Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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sábado, 25 de abril de 2020

El fantasma de la casa del lago, Ana Romero | Reseña

Sinopsis: Julia y su padre se ven empujados a mudarse a una vieja casa en un pueblo que no conocen, con el paso de los días notan que una extraña presencia los acompaña en su nuevo hogar. Llena de curiosidad, y acompañada de su perro, Julia intentará averiguar más sobre la historia que envuelve a esa casa junto al lago y buscará descifrar quién es el ente que los rodea.

Leer este libro en voz alta, enterito, es una aventura. Lo leí todo completo en voz alta, sin haberlo leído nunca antes, pa' que escuchara toda la familia (las cosas que hace la cuarentena). Al final sólo acabó escuchándolo mi mamá, que no es muy dada a la literatura de fantasía, pero Julia, la protagonista, le cayó bien. Me gusta leer en voz alta. Lo disfruto mucho. (Seguro si me siguen últimamente les ha tocado escuchar mi voz leyendo). 

Total, que leí El fantasma de la casa del lago entero y voz alta y no lo puedo imaginar si no es contado. Llevaba mucho tiempo teniéndolo pendiente. Soy muy fan de Ana Romero (una de las autoras mexicanas que más me llega), aquí en el blog he reseñado Puerto libre y quería ver su aproximación a los fantasmas. Los escritores estamos obsesionados con ellos (también con los vampiros, los inmortales, la idea de la eternidad y esas cosas, cada quien sus obsesiones, claro) y son muy recurrentes en la literatura. Romántica, de terror, de misterio, fantástica. Aparecen hasta debajo de las piedras. Por eso quería leer este libro. 


Ahora sí, ya podemos hablar de él. Julia y su papá llegan a un pueblo (San Miguel) empujados por el abandono. Después de vivir en la colonia Portales y ser abandonados por Carolina (madre y esposa) que se fue a buscar sus sueños a San Petesburgo, Rusia y de pasar como año y medio en una caravana, sin nada, el papá de Julia decide que su hija se está volviendo estúpida, que no sabe nada de nada y que tiene que ir a la escuela como la gente normal.  Y acaban endeudados en San Miguel, en la casa de lago, un vejestorio rebajado mil veces, medio quemado, abandonado y en necesidad de cuarenta reformas cuando menos. A Julia no le hace gracia porque además corre la historia de que la casa está embrujada y que la habita el ahogado.


El libro, a dos voces, cuenta la historia de Julia y el Ahogado, Matías. Son dos voces muy diferentes. Julia es sarcástica, esconde en su interés inicial por el fantasma (y cuando digo interés quiero decir obsesión absoluta) el resentimiento contra Carolina (que, cabe mencionar, se fue dejando sólo un post it en el refri y ninguna explicación) y la sensación de abandono que siente. Investiga la casa, pregunta por la historia, se comunica con Matías e ignora siempre hasta cuando su mente le lleva a Carolina al frente. Una de las cosas más interesantes del libro es esta no-relación entre Julia y su madre. El resentimiento de Julia duele, porque se siente abandonada y no entiende por qué (lejos del concepto abstracto de que Carolina se fue a Rusia a perseguir sus sueños que no encontraba en una casa en la colonia Portales). Además, carga con el no encajar de todos los adolescentes (criaturas fantásticas que no entiendo ya pero que me recuerdan que la adolescencia es estar en constante estado de guerra), tiene un perro medio psíquico y vive en una casa embrujada que le produce terror. 
 

Entre sus capítulos, existen pequeños entre-capítulos en los que es El Ahogado quien tiene la palabra y poco a poco, tal como lo hace el lector, se descubre fantasma el también. Al Ahogado me encantó darle voz. Su manera de narrar y de descubrir el mundo me resultó maravillosa y toda una experiencia en esto de los libros de fantasmas. A tuiter subí un pedazo de la lectura que pueden escuchar, en mi dulce voz, acá: 
Al libro también lo acompañan las ilustraciones de Armando Fonseca, en negro, blanco y amarillo, que sirven para marcar la atmósfera del libro. Una de las cosas que más le reconozco a la editorial El Naranjo es el esfuerzo que le ponen a las ilustraciones de sus libros. Realmente son trabajos maravillosos en casi todos los casos (de los libros que me gustan) y trabajan con unos ilustradores super chidos. Me gustó mucho el trabajo de Armando Fonseca, que adora esta reseña (por supuesto). No cuesta nada imaginarse la atmósfera de la casa y del mundo de Julia viendo las ilustraciones que acompañan su historia


Ahora, para conseguir el libro en estos tiempos complicados: en Amazon está barato (no soy fan, pero por esto del precio y accesibilidad) como libro digital y estuvo gratis en la App Store de Apple (así que si tienes un dispositivo, pues... yo aprovecharía, porque yo no tengo). Lo encuentran con Editorial El Naranjo. Y por supuesto, seguro cuando acabe la contingencia, quizá se encuentra en alguna biblioteca (pero yo no sabría decirles de ese asunto ahorita). Se los recomiendo mucho. Entre sus páginas se escribe la historia de un abandono, de una muerte, de amor, de un misterio. Julia mueve los hilos de toda la historia y es una narradora francamente buena. Quizá si tuviera una queja, diría que el final, final, la última página, me hace aguas y que quizá podría haber vivido sin ella, pero todo lo demás me parece bastante redondo.  

miércoles, 19 de febrero de 2020

La fosa de agua: los feminicidios en el río de los Remedios, Lydiette Carrión

La fosa de agua, desapariciones y feminicidios en el río de los remedios

Sinopsis: Este libro documenta las desapariciones de al menos diez adolescentes - todas estudiantes, con el futuro por delante - en la zona de Ecatepec y Los Reyes Tecámac, en el Estado de México. Lydiette Carrión narra con vértigo la odisea de los padres para encontrar a sus hijas; la precariedad de las investigaciones, realizadas por un sistema policiaco laberíntico, corrupto, criminal y altamente ineficaz, y la estigmatización que sufren las víctimas aún en la muerte. Al final, las autoridades vincularon varias de las desapariciones a Erick Sanjuán Palafox, alias el Mili, y sus cómplices, capturados en 2014 y acusados de feminicidio y narcomenudeo tras un proceso lleno de irregularidades. Aunque este caso confirmó, por la juventud de los victimarios y la brutalidad con que violentaron a la única joven de la que se ha podido esclarecer con certeza su destino, que estamos ante una crisis humanitaria de grandes proporciones, muchas dudas aún prevalecen: ¿cuántas de las desapariciones, de los feminicidios, pueden atribuirse a la banda del Mili? ¿Será que este caso sacó a la luz la evidencia de un tipo de crimen organizado más sádico y voraz? ¿Quién está detrás de las desapariciones que todavía ocurren en la zona?


Miren, llevo desde noviembre mentalizándome que quiero hacer una entrada sobre este libro y como que todavía no me cae el veinte, así que aquí estoy, escribiéndola de todos modos. Ya qué. Cuando leí el libro el número de feminicidios diarios en el país todavía era de nueve. Hoy nos enfrentamos a diez y medio (corrección unos días después, ya son once). Así que no creo que exista algún momento adecuado para hablar de este libro, así que da igual si lo hago hoy o mañana o pasado, total, en algún momento tengo que hacerlo. Así que vamos al asunto.

