Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

viernes, 4 de junio de 2021

Planetas invisibles, cuentos chinos de ciencia ficción

Portada Planetas Invisibles, compilación de Ken Liu

Sinopsis: Trece visiones del futuro. Trece historias poderosas que dan una idea de la variedad de voces, temas y técnicas de los autores chinos de ciencia ficción: las hay inquietantes, irónicas, distópicas, emotivas... Algunas han recibido premios y elogios de la crítica, otras han aparecido seleccionadas en distintas antologías y otras son simplemente favoritas de Ken Liu. Completan la colección varios ensayos de los propios autores sobre la ciencia ficción china y la introducción de Ken Liu. Incluye "Entre los pliegues de Pekín", de Hao Jingfang, premio Hugo 2016, y tres relatos del premio Hugo 2015 Liu Cixin.

Esta es una colección de relatos de ciencia ficción de autores chinos; la compilación y la traducción al inglés la hizo Ken Liu. Al español se encargaron Manuel de los Reyes y David Tejéra Expósito (y me queda la duda de si fue traducción indirecta, lo que parece probable, lo anotaré para investigarlo. La colección incluye a trece autores en los que me detendré un poco de uno en uno porque creo que es la única manera hablar de estar antología (sobre todo en la disposición que Ken Liu eligió para presentar los relatos), además de unos ensayos al final y una introducción de Ken Liu que usaré como punto de partida para la reseña.

La ciencia ficción es la literatura de los sueños, y los textos oníricos siempre nos dicen algo acerca del soñador, de que interpreta los suños y de la audiencia. 

Desde el principio el libro obliga a que el lector confronte sus propias ideas (o falta de estas) sobre la ciencia ficción china. Este tipo de antologías, que unen a escritores que comparten cultura, siempre despiertan ideas preconcebidas desde lo que creemos que debería ser el imaginario del lugar en el que nos encontramos. De la misma manera que parece que le exijimos a los autores mexicanos que usen un decorado mexicano en sus historias (lo que cada quien considere mexicano, que es demasiado subjetivo: ¿qué es lo mexicano, exactamente, cuando somos un país tan diferente de punta a punta?), parece que esperamos que los autores chinos escriban siempre lo que creemos que es China. Y es cierto que autores que escriben anclados a una misma cultura muchas veces comparten preocupaciones e intereses similares que luego aparecen una y otra vez en sus textos, pero no podemos limitar a esperar una idea pre concebida. Es más, ni siquiera podemos creer que tan solo trece visiones diferentes nos darán un panorama demasiado amplio sobre lo que es China y su literatura de ciencia ficción. Ya lo dice Ken Liu y lo explica mejor que yo:

Conocer China a través de las noticias sesgadas de los medios occidentales o asegurar que se «entiende» a país por ser inmigrante o haber sido turista es lo mismo que vislumbrar una mancha borrosa a través de una pajita y afirmar que se trata de un leopardo. [...]
La realidad política de país y su complicada relación con Occidente hace que a los lectores occidentales les parezca normal interpretar la ciencia-ficción china bajo el prisma de los sueños, esperanzas y fantasías occidentales sobre la política china. [...]
Dar por hecho que las preocupaciones políticas de los autores chinos son las mismas que las que los lectores occidentales esperan de ellos es, como mínimo, arrogante y, lo que es peor, peligroso. El mensaje que los esritores chinos intentan comunicar es universal, se refiere no solo a China sino también a la humanidad en su conjunto, [...].

Ken Liu
Ken Liu

Siento que por momentos se dirige mucho más a a la audiencia que leerá en inglés y que viven en ese eufemismo que llamamos países desarrollados, pero también ocurre en México: nos sorprendemos cuando cosas de otras latitudes resultan tener narrativas que también nos interpelan y resultan, además, ser diferentes de lo que imaginamos (en español, por ejemplo, cuántas veces no habré visto a los españoles leyendo a los autores de América Latina buscando desesperadamente lo que ellos creen que es "lo latinoamericano" cuando aquí no tenemos respuesta a esa pregunta). En fin, no sean como los que andan descubriendo el hilo negro de los generos imaginativos cada tres segundos y no digan "no es sólo ciencia ficción *inserte aquí una cultura, la que quiera*, sino que trasciende hasta crear una visión universal y humana" (que en sus ratos libres se juntan con los que acaban de descubrir por enésima vez que la ciencia ficción "no son sólo máquinas, sino también se refiere a lo humano").

Así pues, tenemos trece visiones distintas por siete autores distintos y no puedo englobar del todo por lo diferentes que son (China es muy grande), por lo que opté por hacer un pequeño apartado para cada autor.

Chen Qiufan

—¿Sabes si hay algo de real en todo esto? —murmuro.
—Claro. Tú. Yo. Nosotros somos de verdad.

Este autor me produce sentimients encontrados. Por un lado, tiene dos historias muy interesantes y una que no me gustó en lo más absoluto. Es normal, después de todo: a veces resulta imposible que todas las historias de un autor te gusten. Sin embargo, los sentimientos encontrados me los causa el porqué. Pero vayamos por partes (como dice Jack El Destripador y hace tanto que no hacía este mal chiste que me lo tienen que perdonar esta vez). 

El Año de la Rata nos presenta un mundo donde todos aquellos que no sean útiles productivamente (oh, bello capitalismo) acaban cazando... ratas. Ratas especiales, extrañas, pero ratas al fin y al cabo. Hay toda una máquina propagandística que se asoma de fondo (nada raro, el mundo en el que estamos paraditos en la realidad está atascado de propaganda por los cuatro costados) hablando de como es un servicio hacer ese trabajo. Hasta que, claro, lo de las ratas se complica y parece que surge una nueva civilización con ellas. Una historia muy interesante, que en general me gustó. Me pareció una buena apertura a la antología y me dejó con curiosidad de qué había más allá.

