada para dialogar sobre el tema de los cuidados yla vejez desde la ficción.

Dragón equino
Dragón equino

El paseo nocturno del dragón equino fue mi favorito. Me pareció una historia de fantasía, tiene mucho de su estética, de sus temas y de algunas de sus fórmulas entre sus palabras aunque estemos hablando de máquinas. Creo que demuestra cierto tipo de hibridaciones que son muy posibles dentro de a literatura imaginativa o haciendo uso de la literatura imaginativa. Seguimos un paseo del dragón equino, acompañado de historias y de las esperanzas de una criatura que se ha quedado en un mundo abandonado.

Ma Boyong

—Mientras haya dos palabras o incluso dos letras en el mundo, será posible continuar intercambiando ideas. ¿Sabes código morse?

De este autor hay sólo una obra en la antología, lo cual me pareció muy limitado para hacerme, aunque fuera, una visión limitada sobre él. En su introducción se menciona que escribió una novela corta del género wuxia (del que hablé en una reseña de una obra china muy diferente aka Mo Dao Zu Shi) en donde abordaba la historia de Juana de Arco y me quedé con curiosidad de saber más sobre eso. Por lo que pude investigar esta historia y otra contribución que aparece en la siguiente antología de Ken Liu (Estrellas rotas) son las únicas que han sido traducidas oficialmente, pero NovelUpdates, ese paraíso de los grupos amateurs de traducción chino-inglés tiene un pedazo de una obra histórica de suspenso titulada The Longest Day in Chang'an, que incluso tiene adaptación a un drama. Lamentablemente la traducción está incompleta desde 2020.

En Planetas invisibles publicó La ciudad del silencio, un homenaje obvio a 1984 de George Orwell. No me cae bien George Orwell. Me da risa, sí, cuando la derecha lo considera un duro crítico contra el comunismo (porque también tuvo formación marxista y se consideraba a favor del... socialismo democrático; en fin, luego hablamos de sus visiones políticas). Tampoco me gusta 1984. Me incomodan sus aproximaciones al amor y a las relaciones sexuales. Tanto como me incomodaron de nueva cuenta (al menos las segundas) en la manera en que Ma Boyong se aproximaba a ellas (fue un elemento que me resultó demasiado 1984 para mi gusto); era, además, imposible ignorar las conexiones cuando Ma Boyong las hacía tan obvias en todo sentido (incluso mostrando a personajes que escuchaban pasajes de la novela). Sin embargo, algo que me pareció muy inteligente en el cuento era como el escritor sorteaba las limitantes del lenguaje en las que vivían sus personajes. Dentro de todo me pareció una buena historia y una propuesta interesante, aunque no me voló demasiado la cabeza.

Hao Jingfang

Cuando haya terminado de contarte estas historias, cuando hayas terminado de escuchar estas historias, ni yo seguiré siendo yo, ni tú seguirás siento tú. Esta tarde, por espacio de un breve instante, nos hemos fundido en un solo ser. Después de esto portarás en mi interior una parte de mí, al igual que yo habré de portar parasiempre una parte de ti en el mío [...].

Ella es mi segunda nueva autora favorita de la vida. Las dos historias suyas en la antología me parecieron de una calidad infinita en cuanto a narrativa y las disfruté muchísimo. La autora es conocida por tener un Hugo (a historia corta, me parece); de hecho, es por una de estas historias publicada en esta antología. A ella sí la han traducido un poco más por lo que me consta. Pero vamos a lo que vamos.

Planetas invisibles es el primer cuento de Hao Jingfang y también el que le da el nombre al libro completo. El cuento es una sencilla plática entre dos personajes que hablan de distintos planetas y civilizaciones existences. Me gusta la idea de hablar de los planetas como hablar de historias, narrarlos en voz alta para conocerlos. Es mi cuento favorito de ella porque me recordó de repente a Las mil y una noches (aunque podrá parecer que no tiene nada que ver, pero a veces mi cerebro hace esas conexiones maravillosas). Además habla como después de una o muchas historias no somos los mismos y nos quedamos un tantito con la esencia de quien nos las está contando. 

Sunset Alien Planet de Jeanne 24.
Sunset Alien Planet por Jeanne 24

Entre los pliegues de Pekín es un cuento perfecto para aquellos que disfrutan de los escenarios distópicos y que me parece muy bien de que se trata crear uno (todavía tengo pesadillas con aquellas cosas a las que los gringos del boom llamaron distopías). La ciudad se divide y cambia y somos testigos de un viaje para entregar una carta de un lado a otro. Las diferencias de clase son las que determinan en qué parte de los pliegues de Pekín naces y hasta donde puedes moverte. Aborda el problema de la movilidad entre cases (imposible, prácticamente) y nos muestra como cada una defiende, después de todo, los intereses de su clase, sea esta cual sea. Me encantó esta historia.

Tang Fei

No tengo mucho que decir de Tang Fei. Sí creo que su historia no está a la altura de las que la preceden, pero tampoco es mala. Es más bien una cuestión de de posición dentro de la antología. Chica de compañía simplemente fue un poco víctima de su lugar en la antología, pero no me pareció un mal cuento. No me disgusta la idea que trata en ella (recuerda muy evidentemente a Sherezade cuando habla de una chica que vende historias) ni como juega con la idea de la prostitución al engañar a su lector alimentándolo con ciertos estereotipos que uno espera de estas narrativas para al final darle la vuelta, reconocer el engaño obvio y mostrar la realidad del cuento (de verdad que juega mucho con las expectativas que un montón de escritores señoros que les gusta escribir de "chicas que compañía" nos han alimentado durante décadas en sus historias y eso me parece maravilloso).