Luz del Carmen, fotografía interior de La fosa de agua

Este libro fue la lectura conjunta de Noviembre de Librosb4tipos y créanme que es un libro que agradezco haber leído con compañía. Si no me hubiera quedado yo sola con toda mi tristeza sin saber qué hacer.

Escribí hasta la última frase de allá arriba el día que salió la noticia de Ingrid Escamilla. Y luego dejé de escribir porque no sabía que decir. Yo siempre digo en modo self deprecating que vivo en la tierra del feminicidio (y es cierto, en el Edomex tenemos el nada honroso récord) y que es obvio que estoy harta. Vivo harta de muchas cosas. De la indolencia del estado, de la doble moral de la sociedad, de la rapiña de los medios que deciden cuáles casos se vuelven virales y por qué (pista: siempre es porque el morbo es muy fuerte o por qué simple y sencillamente, es una manera de conseguir dinero), del centralismo, de... todo. Más o menos de todo. En fin, ahora sí vamos a hablar del libro.

Lo leímos en Librosb4tipos e hicimos un hangout (lo insertaré al final de la entrada). Es ese hangout al hablar de qué trataba el libro dije algo así como "es el caso de El Mili Palafox, del que quizá hayan oído...". Pasó en Los Héroes Tecamac, Estado de México. En el Estado de México (al menos algunas áreas) se supo porque las autoridades usaron ese caso para darse cuarenta golpes de pecho de que estaban haciendo algo. Y luego una de mis amigas dijo que le llamaba la atención que yo dijera que era un poco conocido porque ella jamás lo había oído. Luego se me olvida que el resto del país no conoce las caras, ni los nombres, sino sólo la estadística que azota al Estado de México y, si acaso, algunos de los municipios donde existe la "alerta de género" (para lo que sea que sirva).

Lydiette Carrión recupera las historias de varias mujeres desaparecidas en el Estado de México, de sus familias (especialmente de sus madres, que las buscan en todas partes y en las fotografías de las SEMEFO) y de sus amigos. Es uno de los relatos más humanos que he visto sobre el tema y que recuerda que las mujeres a las que matan son más que un número y una cruz en un mapa que no deja de acumularlas. También recuerda como nunca ninguna es una "buena víctima". Todavía muertas las mujeres se enfrentan a un proceso de revictimización.

Bianca, fotografía interior de La fosa de agua

En este país de fosas clandestinas, de mujeres desaparecidas, tragadas por la tierra, de niñas de 14 años descuartizadas y arrojadas en el canal, o de 13 años desmembradas y enterradas junto a las vías del tren, en esta región de violencia sexual impune, no hay verdad, hay versiones.

¿Qué es lo que se dice de las mujeres? Igual y recuerdan toda la información no pertinente al caso que salió a la luz cuando encontraron muerta a Lesvy Osorio (porque fue un caso muy mediático) que buscaba culparla de su propia muerte (es más, pasaron meses y creo años antes de que se investigara como feminicidio en vez de como suicidio). Así pasa con muchas de las chicas que están entre las páginas de La fosa de agua. No importa si es verdad o no, hay miles de versiones: "tenía muchos novios", "consumía droga", "no era tan buena como parecía" que se dan por ciertas y ayudan a ese intento de justificar por qué a las mujeres las matan (y suman a esa dicotomía de que matan a las "malas mujeres", como bien dice Una en Una entre muchas). Y luego eso también ayuda a que las mismas autoridades digan: "se fue con el novio a Acapulco", "seguro se escapó", "ay, señora, si su hija fuera tan buena la andaríamos buscando en las iglesias".

Diana Angélica, fotografía interior de La fosa de agua

Convierten la vida privada de las mujeres en un espectáculo mediático con tal de culparlas a ellas de que las hayan asesinado. "En algo han de haber andado", se oye por todas partes.

—Señora, ¿sabe que su hija tiene relaciones sexuales con su novio?
—Señora, es que parece ser que su hija ha llegado a fumar marihuana.
—Si su hija fuera tan buena, la tendríamos que buscar en las iglesias —llegaron a decir.
Y como siempre pasa, también, los policías parecían no ver que fuera una estudiante destacada, deportista, que estuviera aprendiendo música, que tuviera una buena relación con sus padres y su hermana, que tuviera buenos amigos y un novio que la amaba. Ninguna víctima es una buena víctima.

Mariana Elizabeth, fotografía interior de La fosa de agua
Además, a todo el horror se le suma la indolencia de las autoridades que con tal de dar carpetazo entregan cadáveres (o pedazos) que no corresponden, vinculan a chivos expiatorios a los casos (como en el caso de Palafox y los adolescentes vinculados a la desaparición y feminicidio de Bianca Edith Barón Cedillo a los que intentaron hacer responsables de decenas de desapariciones con tal de no seguir removiendo la mierda que son las desapariciones en el Estado de México). Total, aceptar que había más responsables hubiera obligado al gobierno a aceptar que no era una sola banda, sino que llevamos años asediados por múltiples bandas de tratantes, feminicidas y cuánto horror se les ocurra.

A lo largo de los siguientes años, a los adolescentes detenidos se les mostraron fotografías prácticamente de todas las personas desaparecidas del Estado de México. Ellos creían reconocer a algunas de ellas. O quizá ya aceptaban cualquier crimen por aburrimiento o por tratar de conseguir un favor por parte de la fiscalía. Quién sabe. El hecho es que por medio de esas declaraciones informales se les ha investigado por desapariciones ocurridas, por ejemplo, en Ciudad Nezahualcóyotl y en Tizayuca. Familiares de víctimas de otros municipios y otros tiempos han debido agotar tiempo investigando la probable responsabilidad de la banda del Mili.
Y, lo que es peor, después del Mili siguieron desapareciendo muchachas.

Lydiette Carrión
Lydiette Carrión

Esta entrada no es una reseña tal cual. Es más bien una petición para que busquen este libro y lo lean. Si pueden comprarlo, háganlo; si saben en que biblioteca está, léanlo allí (y díganme, me encantaría saber); si no pueden comprarlo, escríbanme a mi tuiter; si no viven en México y no se edita en donde viven, mismo caso. Sólo léanlo. Como sea. Léanlo porque no todos los días alguien voltea a ver al Estado de México y cuenta la historia de las cosas que pasan aquí. Casi todo el tiempo somos un estado, tierra de nadie (no es cierto, tierra del PRI), donde los chilangos no saben muy bien qué hay, salvo transporte culero y gente que pasa dos horas en el tráfico para ir a estudiar y trabajar (y las piramides de Teotihuacán, claro). Léanlo y, no sólo eso: volteen a vernos. Apoyen la descentralización de la protesta. Volteen a vernos, porque somos el resultado de gobiernos indolentes, de desidia de las autoridades (y es que, ¿por qué habríamos de esperar algo de ellas a estas alturas?) y de horrores diarios que acaban despojados de nombre, edad y vida y se convierten en un número en una estadística que crece y crece y crece.

