Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

miércoles, 14 de octubre de 2020

Escritoras de fantasía | Femme Fantale 2020

Un día en una conversación de Telegram, una amiga me pasó un bingo de prompts y me dijo que era un maratón de lectura. Lo hizo con toda la intención de que yo decidiera hacerlo porque este maratón, el Femme Fantale, es bastante libre en cuanto a prompts (puedes mezclarlos como sea y hacer lo que sea) y está dedicado a leer mujeres que escriban fantasía y ciencia ficción. Mis meros moles, pues. Dicho eso, me uní y elegí algunas lecturas. No llené todo el bingo y junté varios prompts porque era un readathon de ocho días nada más, pero sí leí algunas cosas de las que quiero platicarles.

Además de los libros que menciono en esta entrada también leí El castillo en el aire de Diana Wynne Jones, la segunda parte de El castillo ambulante (para cubrir Europa, libro de antes del 2000 y libro de una serie), pero tengo otros planes sobre ese libro, entonces lo abordaremos después en el blog (ya verán, puede que me tarde, pero valdrá la pena). Así que, sin más que decir, vamos allá.

Auliya, Verónica Murguía

Sinopsis:  El encuentro de Auliya, una muchacha coja en trance de descubrir la magia blanca, y Abú al-Jakum, héroe joven que busca el mar, desencadena en este libro una conmovedora sucesión de portentos novelescos. Escrito con una prosa evocativa y precisa, Auliya, primera novela de Verónica Murguía, es al mismo tiempo un cuento filosófico y un relato fantástico que combina, con una asombrosa naturalidad, la erudición arábiga y el temperamento narrativo. Esta novela, leyenda del amor y el desierto, presenta el trueque de los poderes más sugestivos y tiernos de la imaginación: el agua y la tierra, la pubertad y el valor, el reino animal y los genios malignos, la búsqueda y los caminos del aprendizaje. 

Después de leer El fuego verde, libro de Verónica Murguía que me maravilló muchísimo, decidí que tenía que leer Auliya. Nada más el título me evocaba a Las mil y una noches y esa obra es una de mis lecturas intermitentes (mi mamá sabe en qué noche voy, es de las lecturas que son para siempre y por siempre) desde que tengo la edición que más tarde sacó Atalanta en el kindle. Conforme lo iba leyendo más me iba convenciendo de que Verónica Murguía estaba expresando su amor por Las mil y una noches entre las páginas de Auliya; para no quedarme con la duda, busqué a ver si ella misma había dicho algo al respecto. Habla de Auliya como una obra ambientada en una Edad Media conjetural, en el desierto, en el Magreb árabe (apunte al margen, esas historias me gustan mucho y es por ello que un libro que SÍ me gusta de Laura Gallego, para variar, es La leyenda del Rey Errante). Dice la propia Verónica Murguía en una entrevista que pueden leer aquí:

Quise escribir La noche mil dos porque Las mil y una noches me abrió un universo que aún no se agota para mí, pero luego me enteré que existe una novela formidable que se titula así, de Roth. [...]. En ese libro quise hacer una exploración del legado árabe que hay en el español, de los centenares de palabras que heredamos de ellos, de la extraordinaria  complejidad  de esa cultura y  de un paisaje tradicionalmente asociado con la revelación y el espíritu: el desierto.

 Auliya es una historia maravillosa de una mujer que puede escuchar a los animales y tiene una relación muy interesante con el agua (en un lugar donde las lluvias son un milgaro). Cuida de un hombre al que salvan de un djinn en su aldea y sueña con la playa, un lugar que quiere conocer. Todo en el libro evoca a Las mil y una noches, algo que reconocerán si se han acercado a la obra. La novela es un viaje, tanto en el interior de Auliya como en el exterior. La personaja sufre varias transformaciones a lo largo de la novela. No me es tan entrañable como Luned de El fuego verde, quizá, porque me identificó más con Luned en otras cosas, pero Auliya es igualmente impresionante y una de las cosas que más me impresionó del libro fue su determinación.

Aprendió el nombre de las constelaciones. El cielo se convirtió en un tapiz de luces, lleno de espadas, guerreros y dragones que se movían en una danza infinita. Auliya, analfabeta, leía el gran libro del mudo. Lo hacía con mucha concentración y nada podía distraerla.

Murguía escribe con un lenguaje muy poético que a mí me encanta (luego eso no está tan bien visto porque ahora hay una tendencia a ponernos Marie Kondo con el lenguaje, pero voy a ignorar esa tendencia amablemente) y nos regala, desde Latinoamérica (algo que es indudable, pues aun hablando del Magreb árabe, escribe desde aquí) una obra de fantasía impresionante. Definitivamente es una autora que me encanta tener en mis referentes. Como nota, este libro cumplía con la consigna de Norteamérica y libro único. 

The Terracotta Bride, Zen Cho

Sinopsis: In the tenth court of hell, spirits wealthy enough to bribe the bureaucrats of the underworld can avoid both the torments of hell and the irreversible change of reincarnation. It's a comfortable undeath … even for Siew Tsin. She didn't choose to be married to the richest man in hell, but she's reconciled. Until her husband brings home a new bride.Yonghua is an artificial woman crafted from terracotta. What she is may change hell for good. Who she is will transform Siew Tsin. And as they grow closer, the mystery of Yonghua's creation will draw Siew Tsin into a conspiracy where the stakes are eternal life – or a very final death.

