Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

domingo, 9 de diciembre de 2018

Muchas cosas de las que me di cuenta mientras releía Harry Potter

Este año decidí releer Harry Potter. Y esta es, literalmente, una lista de muchas cosas de las que me di cuenta al releer la saga. Nunca la había vuelto a leer completa de corrido en tan poco tiempo (en este caso, fueron tres meses) y mucho menos había tenido la oportunidad de comentarla con más personas al mismo tiempo, que fue lo que ocurrió en mi vida de septiembre a noviembre. También, esta entrada es la reseña (muy larga) que le debo a Harry Potter y por qué cuando lo recomiendo lo hago de todo corazón. Así que, si son lectores asiduos a mi blog, probablemente ya se sepan esta historia, y si no, pues bienvenidos a ella.


Yo no amo la lectura sólo por Harry Potter. Aunque definitivamente fue una de las primeras novelas más largas y sin ilustraciones que leí, sólo contribuyeron a que yo quisiera más a la lectura y a los libros. Sí me impulsaron a escribir. Mi carrera de escritora no empezó escribiendo fanfiction de Harry Potter, sino historias de princesas acosadas por brujas malas y rescatadas por príncipes medio pendejos ayudados por "adas" (yo no conocía la existencia de la h), pero definitivamente repuntó y se volvió maratónica por Harry Potter. A veces, viendo la tendencia de la literatura infantil y juvenil, pienso que Harry Potter fue un parteaguas, al menos en la literatura inglesa y norteamericana. Harry Potter es muchas cosas.

Por eso acá va la lista de un chingo de puntos de cosas de las que me di cuenta mientras leía Harry Potter:


1. Me di cuenta de que me gusta bien y de que probablemente me seguirá gustando toda la vida. ¿Saben por qué? Porque cada vez que lo releo encuentro algo más en ellos y los analizo desde otros ángulos. No los he secado, me siguen proporcionando material para debatir, crear y analizar. Todo eso no significa que mis gustos literarios no cambien, no muden, sino que significa que Harry Potter es una gran parte de mi vida.

2. Que Harry, el personaje, ya no me cae tan mal. Lo voy a confesar, su etapa emo en el quinto libro me pesó horrores cuando la leí. Harry Potter era un adolescente que me desesperaba y me volvía loca. No podía con él. Quería darle librazos. Ahora, con un poquito de adultez encima, lo entiendo muchísimo más. De repente me dan ganas de abrazarlo, de decirle que todo estará bien y de decirle que si ya por favor va a dejar de ser un pendejo (es lo Gryffindor, pobre). 

3. QUE NUNCA SE ME VA A CURAR MI OBSESIÓN CON DRACO MALFOY. Pero pueden intentarlo.

4. Que Rowling es una buena escritora de misterio. Probablemente no sea la mejor ni sea una escritora perfecta pero a la hora de crear misterio y de hacer foreshadowing sabe lo que hace, a veces con libros completos de anticipación. She knows her game (y sí, lo de que sea mala calculando fechas y edades no es de The Crimes of Grindelwald, eso, lamentablemente, ya lo tenía desde antes).

5. Que odio a Snape como persona. Como personaje me parece muy bien construido. Me niego a hacer más declaraciones.

6. Que los Slytherin son retratados como la antigua burguesía que pierde sus privilegios y... que, bueno, la razón por la que me esfuerzo en hacer slytherins marginados sociales en mis fics es porque no creo que la antigua burguesía del mundo mágico sea exclusiva de los slytherins, sino que está distribuida por toda la sociedad de Rowling. Aunado a esto, uno nota que la sociedad de Rowling es una sociedad que segrega, tiene discriminación por todos lados (a veces disfrazada de discriminación buena ondita) y refleja muy bien la sociedad en la que vivimos nosotros, pero con magia.

7. Que Hermione es maravillosa en todo sentido. Y que probablemente no tendría que haber sido la protagonista de la saga. Es demasiado lógica, cosa que le agradezco porque como ella misma dice en el primer libro: ha habido magos brillantes sin una pizca de lógica o razonamiento. Pero también toda esa lógica deja afuera a la imaginación y, como dice Luna, es incapaz de creer algo que no haya visto en un libro.

8. Que Ron como persona no me cae bien pero como personaje me hace reír. Y que, a pesar de todas mis quejas, compro el Ronmione (porque, como alguien muy bien dijo una vez, Ron a veces es como Draco, pero en Gryffindor y sin dinero, y yo bien que compro el Dramione).

9. Que Dumbledore debió de haber sido Slytherin. Después de ver las películas de Animales Fantásticos, lo refuerzo.

10. Que la mayor ventaja de Harry Potter es ser un universo inmersivo. Esta simple cualidad es la que nos ha hecho a los fans capaces de crear todas las historias que hemos creado alrededor de la saga. La mejor arma del fanfiction, el fanart y todo tipo de producto fan. También ha sido la que le ha permitido a Rowling seguir contando historias, claro, lo que igual es un arma de doble filo, pero a mí me gusta porque a los fans nos deja hacer demasiadas cosas.