Y volteen a las mujeres, porque si están hartas no es por nada. Esta no es una entrada fácil de escribir y llevar meses posponiéndola es parte de ello. Pero quiero hablar del libro porque quiero hablar de mi estado. De aquí soy y aquí vivo. Volteen a verlo.

Si quieren ver el hangout de Librosb4tipos lo encuentran acá:


lunes, 3 de febrero de 2020

Libros que saqué de la biblioteca

¡Hola! Quizá ustedes no lo sepan pero soy aficionada a usar la Biblioteca (aunque llevo meses sin hacerlo porque las lecturas pendientes de mi casa me atacan y eso que no compro casi libros). Tengo mi credencial de la Biblioteca Vasconselos (si no viven cerca de la ciudad de México y no la conocen, pues Google les cuenta porque es famosa además de por dar pena ajena en esta nueva administración) y durante 2019 estuve sacando muchos libros. Saqué 26 en total. De los cuales uno regresó prácticamente sin leer (perdón Trudi Canavan, me dormiste), otros cuantos fueron relecturas y otros más fueron nuevos descubrimientos, como los de abajo.

Esta entrada la estoy escribiendo porque son libros que dije que quería reseñar y nunca jamás lo hice. Por alguna razón, en la blogósfera posicionar las entradas de reseñas son un golpe de suerte es más difícil y tienen menos visitas y todas esas cosas. A mí no me importa mucho (nótese que el año pasado me dediqué a reseñar lo que quise, igual que toda la vida), pero encuentro que quizá es mejor para quienes las leen que haya varios libros unidos por algo en una entrada y así quizá tengan más probabilidades de encontrar algo que les llame la atención o les guste. No sé. Ustedes me dirán. A veces agrupo por temática, autor, demográfico, origen de los autores. Esta es mi categoría más extraña hasta ahora, porque son simplemente libros que pueden encontrar en la Biblioteca Vasconselos.

Tal vez vuelvan los pájaros, Mariana Osorio Gumá


Sinopsis: Mar vive entre palabras inventadas y travesuras, como cualquier niño, hasta que su vida se fragmenta: su padre desaparece sin razón aparente. Aunque ella no lo sabe, ese día comienza su exilio. La niña se ve obligada a dejar atrás su mundo particular, e inicia un complicado tránsito que empieza en las calles llenas de militares de Santiago y termina en México, un lugar que desconocen ella, su madre y sus hermanos. A la ausencia de su padre se suman el desarraigo, la falta de certeza y una constante asombra de muerte. Mar decide entonces hacer un voto de silencio: no dirá una sola palabra hasta que vuelva a ver a su padre, aunque no sabe si está vivo o muerto y nadie tiene la certeza de que pueda regresar. Tal vez vuelvan los pájaros es una novela narrada con destreza notable, que lleva al lector a un viaje que es a la vez íntimo y colectivo, enternecedor y brutal. 

Esta novela está publicada por Castillo (una editorial que me gusta mucho por su apuesta editorial para los jóvenes) y es una novela autobiográfica (por lo que tengo entendido) que habla sobre el golpe de estado en Chile y la dictadura de Pinochet, además del exilio y la huída. Por otro lado, quiero contarles rápidamente cómo llegó este libro a mí porque es algo que hago a menudo. Resulta que en 2018 fui durante dos ciclos al círculo de lectura de Abril G. Karera (una amiga muy querida y compañera de colectivo en Librosb4tipos) sobre literatura juvenil que se impartía en la Biblioteca Vasconselos y el último ciclo tuvimos autores invitados con quienes podíamos hablar de sus libros y que a parte hablaban de libros que ellos recomendaban que encajaran en esta etiqueta (tan amplía y poco definida) de lo que es la literatura juvenil. Una de estas invitadas fue Martha Riva Palacio (creyeron que iba a decir que la autora, pero no) y habló justamente de este libro (y de Aullido de Gingsberg, por lo cual la quiero mucho). Desde entonces me entró la cosquillita por leerlo.

Y pues qué decirles del libro. Me encantó. Me tocó el corazón de muchas maneras por la sencillez y la sensibilidad con la que trata un tema como la dictadura, sin ser nunca condescendiente con su público (cómo si lo son algunos otros libros sobre estos llamados "temas difíciles"), apelando siempre a la empatía. Me gustó muchísimo. Me reflejo mucho en el padre de Mar y todos sus dichos sobre Marx (es quizá mi personaje favorito a pesar de ser siempre la gran ausencia durante la trama), me gusta mucho cómo la narradora siempre explica todo desde su propia experiencia (por el caracter autobiográfico del libro, no es de extrañar) y me emociona que sea un libro que se acaba en una nota de esperanza. Se los recomiendo mucho.

El año terrible, Tamar Cohen


Sinopsis: Siento que todavía no me regresan a mi hija, suelta mamá con los ojos llenos de lágrimas, su comentario me da la peor hueva, últimamente anda muy melancólica y cada que estamos solas aprovecha para sacar el tema de mi enfermedad, prefiere no hablarlo enfrente de mis hermanos, porque no quiere preocuparlos, es una estupidez: Yoshi es un bebé y Rubén no tiene conciencia, ni masa cerebral. Lo dices como si una banda de extraterrestres me hubiera secuestrado, le digo para bajarle 5 rayitas a la intensidad del momento. Extraño a la Dana de antes, vuelve a insistir. Quiero vomitar, no te hagas la sufrida má. Me levanta el dedo índice. Me olvidaba que no se te puede decir nada, le digo con la mirada clavada en el plato, se que le revienta que no la vea a la cara. Mírame a los ojos Dana, la miro sin parpadear, como hace Rubén cuando la quiere provocar, ¡ay no seas grosera! Me dice con su voz de paréntesis. Mamá se encierra en su cuarto, me quedo haciendo figuras en el plato con el tenedor y la miel, la última es una hacha.

Si han leído mi blog problablemente ya saben lo que pienso de este libro. Salió en los últimos Razzies Literarios aka las peores lecturas del 2019. Es un libro que alguien premió porque seguro le pareció revolucionario, increíble, fantástico, show stopping que un libro para jóvenes tratara sobre la depresión. No es la primera vez que se hace y no será la última. El problema de este libro no es tratar la depresión (es lo único que hace bien, cuando lo hace) sino ser un cúmulo de oraciones llenas de referencias pop a series que no conozco y que no me importan que no tiene trama. No hay un núcleo narrativo (fuera de una protagonista que se niega a que la reduzcan a un diagnóstico psiquiátrico a la la que la misma redacción del libro traiciona y la reduce a sólo eso), no hay un avance en la trama, no hay nada.

Es muy frustrante porque este libro es un ganador del Premio Gran Angular. Chingada madre, ¿por qué le dan premios a cosas de mala calidad, amigos? Está en el mismo lugar que Ojos llenos de sombra y otros libros premiados evidentemente mejores con más núcleo narrativo que este desastre con páginas. No sé que más decir. No tengo palabras. Es más, quiero que esta sea la última vez que hablo de este libro, aprovechando que ya escribí la reseña y no tengo deudas pendientes con él. Gracias a diosito en el que no creo que no lo compré nunca.