Una de las grandes desventajas de buscar fantasía es que se traduce poca. Y se traducen un exceso de gringadas al año porque esas venden más que autores desconocidos de otras partes del mundo. Zen Cho es originaria de Malasia, aunque vive en Reino Unido. The Terracotta Bride es un libro muy pequeñito (una novella de apenas poco más de diez mil palabras) en los que habla del inframundo y la muerte. Su estética me pareció maravillosa y, buscando en goodreads, encontré que había quien había catalogado el libro también dentro de la ciencia ficción (con el asunto de la novia de terracota es comprensible). El asunto de las hibridaciones me parece muy interesante de abordar porque ambos géneros me gustan, pero ambos géneros tienen muy marcadas sus estéticas y son hermanos, nada más. Hibridarlos es difícil y muchas veces esas hibridaciones son muy raras: historias de ciencia ficción con una bruja que sale dos líneas y ya te dicen que hay fantasía, historias de ciencia ficción que en vez de fantasía, son más híbridos del realismo mágico (que es maravilloso y lo que sea, pero ustedes me entienden). En fin, creo que Zen Cho hace un gran trabajo sobre eso y su estética definitivamente salió de la fantasía y el folclore de Asia del este y del sur (especialmente del primero).

"This time, let us hope you will get to be old," she said. "It is great suffering to know youth only".

Es una lástima que no este traducido, pero si leen en inglés definitivamente lo recomiendo. Me movió muchas cosas por dentro su manera tan sútil de hablar de amor, pero tan presente en cada una de sus líneas. Cuando comienza puedes no saber muy bien a dónde va, pero poco a poco te va enredando entre sus páginas y cuando te das cuenta, empiezas a entender el amor entre los personajes, el destino, sus vidas en el inframundo y la reencarnación. 

Es la primera obra que leo de esta autora (para esto me sirvió este maratón, sobre todo) y creo que estaré atenta a ver si alguno de sus otros libros me llama la atención. Descubrir nuevos escritores es algo que me apasiona y me hace leer cosas diferentes siempre. Les recomiendo The Terracota Bride si les gustan las historias de amor sutiles que te envuelven entero, las historias sobre lo que ocurre después de la muerte y el inframundo. Como nota, lo leí para Asia y LGBT+.

Raybearer, Jordan Ifueko

Sinopsis: Tarisai has always longed for the warmth of a family. She was raised in isolation by a mysterious, often absent mother known only as The Lady. The Lady sends her to the capital of the global empire of Aritsar to compete with other children to be chosen as one of the Crown Prince’s Council of 11. If she’s picked, she’ll be joined with the other Council members through the Ray, a bond deeper than blood. That closeness is irresistible to Tarisai, who has always wanted to belong somewhere. But The Lady has other ideas, including a magical wish that Tarisai is compelled to obey: Kill the Crown Prince once she gains his trust. Tarisai won’t stand by and become someone’s pawn—but is she strong enough to choose a different path for herself?  

Este libro me dejó con curiosidad de ver qué escribe Jordan Ifueko después. Ella es una escritora de origen nigeriano, así que este libro, fue, obviamente, mi lectura para África. Raybearer es un libro de fantasía épica en un mundo donde conviven varios reinos inspirados en diversas culturas (desde el mapa que tiene que yo olvidé puedes ir adivinando las influencias de Ifueko). La protagonista, Tarisai, es la hija de una mujer misteriosa que tiene una misión para ella y un djinn. (Lo segundo definitivamente me interesó bastante). Mientras estaba leyendo sentía que había cosas que podían desarrollarse un poco más o que había relaciones a las que la autora parecía no darles tanto peso (entiendo que en un libro el espacio es limitado, pero la relación entre Tarisai y el futuro emperador siempre me pareció que necesitaba más énfasis que otras cosas...; eso, por supuesto, siendo una apreciación personal). De todos modos, me pareció lo suficientemente interesante como para poner el ojo en la autora.


Hay un tema que quiero aprovechar para remarcar. Mientras lo estaba leyendo (y después de leerlo) busqué algunos reviús en goodreads para darme una idea en general de qué recibimiento había tenido el libro (hago eso a veces, nada más por ver si mi opinión es la general o ando por fuera) y me sorprendió que estuviera teniendo tan buen recibimiento (para bien) pero me sorprendió todavía más que los reviús se quedaran tan... en la textura. Sí, el worldbuilding del libro es muy interesante; si, el sistema de magia también; sin embargo, pocos pasaban de ahí. Pocas discusiones en torno a los personajes o la trama. Al final, eso me deja pensando que a veces hay personas que valoran mucho más la decoración (que en este libro es muy buena, pero también los personajes tienen muchas cosas sobre las que hablar) que las tramas y los sentimientos que nos trata de transmitir un libro.

Si bien sentí que algunas relaciones entre los personajes les faltaba mucho trabajo y que había puntos de la trama que había resaltado más, me pareció muy interesante la manera en la que Jordan Ifueko escribe de de Tarisai y su mamá. Creo que es una de las cosas más complicadas del libro y lo que más rescato de todo (puesto que el descenlace no cierra demasiado, está hecho con miras a una secuela). Si tienen interés en la fantasía épica africana, podría ser un buen libro para echarle el ojo.

Los cuatro de Alera, Márgara Averbach

Sinopsis: Ese año, los magos nuevos eran cuatro, y Cuatro que darían que hablar, según se decía. No era casualidad. En Alera, nadie creía en las casualidades. Por eso todos estaban tan preocupados en la aldea: la crisis tenía que ser grande para que los Otros y el Bosque eligieran como magos a todos y cada uno de los hijos de los perdidos: Emelda, Lunte, Zana y Damla, una magárbol.

Finalmente, llegamos a un libro por el que hice una odisea completa para conseguirlo. Tras el cierre de SM Argetina, varios libros de Márgara Averbach quedaron en el olvido más absoluto. Lógicamente, no había ninguna manera legal de conseguirlos en plataformas digitales, la biblioteca no los tiene (porque no se editaron en México, hasta donde tengo conocimiento), y el mundo pirata tampoco (sí, increíblemente, no todo se consigue allí, amigos). No les voy a contar la odisea que hice para conseguirlo y poder leerlo, pero sepan que lo conseguí gracias a la solidaridad de las redes entre lectoras. El caso es que pude leerlo.