11. Las casas son como mi horóscopo.

12. Que Sirius Black es en verdad mi merodeador favorito. Como persona, a los quince años, me hubiera caído gordo. Pero su construcción personajil es algo que me encanta, me fascina y es definitivamente mi favorito.

13. Que siempre voy a pensar que Sirius y Remus se empotraban por todo Hogwarts.

Arte de Upthehill
14. Que soy demasiado propensa al shippeo y que me gusta. Ya sé que no es lo más importante de la saga, pero a mí me fascinan las posibilidades entre los personajes. También me gusta llevar la contraria a todos aquellos que consideran que las shippers son niñas sentimentales de quince años que no conocen ninguna historia mejor, esos me caen gordos. Yo vine aquí a hablarles de mis parejas favoritas (o sea, la mitad de las posibles). Me gusta que el fandom esté lleno de mujeres de todas las edades creando sin tapujos todo lo que quieren crear. 

15. Que Ginny es la mejor de los Weasley y que Bill es el más guapo. Aunque algunos días, sobre todo los que ando sentimental, Fred y George son mis favoritos.

16. Que Hermione es una working class hero aunque a veces su lucha esté mal enfocada. Me molesta cuando se burlan de ella por crear la PEDDO porque entiendo de donde viene. Y quizá no tenga las mejores estrategias para los elfos domésticos, pero es la primera en condenar los malos tratos a los elfos domésticos y en hablar contra ello. Creo que le molesta que los magos lo vean normal y no hagan nada. Y la entiendo, de verdad que la entiendo.

17. Que los mortífagos me producen una fascinación poco sana. Como personas, les deseo que pasen la vida después de la muerte pisando legos descalzos, pero en los libros y narrativamente me producen fascinación. Me encanta humanizarlos todavía más, demostrar que esos horrores son humanos y que caminan entre nosotros, que no son sólo leyendas esperando en un callejón oscuro. Mi favorito es Barty Crouch Jr. y en mi cabeza es Ravenclaw. Sólo un dato.

18. Que quiero saber más del folclore que Rowling usó para Harry Potter. El Grimm, todas las criaturas, los dragones y, sobre todo, el velo.

19. Que la mejor batalla es la batalla del Departamento de Misterios.

20. QUE EL EPÍLOGO ES HORRIBLE Y NO DEBERÍA EXISTIR. Y por supuesto, Albus Severus debería tener un nombre menos terrible. La única manera en la que acepto la existencia del epílogo es para crear a mi James Potter y para que Albus y Scorpius se empotren por allí.

21. Que quiero dinamitar todo el Ministerio de Magia y destruir las instituciones. Con la única excepción del Departamento de Misterios, porque me fascina y muero por saber qué es lo que se esconde detrás de todas sus puertas. El estudio de las profecías, el amor, la muerte, el futuro... todo me parece maravilloso, ¡ah!, y especialmente el tiempo. Ese es el único departamento del ministerio donde yo elegiría trabajar.

22. Que #VolveraHogwarts es una de las mejores cosas que me pasó en la vida.

viernes, 7 de diciembre de 2018

Maratón #GuadalupeReinas2018: lista de lectura.


Ya les hablé en la entrada pasada del Maratón #GuadalupeReinas2018 de Libros b4 Tipos (twitter, facebook e instagram): se trata de leer diez libros escritos por mujeres durante el Guadalupe-Reyes, del 12 de diciembre el 6 de enero. Si por alguna razón viven en marte y no se han enterado todavía de la noticia que vino a romper la internet, aquí les dejo toda la información en un video que grabamos las guapas integrantes del colectivo:


En esta entrada les voy a chismear que estaré leyendo durante este maratón. Compartiré las lecturas en mi twitter y en mi instagram, probablemente, además de las obligatorias reseñas que intentaré hacer en mi blog (aunque me cueste trabajo y acaben saliendo hasta febrero por lo apretado del calendario que traigo acá). Les vuelvo a recordar las consignas que tenemos este año: 


1. Libro de tu país de origen: voy a leer Aquí no es Miami de Fernanda Melchor. Me lo regaló un amigo por ahí en julio, fui a la presentación, Fernanda me lo firmó y todavía no lo he leído (aunque sí leí Temporada de huracanes, que no tengo, pero ajá).

2. Libro de un país que quieras visitar: obviamente quiero visitar la India, soy una obsesionada con la India, así que elegí un libro que se llama El vagón de las mujeres de Anita Nair.

3. Obra de teatro: me lancé a la brava y agarré lo primero que encontré en bookmate que me llamó la atención (la verdad me lo pasó Ati): Me casé por alegría de Natalia Ginzburg. Creo que es un buen momento para leer a las italianas, a las que les debo tanto.


4. Teoría feminista: aquí, como el año pasado leí Mujeres, raza y clase de Angela Davis, este año quiero leer Women, Culture & Politics de ella misma. Tenía muchas opciones pero esa ganó.