Nocturno Belfegor, Antonio Malpica


Sinopsis: Una serie de violentos homicidios azota la Ciudad de México. Además de su atrocidad, los crímenes tienen en común dos cosas: las víctimas se encontraban solas en un lugar dónde nadie podía entrar y su formación como pianistas… Las cenizas de un nocturno atribuido a Franz Liszt conducen a Sergio a descubrir la verdad detrás de esta composición maldita. Ahora debe actuar antes de que sea demasiado tarde. De ello depende mucho más que su propia vida…

Hace muchos muchos años leí un libro que se llama Siete esqueletos decapitados y es la primera parte de cinco de la saga El libro de los héroes de Antonio Malpica. Me gustó mucho. Era muy escalofriante, sus protagonistas me interesaban mucho (especialmente Sergio y Briana, que eran los dos un amor achuchable) y el escenario era la Ciudad de México (de hecho me llamó la atención el día que conocí al estatua de Giordano Bruno). Ahora, corte a esta novela: ya no me gustó tanto. De hecho ni siquiera saqué el siguiente libro de la biblioteca inmediatamente (todavía ni lo leo). Y no es problema del libro, tiene el mismo tono del anterior y no vuelve a usar la misma fórmula, es sólo que siento que no dio el ancho.

La trama es muy interesante pero no me mantuvo pegada al libro ni interesada en ningún momento, es un libro que peca de repetitivo. Le sobren páginas. Con una edición al contenido hubiera mejorado mucho (se los dice alguien que repite todo el tiempo y por eso sufre corrigiendo). Por otro lado rumbo al final creo que tiene un pedazo que queda muy cerca de ser considerado deux-ex-machina para mover la trama (si ya lo leyeron, es el viaje); no lo es, creo, pero se queda cerca. Por lo demás, no es un libro malo, simplemente no es una secuela especial y me retrasó en esto de seguir leyendo la saga.

Luchadoras, Peggy Adam


Sinopsis: Desde 1993, más de 600 mujeres han desaparecido y más de 400 han sido asesinadas en Ciudad Juárez, ciudad mejicana fronteriza con Estados Unidos. Son víctimas de asesinos desconocidos o de la violencia de género. Así, Ciudad Juárez se ha vuelto un triste símbolo del maltrato de las mujeres en el mundo. Hoy en día, la mayoría de estos crímenes sigue sin resolver.

Sobre las muertas de Juárez se ha escrito mucho: artículos donde son sólo un número, papers en journals de investigación, libros, guiones para películas, investigaciones intentando ponerles cara y nombre para que dejen de ser sólo una estadística que reveló algo alarmante en la violencia hacia las mujeres en nuestro país. Esta es sólo una novela gráfica más. No es mala, pero Peggy Adam la escribe como escribe un turista de un lugar que ni conoce. Es, finalmente, una turista de su propio tema. La comparo con Lydiette Carrión (y odio comparar, pero mi cerebro no para de hacerlo), que hablo de los feminicidios del Río de los Remedios en un escenario similar (no igual, porque no es lo mismo Juárez y sus campos algodoneros que el río de los Remedios y Ecatepec en el Estado de México) y hay una diferencia abismal. La empatía de la segunda es infinita. Peggy Adam parece buscar la lástima, el shock, la tristeza. Cae en ese retrato de "así es de cruel la vida" sin detenerse a empatizar tanto. 


Quería que la novela gráfica me gustara porque, en comparación con otros trabajos de extranjeros, es correcta. Es desgarradora, como lo es todo el material del tema, pero la visión desde la que está escrita es muy lejana para mí. Son los ojos de un turista, finalmente (dentro del tema, no el país, a ver si se me entiende la idea). Sí les recomiendo checarlo, pero con énfasis en que no es un trabajo para ponerse a aventar cohetes. A veces lo único que me queda decir es "al menos voltean a ver a Juárez"; así se siente esta novela gráfica.

martes, 28 de enero de 2020

El velo de Helena, María García Esperón & Claudia Navarro | Reseña

Sinopsis: La belleza de Helena es un preciado regalo otorgado por los dioses, pero su belleza también será su perdición. La diosa Afrodita ha destinado el amor de la mujer más hermosa sobre la tierra al troyano Paris, desatando entre ellos un romance que culminará en una larga y cruel guerra entre Troya y los reinos de Grecia en la que Helena estará a punto de perder todo, incluso su propia vida. Redescubre la fascinante y mítica historia basada en la Ilíada y la Odisea, vista desde los ojos de la propia Helena, confirmándola como una de la figuras más apasionantes y modernas de la tradición griega.

Esta reseña ya me estaba mirando a lo lejos con ojos de "a ver cuánto te acuerdas de mí" porque el borrador ha estado más o menos un mes y medio (poco más) en el blog. Yo le devolví la mirada con ojos de "es que es muy difícil escribirte" todo este tiempo pero pues eventualmente tenía que sentarme a escribir porque necesito hablarles de este libro con desesperación. Así que aquí vamos.

El velo de Helena es la historia de la Iliada desde los ojos de Helena de Troya (reina de Esparta). Voy a suponer aquí que todos conocen, más o menos, la historia de la Iliada de todas las adaptaciones que se le han hecho. Ya sea por Brad Pitt o por las Aventuras Crayola (díganme por favor que es por las Aventuras Crayola, si me lo dicen me van a hacer la persona más feliz del mundo), los libros de mitos para niños donde se habla del Caballo de Troya o de la manzana de la discordia, lo que sea. Muy bien. Usualmente todas esas historias no se cuentan desde el punto de vista de ninguna mujer, mucho menos de Helena (que siempre es vista y retratada como la causante de la guerra) que nunca parece tener agencia o decisión propia. Aquí es donde interviene este libro: Helena nos cuenta, desde sus ojos, la guerra de Troya. Pero no sólo la guerra. También el amor.

Bueno, si revisan un poquito mi blog con atención van a descubrir que me dedico a ser la promotora no. 1 de María García Esperón porque es una de mis autoras favoritas. Es mexicana, muy aficionada a la mitología y a la historia clásica (muchos de sus libros son de corte histórico o retellings de mitos y prácticamente todos están reseñados aquí) y la conozco de cuando todavía existía el Hi5. A ver, imaginen esto: un Hi5 horrible, con un layout en negro, rosa y morado, porque la niña (o sea, yo) era emo. tenía doce o trece años. Mi blog todavía no existía, yo dividía mi tiempo entre poner canciones de La Oreja de Van Gogh y My Chemical Romance en el Hi5 (con reproductores de esos molestos que tienes que buscar por toda la página para poder quitar), jugar rol en un foro que se llamaba Mundo Mágico (que luego cerraron, pero sobrevivió uno de Charmed) y escribir un fanfic en los foros de Hi5 (Potterfics llegó justo después) y una novela malísima en un blog (aquí, en blogger; el blog existe y se puede acceder, pero no es indexable, así que suerte encontrándolo).  Entonces en esa parte de Hi5 donde ponías tus cosas favoritas yo elegí responder a Libro Favorito con "El disco del tiempo de María García Esperón". Nombre completo y todo. Así que lógicamente (no, la verdad no) un día recibí un mensaje de una señora que se llamaba María García Esperón donde, entre muchas cosas, me agradecía que su libro fuera de sus favoritos.