Adoré conocer a los cuatro, pero sobre todo a Damla, la magárbol. Me resultó un personaje entrañable de entre todos los que componen el libro y sus pasajes, cuando se habla de la transformación y de los árboles, me resultaron especialmente poéticos. Encuentro que son muchos los autores latinoamericanos que al escribir fantasía rescatan un lenguaje muy poético y me encanta que eso ocurra, sobre todo en la literatura infantil y juvenil, donde a veces hay una creencia (muy dañina) de que los niños no entienden "palabras difíciles" y hay que escribir cosas sencillas de comprender.

Damla se estremeció dentro del Árbol. Había visto el todo y sabía que esa mancha no podía ser la única. Encontró otras del otro lado del mundo, en el Collar de Perlas, y más allá todavía, en el Otro Extremo, que jamás había visitado nadie de la Gran Isla. Los ruidos no se parecían entre sí, pero la marca que dejaban sobre el mundo era siempre la misma: una marca de vacío que bloqueaba las conversaciones, los contactos y los espacios. Un extraño lugar sin puentes.
Apenas entendió eso (entonces, o antes, o después: para los árboles el tiempo es redondo), una parte de ella, la parte diminuta que todavía era Damla, se dio cuenta de que había empezado a comprender los infinitos idiomas de los Árboles.
Era magárbol.


Los cuatro de Alera fue un libro que me dio mucho gusto leer. Me pasa muy seguido con quien escribe fantasía desde Latinoamerica, porque uno se encuentra con unas visiones diferentes a las que vienen de Europa. Se alimentan de la tradición fantástica más clásica, pero también aportan su propia visión. Definitivamente en algún momento seguiré leyendo los libros de Averbach, puesto que estoy muy interesada en sus historias. Si les gustan las narraciones colectivas y poéticas: se los recomiendo (si es que pueden encontrarlo, si no, pues ya saben que me pueden escribir a mi correo, aquí rescatamos autoras para que no caigan en el olvido). A ella la leí como libro de sudámerica, nota. 

miércoles, 7 de octubre de 2020

11 libros para 11 años

El año pasado festejé diez años de estar y escribir en la blogósfera. No es una trayectoria que se dice pronto: son años y años de lecturas y de escribir lecturas. Abrí este pedacito del internet cuando tenía trece años y toda mi adolescencia está contenida aquí. Ahora también mis veintes (porque me acerco a los veinticinco). Durante estos años, varias veces he mencionado que leo a un ritmo mucho más rápido del que puedo reseñar, incluso cuando soy selectiva con qué reseñas voy a escribir. Por ello, decidí festejar este onceavo aniversario recomendando un libro por cada año que llevo aquí. Todos estos libros son libros que leí ya teniendo el blog y no reseñé nunca o que leí antes incluso de tenerlo. Son libros de los que quizá he hablado en mis redes sociales, pero que no han tenido una entrada para ellos solos o no han tenido su lugar en una compilación de reseñas. Lo hay de todo. Poesía, narrativa. Todo. Sin más que decir, empecemos.

Entre los rotos, Alaide Ventura

Sinopsis: Una joven encuentra la colección de fotos de su hermano menor. No entiende por qué Julián decidió conservar esas imágenes. No retratan momentos particularmente alegres, por el contrario, casi todas pueden verse como la antesala de una catástrofe doméstica. Pensándolo bien, eso fue su infancia en Veracruz: la antesala y las secuelas de una catástrofe continua, la construcción minuciosa de las ruinas que son ella, su hermano y su madre. Su padre, un hombre imprevisible y violento, los lastimaba a la más arbitraria provocación. Julián, sin embargo, siempre se llevó la peor parte, por lo que encierto momento, alzó una muralla de silencio para protegerse a sí mismo. Pero el silencio tiene la capacidad de contaminarlo todo con su propia forma de violencia. 

Ya les había contado de Como caracol... de esta misma autora, un libro juvenil que aborda la vejez y las labores de cuidados dentro de las familias que me gustó muchísimo porque me recordó a mi mamá. Entre los rotos aborda una catástrofe doméstica a través de una colección de fotografías que la protagonista encuentra entre las cosas de su hermano menor. Hace mucho ya les había contado que a mí la violencia como trama única de un libro era una cosa que ya no me estaba funcionando porque toda la literatura contemporanea estaba secuestrada por ella (y por el narco).

Me parece lógico ver ese fenómeno en un país como México, pero siempre ando buscando otras cosas. Alaíde Ventura me mantuvo pegada a este libro contandome la historia (tragedia) de una familia y me maravilló la capacidad de convertirla en una guerra. (Aunque, viéndolo en perspectiva, es lo más lógico). Sobre el libro, quiero decir que el contar una historia a través de lo visual (las fotos) es algo que me gusta mucho hacer a mí y que en parte por eso me gustó el libro y me interesó tanto el personaje de Julián. Entre los rotos es una historia complicada, sí, pero finalmente es una guerra. Cuatro frentes. No hay sobrevivientes.

Certain Dark Things, Silvia Moreno García

Sinopsis: Welcome to Mexico City, an oasis in a sea of vampires. Domingo, a lonely garbage-collecting street kid, is just trying to survive its heavily policed streets when a jaded vampire on the run swoops into his life. Atl, the descendant of Aztec blood drinkers, is smart, beautiful, and dangerous. Domingo is mesmerized. Atl needs to quickly escape the city, far from the rival narco-vampire clan relentlessly pursuing her. Her plan doesn't include Domingo, but little by little, Atl finds herself warming up to the scrappy young man and his undeniable charm. As the trail of corpses stretches behind her, local cops and crime bosses both start closing in.Vampires, humans, cops, and criminals collide in the dark streets of Mexico City. Do Atl and Domingo even stand a chance of making it out alive? Or will the city devour them all? 