5. Memoria o autobiografía: hace muchos años leí la primera parte de las memorias de Esmeralda Santiago, When I Was Puerto Rican, así que este año he decidido que leeré Almost a Woman, de ella misma, que es la continuación directa.

6. Obra de alguna de las 14 ganadoras del Nobel: no quería escoger a ninguna que ya hubiera leído con anterioridad, así que con unas pocas reservas es que escogí a Doris Lessing con el libro El viento se llevará nuestras palabras.


7. Libro favorito de una mujer que admires: admiro mucho a muchas mujeres. Mi mamá no me supo decir un título. A Kollontai no la puedo sacar de la tumba. Así que elegí un favorito de Gioconda Belli: Leopardo al sol de Laura Restrepo.

8. Libro de una escritora racializada: Kabu-Kabu de Nnedi Okorafor. Quiero conocer todos sus libros, así que por muchos lados he de empezar. Esta es una colección de cuentos, así que mucho amor para las cuentistas.

9. Libro con representación LGBT: elegí un libro por su portada que he visto en Bookmate y que se llama We Are Okay de Nina LaCour. Ya les contaré como me salió la elección.

10. Un libro de las lecturas conjuntas del colectivo: me faltan varios de los años pasados, pero este año el único que me faltó fue Volver a casa de Yaa Gyasi, así que escogí ese.


miércoles, 5 de diciembre de 2018

Recomendaciones para el maratón #GuadalupeReinas2018

Ya volvió la mejor época del año: ¡el maratón #GuadalpeReinas2018 en su segunda edición! Hace un año, en Libros b4 Tipos (twitter, facebook e instagram) organizamos un maratón de lectura que consistía en leer libros escritos por mujeres durante los 26 días de Guadalupe Reyes (al que nosotras llamamos Guadalupe Reinas). Este año venimos con todo a repetirlo, 10 libros, 26 días, muchas sorpresas, ¿tú aceptas el reto? Aquí abajo tienen el video de promoción, donde salimos las catorce integrantes del colectivo (por si no conocían a alguna) y les contamos como es que pueden unirse a esta increíble actividad que tenemos preparada para ustedes.


Bueno, pues resulta que este año tenemos diez nuevas consignas para seguir retándolos a que cada vez conozcan más libros escritos por mujeres. Así que hoy vengo a contarles sobre recomendaciones (y contarles donde las pueden conseguir en línea, si es que es posible) para las nuevas consignas de esta edición del maratón. Seamos sinceros, yo adoro recomendar libros, obvio no puedo dejar pasar la oportunidad de hacerlo. 


Libro de tu país de origen



1. Temporada de huaracanes de Fernanda Melchor (disponible en digitalee). Una novela que ocurre alrededor de un asesinato en los pueblos de la costa de Veracruz.
2. Casas vacías de Brenda Navarro (disponible de manera gratuita en Kaja Negra y en bookmate). Una novela que aborda la maternidad desde diferentes ángulos.
3. Frecuencia Júpiter de Martha Riva Palació Obón. Una novela coming-of-age que se combina con el periodismo, ciencia ficción.
4. Dido para Eneas de María García Esperón. Una reinterpretación de La Eneida, contada desde los ojos de Dido de Cártago.

Teoría feminista



1. Feminismo para principiantes de Nuria Varela (disponible en epublibre, la biblioteca feminista, bookmate y mi drive). Un libro perfecto para iniciarse y conocer más sobre el movimiento feminista.
2. Chicas cerdas machistas de Ariel Levy (disponible en inglés en mi biblioteca de drive). Una perfecta introducción a este mundo del neoliberalismo sexual.
3. La mujer en el desarrollo social de Alexandra Kollontai (disponible en mi biblioteca de drive). Que Kollontai me perdone por ponerla en teoría feminista, pero la verdad es que este libro abarca gran parte de la historia de las mujeres y creo que leerlo es increíble y que todo el mundo debería de hacerlo.
4. Mujeres, raza y clase de Angela Davis (disponible en mi biblioteca de drive, en bookmate y en epublibre).

Memoria o autobiografía




1. Autobiografía de una mujer emancipada de Alexandra Kollontai (disponible en mi biblioteca de drive, en bookmate y en epublibre). Sí, estoy decidida a recomendar toda la bibliografía de Kollontai.
2. When I was Puerto Rican de Esmeralda Santiago. La leí hace varios años, es la primera parte de sus memorias y allí habla de su infancia en Puerto Rico.
3. Leer Lolita en Teherán de Azar Nafisi (disponible en bookmate). La historia de una profesora universitaria en los tiempos de la revolución, la contrarrevolución y el fundamentalista iraní.