Me fui para atrás (notemos que yo acababa de cumplir trece años), creo que era el principio del 2009 o finales de 2008.

Desde entonces no he dejado de leerla y de ser testigo de cómo ha evolucionado como escritora. Así que obvio vengo a hablar de su última novela para decirles que la lean. Bueno, toda la palabrería fue para contarles como este libro llegó a mis manos (no tenía otro destino).

La historia está escrita desde la voz de Helena, que es una mera espectadora de una guerra de la que se siente responsable (aunque ella sólo esté siguiendo los designios de Afrodita y de la manzana de la discordia, esa que dice "Para la más bella" y que Paris le dio a la diosa a cambio del amor de la mujer más hermosa del mundo). Desde el principio me enamoré de su personaje, especialmente cuando habla de su matrimonio con Melenao (que eligió ella) y de cómo no puede evitar sentir envidia por Penélope, que se casó por amor con Odiseo, porque ella no eligió a su marido por amor: no estaba enamorada de Melenao y no lo había estado de nadie. Creo que una de las cosas mejor logradas de la novela está el hablar de amor, específicamente, del enamoramiento. Especialmente cuando Paris, el príncipe de Troya, entra en escena.

Paris estaba parado detrás de mí y pensé que si me volvía y lo contemplaba, el suelo se hundiría bajo mis pies, los cielos se abismarían sobre mi cabeza. ¿Qué era esa sensación de morir sin morir, de volar y estrellarse en el suelo, de nacer de nuevo en un lugar desconocido sin moverse del mismo sitio?


Hay una cosa que me encanta a mí: escribir de romance. No me refiero tanto a escribir historias que sean sólo románticas, sino a meter romance en historias de aventura, de fantasía, de ciencia ficción, de lo que sea. Me esfuerzo porque sea natural porque odio esa tendencia a escribir romances forzados sólo porque sí, esa tendencia a renegar de las historias románticas (sí, quizá mi última historia de aventuras no necesitaba un romance pero me dio la chingada gana meterlo porque el amor es el amor y punto y en este mundo nos faltan ejemplos de romance que no sean del corte de Crepúsculo), esa tendencia a escribir historias románticas que más bien apestan a relación tóxica esperando que sean un deseo al que aspirar (léase, Crepúsculo de nuevo, o El Diario de una Pasión). Por eso me emociona tanto que un libro hable de un amor tan pasional como el de Helena y Paris; la protagonista habla de "el fuego de un amor que creció en segundos para llenar e incendiar el mundo entero". Todo el libro se mueve sobre el hecho de que Helena tenga agencia y decida huir con Paris y convertirse en la princesa de Troya (y como los Troyanos le preguntan primero si Paris la rapto o ella fue con él por decisión propia, para saber qué hacer) y el hecho de que, también a lo lejos, Afrodita está moviendo los hilos de la pareja (véase la portada).


Además, una de las cosas que más me gustó del libro es que sigue toda una historia de amor. Desde el enamoramiento hasta el desamor. Al principio están los para siempres y al final las desilusiones, pero Helena nunca deja de ser la voz que lleva la historia, nunca deja de recordarnos que es más que la cara bonita que causó una guerra.

Que el abrazo de Paris durara para siempre, que esa mirada que me envolvía no se apagara nunca, que su voz me cantara hasta que la última estrella se extinguiera, hasta la última marea y el último amanecer del mundo.

Ya no me queda más que decirles del libro más que las ilustraciones de Claudia Navarro lo complementan de una manera preciosa y que es un soplo de aire fresco (perdón, no encontré otra expresión más cliché) sobre la historia de la Iliada. (Y que yo volví caer como estúpida por Héctor, eso siempre me pasa). Lo edita El Narajo, una editorial para niños y jóvenes que ha estado varios años apostando por un montón de historias muy diferentes y me permito hacerles publicidad porque su trabajo editorial ha sido siempre de calidad. Entonces, si tienen la oportunidad de conseguir un ejemplar de este libro, no duden en leerlo y contarme qué les pareció.

miércoles, 3 de julio de 2019

La nación de las bestias: El señor del Sabbath, Mariana Palova | Reseña

Sinopsis: Durante casi toda su vida, Elisse ha sido acosado por criaturas horripilantes que al parecer nadie más puede ver ni escuchar. Desesperado por huir tanto de ellas como de su pasado decide marcharse de la mística India, el país donde estuvo refugiado, para sumergirse dentro de la Gran Hechicera Nueva Orleans. ¿Su única esperanza? Rencontrarse con su padre, quien por motivos desconocidos tuvo que abandonarlo siendo apenas un bebé. Pero lo que él no sabe es que en esa ciudad sepultada por una misteriosa niebla y devorada por furiosos huracanes, se encontrará con mucho más que las respuestas a los enigmas de su inquietante vida: un secreto, tan ancestral como extraordinario, que se oculta entre los pantanos de Luisiana, en los muros helados del cementerio de Saint Louis y hasta en su propia sangre. Mitos, cultos y leyendas. La humanidad tiene miles, pero Elisse está a punto de descubrir que sólo existe una verdad. Los abismos lo observan. Sus pesadillas lo persiguen. Y ahora, su instinto lo guiará a la batalla. ¿Tienes el valor de entrar en su mundo?

Llevaba tiempo queriendo leer este libro con desesperación. La nación de las bestias fue primero un libro autopublicado y lo conseguí gracias a una oferta de Amazon, pero justo después, se anunció su publicación de la mano de Océano en la colección Gran Travesía. La publicación aparentemente trae algunos cambios, así que decidí esperar para poder leer el de Océano y bueno, la espera fue de varios meses, pero finalmente conseguí el libro (gracias a Editorial Océano, trully, tengo un ejemplar de promoción) y estoy lista para destriparlo. No, no es cierto, me gustó. Creo que no es perfecto (la perfección es difícil, muy difícil, maigos), pero que tiene muchos puntos buenos y que es una lectura agradable.


El señor del Sabbath, la primera parte de La nación de las bestias, de Mariana Palova, es una historia de fantasía urbana, género que me encanta (no es el preferido porque ninguno lo es en este blog, aquí leemos de todo y no le hacemos ascos ni a Ayn Rand, que sólo me produce el sentimiento de KILL IT WITH FIRE!). También se le conoce como low fantasy, porque ocurre en el mismo mundo en el que vivimos (y, vamoh', que no hay crearse todo de la nada, una base existe), pero bueno, un día les hago una entrada sobre la literatura de fantasía. En fin, La nación de las bestias recupera elementos de  culturas nativas americanas (además de mitos y folclore general del mundo) y recupera a la religión vudú en Nueva Orleans (que difiere del vudú haitiano, por ejemplo, y del africano, por lo que es un mundo) y los mezcla en una trama que se balancea entre la aventura, el misterio y el horror. Es, en general (aunque con sus defectillos menores) una muy buena mezcla, sobre todo en la parte del horror. Pero bueno, para hablar más a fondo de qué me gustó (y que no), hice una pequeña lista de cosas.