Este lo leí hace varios años, por puro interés de saber qué libro de una autora mexicana se publicaría en inglés y sería fantasía urbana sobre vampiros en una suerte de México distópico (más o menos, el DF simplemente se volvió ciudad estado en una increíble demostración de centralismo y que el resto del país le hiciera como pudiera con las hordas de vampiros). Ya lo mencioné cuando reseñé Gods of Jade and Shadow, una novela de fantasía histórica de la misma Silvia Moreno-García, pero me gusta mucho como recupera los mitos de diferentes pueblos originarios de México para sus historias. 

De este libro me gusta el tono oscuro y meláncolico. Los dos protagonistas, Atl y Domingo, son personajes que me parecieron muy bien formados y que me hacían querer seguir su historia (hay policías, pero me dieron más o menos igual porque ya no me gustan las historias de policías) y averiguar si lograban cruzar la frontera sur (la manera en la que Silvia Moreno-García narra viajes me gusta). Creo que este libro es la prueba de que desde México se pueden escribir historias de vampiros que no sean copia de las gringadas actuales y que me encanta.

Sólo por ser mujer, Sol Ceh Moo

Sinopsis: Sol Ceh Moo, escritora maya peninsular, ha elaborado una importante narrativa con una clara evolución lingüística, cultural e histórica. Su liderazgo literario se encuentra basado en traspasar los temas acotados por tradición a la literatura indígena. Ha logrado romper paradigmas, que marcaban la delimitación para lenguas originarias. Su narrativa en conjunto es una literatura de denuncia étnica. Sus obras resultan un valioso análisis crítico sobre patologías sociales que en ocasiones se mimetizan para pasar desapercibidos. La situación actual de los indígenas, las desventajas sociales han creado una enorme brecha histórica entre la cultura oficial y la cultura indígena. Entonces, no resulta sorpresa que Sol Ceh Moo entregue esta novela, en donde la discriminación tiene un papel preponderante en la vida de la mujer indígena, a la que ella le da forma, en un interesante trabajo literario con enfoque jurista, acompañado con una incisiva carga de doble moralidad. 

Este libro fue lectura de este año en Librosb4tipos. Lo leímos en Julio. Curiosamente, se suele creer que todo libro en México se escribe en español, ¿no? Ya saben, esa tendencia a ignorar todas las lenguas que se hablan en el territorio. Sólo por ser mujer es un libro que se escribió en maya y se editó de manera bilingüe. Se puede acceder a él de manera gratuita, aquí les dejo el link. Cuando lo leemos en español estamos leyendo una traducción al español. 

Sólo por ser mujer narra la historia de una mujer tsotsil y a la que el sistema judicial le falló mucho y de muchas maneras. Le pensé mucho a esta historia porque no me voy a cansar de repetir de que la violencia como trama única me cansa y de repente me pasaba eso con la protagonista: ¿qué mas cosas podrían pasarle?, ¿estaba yo leyendo una tragedia para regodearme en "pobres las vidas de las mujeres indígenas" o había algo más? El libro me cayó la boca, pero de repente tengo dudas. No dudo de que haya gente que se quede en eso "pobres las vidas de las mujeres indígenas" y luego enarbole banderas de salvador blanco sin escuchar nunca a esas mujeres que pretende... salvar. Sin embargo, no es lo único de lo que habla el libro. Los invito a leerlo para que conozcan la literatura maya en el país.

Un montón de escritura para nada, Sara Uribe

Sinopsis: Después de Antígona González, un poemario que marcó un punto de inflexión importante en nuestras letras, la poeta presenta ahora Un montón de escritura para nada (Dharma Books, 2019): un libro desconcertante que desmitifica de una vez por todas y de tajo la figura del poeta, como vate inspirado y empoderado, y lo muestra como un trabajador más en la cadena, cercado por un sistema literario opresivo y altamente masculino.  

Este libro fue mi primer acercamiento a Sara Uribe (y lo leí en bookmate). Ya la conocía porque un Guadalupe Reinas (ese maratón de lectura maravilloso de Librosb4tipos) muchas leyeron Antígona González y desde entonces tenía la curiosidad por leer algo de su poesía. Un montón de escritura para nada me interesó por la manera en la que desacraliza la figura del poeta (en general, esto de sacralizar la escritura me trae conflictos porque se construye un mito entorno a quienes escribimos y luego resulta que sólo estamos escribiendo cosas en pijama, cuando el tiempo no deja). No me gustan los mitos, especialemente en torno a las escritorAs. Muchos las convierten en Reinas (como un halago y les juro que entiendo de dónde viene), pero se nos olvida que muchas veces escribimos en lugares llenos de ruido, papeles, servilletas y en momentos en los que el capitalismo nos deja. No somos tan reinas como proletarias.

Además, la poesía de Sara Uribe en este libro también habla de modelos editoriales caducos y le abre la puerta a las alternativas. Me lo leí con calma en medio de un maratón de lectura (prefiero leer los poemarios así, poco a poco, entre otras lecturas, aunque de repente hay algunos que se me pegan y no me sueltan). Si quieren conocer un poco a Sara Uribe, definitivamente lo recomiendo.

Nefertiti, Jacqueline Dauxois

Sinopsis: Jacqueline Dauxois nos transporta de la mano de la enigmática Nefertiti a una época fascinante en la que se suceden bodas divinas, incestos reales, usurpaciones y asesinatos, además de las diez plagas que azotaron Egipto. La historia de una reina de espléndida belleza, la esposa del faraón Ajenatón, que sería la instigadora de la mayor revolución religiosa de la Antigüedad, que impuso en Egipto el culto a un dios único, que dio seis hijas al faraón, quien se casó con tres de ellas. Pero la autora va todavía más lejos, pues sería un error conformarse con esta parte de la historia, cuando algunos egiptólogos afirman que, tras la muerte de su esposo, reinó sola, una hipótesis cuyas sorprendentes perspectivas explora esta novela. ¿Y si Nefertiti fuera el misterioso faraón de la Biblia? ¿Y si hubiera sido ella quien se enfrentó a Moisés? 