Obra de alguna de las catorce ganadoras del premio Nobel



1. Sula de Toni Morrison (disponible en epublibre). Una historia de dos mujeres provenientes de los barrios negros del sur de Estados Unidos.
2. La guerra no tiene rostro de mujer de Svetlana Alexiévich (disponible en epublibre). El testimonio oral de las mujeres del Ejército Rojo durante la segunda guerra mundial.
3. Viento del este, viento del oeste de Pearl S. Buck (disponible en epublibre). La historia de una mujer china en los tiempos en los que apenas si había contacto con occidente y estaba completamente arraigado el feudalismo.
4. Mi vida querida de Alice Munro (disponible en epublibre). Una colección de cuentos sobre la vida de muchas mujeres.

Un libro de una escritora racializada



1. Akata Witch de Nnedi Okorafor. Un libro de fantasía ambientado en Nigeria, con criaturas fantásticas.
2. Algo alrededor de tu cuello de Chimamanda Ngozi Adichie (disponible en epublibre). Una colección de cuentos sobre nigeria y los nigerianos.
3. El ministerio de la felicidad suprema de Arundhati Roy (disponible en bookmate). Una novela coral cuyo punto central es el conflicto de Kashmir en la India.
4. La casa en Mango Street de Sandra Cisneros. Un libro pequeño que es una colección de historias de inmigrantes en los Estados Unidos desde los ojos de una niña.

Con temática o representación LGBT



1. Todos mis sueños, tuyos, de Sofía Olguín. Una novela narrada en primera persona desde los ojos de un estudiante universitario.
2. Carol de Patricia Highsmith (disponible en epublibre y en bookmate). Una novela que fue publicada con pseudónimo por la autora, que temía que la marginaran y la encasillaran.
3. Blue is the warmest color de Julie Maroh (disponible en bookmate). Una novela gráfica sobre una pareja de chicas. Perfecta para aquellos que gustan de historias trágicas.

Esas son todas mis recomendaciones hasta el momento, pero además les voy a poner aquí debajo las imágenes de las lecturas conjuntas que hemos hecho a lo largo de 2018 con la Travesía Feminista y las anteriores, por si no saben qué escoger en esa consigna.

Además, si quieren un libro que esté en bookmate y no esté gratis, pueden aprovechar mi código por un mes gratis: NEAPOULAIN y canjearlo acá.

jueves, 29 de noviembre de 2018

Punkzilla, Adam Rapp | Reseña

Sinopsis: Punkzilla, un adolescente de catorce años que acaba de desertar de Buckner, una academia militar, tiene como misión atravesar los Estados Unidos para encontrarse con su hermano enfermo de cáncer. La trama se desarrolla entre moteles de mala muerte, estaciones de autobuses y paseos en carretera. Una impactante novela construida con las cartas que Punkzilla escribe a su hermano a lo largo del viaje en el que el protagonista intentará encontrar su identidad al mismo tiempo que conocerá a peculiares personajes que lo acompañarán hasta llegar a su destino. 
 
Creí que este libro no me iba a encantar. La curiosidad por él me empezó en febrero, cuando oí a un compañero recomendárselo a varias personas en una feria del libro. Luego me olvidé de él por un tiempo, porque no era un libro que planeara comprar realmente, hasta que empezó la FILIJ. Ahí lo leí, porque se presentó la oportunidad. Para este entonces, ya me había spoileado el libro entero (advertencia, si alguna vez son staff de feria del libro, acostúmbrense a la idea de que muchos libros se los van a spoilear de cabo a rabo), pero aún así quería ver qué demonios tenía para ofrecer. Un compañero había dicho que le recordaba lejanamente a la generación beat, pero para jóvenes. Y sí. me recuerda a eso. También me recuerda un poco a la forma de narrar de Holden Caulfield en El guardián en el centeno (un libro que yo personalmente amo, porque lo leí con todo el slang en inglés y porque empatice con el irritante de Holden, pero que entiendo que muchas personas se les hace pesado), sólo que con menos cosas irritantes en cuestión de protagonista. Pero bueno, vamos a hablar por partes de la novela

 
En una reseña en goodreads, leí que este libro era la prueba de que el YA no había abandonado a los chicos, que nunca los iba a abandonar. Hay una extraña tendencia a creer que el YA de hoy en día se dirige sólo a las chicas y no. En la entrada pasada ya ahondé como la literatura no es para chicas o para chicos, sino que es para todos. Y este libro, sobre todo, presenta la masculinidad y a los jóvenes, algo increíble. Punkzilla es un adolescente de catorce años que huyó de un colegio militar, que critica duramente a Bush y a lo conservador de su padre (y de su familia en general). Va en busca de su hermano enfermo, que salió del closet hace años y huyó de casa, que escribe obras de teatro y vive en Memphis con su novio. Mientras va viajando, de Portland a donde está su hermano, escribe cartas

La historia, pues, nos llega a través de las cartas que Punkzilla le escribe a su hermano, con su particular forma de escribir, los hechos que decide narrarnos y, lo que adivino que es mucho slang. Adivino porque si algo hizo a este libro es la traducción. Donde El guardián en el centeno pierde, para mí, parte de su encanto (la traducción que empecé a leer nunca fue de mis favoritas y me hizo buscar el libro en inglés), este la gana. La traducción del libro en español, publicado por el Fondo de Cultura Económica, corrió a cargo de la escritora Raquel Castro (a quien en este blog recordamos por Ojos llenos de sombra) y es una traducción que hizo al libro. Es preciosa. Se puede notar es esfuerzo de mantener la voz de los personajes, a la vez que el esfuerzo por traducirlo para, sobre todo, la juventud mexicana
 