Por el contrario, El pez de Lijiang me fascinó. El juego con lo virtual y nuestras percepciones es algo ante lo que soy débil, lo admito. El juego de si lo que estás viendo es real o es tan solo una proyección de algo que no está allí. Parece, pero quizá no lo es. Qué tanto pueden engañarte los sentidos o por qué nos interesa crear mundos artificiales antes que preservar lo que existe (y esta especialmente fue una pregunta que me hice yo mientras leía, no la alcancé a ver de todo en el subtexto, pero creo que es un muy buen punto de partida para platicar de algunos detalles del cuento). Mi favorito entre los tres de Chen Qiufan.

La flor de Shazui no me gustó en lo absoluto y me encantaría no tener que gastar tiempo en ella. Sólo quiero decir que no me gusta cuando los hombres escriben de mujeres en prostitución y son incapaces de describirlas más allá de los objetos. Incluso si son sus protagonistas quienes lo hacen. Me incomoda. Y quizá debería incomodarme, quizá ese sea el propósito, pero... a estas alturas, ¿para qué de nuevo si hay tantos ejemplos? Por supuesto no es el único tema del tiempo, pero la sensación que me quedó fue tan... ¿por qué otra vez?, ¿por qué no otras visiones? En fin. No fue lo mío.

Xia Jia

—Sí, me gustan los poemas —responde la murciélago al tiempo que asiente—. Cuando los poetas ya no están entre nosotros, los poemas se vuelven aun más valiosos.
—¿Los poetas ya no están entre nosotros? —pregunta el dragón equino, preocupado—. ¿Afirmas que ya nadie escribe poemas?

Xia Jia, fotografía
Xia Jia

Ella es mi nueva escritora favorita de esta antología. No es la única, pero me maravillaron sus cuentos, me parecieron super interesantes, bonitos, la prosa de la traducción en los tres está super cuidada y detallada. Dos de los cuentos, además, tienen un tono que me recuerda mucho a las leyendas, a los cuentos de hadas y a cierta prosa que suelo encontrar mucho en la fantasía. Y el otro igual es impresionante.

Cientos de fantasmas desfilan esta noche me recordó a cuentos de fantasmas contados al anochecer. No precisamente a esas historias de miedo con giros inesperados, si no historias misteriosas con personajes adorables por momentos a los que uno se apega demasiado rápido y que calientan el corazón con la manera en la que hilan sus palabras. Más o menos a esa sensación me refiero cuando hablo de los fantasmas que pueblan este cuento y de las historias que va dejando caer, una a una, para ser recogidas por quien las está leyendo.

El verano de Tongtong es el cuento que he visto más mencionado de todos y al parecer uno de los más aclamados de a antología. Entiendo por qué: técnicamente me pareció impecable la historia desde los ojos de una niña y su tema es universal (cada cuánto volteamos a ver hacia la vejez y nos preocupamos por los cuidados). No fue mi favorito (por meros intereses literarios, porque los tres cuentos de Xia Jia son bastante buenos), pero Tongtong y su abuelo son personajes que estarán siempre en mi corazón y me parece que la visión de Xia Jia puede ser usada para dialogar sobre el tema de los cuidados yla vejez desde la ficción.

Dragón equino
Dragón equino

El paseo nocturno del dragón equino fue mi favorito. Me pareció una historia de fantasía, tiene mucho de su estética, de sus temas y de algunas de sus fórmulas entre sus palabras aunque estemos hablando de máquinas. Creo que demuestra cierto tipo de hibridaciones que son muy posibles dentro de a literatura imaginativa o haciendo uso de la literatura imaginativa. Seguimos un paseo del dragón equino, acompañado de historias y de las esperanzas de una criatura que se ha quedado en un mundo abandonado.

Ma Boyong

—Mientras haya dos palabras o incluso dos letras en el mundo, será posible continuar intercambiando ideas. ¿Sabes código morse?

De este autor hay sólo una obra en la antología, lo cual me pareció muy limitado para hacerme, aunque fuera, una visión limitada sobre él. En su introducción se menciona que escribió una novela corta del género wuxia (del que hablé en una reseña de una obra china muy diferente aka Mo Dao Zu Shi) en donde abordaba la historia de Juana de Arco y me quedé con curiosidad de saber más sobre eso. Por lo que pude investigar esta historia y otra contribución que aparece en la siguiente antología de Ken Liu (Estrellas rotas) son las únicas que han sido traducidas oficialmente, pero NovelUpdates, ese paraíso de los grupos amateurs de traducción chino-inglés tiene un pedazo de una obra histórica de suspenso titulada The Longest Day in Chang'an, que incluso tiene adaptación a un drama. Lamentablemente la traducción está incompleta desde 2020.

En Planetas invisibles publicó La ciudad del silencio, un homenaje obvio a 1984 de George Orwell. No me cae bien George Orwell. Me da risa, sí, cuando la derecha lo considera un duro crítico contra el comunismo (porque también tuvo formación marxista y se consideraba a favor del... socialismo democrático; en fin, luego hablamos de sus visiones políticas). Tampoco me gusta 1984. Me incomodan sus aproximaciones al amor y a las relaciones sexuales. Tanto como me incomodaron de nueva cuenta (al menos las segundas) en la manera en que Ma Boyong se aproximaba a ellas (fue un elemento que me resultó demasiado 1984 para mi gusto); era, además, imposible ignorar las conexiones cuando Ma Boyong las hacía tan obvias en todo sentido (incluso mostrando a personajes que escuchaban pasajes de la novela). Sin embargo, algo que me pareció muy inteligente en el cuento era como el escritor sorteaba las limitantes del lenguaje en las que vivían sus personajes. Dentro de todo me pareció una buena historia y una propuesta interesante, aunque no me voló demasiado la cabeza.