A este libro sí le escribí reseña (lo descubrí paseando por mis archivos) pero no me gustó (siento que estaba muy mensa cuando la hice) y está en un blog que murió, así que simplemente decidí volver a escribirla. Nefertiti de Jacqueline Dauxois es un libro que mis papás compraron por ahí en el 2003 en la Comercial Mexicana por treinta pesos. De esas ofertas que no vuelven porque los libros se descatalogan (desde entonces me interesa encontrarlo). Yo lo leí estando en secundaria y desde entonces me obsesiona. De eso ya pasaron diez años. Elegí remarcarlo específicamente en estos once años del blog porque la figura de Nefertiti tal cual la cuenta ese libro (una mujer que desea más que nada ser Faraón) me interesa de una manera quizá poco sana.


Leí mil y un veces como se enamoraba de Ajenatón/Akenatón, leí mil y un veces el drama de los faraones que se casaban con sus hijas (pues su descendencia tenía que ser de la sangre de la Esposa Real, de los dioses), leí mil veces a Nefertiti enfrentarse a Moisés y la vi caer. La prosa de la escritora me sorprende, como se sitúa en el egipto faraónico. (Y es que, aunque hoy en día alce la ceja ante el uso de faraona como elogió porque entre otras cosas a mi esnobismo le da curiosidad remarcar que en teoría no tiene femenino y Hastshpsut la Constructura fue Faraón... bueno, Reina-Faraón más concretamente y Nefertiti quizá también, aunque es pura especulación, las figuras de estas mujeres me interesan mucho...; desde la distancia, claro). Si algún día lo ven, léanlo

Masters of Death, Olivie Blake

Sinopsis:  This book is about a real estate agent—only the real estate agent is a vampire, and the house she has to sell is haunted, and the ghost haunting the house has been murdered, and he has no idea how he died. This book is also about a medium, and though this particular medium is definitely a shameless fraud, he isn’t entirely without his uses—seeing as he’s actually the godson of Death. When Viola Marek seeks out Fox D’Mora to help her with her ghost-infested mansion, he becomes inextricably involved in a quest that neither he nor Vi expects (or wants). But with the help of an unruly poltergeist, a demonic personal trainer, a sharp-voiced angel, a love-stricken reaper, and a few high-functioning creatures, Vi and Fox soon discover that the difference between a mysterious lost love and an annoying dead body isn’t nearly as distinct as they thought.

A Olivie Blake la escogí para esta entrada porque la conocí en 2018 leyendo fanfics de Harry Potter (es una excelente fanficker) y descubrí que tenía algunos libros de fantasía autopublicados. Le di la oportunidad y no me decepcionó para nada. Su lore con la muerte siempre ha sido fantásico (dentro de los fanfics, jugando con sus reglas, y fuera de ellos). Fox D'Mora es el hijo de la muerte. O más bien, ahijado. Al rededor de él se mueven otros personajes curiosos: reapers, ángeles, vampiros y todo tipo de criaturas fantásticas que viven entre las sombras y a plena luz del día y, finalmente, un fantasma que se niega a permitir que vendan la mansión de su familia 

Me gusta el cuidado que Olivie le pone a la fantasía de sus historias y a los personajes. No me cabe duda que es una escritora character-driven (si es que podemos hacer esas distinciones) y que de las mejores cosas que ofrece son personajes que nunca jamás serán planos (acordarte de que tus personajes son personas, qué difícil es si son idealizados), que cometen errores, tienen pasiones, aciertos y dentro de todo, son humanos por cómo nos reconocemos en ellos, por más que sean la Muerte misma. Si les gusta la fantasía urbana y las historias de criaturas que viven entre nosotros, Masters of Death es su libro. Es autopublicado y está bastante accesible en Amazon.

Gravedad Artificial, M. T. Anderson

Sinopsis: Titus y sus amigos viven completamente sometidos por un transmisor implantado directamente en su cerebro, que piensa por ellos y les dice todo lo que deben hacer y comprar. Entonces conocen a Violet, una chica a la que le importa lo que está pasando en ese frenético mundo y que cambia todas sus creencias.

Violeta... ¿Violeta? Hay una historia que te voy a seguir contando. Voy a seguir contándotela. Tú eres esa historia. No quiero que olvides. Cuando despiertes, quiero que te recuerdes. Yo voy a acordarme. Existes mientras te recuerde. Mientras alguien te conozca. Yo te conozco tan bien que podría manejar un simulador. Ésta es la historia

M. T. Anderson es uno de mis grandes referentes en la ciencia ficción. Lo digo aunque sea gringo (sorpresivo) y aunque sea vato (sorpresivo también). No es el único, pero sí fue uno de los primeros que me hizo decir "quiero escribir ciencia ficción así" cuando cerré este libro. Antes de Gravedad Artificial había leído ya Paisaje con Mano Invisible (también, como este libro, editado por FCE) y lo reseñé aquí porque me fascinó. Ante todo, me encanta su crítica al capitalismo en el que todo es una mercancía y lo humano de su narrativa. Sí, es uno de mis referentes. Sobre todo porque Gravedad Artificial es un romance en clave de ciencia ficción y una crítica a esa vida que va tan rápido y sin detenerse. 


Creo que es de mis libros favoritos en el género (y es un género que tengo plagado de autoras, nótese, que un vato sobresalga es raro, pero es que me cansa la hard sci-fi que les gusta tanto) y de esos libros juveniles salidos de los Estados Unidos que sí me gustan muchísimo. Además, las traducciones del FCE siempre han sido muy buenas en México y es otro punto a su favor. Recomendadísimo.