Raquel Castro, traductora
Entremezcladas con las cartas de Punkzilla, hay algunas respuestas de su hermano y algunas cartas del pasado, de sus padres o su otro hermano mientras está en la academia militar. Hay una, escrita por el protagonista, mientras aun está interno, dirigida a su madre, que me encanta. Escribe la carta y vomita todo lo que siente en ella y al final dice que la acaba de releer, que no la va a enviar, que antes la quema. Como si no quisiera reconocerse vulnerable ante su madre, pero es algo que los lectores podemos ver, esa vulnerabilidad tan obvia de Punkzilla, por más que se quiera hacer el fuerte mientras cruza el país y huye de su casa y se enoja porque se ve como chica y lo ven como chica y repite que le dicen Punkzilla. Esa parte del libro me encantó, porque es además un rasgo que se va repitiendo escondido por las cartas, mientras cuenta su ineptitud en la escuela militar y le pide a su hermano que no se muera. 

Además, en el libro hay una obvia crítica a las escuelas militares en los Estados Unidos, lo que les hace a los jóvenes y lo que representa. Hay una crítica a los gobiernos conservadores y, en general, a las familias conservadoras. Hay un resentimiento muy grande cuando el protagonista se refiere a su familia, porque lo mandaron a una escuela militar para "corregirlo" y porque practicamente obligaron a su hermano a huir de su casa.
 
La verdad Punkzilla es un libro que recomiendo mucho, de verdad. Me gustó mucho más de lo que esperaba, porque en un principio, ni la portada ni la presentación me llamaban la atención (hasta que oí a alguien recomendarlo). Así que por eso, también quiero recomendárselos a ustedes. Es un libro juvenil con estilo fresco, que ofrece una historia increíble y quizá pueda ser incluso considerado un coming-of-age narrado de manera increíble. No se lo pierdan. Es uno de los títulos de la colección A través del espejo del Fondo de Cultura Económica, la colección que le está apostando a la literatura juvenil.

martes, 27 de noviembre de 2018

Errores que cometen los adultos al buscar libros para niños

... según mi experiencia en Ferias del Libro. Llevo tres Ferias del Libro consecutivas (dos FILIJ, una FIL Minería) vendiendo libros para niños. Después de un rato, te acostumbras a algunas tonterías, a tener exceso de paciencia y a que los adultos no tengan ni idea de lo que están buscando. Lo mejor es, sin duda, atender a los niños. Leerles, contarles los libros, verlos interesarse en ellos. Con los adultos que no tienen experiencia en libros infantiles y juveniles, la cosa es diferente (incluso con los docentes). Hay miles de patrones que se repiten buscando libros que sólo contribuyen a que los niños acaben bien vacunados contra la lectura, que denotan que igual y no tienen mucha idea de lo que están buscando o que dejan ver que creen que la literatura infantil y juvenil son fábulas en vez de ser, bueno, literatura.


Así que si andan buscando libros para niños, acá van los errores que no deben cometer (y acá si aplica la de que si te choca, te checa):

Pedir libros de «emociones» o «sentimientos»


... eh. ¿Qué? ¿A qué te refieres? Eso es demasiado amplio. En serio. Demasiado. Asume que los libros para niños y jóvenes son literatura y como tal, apelan a los sentimientos y a nuestras emociones, a hacernos sentir algo, a hacernos reír, a hacernos llorar, hacernos sentir felices, tristes, desesperados. Así que, ¿cuál es el objetivo? ¿Manejo de las emociones? ¿Cuáles? ¿Por qué? ¿Qué buscas? *voz desesperada*


No soy especialmente fan de los libros esos de gestión de las emociones (admito que hay algunos buenos, pero la mayoría caen en lo moralino barato o en tratar a los niños como pendejos), pero es cierto que muchos docentes los buscan y que hay algunos bastante buenos y con los que se puede hacer variedad de actividades. Si quieres eso, quieres eso, no quieres libros sobre emociones (TODOS LAS TIENEN). Pero en general, pregúntate muy seriamente si eso es lo que necesitas. A veces sí. A veces no sabemos cómo nombrar o expresar lo que sentimos y hay muchos libros que (más o menos) se dedican a eso. Luego, si ando de humor, hago una recopilación de ellos. Pero a veces no buscan eso.
Me he parado a verlo. Me piden un libro sobre los sentimientos y les puedo ofrecer casi cualquier cosa contándoles sobre qué te hace sentir y la historia y se quedan conformes. En serio. La literatura para niños es también literatura y, aunque no lo crean, nos hace sentir cosas en nuestros corazoncitos.

«Pero el libro tiene muchos dibujitos...»