Cheng Jingbo

Sonrió y me besó con ternura en la frente. Nadie fue testigo de esta despedida, y por ello, en las historias que habrían de contarse después, la reina murió tras ingerir por error una seta venenosa en la Ciudad Liviana. Pero yo vi con mis propios ojos cómo mi madre se encaramaba al hombro de aquel robot gigantesco, se colaba por una de sus orejas y desaparecía.

Y esta es mi tercera autora favorita del momento. Sólo hay una historia suya en la antología, pero creo que me ayudó a crear una imagen bastante interesante de su narrativa y de su estilo (ojalá poder volver a leerla pronto, me encataría encontrar otras visiones suyas en la literatura). Además, este es el cuento al que, en las reseñas, se le "acusa" de ser más "fantasía que ciencia ficción" como si eso fuera algo malo. Me parece que quienes lo hacen no entienden a hibridación a la que está apostando Cheng Jingbo o consideran que dentro de la literatura de género o imaginativa hay unos géneros que son mejores que otros. Sea cual sea el razonamiento usado, me parece que el tono de queja con el que leí que se expresaban sobre las influencias de la fantasía en la historia de Cheng Jingbo sólo servía para rodar los ojos. Pasemos, pues, a la historia. 

Planet, Daniele Cuncu
Planet, Daniele Cuncu

La tumba de las luciérnagas es un cuento de hadas en un viaje interplanetario. No tengo otra manera de describirlo. Creo que le gustará a todo aquel que le gusten ese tipo de historias. La narración de Cheng Jingbo es muy cuidada. Siempre me pregunto qué se pierde al traducir, pero por el cuidado que también se nota que pusieron los traductores, me imagino que es una de esas escritoras increíblemente preocupadas por el lenguaje en las historias. Me atrevo a decir sin pena (y créanme que fue muy difícil escoger entre tan buenos cuentos que hay) que este es mi cuento favorito. Haberlo elegido, por supuesto, responde a mis intereses y a lo que busco en los cuentos, pero lo recomiendo muchísimo.

Liu Cixin  

—[...] Nuestra civilización es muy antigua, sí. Pero nosotros no tenemos la culpa. Da igual cuánto se esfuerce uno, todas las culturas deben envejecer algún día. Todos nos hacemos mayores, incluso vosotros.

Seguramente este nombre les suene. Liu Cixin escribió El problema de los tres cuerpos y es bastante conocido también fuera de China. Para mí, sin embargo, era un autor completamente nuevo que no conocía más que de nombre. Nunca lo he leído, no lo conocía. Conocerlo en esta antología me pareció bastante adecuado para mí, además. Los cuentos me gustan y podía ver dos historias suyas diferentes en tono y en temas para hacerme una idea más o menos amplia de su obra. 

Liu Cixin
Liu Cixin

El círculo es una historia donde, por medio de una formación de soldados, Liu Cixin explica a la perfección cómo se hacen cálculos tan enormes que no pueden ser procesados con facilidad. Explica el funcionamiento de las compuertas de los circuitos y brevemente podría considerarse que monta un sistema digital, pero en modo analógico. La historia es buena, yo tuve pesadillas con la única materia que reprobé espectacularmente en mi vida (Microcontroladores; siempre tuve problemas para electrónica y más si era digital, donde la única excepción fue Arquitectura de computadoras, que sí me gustaba), pero la historia es buena. No es mi favorita por motivos muy personales, pero para aquellos interesados en las matemáticas, Liu Cixin explica conceptos medio complicados de una manera muy literaria al tiempo que enhebra la historia de una traición. Es una combinación extraña, pero muy buena. 

Finalmente, la última historia de la antología es Cuidando de Dios, una historia donde aparecen un montón de ancianos en la tierra y, diciendo que son Dios, demandan que sus hijos los cuiden. Cuando la historia se va desarrollando, nos hace cuestionarnos qué ideas tenemos sobre una divinidad (el cuento no da ninguna respuesta, pero creo que se puede dialogar con él en ese sentido) y qué ideas tenemos sobre lo que significa cuidar de otro. Tengo sentimietos encontrados cuando se habla de las cosas bonitas del cuidado. Es cierto que sí: es lo que ha hecho humanidad a la humanidad y lo que ha conseguido que la civilización siga. Todos hemos cuidado de otros o, al menos, deberíamos haberlo hecho (no hay que olvidar que es algo feminizado y visto como algo indigno) y, quizá, en algún momento, también cuidamos a otros porque esperamos que, cuando llegue el momento, alguien cuide de nosotros. De los dos cuentos de Liu Cixin, es este mi favorito sin lugar a dudas (mi interés en el tema de los cuidados al otro se impuso aquí, por supuesto).

Viaje interplanetario (conclusiones)

El libro cierra con tres ensayos. Liu Cixin, en el suyo, menciona lo que los lectores hicieron por su obra, El problema de los tres cuerpos, en internet y como dialogaron con ella en las comunidades que crearon (sobre todo en weibo, red social china). Se abordan cosas que atañen al genero y a cómo escribir ciencia ficción desde china en los otros dos, de Chen Qiufan y Xia Jia. Me parece que aportan una visión muy interesante sobre el libro (no se escribe fantasía, terror o ciencia ficción sólo en la ficción, sino que también se ensaya sobre el tema) y le agregan profundidad al libro en sí. No quiero detenerme ya mucho en ellos porque creo que dije lo que quería decir dándome el tiempo de hablar de cada cuento en particular. Me interesaba, con la reseña, presentar mi lectura de estos, que es muy íntima y personal. Sólo puedo cerrar recomendándoles el libro. 

Si lo buscan, lo tiene Alianza Editorial en español, aunque no sé que tal esté su disponibilidad en diferentes países de habla hispana, tendrán que investigarlo ustedes. Si tienen un poco de interés por la ciencia ficción, creo que esta es una lectura muy interesante.