La séptima expedición al Malabí, Gabriel Sáez

Sinopsis: Seis expediciones se organizaron al reino de Malabi y ninguna regreso. Ahora intentan desentranar ese misterio el Viejo Stefano, un inventor, y Meronik, un joven cuyo oficio es imaginar. Acompanados del loro Truman, inician su peligroso viaje por el rio Kamini, que no se sabe a donde conduce. A medida que avanzan, descubrirán que cada provincia de Malabi es como la pieza de un rompecabezas que los llevara a encontrar algo que no buscaban pero en el fondo deseaban fervientemente. Un viaje prodigioso por parajes y dimensiones desde el recuerdo hasta el deseo. 

Dos vatos juntos para que no crean que sólo hablo de autoras. No es cierto. A veces también hablo de ellos. Grabriel Sáenz es un escritor uruguayo y lo único que sé de él es que escribió La séptima expedición al Malabí, publicado en la colección A la orilla del viento, serie azul, para los grandes lectores. Si me conocen poquito ya saben que dos años seguidos vendí libros del FCE en ferias del libro y no les puedo explicar la cantidad de veces que intenté vender este. Lo logré con un puñado de niños y adolescentes, porque a niños que no leían tanto les parecía algo más complicado y a niños que leían más, el hecho de que estuviera en la serie azul los detenía. A mí me fascina.

Me gustan los libros de viajes y de descubrimientos y este es uno de ellos. Van dos hombres y un loro por un río que no saben a donde conduce, encontrándose con las historias (colectivas y hermosas) de todas las provincias del Malabí a su paso. Este es un libro que siempre recomiendo si tienen conocidos a los que les gusten los libros de aventuras y esas historias de fantasía en las que todo se desencadena con un viaje. ¡Además, tiene un detalle precioso! Hay una provincia en el Malabí donde tus sueños se hacen realidad. Puedes, incluso, soñar con la mujer de tus sueños y aparecerá frente a ti. ¿Se imaginan las implicaciones que tiene eso? Léanlo, creo que es un libro que merece más reconocimiento del que tiene.

Momo, Michael Ende

Sinopsis: Momo es una pequeña niña que vive en las ruinas de un anfiteatro de una gran ciudad italiana. Es feliz, buena, cariñosa, con muchos amigos, y tiene una gran virtud: la de saber escuchar. Por eso, es una persona a la que mucha gente acude para desahogarse y contar las penas, ya que ella es capaz de encontrar una solución para todos los problemas. Sin embargo, una amenaza se abalanza sobre la tranquilidad de la ciudad y pretende destruír la paz de sus habitantes. Llegan los Hombres Grises, unos extraños seres que viven parasitando del tiempo de los hombres, y convencen a la ciudad para que les entregue su tiempo. 

Siempre he deseado perderme en Fantasia y viajar con Atreyu. Lógico que Michael Ende sea un referente mío muy claro. El problema es que tengo veinticuatro años y siento que los Hombres de Gris me andan persiguiendo. Todo lo que oigo tiene que ver con cómo ser productivo, perder el tiempo está mal. De repente, en mi adultez, me encontré con una sociedad que venera a los hombres de gris que chupan el tiempo y no se detiene ni un momento y me abruma. En parte, por eso estoy hablando de Momo aquí. En parte es porque simplemente me gusta mucho Momo y la tortuga y la historia de una niña que llegó a vivir de la nada en un Anfiteatro.

Leí Momo de niña y me gustó mucho. Le entendí un poco, pero no puedo decir que haya entendido el peso de la persecusión de los hombres de gris hasta ahora. Me llega mucho más ahora que voy a cumplir veinticinco y estoy, con desesperación, buscando un lugar en el mundo. Por eso, si también se sienten un poco así, lean Momo. Si ya lo leyeron, vuelvan a sus páginas. Si no, sumérjanse en ellas por primera vez. Respiren hondo y tomen un tiempo que sea sólo para leer. Momo es maravillosa.

El sabotaje amoroso, Amélie Nothomb

Sinopsis: Presentamos ahora la segunda novela de Amélie Nothomb, y una de las mejores. Si en Metafísica de los tubos exploraba su singular autobiografía hasta los tres años en Japón, en El sabotaje amoroso recoge las conmovedoras vivencias de su infancia posterior en China. En el gueto de los diplomáticos, en Pekín, la narradora, que entonces tenía siete años, se enamora de una bellísima niña italiana, Elena, quien le enseñará todos los padecimientos del amor. En la senda de Lolita y de Ada o el ardor, transita aquí la mejor narrativa joven de la actualidad.

Creo que ya se dieron cuenta de más o menos como estoy estructurando este asunto. Libros con temas que me interesan, libros que me llegaron, libros de mis referentes. Amélie Nothomb es esa escritora contemporánea que leo sin reservas. Me encanta el valor que le da a su propia imaginación a través de sus historias. El sabotaje amoroso es una de sus novelas autobiográficas, como Estupor y temblores y Ni de Eva ni de Adán, que ya he reseñado en el blog. En esta cubre una parte de su infancia que pasó en China, puesto que su padre es diplomático. 

Además de hablar del amor, como dice la sinopsis, puesto que Amélie se enamora de Elena y descubre cuánto se puede sufrir por amor, también narra una guerra en miniatura que pelean los niños que viven en el gueto de los diplomáticos. Adoro cómo Amélie narra su propia vida. Es esa escritora que, cuando no tengo nada que hacer y quiero asomarme a la imaginación de alguien más, busco sin dudar. Y a ella, curiosamente la conocí porque tengo un blog y leo blogs, así que suena a buena adición en esta entrada.