¡SON ILUSTRACIONES! ¡NO DIBUJITOS! ¡LAS ILUSTRACIONES CUMPLEN UNA FUNCIÓN MUY IMPORTANTE EN LA LITERATURA! Ya que dejamos claro eso, vamos a hablar sobre la diferencia entre los libros ilustrados, los álbumes ilustrados y a hablar de los papás que creen que las ilustraciones son completamente inútiles. ¿Por dónde empezamos?

Hay papás que buscan libros ilustrados en la sección de álbumes ilustrados y se quejan cuando se los enseñas. Señor, señora, acá arriba dice muy bien álbumes ilustrados, yo le dije que eran álbumes ilustrados. Y te dicen que es que «tienen bien poquitas letras». Y voltean y le dicen al niño que necesita leer más. Lo que los niños necesitan o no necesitan leer es algo muy subjetivo. Para empezar, leer es un hobby, no necesariamente un hábito. Primero tenemos que hacer que los niños se interesen en los libros y en las historias que les cuentan, antes de decirles que es su obligación leer veinte minutos al día. Eso sólo es una muy efectiva vacuna contra la lectura.


Otra cosa muy importante a considerar, es que la calidad de los libros no viene dada en la cantidad de letras que traiga, ni en el número de páginas. Por eso, cuando voy a recomendarle un libro a un niño, le pregunto claramente: ¿te gusta leer? No importa si me dicen que no. Hay gente a la que no le gusta (porque no le gusta, porque ningún libro lo ha tenido pegado a la silla, porque sí) y ya. Y luego les pregunto el: ¿y cuánto lees? Si me dicen que muy poco y yo les enseño un libro que más que libro es tabique, no los voy a súbitamente interesar. Por más que los papás se empeñen en que lo que sus niños necesitan es un tabique con muchas páginas porque tiene que leer mucho.

A ver, no. Lo que los niños necesitan es que alguien les comparta el amor por la lectura. No llega por que sí. Llega de papás que leen con ellos, de maestros que los hacen interesarse en las historias. No va a llegar por tener libros sin «dibujitos». Que, repito, son ilustraciones.

Desmerecer los gustos de quien va a leer el libro


Una vez, en una feria del libro, un niño se acercó con mucho interés a un libro de fantasmas. Atrás, llegó su mamá a interrumpir: «Ya sabes que a tu papá no le gusta que leas esas porquerías». El libro en cuestión no era, según yo, una porquería, pero fue calificado como porquería porque tenía elementos fantásticos/de terror. Por supuesto, cuando los atendí, el niño se negó a llevarse ni un libro que sus papás aprobaran. El quería libros de fantasía. Y los papás no querían comprarle eso. ¿Resultado? No vas a obligar a un niño a leer lo que no quiere leer. Y la fantasía y el terror son literatura de género, no basura.


Yo entiendo que hay libros que los papás no quieren comprar por motivos razonables. Por ejemplo, no le van a comprar a un niño de ocho años los cuentos de Fransisco Tario (porque no es algo que vaya a entender, por más de terror que se vea), y si fuera por mí, After nunca saldría de las librerías. Pero llamar a todo el género basura por ello es pasarse unos cuatro pueblos y medio. Por ejemplo, cuando quieren un libro que no es muy adecuado (por complicado, por ejemplo, como Tario), suelo preguntarles qué les llamó la atención del libro y recomendarles otros que estén en la misma línea pero que probablemente vayan a disfrutar más (o sean menos caca impresa, en serio, eviten After).

Así que si quieren vacunar a sus hijos contra la lectura, no hay pedo, díganles que no quieren que lean x basura. Lo van a conseguir. Si no, déjenlos que escojan. Que exploren. Obviamente no les van a comprar una novela erótica, pero a ver, que exploren.

Libros de niñas/libros de niños


Tengo varias anécdotas acá. Una señora que al ver la portada de un libro muy conocido entre los niños (medio rosa), decidió que eso era de niñas y empezó a preguntarle a su hijo porque quería llevarse eso. La misma señora viendo una portada con dos niñas diciéndole que ese otro no, que tenía dos niñas en la portada, que no era para él. Un señor que, porque un título era con nombre de niña, se negaba a comprarle eso a su hijo. Una maestra diciéndole a un niño arbitrariamente que el libro que había agarrado era de niñas. Una mamá diciéndole a su hija que los de terror eran de niños. Cada que me acuerdo de todas ellas quiero matarme. Por eso vengo hoy con la idea revolucionaria del siglo:

LOS LIBROS PARA NIÑOS NO TIENEN GÉNERO

En serio. Los niños, sobre todo los más pequeños, no suelen decidir qué quieren con base en si los protagonistas son niñas o niños. Es hasta más grandes que empiezan a hacer esa distinción (y lo puedes notar, porque usualmente son cosas que se aprenden en casa, en la escuela y en todo su entorno). Así que dejen, por favor, de calificar los libros como para niños o para niñas. No le sirve a nadie en lo absoluto.