Hao Jingfang

Cuando haya terminado de contarte estas historias, cuando hayas terminado de escuchar estas historias, ni yo seguiré siendo yo, ni tú seguirás siento tú. Esta tarde, por espacio de un breve instante, nos hemos fundido en un solo ser. Después de esto portarás en mi interior una parte de mí, al igual que yo habré de portar parasiempre una parte de ti en el mío [...].

Ella es mi segunda nueva autora favorita de la vida. Las dos historias suyas en la antología me parecieron de una calidad infinita en cuanto a narrativa y las disfruté muchísimo. La autora es conocida por tener un Hugo (a historia corta, me parece); de hecho, es por una de estas historias publicada en esta antología. A ella sí la han traducido un poco más por lo que me consta. Pero vamos a lo que vamos.

Planetas invisibles es el primer cuento de Hao Jingfang y también el que le da el nombre al libro completo. El cuento es una sencilla plática entre dos personajes que hablan de distintos planetas y civilizaciones existences. Me gusta la idea de hablar de los planetas como hablar de historias, narrarlos en voz alta para conocerlos. Es mi cuento favorito de ella porque me recordó de repente a Las mil y una noches (aunque podrá parecer que no tiene nada que ver, pero a veces mi cerebro hace esas conexiones maravillosas). Además habla como después de una o muchas historias no somos los mismos y nos quedamos un tantito con la esencia de quien nos las está contando. 

Sunset Alien Planet de Jeanne 24.
Sunset Alien Planet por Jeanne 24

Entre los pliegues de Pekín es un cuento perfecto para aquellos que disfrutan de los escenarios distópicos y que me parece muy bien de que se trata crear uno (todavía tengo pesadillas con aquellas cosas a las que los gringos del boom llamaron distopías). La ciudad se divide y cambia y somos testigos de un viaje para entregar una carta de un lado a otro. Las diferencias de clase son las que determinan en qué parte de los pliegues de Pekín naces y hasta donde puedes moverte. Aborda el problema de la movilidad entre cases (imposible, prácticamente) y nos muestra como cada una defiende, después de todo, los intereses de su clase, sea esta cual sea. Me encantó esta historia.

Tang Fei

No tengo mucho que decir de Tang Fei. Sí creo que su historia no está a la altura de las que la preceden, pero tampoco es mala. Es más bien una cuestión de de posición dentro de la antología. Chica de compañía simplemente fue un poco víctima de su lugar en la antología, pero no me pareció un mal cuento. No me disgusta la idea que trata en ella (recuerda muy evidentemente a Sherezade cuando habla de una chica que vende historias) ni como juega con la idea de la prostitución al engañar a su lector alimentándolo con ciertos estereotipos que uno espera de estas narrativas para al final darle la vuelta, reconocer el engaño obvio y mostrar la realidad del cuento (de verdad que juega mucho con las expectativas que un montón de escritores señoros que les gusta escribir de "chicas que compañía" nos han alimentado durante décadas en sus historias y eso me parece maravilloso).

Cheng Jingbo

Sonrió y me besó con ternura en la frente. Nadie fue testigo de esta despedida, y por ello, en las historias que habrían de contarse después, la reina murió tras ingerir por error una seta venenosa en la Ciudad Liviana. Pero yo vi con mis propios ojos cómo mi madre se encaramaba al hombro de aquel robot gigantesco, se colaba por una de sus orejas y desaparecía.

Y esta es mi tercera autora favorita del momento. Sólo hay una historia suya en la antología, pero creo que me ayudó a crear una imagen bastante interesante de su narrativa y de su estilo (ojalá poder volver a leerla pronto, me encataría encontrar otras visiones suyas en la literatura). Además, este es el cuento al que, en las reseñas, se le "acusa" de ser más "fantasía que ciencia ficción" como si eso fuera algo malo. Me parece que quienes lo hacen no entienden a hibridación a la que está apostando Cheng Jingbo o consideran que dentro de la literatura de género o imaginativa hay unos géneros que son mejores que otros. Sea cual sea el razonamiento usado, me parece que el tono de queja con el que leí que se expresaban sobre las influencias de la fantasía en la historia de Cheng Jingbo sólo servía para rodar los ojos. Pasemos, pues, a la historia. 

Planet, Daniele Cuncu
Planet, Daniele Cuncu

La tumba de las luciérnagas es un cuento de hadas en un viaje interplanetario. No tengo otra manera de describirlo. Creo que le gustará a todo aquel que le gusten ese tipo de historias. La narración de Cheng Jingbo es muy cuidada. Siempre me pregunto qué se pierde al traducir, pero por el cuidado que también se nota que pusieron los traductores, me imagino que es una de esas escritoras increíblemente preocupadas por el lenguaje en las historias. Me atrevo a decir sin pena (y créanme que fue muy difícil escoger entre tan buenos cuentos que hay) que este es mi cuento favorito. Haberlo elegido, por supuesto, responde a mis intereses y a lo que busco en los cuentos, pero lo recomiendo muchísimo.

Liu Cixin  

—[...] Nuestra civilización es muy antigua, sí. Pero nosotros no tenemos la culpa. Da igual cuánto se esfuerce uno, todas las culturas deben envejecer algún día. Todos nos hacemos mayores, incluso vosotros.