1. El ambiente que nos recuerda al terror y a lo macabro es maravilloso y muy bien logrado. No les conté, pero además Mariana Palova (que vive en Aguascalientes y es mexicana) es artista plástica y aunque no he tenido el placer de ver su obra, creo que es algo que deja entrever en las descripciones que hace en el libro: las trasformaciones, los horrores que ve Elisse, los sueños, las pesadillas, ese conseguir confundirte de si estás leyendo algo que le está pasando a Elisse de verdad o son sólo alucinaciones (aunque, aunque fueran sólo alucinaciones, ¿no es real porque él cree que le está pasando?)..., todo eso está logrado a la perfección y le suma muchos puntos al libro.  


2. A pesar de todo, el matrimonio entre aventura (sort of), misterio y terror, es extraño. Mezclar géneros no es extraño, sobre todo considerado que estamos en un momento en el que se está experimentando de todo cuando se trata de literatura fantástica, pero a veces los matrimonios quedan extraños. Lo que mejor transmite en La nación de las bestias es precisamente el terror, ese no saber que está pasando. El misterio camina y funciona, precisamente porque contínuamente no sabemos hacia dónde va a historia, pero de repente se mueve hacia la confusión for the sake of la confusión y la parte de aventura (bueno, no tanto, hay algo, pero juro que no es tanto) funciona y queda, sobre todo porque estamos ante una historia que, en algún momento, se vuelve muy búsqueda y captura. A eso voy. Pero no todavía.

3. El folclore (así, en general), está muy bien aprovechado para construir la fantasía y el ambiente. Mariana Palova usa folclore de, si no me equivoco, nativos americanos (además de leyendas de por aquí y por allá) para crear el concepto base de La nación de las bestias. Creo que es un concepto que hay que ir descubriendo con el libro, así que no les voy a contar mucho, pero la idea de los errantes (criaturas como Elisse, y no les digo más) y los distintos planos en los que nos movemos tienen mucho potencial de desarrollo. Este, al ser un libro introductorio de una saga, nos va presentando el mundo poco a poco (sin, gracias a dios, olvidando que no debe ser sólo una introducción muy larga, sino que debe tener una trama y un núcleo, aunque sobre eso este resulta confundido, pero a eso vamos después) y nos deja ir metiéndonos con tranquilidad. Sin embargo, creo que la introducción podría acortarse (mucho, la primera parte) para darle espacio a este mundo fantástico increíble que nos presenta la autora (y así, tener también mucho espacio para desarrollar a todos los personajes, con sus tramas personales y sus motivos). 

4. Sobre los personajes, los que tienen pleno espacio para desarrollarse son maravillosos. Elisse y Tared (aunque este me quedó a deber por un asuntito, pero nada grave), sobre todo. También Hoffman el policía (creo que sus sentimientos negativos son algo que explorar increíblemente y que pueden hacer de él un personaje muy gris moralmente y, dependiendo del punto de vista de quien narre la historia, podría ser un villano interesante. El abuelo Matua... me cayó muy mal. No les digo por qué porque realmente no quiero hacerles spoiler, pero les diré que me recordó un poco a la terquedad de Aro en Quien teme a la muerte de Nnedi Okorafor, pero todo para el mal sentido. El resto de los Errantes (Nashua, Julien, Johanna y Mamá Tallullah) creo que deberían tener más espacio para desarrollarse, sobre todo para poder entender sus motivos. Había momentos en los que Johanna o Nashua eran personajes parecidos a una personalidad token, que tenían un propósito específico en la trama, sí, pero que de repente se hacen difíciles de entender en cuanto a motivos y personalidad. No sé, espero que tengan más espacio en libros subsiguientes.


5. El núcleo de la historia esta confundido o es confuso. O se mueve tanto que no sé seguirle la pista. En fin. Voy a empezar por decir que es lógico que todos los libros guarden secretos listos para ser desvelados. Lo mejor al escribir misterio es saber dejar las pistas detrás para que, al hacer las relecturas, ser consiente de cómo todo encaja (o simplemente ser consiente en ese momento). En este caso, creo que eso falta (según de qué misterio estemos hablando, algunos, como el de Laurele y Louisa, tienen un building up muy satisfactorio). Al principio, creí que la búsqueda del padre de Elisse tendría mucho más peso, pero me di cuenta de que no era eso, sino la desesperación de Elisse por "pertenecer" (cosa digna de analizar, pero ya dije que aquí no les voy a destripar todo) y como todo (especialmente las acciones del señor del Sabbath) vuelve a eso de alguna manera. Yo hubiera hecho de eso el núcleo absoluto de la novela, no sólo Elisse intentando entender su identidad o lo que lo rodea, porque eso cambia con facilidad y se mueve  muy rápido, lo que promueve la confusión. En cambio, la necesidad por pertenecer está allí, en cada escena, en cada pasó que da y en cada decisión que toma y eso está muy bien construido.

6. Otras notas: me gusta como los demás describen la apariencia de Elisse, el juego del narrador en segunda persona me encanta, aunque me hubiera gustado saber más quien era esté narrador, el libro en general se presta para los narradores no fiables (y sabe aprovecharlos en ocasiones), el final podría cerrar mejor y Tared me encanta. 


Como veredicto, diré que es una historia muy interesante, con un mundo y un folclore que tienen mucho potencial y que muero por seguir viendo (el siguiente libro aún está en proceso de escritura, así que no desesperen). Se los recomiendo especialmente si les gusta la literatura fantástica, sobre todo la fantasía urbana. Como nota al margen, diré que el arte (hecho por la misma Mariana Palova) es impresionante. Si lo leen, no olviden contarme qué les pareció.

sábado, 1 de junio de 2019

Algunas reseñas de autores mexicanos

Hay días que me aburro de tener reseñas pendientes. Hoy es uno de esos días. Veo la lista de libros que quiero reseñar y me abruma ver que leo a una velocidad que no compite con la velocidad en la que pienso las reseñas. A veces tacho algún libro de la lista porque me doy cuenta de que en realidad ya no tengo absolutamente nada qué decir sobre él. Es algo triste, pero ese es casi siempre el destino de los libros que leí sin saber por qué, de los que me acuerdo, porque es muy difícil que se me olvide algo que leí, pero que sencillamente me parecieron tan anodinos que no encuentro nada digno de resaltar, ni bueno, ni malo. Supongo que es un destino mejor que acabar siendo el último ranteo de mi blog o el último libro que use de ejemplo para demostrar cómo no se debe escribir una novela, pero aún así es un destino bastante triste. El caso es que estaba yo repasando la lista de pendientes y, además de tachar unas cuantas cosas que ya no planeo escribir, encontré tres reseñas que definitivamente quería escribir.

Lo único que las une es que todos los libros son de autores mexicanos y pues de alguna manera hay que reivindicar a la literatura nacional y darle su espacio. Ya saben que en este blog todo cabe. Hablo de un millón de temas a la vez, porque puedo y porque quiero. Hay libros de todas las temáticas, para todas las edades y casi para todos los gustos. Yo simplemente devoro todo. Así que, ahora sí, aquí les van, las reseñas, antes de que pase un año y yo todavía no las haya escrito.