jueves, 22 de noviembre de 2018

Los niños perdidos de Valeria Luiselli en Bookmate

Sinopsis: «¿Por qué viniste a los Estados Unidos? Ésa es la primera pregunta del cuestionario de admisión para los niños indocumentados que cruzan solos la frontera». A partir de su trabajo como traductora para la defensa de niños migrantes en la corte migratoria de Nueva York, Valeria Luiselli pudo conocer de primera mano el enredado proceso legal del que, literalmente, depende el futuro de los miles de niños centroamericanos que arriesgan la vida para cruzar las fronteras de México y Estados Unidos con tal de escapar del infierno cotidiano en sus respectivos países de origen.
Los niños perdidos. (Un ensayo en cuarenta preguntas) es un testimonio brutal, íntimo, escrito con una prosa franca, brillante y lúcida, que observa la realidad de los niños migrantes desde una distancia situada entre el deseo de remediar el desamparo existencial en el que se encuentran sumidos y la impotencia que desata la incapacidad para hacerlo. Y es que, como cuestiona con honestidad la propia Luiselli: «¿Cómo se explica que nunca es la inspiración lo que empuja a nadie a contar una historia, sino, más bien, una combinación de rabia y claridad?».
Utilizando como hilo conductor el cuestionario de cuarenta preguntas que sirve de base para el proceso legal que determinará su situación, Luiselli se ha adentrado en la realidad de los niños migrantes para mostrarnos una radiografía tanto de sus vidas pasadas, presentes y futuras, como del laberíntico y despiadado sistema migratorio de Estados Unidos.

Valeria Luiselli
 
Hoy vamos a hablar de los migrantes. De los niños migrantes. De la gente que busca entrar a Estados Unidos desde centroamérica porque sus países viven la desestibilización política (provocada por el mismo imperialismo). Es un tema que en este momento, debido a la Caravana Migrante que está cruzando México, está en las bocas de todo el mundo. Por eso, hoy quiero centrarme en los niños. Los niños, específicamente. Varelia Luiselli es voluntaria para una asociación americana que entrevista a los niños, intentando buscarles las oportunidades de que puedan pedir refugio y no sean deportados. Intentando ampliar sus oportunidades de conseguir asilo. Es un trabajo agotador, cansado y con no demasiados resultados, como lo hace ver Valeria Luiselli. Las cifras por sí solas son horribles, ponerles nombre y cara lo hace aun más. Y ninguno de estos niños dejó su país porque sí. Ninguno de sus padres pensó que el horror por el que están pasando era algo que fueran a hacer por gusto: todos lo prefirieron porque era la única alternativa para sobrevivir (y cuando algo es tú única alternativa para sobrevivir, no se puede decir que tengas demasiadas elecciones).

Valeria aborda la realidad de estos niños por medio de historias y entrevistas. Nos cuenta algunos casos particulares, pero en general nos habla de la realidad que vive todo el colectivo migrante. Esta no es la historia de unos cuantos. Es la estadística vista desde la voz de Valeria Luiselli, que hace de interprete y entrevista a miles de niños que están evitando ser deportados. La autora nos habla de todo el proceso: desde el llegar, hasta el procedimiento al que se enfrentan.


Y es que no es sólo llegar. Llegar es un via crucis en sí mismo. Llegar significa cruzar México, que en los últimos años se ha convertido en el mejor muro de Estados Unidos. Llegar significa enfrentarse al territorio mexicano, a los carteles, a la delincuencia, a la perspectiva de ser deportado antes de haber podido pedir refugio. Las estadísticas son por sí solas historias de terror que no podemos imaginar. Y las tenemos ahí, incompletas, estimadas, porque no podemos saber qué pasa en realidad en muchos casos.




El libro intenta hacer un recuento de las 40 preguntas que tiene el cuestionario que se les hace a los niños para determinar su situación y sus probabilidades. Decidir (de alguna manera) si vale la pena buscar un abogado más caro o uno de oficio es su mejor opción. Es un proceso desgastante y de alguna manera inhumano. ¿Cómo decides quien merece más tiempo o mejores abogados? Al final, todos acaban jugando en el mismo sistema que separa niños de sus padres y después los pierde. Es un sistema inhumano, al que poco le importa desestabilizar países y después negarse a recibir a los refugiados. Este ensayo, finalmente, es sólo una pequeña parte de todo lo que está mal con la crisis migratoria. Nadie debería tener que caminar kilómetros en condiciones inhumanas para buscarse una vida. Nadie debería elegir entre eso y la violencia y morirse de hambre. Este es, finalmente, sólo un pequeño testimonio en una realidad que apabulla y que está llena de horrores. Pero es uno que vale la pena conocer.