Seguramente este nombre les suene. Liu Cixin escribió El problema de los tres cuerpos y es bastante conocido también fuera de China. Para mí, sin embargo, era un autor completamente nuevo que no conocía más que de nombre. Nunca lo he leído, no lo conocía. Conocerlo en esta antología me pareció bastante adecuado para mí, además. Los cuentos me gustan y podía ver dos historias suyas diferentes en tono y en temas para hacerme una idea más o menos amplia de su obra. 

Liu Cixin
Liu Cixin

El círculo es una historia donde, por medio de una formación de soldados, Liu Cixin explica a la perfección cómo se hacen cálculos tan enormes que no pueden ser procesados con facilidad. Explica el funcionamiento de las compuertas de los circuitos y brevemente podría considerarse que monta un sistema digital, pero en modo analógico. La historia es buena, yo tuve pesadillas con la única materia que reprobé espectacularmente en mi vida (Microcontroladores; siempre tuve problemas para electrónica y más si era digital, donde la única excepción fue Arquitectura de computadoras, que sí me gustaba), pero la historia es buena. No es mi favorita por motivos muy personales, pero para aquellos interesados en las matemáticas, Liu Cixin explica conceptos medio complicados de una manera muy literaria al tiempo que enhebra la historia de una traición. Es una combinación extraña, pero muy buena. 

Finalmente, la última historia de la antología es Cuidando de Dios, una historia donde aparecen un montón de ancianos en la tierra y, diciendo que son Dios, demandan que sus hijos los cuiden. Cuando la historia se va desarrollando, nos hace cuestionarnos qué ideas tenemos sobre una divinidad (el cuento no da ninguna respuesta, pero creo que se puede dialogar con él en ese sentido) y qué ideas tenemos sobre lo que significa cuidar de otro. Tengo sentimietos encontrados cuando se habla de las cosas bonitas del cuidado. Es cierto que sí: es lo que ha hecho humanidad a la humanidad y lo que ha conseguido que la civilización siga. Todos hemos cuidado de otros o, al menos, deberíamos haberlo hecho (no hay que olvidar que es algo feminizado y visto como algo indigno) y, quizá, en algún momento, también cuidamos a otros porque esperamos que, cuando llegue el momento, alguien cuide de nosotros. De los dos cuentos de Liu Cixin, es este mi favorito sin lugar a dudas (mi interés en el tema de los cuidados al otro se impuso aquí, por supuesto).

Viaje interplanetario (conclusiones)

El libro cierra con tres ensayos. Liu Cixin, en el suyo, menciona lo que los lectores hicieron por su obra, El problema de los tres cuerpos, en internet y como dialogaron con ella en las comunidades que crearon (sobre todo en weibo, red social china). Se abordan cosas que atañen al genero y a cómo escribir ciencia ficción desde china en los otros dos, de Chen Qiufan y Xia Jia. Me parece que aportan una visión muy interesante sobre el libro (no se escribe fantasía, terror o ciencia ficción sólo en la ficción, sino que también se ensaya sobre el tema) y le agregan profundidad al libro en sí. No quiero detenerme ya mucho en ellos porque creo que dije lo que quería decir dándome el tiempo de hablar de cada cuento en particular. Me interesaba, con la reseña, presentar mi lectura de estos, que es muy íntima y personal. Sólo puedo cerrar recomendándoles el libro. 

Si lo buscan, lo tiene Alianza Editorial en español, aunque no sé que tal esté su disponibilidad en diferentes países de habla hispana, tendrán que investigarlo ustedes. Si tienen un poco de interés por la ciencia ficción, creo que esta es una lectura muy interesante.

martes, 1 de junio de 2021

Bloom into You, Nio Nakatani | Reseña

Portada de Bloom Into You de Nio Nakatani
Sinopsis: Yuu Koita acaba de empezar bachillerato y tiene problemas porque no sabe qué es enamorarse de alguien, cuando ve a un chico declarándose a Touko Nanami, una estudiante de segundo del Consejo Estudiantil. Yuu se siente identificada con Touko, que dice que nunca ha sentido nada cuando se le han declarado, sea quien sea... pero entonces esta misma Touko le suelta unas palabras que no se esperaba: “Creo que estás empezando a gustarme”.

Llevaba un tiempo buscando y apilando manga GL para leer en mi lista de pendientes y justamente Panini México anunció que esta sería su publicación de un manga sáfico (me parece que los tomos empezarán a circular este junio) así que yo empecé a leerlo por curiosidad y me seguí de bajada. Tiene ocho tomos, es una historia de romance entre dos chicas donde aparecen otras parejas de mujeres sáficas y se piensa mucho en cómo se experimenta el amor y el romance. También justamente tiene algunas visiones sobre el espectro asexual y/o arromántico en varios personajes, lo cual me pareció bastante interesante (no privilegia al amor romántico por encima de otras maneras de sentir amor o expresar afecto por el otro) y cada una de las protagonistas tiene un arco de personaje distinto que no es su relación pero acaba influyendo en todo su mundo. En general, me pareció suficientemente interesante discutir un poco la obra en una reseña, así que henos aquí.

En fin, también me pareció bonito iniciar el mes del Orgullo LGBT con una entrada así (además, aquí todo el tiempo hablamos de este tipo de obras, qué es una más).

Bloom Into You es una historia de dos estudiantes de preparatoria. Yuu Koita acaba de entrar y no sabe muy bien a que club o actividad extra unirse (ya que en japón es obligatorio). No sabe muy bien qué hacer hasta que termina metida en las elecciones del consejo estudiantil y, además, ve a un chico que se le declara a una estudiante un año mayor, Touko Nanami. Allí es cuando nos enteramos que nunca ha estado enamorada o no sabe lo que es enamorarse y duda que sea algo que vaya a sentir en la vida (o, al menos, en un futuro cercano). Aquello parece crearle un conflicto, considera que es raro o, al menos, no es demasiado común. Un chico de la secundaria se le declaró y ella todavía no le ha contestado, conflictuada por su falta de sentimientos.