Bordados, Marjane Satrapi

Sinopsis: Una tarde cualquiera, mientras los hombres hacen la siesta, las mujeres se reonen en el salon y hacen un to. Mientras beben, airean su corazon. Poco a poco, cada una de ellas explica una experiencia vital que les ha marcado para siempre: matrimonios concertados, infidelidades que les han cambiado el futuro y lo m's importante de todo, tener que mantener la virginidad hasta el matrimonio, una cosa que, en los tiempos modernos, a veces no es siempre posible. Bordados es un duro retrato sobre la situacion de la mujer en Oriente Medio y sobre la mejor manera de sobrevivir.

La última, finalmente es Marjane Satrapi con otra novela gráfica autobiográfica. De Marjane siempre me ha sorprendido cómo narra sus sueños y vivencias y como narra las relaciones entre mujeres. Bordados es una novela muy sencilla, donde varias mujeres se juntan (siendo Marjane la más joven, puesto que son reuniones de su abuela) y platican. Cuentan sus vidas mientras hacen algunas labores, hablan de los hombres, de sus amores, de sus experiencias. Nada me gusta más al escribir de la vida de las mujeres que reconocerlas a ellas como personas.

Así que me parece adecuado recomendarlo en mi undécimo aniversario porque aquí se habla mucho de mujeres en la literatura y de mujeres que escriben y reconocer que son personas es una de las cosas que más me gusta (y uno diría que es imposible que no pase, pero la retórica de "mujeres dulces angelitos incapaces de hacer nada malo) de repente sí aparece mucho en la literatura. Por eso, los invito a leer Bordados, de Marjane Satrapi. 

Y hasta acá llegamos. Once años, once libros.

lunes, 28 de septiembre de 2020

Hermanastra, Jennifer Donnelly | Reseña

Sinopsis: Isabelle no es la preciosa muchacha que ha enamorado al príncipe tras perder un zapato de cristal, sino la hermanastra fea que se ha cortado los dedos de los pies para lograr meterlos en el zapato de Cenicienta. Y ese zapato… se está llenando de sangre. Cuando el príncipe descubre el engaño, la rechaza y condena a su familia al desprecio del pueblo. Pero ella cree que se lo tiene merecido: quería ser como Cenicienta y solo ha conseguido ser mala y celosa. Ahora tiene la oportunidad de cambiar su destino y demostrar lo que las hermanastras feas siempre han sabido: ni siquiera un corazón roto basta para someter a una chica.

NO TE CONFORMES CON ROMPER EL CUENTO DE HADAS. HAZLO AÑICOS.

Hay muchas cosas que me dan risa de la sinopsis, de este libro, del hecho de que leí 250 páginas en un día para acabarlo a huevo, antes de que me siguiera dando pereza leer. Ay, esto de romper los cuentos de hadas me da mucha risa, perdón. Pero ya les explico por qué más adelante. El caso es que el libro no me gustó pero a veces encuentro interesante discutir de cosas que no me gustaron porque se abre el diálogo y esas cosas. Esa creencia de que sólo vamos a hablar de las cosas buenas me cansa mucho porque en la crítica puede haber debates increíbles y mucho diálogo (eso sí, parto de la idea que cada quien lee lo que quiere, incluidas las reseñas. 

De nuevo, como hice con El fuego verde voy a dividir la reseña en partes, para dividir los temas que quiero tratar (ya ven, no lo hago sólo con libros que me gustan mucho, aunque sí es más frecuente que me ocurra con libros queme gustaron...). Sólo juro que no estará tan larga.

El hilo negro de los cuentos de hadas

Me llama mucho la atención una corriente que no se cuanto tiempo lleva existiendo (que sé yo, yo alcé la vista y la estrategia de marketing ya estaba aquí) que se volvió una tendencia cuando los retellings de cuentos de hadas inundaron el mercado (recordarán que yo leí Una corte de rosas y espinas de Sarah J. Maas con terribles resultados porque ese libro peca de ser aburridísimo y la peor re imaginación que he visto de La bella y la bestia) después de que se publicó Crónicas Lunares (que se salvó un poquito del asunto, pero yo no los he leído, así que no opino). De repente los equipos de marketing de las editoriales anunciaban estas novelas como "cuentos de hadas más oscuros" o "cuentos de hadas para adultos". Supongo que asumían que lo único que su público conocía eran las adaptaciones de Disney porque de otra manera no se explica como demonios vi campañas y campañas del estilo y como vi cuarenta mil portadas como Hermanastra.

Ilustración de Gustave Doré

Hermanastra acaba allí donde termina la Cenicienta, en esa versión en que la Madrastra obliga a sus hijas a cortarse los dedos para que los pies les puedan entrar en la zapatilla. Ese es el inicio de la historia y me pareció de repente que Jennifer Donnelly quería rescatar esa versión y desarrollarla más. Lo cual es una excelente intención. Reimaginar los cuentos de hadas, reinventarlos, crear a partir de ellos es algo que me encanta. El problema viene siendo cuando, aun cuando los autores no lo hagan a posta (Donnelly siento que no lo hace con esa intención, simplemente quiere agregar a la historia), las editoriales por todos lados me están vendiendo estas cosas como cuentos de hadas más oscuros.

Me pregunto. ¿Habrán leído las recopilaciones de Grimm, Perrault (mi indiscutible favorito porque marcó mi infancia), los cuentos de Hans Christian Andersen? ¿Habrán... leído? La idea de que los cuentos de hadas son rosas viene, sospecho, de Disney. También de la idea que son para niños (sí, para niños de cero y hasta más de cien años, ridículos) y que todas las cosas para niños tienen que ser rosas en el sentido de bonitas, felices y sin ninguna cosa triste (lo que es, mi opinión una soberana estupidez, porque sólo me hace pensar que consideran a los niños estúpidos). En fin, todas esas campañas de hacer los cuentos de hadas más oscuros o "volver a los cuentos de hadas originales" (considerando que lo que tenemos son recopilaciones que nacieron desde la tradición oral en muchísimos casos...) me matan, lo juro. Parece que acaban de descubrir el hilo negro y no asomarse a una tradición que lleva siglos sobre la tierra. (Y no, se llevan escribiendo reinterpretaciones de los cuentos de hadas desde que el mundo es mundo y si quieren unas muy buenas, recomiendo La cámara sangrienta de Angela Carter).