Los fantasmas de Fernando, Jaime Alfonso Sandoval


Sinopsis:  Fernando está convencido de que tiene la peor suerte del mundo: murió su perro, se quedó sin escuela, lo dejó la novia, se fracturó la mano y, para colmo, está por heredar un hotel abandonado que ha pertenecido a la familia de su padre, a quien no ha visto en años y quien se encuentra muy enfermo. Como no tiene nada que perder, decide acompañar a su tía y a su primastra a Costaverde para recibir la herencia. En medio de aquel viaje, lleno de secretos, recuerdos e historias de fantasmas, Fer desarrollará una amistad que lo cambiará profundamente.

Este libro lo leí mientras atendía la FILIJ el año pasado. Así que lo leí entre niños que preguntaban por libros de terror, de aventura, libros graciosos, que preguntaban el precio de los libros, de papás que pedían "libros con valores" (no lo hagan, por favor), de maestras que perseguían niños y de gente que me preguntaba con libros con detalles como "tiene una portada roja" o "salen dos niñas en la portada" y nada más. Ya sé que todos esos datos no parecen de lo más interesantes para la reseña, pero créanme que tienen su importancia: leí este libro, finalmente, entre interrupciones, dejé muchas veces una oración a la mitad por atender a alguien y luego tuve que volver a regresarme al principio, lo leí de pie, cansada, pero lo leí. Lo maravilloso de leer en medio de un stand en una feria de libro es que probablemente es la única distracción que tienes en ese momento y nada que no sea un cliente te va a sacar de la lectura. Lo no tan maravilloso es que igual estás leyendo el único ejemplar abierto y de repente lo necesita tu compañero de quien sabe dónde para enseñarle a un niño las ilustraciones y se te pierde la página donde lo dejaste o que hay una lista de espera de gente que lo quiere leer después de ti. Sí, hay que ser rápido.

Cuando lo presentaron en la FIL Guadalajara (Socorro Venegas, Toño Malpica y el mismo autor, Jaime), Toño Malpica dijo que era un libro que no podías echarte en un sentón porque había que darle su tiempo. Bueno, yo me salté el consejo por la torera y lo leí en una FILIJ, corriendo porque había más gente que quería leerlo y me lo eché más o menos en un día (sí, leo muy rápido, este no es el punto). Los fantasmas de Fernando es un libro muy sencillo..., en apariencia. Fernando tiene la peor suerte del mundo, está decidido a quedarse encerrado en su cuarto hasta el fin de los tiempos (hello darkness my old friend) porque se le murió el perro, lo cortó la novia y no sé que otra tragedia de esas que los adolescentes creen que es el fin del mundo le pasó cuando llega su tía y le dice que su papá se está muriendo y que le va a dejar una herencia.

Una descripción gráfica de Fernando
Y allá va: a un pueblo en la mitad de la huasteca potosina, a reclamar la herencia. Pero no todo es tan sencillo. Una de mis cosas favoritas del libro, lo que hizo que me gustara mucho, es la manera en la que el narrador juega con el lector. Es un juego inteligente, porque desde el principio uno advierte que la narración no le está contando toda la versión de la historia. Fernando, el personaje, la suelta dosificada y como a él le conviene. Total, el personaje lo que quiere es ganarse las simpatías del lector, ¿no? O al menos, la simpatía por la historia. Alterna la historia de su viaje como adolescente con un viaje antiguo que hizo con su papá. En toda la historia hay varios misterios y algunos se adivinan rápido, otros no. El libro habla mucho de la relación de padres e hijos y de lo complicada que puede llegar a ser. Creo que ese es su punto fuerte, de verdad.

Es un libro sencillo (no le busquen cinco pies al gato cuando nada más tiene cuatro) y me gusta especialmente porque la evolución del protagonista a lo largo de la historia es palpable. Fernando se ve obligado a confrontarse con su mierda y con las consecuencias de lo que hace, con todo lo que al principio del libro está escondiendo de sí mismo y de los lectores. Las ilustraciones son de Roger Ycaza, todas muy bonitas y acompañan muy bien la narración. El libro lo pueden encontrar en la colección A la orilla del viento del Fondo de Cultura Económica, por cierto.

El triunfo de la memoria, Abril Posas


Sinopsis:  Los personajes de Abril Posas se enfrentan a dos problemas: la memoria y el dolor. Su defensa es trágica e inútil pero valiente. Son héroes vencidos que entienden que nuestras historias no son más importantes que las de los otros.
En "El triunfo de la memoria" los cuentos revelan la desesperanza en la que vivimos, el rostro del anonimato, de la nostalgia, del dolor de todo ese ejército de seres que somos o que hemos sido; y nos dice: somos un grupo de apoyo que recicla historias para sobrevivir.
De la poderosa generación de los nacidos en los ochenta, la voz de Abril Posas despunta como una de las piezas de nuestra nostalgia. Nace de la rabia y nos recuerda que los débiles olvidan sus cicatrices porque, a veces, esas marcas son pruebas de que somos héroes. Aunque no exista salida, los sobrevivientes de la memoria, entonces, son héroes sutiles y reales.

Este es un libro de relatos publicados por la editorial Paraíso Perdido que saqué de la Biblioteca Vasconselos un día que no encontré ningún otro libro. O sea, fue el pilón. El libro que si hubiera encontrado algún otro de la lista que llevaba, no me hubiera llevado. Ya sé que a ustedes puede no interesarles mucho las historias de cómo llegan los libros que llegan a mi vida y por qué los leo, pero de todos modos se las voy a contar (y me vale madres). No creo en ningún designio divido que haga llegar a los libros a nuestras manos cuando los necesitamos, no creo en ningún destino que nos arroje un libro a los pies, por creer no creo en el zodiaco. En lo único que creo es en las casualidades. El triunfo de la memoria fue una casualidad en mi vida.


Ahora, hablando sobre el libro en sí: es un libro promedio. O sea, no te voy a decir nunca que fue la mejor lectura de mi año, pero tampoco te voy a decir que fue la peor. Al final del día quizá ni me acuerde de todos los cuentos que estaban en el libro, pero sí me voy a acordar de los que más me resonaron (el de la amiga católica, por ejemplo, o el primero). El triunfo de la memoria, como compilación de cuentos, es bastante buena. Se nota que hay una cohesión entre los temas de los relatos (los recuerdos, la memoria, la falta de ella), que todos tienen una razón de por qué estar en donde están. Pero. Pero creo que no todos están a la misma altura los unos de los otros y que sólo unos pocos se me quedaron bien grabados.

Kudos por el libro
De todos modos, este es el primer libro en solitario de Abril Posas. Por lo que encontré sobre ella ha sido ya participante en otras antologías, pero este es el primer libro que publica ella solita. Y se me hace un libro muy bueno para empezar, creo que sabe de lo que habla, que sabe como transmitir muchas cosas y cómo mantener al lector en vilo. La cosa es seguir puliendo la escritura y eso es algo que nunca dejamos de hacer.