Página a color de Bloom Into You
Touko y Yuu

¿Será que realmente nunca podrá enamorarse? ¿Es algo malo? ¿Bueno? ¿Normal? El manga jamás le pone nombre (de hecho, no etiqueta a ninguna de las personajas y las inserta en este mundo donde aparentemente es muy normal que otras mujeres amen a otras mujeres o, al menos, es un menor motivo de escándalo, lo que me parece muy importante) a lo que le ocurre a Yuu, pero creo que, en estos tiempos, podríamos pensar en el espectro ace/aro. Los términos y etiquetas llevan muchos años fluctuando; poder nombrar el amor entre mujeres, por ejemplo, es algo relativamente nuevo si lo vemos desde una perspectiva más histórica. Así que me parece bien lo que Nio Nakatani deja abierto a la interpretación (sobre las formas de vivir el amor y romance) siendo especialmente clara, sin dejar ningún lugar a dudas, que sus personajas son mujeres que aman a otras mujeres

Touko Nanami, senpai de Yuu y presidenta del Consejo Estudiantil se enamora de ella (o al menos, es claro que le gusta) e inicia una relación con ella, no necesariamente romántica en el sentido más mainstream. Es obvio que hay amor (porque amor hay mucho fuera del concepto del amor romántico, debo decir), pero fluye de manera diferente y las personajas se van entendiendo poco a poco. La trama de fondo nos muestra como Touko desea hacer una obra de teatro que hace mucho tiempo era tradición del Consejo, pero dejó de hacerse y lidiar con la ausencia de su hermana (que murió años atrás) y volver a enfrentarse a una especie de duelo. Es un personaje súmamente complejo en su relación con Yuu y fuera de ella. Sus matices me parecen muy importantes, sobre todo porque Bloom Into You se da el tiempo de mostrarnos a varios personajes desde muchas perspectivas, no sólo desde el "hola, soy un manga de romance y es lo único que obtendrás de mí". Una de mis quejas más grandes respecto a las historias LGBT es que hubo un momento en el mundo mainstream en el que los personajes LGBT eran quizá sólo secundarios cuya única personalidad era una orientación sexual o identidad de género, sin tener historia propia, tan sólo un token para demostrar "inclusividad" o no tenían permitidas otras historias que no fueran salir del clóset. 

Panel de Bloom Into You, Touko y Yuu
Touko y Yuu

Una de las razones por las que yo escribo mis propias historias imaginándolas en mundos donde ser LGBT sea completamente normal (entre otras cosas) es porque acabó por hartarme que sólo esas historias fueran visibles. Se le exigía a esos personajes ser perfectos (porque sólo ese tipo de representación es buena) y contar una única historia repetida. Se convertían en fábulas con moraleja y nada más. La manera en que Nakatani aborda a las mujeres sáficas (con distintas orientaciones sexuales, maneras de vivir el romance y e enamorarse) me pareció refrescante en ese sentido. Se nota la diversidad dentro de la diversidad y se hace todavía más obvio que se pueden contar todo tipo de historias. Una nota que quiero hacer es que cuando hablo en general de las personajas de Bloom Into You digo sáficas como un término que engloba otros dentro de sí porque, aunque el manga no es explícito como tal usando etiquetas, si es muy obvio en que en la historia hay mujeres lesbianas y bisexuales. Una de las personajas secundarias lo menciona de pasada, por ejemplo.

El tono de toda la historia es sensible, con muchos momentos adorables, pero también otros más reflexivos. Touko no sabe exactamente quien es lejos de emular a su hermana y por eso le da miedo que otros se enamoren de ella; Yuu no entiende cómo es su modo de vivir el romance, debe conocerse también a sí misma. El arte del manga ayuda mucho al tono que tiene toda la historia, muy preocupada por los detalles, los pequeños momentos y mostrar que incluso un ambiente cotidiano tiene cosas hermosas.

Touko y Yuu, protagonistas de Bloom Into You

Las historias más realistas me gustan cuando son así, en vez de ese realismo color caca del que de repente quieren pintar historias como estas: hubo una época en la que parecía que si no habia sufrimiento a causa de la homofobia, transfobia o cualquier tipo de discriminación, no estabas escribiendo una historia LGBT y a veces eso cansa; no está mal que existan esas narrativas, pero también es importante reconocer que las historias con personajes LGBT pueden ser de tonos felices. Cada tomo trae arte a color (al menos en la edición en inglés, no sé si Panini en México los dejará, que a veces salen en blanco y negro para hacer más accesible el precio), usualmente spreads en dos páginas donde podemos ver a las protagonistas y que creo que ayuda mucho a situarnos dentro del ambiente de la historia completa.

¿Recomiendo la historia? Por supuesto que sí, si les gustan las historias tranquilas, reflexivas, que invitan a reflexionar un poco sobre el amor y cómo nos enamoramos o qué entendemos por enamorarse, definitivamentees una historia para ustedes. En México se acaba de licenciar por Panini Manga, así que seguro lo encuentran pronto con ellos. En España la licencia es de Planeta y en inglés, que fue el que leí por temas de accesibilidad, es de Seven Seas. (E igual hay scanlation, si es que no está accesible en otras partas). Si lo leen y les gusta, me cuentan qué tal.