Ilustración de Gustave Doré

En fin, llegué con interés al libro de Jennifer Donnelly porque, al menos, prometía escribir la historia después de Cenicienta, la historia de las hermanastras y la premisa no se veía mal (además era la lectura de un club de lectura, no iba a decir yo que no) y me gustó la manera en la que empezaba la historia (con el Azar y las parcas, elementos de la fantasía del libro tremendamente desaprovechados en un intento de hacerlo más "realista" creo), además del punto de comienzo para las hermanastras de Cenicienta. Y... ya. El resto del libro se pierde en reivindicar cosas (todavía siendo a la autora gritándome) en vez de contar una historia con esas cosas que pretende reivindicar, desaprovecha todos los elementos fantásticos que mete (con excepción de la Reina de las hadas) y es una gringada suprema.

Personajas fuertes

En mi adolescencia me emocionaba mucho por el prototipo de "personaje feminimo fuerte". Se los juro. Muchísimo. Para mí Hermione Granger fue un antes y un después en mi vida porque yo era igual de ñoña y en ese momento buscaba identificarme con cualquier cosa. Nunca me ha sido muy difícil identificarme con personajes, pero una tan idéntica a mí me encantaba. Y después me siguió pasando con muchos personajes (Hester Shaw de Máquinas Mortales, Momo...). Y luego llegó el boom con Katniss Everdeen y acabé descontenta. Me estaba pasando algo con los personajes femeninos fuertes. No porque haya algo malo con ellas per se; Katniss me parece muy interesante para hablar de salud mental, con todo y que yo deteste a morir la trilogía de Los Juegos del Hambre. El problema es que de repente los personajes femeninos fuertes eran aquellos que entraban en un rol masculino y nada más.

Me explico: personajes fuertes eran las guerreras que daban patadas y reventaban cabezas de la nada en historias con un subtexto que despreciaba abiertamente lo femenino. Me gustan, en cambio, las personajas que van contra esa norma (Elizabeth, en Black Butler, es un ejemplo) y que demuestran que algunas cosas "típicamente masculinas" no están peleadas con otras "típicamente femeninas". O personajes que demuestran que no sólo hay fuerza en la pelea, sino en la inteligencia (¿por qué creen que me gusta Hermione Granger?), en la compasión (Luned, de El fuego verde, de quien hablé tanto la entrada pasada), en el cuidar a otros, en la resiliencia. 

 En el caso de Hermanastra, me resultaba especialmente atrayente Tavi, la otra Hermanastra, apegada a las ciencias y a los libros. Sus ansias de estudio me resultaban maravillosas y los desastres en los que se metía (como el queso maloliente) me hacían sonreír. Una chica a la que le gustaban las matemáticas y quería estudiar en vez de ser una esposa para el resto de su vida. Es algo bonito. Lástima que sus diálogos parecieran exposiciones aburridas de secundaria escritos sin ninguna clase de amor y no tuviera personalidad más allá de eso. Isabelle estaba mucho mejor formada en ese sentido, buscando los pedazos de su corazón. Sin embargo, me decepcionó un poco que acabara finalmente en ese prototipo de personaja que sirve para reventar cabezas cuando durante toda la historia se demostró que además de sus habilidades para la pelea, también era compasiva con los suyos a su manera y era protectora. 

En fin, lo que no me gusta tanto de la historia es el subtexto. Siento que es algo que la autora no supo manejar. Está ahí gritándote constantemente, sin ni intentar usar el lenguaje a su favor para gritarte "¡mira lo feminista que soy! ¡mira lo woke que soy!". No me gusta eso. ¿A mí que? Que bueno que seas woke, oye. Quiero una historia, no que te cuelgues medallas en la frente. Quiero que tu historia me transmita ese mensaje, no que salgas de entre las páginas a tratarme como una lectora pendeja. En fin. Creo que hay pensar a los personajes más allá de la gringada woke, construirlos con cariño para que no acaben hablando como robots de secundaria (de verdad qué tristeza me da Tavi, porque su personaje pudo haber sido entrañable) contestando con desgana a las preguntas del profesor.

Conclusiones y otras cosas

Muy bien, ya no me quiero extender más respecto a la reseña. Creo que lo único que me gustó fue Tanaquil, la Reina de las Hadas (y lo digo con reservas, porque de verdad le busqué cualidades redentoras a este libro, pero de gringada no pasó) porque fue el único elemento de fantasía que me pareció bien aprovechado. El resto quedó diluido en la nada (¡las parcas! ¡Azar! ¡Desaprovechados totalmente!). Los personajes no me parecieron formados muy bien con la excepción de Isabelle (y eso sólo porque a ella se le dedican más páginas).

Ilustración de Gustave Doré

Mi conclusión del libro es que fue una gringada. No hay otra forma en la que yo pueda describirlo. Sentí que los personajes se movían y hacían cosas y hablaban y que el texto me intentaba contar algo, pero de lejos y de repente salía la autora a tratarme como si no fuera suficientemente lista para entender su subtexto. Y eso, miren, yo no lo aguanto. 

¿Recomedarlo? O sea, sinceramente no, pero si les gustan las cosas basadas en cuentos de hadas es probable que igual les guste y yo no voy a detenerlos de que lo intenten. Cada libro tiene su público. Total. Nos vemos en la siguiente reseña.