Algunas primeras veces, Ana Romero


Sinopsis: En este libro encontrarás una historia similar a la tuya. Inés va a enamorarse por primera vez. Ella también hará un desayuno, hablará por fin con sus padres y quizá aprenda a bailar. Sus encuentros son un torbellino de sensaciones que sólo tú podrás comprender.
La sucesión de estos momentos de inseguridad, ternura y amistad conformarán su identidad.

Primeras declaraciones: YO ADORO ESTE LIBRO. Estoy enamorada de él. Esa podría ser toda la reseña, pero bueno, no vamos a perder la mala costumbre de llenar de verborrea las entradas. Este es un libro que, por el momento, me parece que está descatalogado. Así que si lo encuentran y son la clase de personas que les gusta leer historias románticas coming-of-age que pasan en México, no duden en leerlo (si alguien puede prestárselos, si lo encuentran en alguna biblioteca, en una librería de viejo). ¿Y por qué me gusta tanto? Porque me identifico de todas las maneras posibles con la protagonista. Inés es un tipo de chica edgy que sólo quiere encajar en alguna parte a como dé lugar, no tiene ni idea de cómo relacionarse con sus papás ni con su propia adolescencia y está descubriendo que ser mujer no es algo bonito ni de cuento de hadas.

La trama es sencilla (un amor de verano) pero la narración esconde entre líneas muchas cosas. En Inés vi reflejada la inseguridad de la adolescencia en las mujeres, el enfrentarse por primera vez a la cara de los dobles estándares de la sociedad en la que vivimos (la eterna dicotomía entre la santa y la puta, sin ningún punto medio), vi la búsqueda de una identidad que todos intentamos construir cuando nos damos cuenta de que estamos creciendo. Para mí, Algunas primeras veces, fue un viaje a mi propia nostalgia (y ya he hablado de cómo los productos que apelan a mi nostalgia me interesan de manera especial, aunque les exija la misma calidad que a cualquier otra cosa) y fue ver reflejadas muchas cosas de mí que viví en mi adolescencia en un libro.

De verdad se los recomiendo mucho. Ana Romero no es la única autora que escribe de las chicas adolescentes de manera magistral (por ejemplo, Ojos llenos de sombra de Raquel Castro también es de mis coming-of-age favoritos) pero sí es una de las que lo está haciendo mejor. Entre líneas hay una crítica muy aguda a lo que la sociedad marca como correcto para las mujeres y a lo que les exige a los jóvenes. Eso le dio muchos puntos al libro, la verdad.


Y bueno, hasta acá llegan mis recomendaciones del día. Cualquiera de estos libros es muy bueno para conocer a autores mexicanos, no duden en contarme si leen alguno o tienen alguna otra recomendación en los comentarios.

jueves, 2 de mayo de 2019

Mavi, Eva Cabrera & Claudia Aguirre | Fotoreseña

Sinopsis: In a distant world, full of magic, a wise Queen ruled over the Kingdom of Egarat with love and kindness. But, after the birth of her successor, she slowly descended into darkness, due to greed and desire. A dangerous game ensued, setting both of them on a perilous path and a chase through the ages. Mavi is a story of love and vengeance, where magical elements and dark fantasy make up an intriguing plot about the dangers of obsession and the need for courage in desperate times.

 Hoy traigo el trabajo de dos escritoras e ilustradoras mexicanas que es esta novela gráfica llamada Mavi. Está publicada por boudika comics, una editorial mexicana que es pequeñita, y que además publica comics en inglés, cosa que sospecho es para tener más oportunidad en el mercado. Creo que alguna vez mencioné que mi sueño es escribir el guion de un comic basado en la mitología Azteca (y otras cosas prehispánicas), pero sé que si lo hago en algún momento de mi vida, sé que es muy posible que no lo haga en español. Bueno, ya me estoy alejando del asunto, que es hablarles de Mavi. Esta es una historia fantástica que no se desarrolla de manera exactamente lineal al principio y que se distribuye a lo largo de varias épocas y momentos históricos. Al final este ritmo cambia (y voy a hablarles de eso), para juntar todas las piezas del puzzle

Eva Cabrera
La primera parte, por parte de Eva Cabrera junta varias historias aparentemente inconexas entre sí (a primera vista, aunque al leer las relaciones entre cada historia son obvias). Algo que me gustó mucho de esta parte es precisamente que varios capítulos hacen homenajes a historias clásicas de la literatura y a tropes clásicos (como el viaje del héroe). Mi parte favorita, en especial, es esa que le hace homenaje a Alicia en el país de las maravillas y se muestra varias veces la idea de caer por la madriguera, al igual que la idea de que existe un mundo al otro lado del espejo, haciendo homenaje a Alicia a través del espejo. También me parece que se hace un homenaje a los escenarios de Dickens en otra de las historias (no sé si yo estaba pensando demasiado y mi mente hizo la conexión o fue adrede) y, curiosamente, la historia empieza con una historia de piratas. 


En sí, creo que Mavi se toma su tiempo en agarrar su ritmo y va enseñándote las piezas del rompecabezas poco a poco. Que esto no es algo malo, de hecho, la primera parte, ilustrada por Eva Cabrera, fue mi favorita. La segunda, ya teniendo todas las piezas, se desarrolla de manera líneal y se dedica a atar todos los cabos sueltos y a juntarlos. Es un cambio de ritmo muy dramático y al principio no estaba segura de si quedaba completamente con la historia. A nivel narrativo me parece que las escritoras supieron cerrar los cabos de la historia como ellas querían y eso obviamente es un punto a favor, sólo creo que el cambio de ritmo y de narración hubiera estado mejor si hubiera sido menos drástico, pero bueno, cosas mías.

El arte me pareció bueno, el dibujo recuerda un poco al estilo manga. Recuerda, porque no creo que sea ese estilo, la verdad. El comic está en blanco y negro y hay algunas escenas dibujadas a dos páginas que se ven bastante espectaculares. No voy a llenar la reseña de fotografías sólo por qué sí, vamos. Me gusta como se complementa el estilo de ambas escritoras, queda muy bien. En general creo que mi única queja tiene que ver con el ritmo de la historia, porque por el resto me parece una historia de fantasía bastante interesante y bonita. Además el principio es mi favorito porque me gustan las historias que te retan para que entiendas que está pasando, las que no son completamente líneales.


Se los recomiendo si les llaman la atención las novelas gráficas o la fantasía. Seguro que pueden encontrar algo de su agrado en una historia así si están en alguno de esos grupos ¡y además pueden apoyar a los comics mexicanos! (sobre todo considerando que es una industria bastante anclada en los Estados Unidos en este momento). Aquí les van algunas fotos que le tomé al ejemplar que me prestó una amiga para que se convenzan o vean si les gusta:







Los veo en la siguiente entrada, mis lecturas han estado interesantes y quiero seguir compartiéndoselas. Ya saben que leo demasiadas cosas demasiado variadas y este blog tiene un montón de tipos de reseñas que ofrecer. Por lo pronto, ¡nos vemos!