Página a color de Bloom Into You
Yuu y Touko en el acuario

Aprovechando les dejo otras cosas de narrativa gráfica con mujeres sáficas en el blog, por si se quedaron con ganas: Blue is the Warmest Color (el comic, la película no nos gusta), Kim & Kim, The Wicked + The Divine. Quizá en alguna encuentren una historia que les guste.

viernes, 21 de mayo de 2021

La hija del rey del País de los Elfos, Lord Dunsany | Reseña

Portada de La hija del rey del País de los Elfos por Ediciones Perla
Sinopsis: Publicada en 1924, La hija del Rey del País de los Elfos, nos narra la inolvidable historia de amor entre la princesa de los elfos, Lirazel, y el futuro rey de los hombres de Erl, Álveric, un amor que debe cruzar los abismos del tiempo, de la mortalidad y la inmortalidad. Escrita con ese estilo poético y evocador propio de Lord Dunsany, la novela ofrece al lector espadas mágicas creadas a partir de meteoritos, la caza de unicornios que cruzan la frontera entre los mundos, búsquedas de lo maravilloso por infinitas tierras baldías. Una de las obras maestras del género fantástico, cuyo autor ha tenido gran influencia en Tolkien o Lovecraft.

Me tuve que tomar un par de semanas para ordenar todas las ideas de esta reseña al derecho y al revés, para saber por dónde quería abordar este libro. Desde que empecé a leerlos pensé "esté es un libro sobre el que quiero conversar" y qué mejor manera de conversar escribiendo. Me gusta mucho pensar la escritura y la lectura por medio de este blog y es por eso que más que nada me dedico a los libros (aunque, dato curioso, no considero que mi blog sea "literario" sino más bien mi espacio personal en el internet, un lugar que yo puedo controlar al completo y que en sí mismo no tiene ningún algoritmo extraño de visibilidad, aunque exteriormente sí dependa de él). Desde las primeras páginas de La hija del rey del País de los Elfos supe que quería hablar de él.

Pero primero, un poco de contexto. Este libro era uno de mis grandes pendientes desde hacía tiempo (estoy poniéndome a cuenta con muchos clásicos de la literatura de fantasía que me hacen falta) y la oportunidad de leerlo surgió porque estoy tomando un curso sobre el tema (con Paula, @aboloria) donde la lectura de una sesión fueron justamente estractos de esta obra y, como no era muy larga, ahí fui yo a leerlo íntegro. Subrayé medio libro, hice varias anotaciones en el kindle, anoté algunas cosas en la libreta de las reseñas y me dediqué a darle vueltas unos días (debo decir que últimamente me resulta impresionante cuando las personas reseñan un libro que acaban de leer, me pasa incluso con mi yo del pasado, que llegó a hacerlo con lecturas impresionantes, a mí me puede tomar desde semanas hasta meses enteros, por eso no hay colaboraciones de reseñas en mi blog) que se convirtieron en semanas hasta que supe más o menos de que quería hablar.

Fotografía de Lord Dunsany
Lord Dunsany

Lord Dunsany, cuyo nombre completo y título eran Edward John Moreton Drax Plunkett, XVIII Barón de Dunsany, fue un escritor y dramaturgo anglo-irladés nacido en el seno de una familia noble irlandesa. La hija del rey del País de los Elfos es considerada una de las primeras obras de la fantasía moderna y sin duda influyo más tarde en muchos escritores del género. Recoge elementos de los cuentos de hadas (que a mí, ya saben, me gusta mucho) y narra la historia de Alveric, un príncipe del valle de Erl y Lizarel, la hija del rey del País de los Elfos y, por consiguiente, de todo el valle.

Alveric es enviado al País de los Elfos para casarse con Lizarel puesto que los pobladores de Erl ansían un gobernante que posea magia. De esa decisión surgen todos los acontecimientos del libro en donde Alveric acaba por enfrascarse en una búsqueda desesperada por el País de los Elfos (ese otro mundo fantástico) y, por supuesto, la magia llega hasta el valle de Erl.

El País de los Elfos y Lirazel

Hay una advertencia curiosa, escrita por Lord Dunsany, al principio del libro que me llamó la atención. Se las voy a poner aquí:

Espero que la alusión a un país extraño contenido en el título de este libro no aleje al lector; porque si bien en algunos capítulos por cierto se refieren al País de los Elfos, en la mayor parte de ellos no se muestra sino la faz de los campos que conocemos, de los bosques ordinarios de Inglaterra, de un valle y una aldea corrientes, situados a unas buenas vente o veinticinco millas de la linde del País de los Elfos. 

El País de los Elfos. Ese otro mundo, otro plano, lugar desconocido. En el arte muchas veces se ha explorado, intentando describirlo, construirlo, ir poniendo poco a poco un granito de arena para configurar nuestra propia versión de él. También Faërie (o Fairy), un término con el cual se denomina a la tierra de las hadas o los seres feéricos (me gusta mucho esta palabra y la primera vez que la leí, cuando niña, recuerdo que se la leí a Laura Gallego, sólo no sé en qué libro) en la literatura de fantasía. Verónica Murguía, por ejemplo, lo recupera como Broncelandia en El fuego verde, en un cuento Tolkien se refiere a ese otro mundo como el País de Fantasía. Un reino peligroso, indómito en sí mismo, alejado de lo humano

Green Heart por Sylvain Sarrailh
Green Heart por Sylvain Sarrailh

Quizá hablar de hadas, duendes y elfos nos remita mucho más a un folclore no sólo más Europeo, sino incluso más propio de Gran Bretaña, Irlanda, países con mucha cultura germánica (aunque no hay que olvidar los trasgos españoles), pero lo cierto es que mucho de ese folclore no es muy diferente a los duendes mexicanos (tenemos mucho legado novohispano, 300 años de colonia dejaron curiosas mezclas en el folclore), los aluxes mayas y a muchas muchas otras criaturas de las que se habla en el mundo. Los británicos e irlandeses han rescatado mucho ese folclore, es cierto y es por eso que tenemos tantas historias en todo el mundo que se inspiran en él (un día hablamos de las razones por las cuales parecería que la fantasía en español quedó más relegada y atrasada, tanto desde España y Latinoamerica, Silvia Plato aborda muy bien el tema en Una breve historia de la fantasía; pero ese es otro tema y es para otra ocasión). 

Estabamos en la advertencia de Lord Dunsany a lo desconocido, un reino peligroso quizá precisamente por eso. A mí los campos ingleses y el País de lo Elfos me resultan parecidos cuando me los construyen en el lenguaje, porque no he visto con mis ojos ninguno de los dos. La única ventaja en mi vida de los primeros sobre el segundo es que hay fotografías, videos y tomas áereas. ¿Cómo construye uno un mundo nuevo tan solo a través del lenguaje? ¿Cómo se describe algo tan fuera de nuestra realidad? ¿En dónde ponemos el foco, cómo usamos las palabras?

Wandering por Sylvain Sarrailh
Wandering por Sylvain Sarrailh

Lord Dunsany es un excelente estilista y creo que una de las cosas más impresionantes de este libro es como construye imágenes enteras, tan sólo desde el lenguaje para que podamos imaginar ese otro mundo, a unas veinte o veinticinco millas de los campos ingleses de toda la vida. Describe aludiendo a lo que conocemos o podemos visualizar fácilmente para dejarnos con imágenes que de otro modo quizá serían imposibles.

Saben, pues, que en el País de los Elfos hay colores más profundos que en nuestros campos, y que el aire mismo resplandece con una luminosidad tan profunda, que todo lo que se ve allí tiene algo del aspecto de nuestros árboles y nuestras flores cuando en junio se reflejan en el agua. Y el color del País de los Ego, que desespero pintar, puede sin embargo pintarse, porque ahí hay sugerencias que lo evocan; el azul profundo de la noche en verano cuando el crepúsculo vespertino acaba de partir, el pálido azul de Venus al inundar la tarde avanzada con su luz, la profundidad de los lagos al atarecer sugieren todos ese color.

Una de las partes más hermosas de todo el libro es cuando Alveric se interna en él y se encuentra precisamente con Lirazel, princesa, que, acostumbrada a las maravillas de ese lugar que habita, voltea hacia el mundo humano con una curiosidad parecida a la de Alveric por aquello que le resulta desconocido. Incluso cuando la historia vuelve a trasladarse a Erl, Lirazel lleva consigo lo extraño y diferente del País de los Elfos consigo, incapaz de acostumbrarse a las costumbres humanas, cargando por siempre con ese halo que la vuelve diferente (y qué tremendo personaje es Lirazel, y qué diferente es su forma de amar y de relacionarse con el mundo conocido, me gusta que se reconozca eso en los seres feéricos: no son humanos buenos ni malos, sino que responden a otra naturaleza completamente diferente). 

Ilustración de Lizarel por Arbetta (deviantart).
Lirazel por Arbetta

Hoy hay quien se atreve a decir, como descubriendo un hilo negro que siempre estuvo a la vista, que no todas las hadas son buenas o que no todos los elfos son bondadosos o que las criaturas feéricas no son sólo las versiones más bondadosas y buenas que nos ha regalado la cultura popular, cuando el folclore y los cuentos de hadas nos han repetido que las criaturas feéricas son ajenas a lo humano. Lirazel es un excelente ejemplo de ello. Allí cuando Dunsany posa sobre ella su pluma, se nota ese ser ajeno a lo que la rodea. Tiene curiosidad por el mundo humano, amor, quizá a su manera, pero siempre diferente (por cierto, este tema lo trata excepcionalmente bien Ana María Matute en Olvidado Rey Gudú, por si tienen interés). Es un excelente personaje en la historia al que quizá no podamos entender del todo. Pero esa es la cosa con aquellas criaturas del País de los Elfos: nunca terminaremos por entenderlas del todo.

¿No había llegado por fin un amante a esos plados que resplandecían junto al palacio del que sólo puede hablarse en un canto y la había rescatado de su hado solitario y de la serenidad perpetua? ¿No bastaba que hubiera llegado? ¿Tenía por fuerza que comprender las cosas raras que la gente hacía? ¿Jamás podría bailar en el camino, conversar con las cabras, reír en los funerales, cantar en la noche? ¿De qué servía la alegría si era preciso ocultarla? ¿El regocijo debía ceder a la opacidad de estos extraños campos a dónde había llegado?

 Y eso pasa también con la magia. ¿Realmente la entendemos?

Ziroonderel y la magia

Hace tiempo escribí una historia donde hablaba de un reino antiguo había intentando controlar la magia, en vez de aprender su lenguaje. En un sentido de domarla. Por ahí anda la idea, que surgió justamente de la idea que, en las historias, la magia siempre es más grande que uno, no es algo que pueda controlarse, nadie puede ser dueño de ella sin pagar un precio. Hace posible muchas cosas que de otro modo no ocurrirían, pero suele tener sus reglas (incluso cuando son tan pocas que hasta parece que carece de ellas). También es muy común en la cultura popular encontrar esa frase que, dicha de muchos modos distintos, es en resumen: la magia siempre viene con un precio. Hacer tratos con las hadas no es gratis, se dice, y a veces incluso no vale la pena porque lo que se llevan es mucho mayor a aquello que dejan atrás. 

Witch's Cottage de Angelina Andreas
Witch's Cottage de Angelina Andreas

Por todas esas ideas, que se alcanzan a ver a lo lejos, en el subtexto de la obra, es que me gusta mucho la bruja del valle, Ziroonderel, que originalmente ayuda a Alveric en la búsqueda y más tarde se convierte en la nana de Orion, su hijo (pues quién mejor para un niño mágico que una bruja). Creo que tiene además una de las mejores intervenciones, ya no solo del libro, sino de toda la literatura de fantasía en lo que respecta a entender cómo suele funcionar la magia cuando los habitantes de Erl descubren que la magia que tantos años atrás habían pedido era demasiada (cantidad, número, intensidad o grado mayor del necesario, del que se esperaba o del que se considera conveniente).  

—Madre bruja —dijo Narl—, estamos aquí para rogarle que nos dé un buen hechizo que sirva de encantamiento contra la magia para que cese en el valle, pues nos ha llegado en exceso.
—¿Con exceso? —exclamó ella— ¡Magia en exceso! Como si la magia no fuera la sal y la esencia de la vida, su ornamento y su esplendor. Por mi escoba —dijo—, no os daré hechizos contra la magia.
[...]
—Oh, Madre Bruja —dijo [Narl]— ¿no nos dará un hechizo que proteja nuestras casas de la magia?
—¡Ningún hechizo, por cierto! —dijo sibilante— ¡Ninguno en absoluto! ¡Por la escoba y las estrellas y la cabalgata nocturna! ¿Le quitaríais a la Tierra la heredad que recibió de tiempos de antaño? ¿La despojaríais de su tesoro para dejarla desnuda y expuesta a la burla de los otros planetas? Pobres por cierto seríamos privados de la magia que hemos almacenado para envidia de la oscuridad y del Espacio. [...] Antes os daría —dijo— un hechizo contra el agua para que todo el mundo pereciera de sed, que un hechizo contra la canción de las corrientes que la tarde oye débilmente en lo alto de una colina, demasiado ligera para oídos despiertos, una canción que se filtra en los sueños y nos entera de las viejas guerras y los amores perdidos de los Espíritus de los ríos. [...]
»Idos de aquí. A vuestra aldea, idos. Y vosotros que quisiteis la magia en vuestra juventud y no la queréis ahora en vuestra vejez, sabed que hay una ceguera del espíritu que llega con la edad, más negra que la ceguera de los ojos, que tiende una oscuridad en torno a través de la cual nada puede verse, ni sentirse, ni conocerse. [...]

Hubo que recortar mucho el fragmento para que no fuera una cita eterna y aún así mantuviera completo el espíritu de todo el personaje de Ziroonderel, la bruja del valle. Si me conocen y me han leído saben que es común que mi corazón siempre se fije en las mujeres de los libros y sobre todo de la fantasía. Lord Dunsany escribe de ellas (Lirazel y Ziroonderel) con una sensibilidad que no suelo encontrar en muchos escritores (hombres) de fantasía de hoy en día (e incluso de antaño). Esa sabiduría que se atisba en Ziroonderel en esos diálogos me maravillo tremendamente. Al principio apenas sugerida y luego tan obvia que no puedes no mirarla. Soy muy parcial en mi opinión sobre ella, pero si personaje me pareció impresionante, probablemente mi favorito en todo el libro (y eso que hay personajes súmamente interesantes en todo el libro: el trasgo, Orión, Alveric, los locos). 

Pero si tuviera qué elegir un fragmento, tan sólo uno, para decirles que leyeran el libro, elegiría ese allá arriba de Ziroonderel, porque en él también se esconden mis sentimientos (y es raro que un escritor los pueda encapsular tan bien en unas cuantas palabras de todas las que hay en el mundo): la magia es mucho más que uno, no puede controlarse y a veces tan sólo podemos explicarla de la manera que Ziroonderel lo hace, a través de lo que conocemos.

La búsqueda del Reino Peligroso, el País de los Elfos (conclusión)

Gran parte de libro se va en una búsqueda desesperada de Alveric hacia el País de los Elfos: ese mundo en el que estuvo una vez y al que no es capaz de volver ahora. En este apartado mucho más pequeñito que el resto, para no hacer la reseña interminable y por fin cerrar los temas pendientes, quiero decir que un detalle que me parece muy revelador sobre por qué buscamos e insistimos en buscar fantasía, es un momento en el que Alveric une a un grupo de hombres dispuestos a buscar el País de los Elfos: son todos locos, los que no encajan, los rechazados, los que están siempre en los márgenes. Y en la búsqueda apunta al más loco de todos como el jefe, porque sólo así una búsqueda que poco tiene de cuerda tendría realmente sentido. 

The Runes of Elfland, Brian Froud
The Runes of Elfland, Brian Froud

Así es un poco buscar fantasía escribiendo. Quizá ahora parezca popular, pero en muchos círculos sigue sin serlo. Escribir fantasía es buscar aquello que no estamos seguros de que exista tan sólo con las palabras. Buscarlo en aquello que leemos y atisbar esos puentes y portales que muchos otros ya tendieron antes de nosotros (razón por la que ando poniéndome al corriente con libros pendientes dentro del género mientras escribo). 

¿Les recomiendo La hija del rey del País de los Elfos? Sí, especialmente si la fantasía es lo suyo. Y si no, quizá encuentren cosas interesantes en el libro si les llama la atención ese tipo de prosa que es hermosa y poética. En México el libro está editado recientemente por Perla Ediciones (que no es la traducción que yo usé en los fragmentos, pero me gustaría tener ese libro en mis manos en algún momento para hacer las debidas comparaciones), por si es que les llama la atención lo suficiente como para hacerse con una copia. Ya llegamos hasta aquí, así que muchas gracias por leerme y no abandonar a la mitad la reseña. A veces así es la búsqueda del País de los Elfos: llena de palabras para poder explicar lo que sentimos.