Para aquellos que quieran leer el libro, lo pueden encontrar en Bookmate, que es en donde lo leí yo, en este link. Si no tienen Bookmate, pueden usar el código NEAPOULAIN para obtener un mes gratis (acá). La verdad es que sí vale la pena que le den una revisada y una ojeada (si no lo pueden conseguir, de verdad, aprovechen la oportunidad en Bookmate.

jueves, 13 de septiembre de 2018

Peligro de suerte, Norma Muñoz Ledo | Reseña

Sinopsis: La familia Pachón pasa por momentos difíciles: Fernando, el papá, perdió su empresa millonaria y se ve obligado a dejar la vida de lujos que disfrutaba con su familia; Rodolfo, el hijo mayor, piensa que todo es culpa de su mala suerte; Catarina, la menor, está deprimida por tener que cambiarse de casa; y Lucía, la mamá, deberá regresar a trabajar como profesora. Entre reflexiones y aprendizajes, entrañables amigos y divertidas peripecias, la familia Pachón intentará salir de esta situación, juntos descubrirán aque en la vida siempre hay que correr peligro de suerte...

Traigo un rant atorado y las 603 páginas de este libro tienen la culpa. Puedo decir que esperaba otra cosa de Norma Muñoz Ledo, pero como a ella sólo la conozco por su trabajo en el folclore mexicano, tengo que decir que realmente no sabía qué esperar de una novela suya que no lo involucrara. Puedo aceptar que tenía expectativas™, pero no que estas iban a caer tan bajo. Peligro de suerte es un libro que, sinceramente, me decepcionó. Y como cada que un libro me decepciona, vengo acá a hablar de él y a explicarles mis puntos. Ahora sí, como dijo Jack el Destripador, vamos por partes.

Para empezar, a las 603 páginas le sobran al menos 300. Tengo páginas y páginas llenas de escenas que nunca vuelven a ser relevantes después. Páginas y páginas que me explican historias que no sirven para la trama, no se rescatan más tarde, no tienen relevancia alguna y sólo ayudan a sumar páginas a una novela que no va a ninguna parte. Tomemos, por ejemplo, lo de la mala suerte. El primer capítulo nos cuenta cómo es que Rodolfo considera que tiene la peor suerte del planeta y que siempre pierde los volados. El asunto, que parecería que fuera hacer algo central en la novela y que va a jugar un papel muy importante, no vuelve a mencionarse hasta la página 500 totalmente en el sentido contrario: ¡WOW, DE REPENTE A RODOLFO SE LE ACABÓ LA MALA SUERTE! Para esos entonces, a ti ya se te había olvidado que el pinche Rodolfo tenía mala suerte. 

Así, la novela además está llena de pasajes y pasajes destinados exclusivamente a dar una moraleja a los niños. El libro, claro, considera que los niños que lo van a leer no son muy listos (considerando que está en la clasificación del Fondo de Cultura Económica, para los grandes lectores, yo diría que el libro comete un error) y explica las moralejas desde la boca de Lucía. Por ejemplo, más o menos al principio del libro, pongamos que van a visitar una escuela nueva para ver si hay lugar para Rodolfo y Catarina. La escena es inútil en el desarrollo del libro y es totalmente gratuita. Y yo digo que en vez de cinco páginas (acabo de ir a contarlas), cero hubieran estado mejor. En la escena en cuestión van a ver una escuela en la que la directora se porta muy mal, cuestiona a Lucía por creerla mamá soltera o divorciada y le dice que no aceptan niños de papás divorciados o separados porque esos "salen mal". Todo eso no vuelve a aparecer nunca jamás, los niños no van a esa escuela y sólo le sirve a Norma Muñoz Ledo para hacer ver que la mamá de nuestra familia, Lucía, no acepta esos comportamientos. Y no sé yo, hay otras mil formas más orgánicas de hacer el asunto.


Así pasa en todo el libro. De todas esas cosas y escenas relleno hay dos en particular que me hicieron enojar un poco más:

1. Cuando el atropellamiento de la niña pobre y mixe. Lorena, una ex amiga rica de Lucía, de cuando vivían en una zona muy exclusiva e iban a escuela cara, va a visitarla. La escena transcurre normalmente hasta que a la niña chiquita de Lorena se le sale decir que en el camino atropellaron a una niña pobre y que su mamá le dijo que no importaba. De repente, toda la familia Pachón, los protagonistas, salen al rescate de esta niña, la llevan al hospital y se pelean con la familia de Lorena, por ser, evidentemente, unos hijos de la chingada. En toda la escena, no recuerdo si la niña pobre y su mamá tienen nombre o dicen algo. No son más que el prop para hacer ver a la familia Pachón como una familia buena y preocupada que hace buenas obras. Además, son también el prop para mencionar que la abuela materna de los Pachón, Olga, es activista por los derechos indígenas y, evidentemente, va corriendo a ayudar a esta mamá y su hija atropellada. Se menciona que son mixes. La escena acaba. Nunca más se vuelve a mencionar. De repente, no me queda claro por qué todo esto. ¿Sólo fueron el prop, el adorno, para mostrarnos que los Pachón son buenos? ¿Los índigenas aparecen sólo en este libro como un instrumento para hacer ver a los protagonistas como los mejores? Puf, no sé que decirles, se me hace algo terrible.

 

2. La casual mención a los 43. Para lo único que sirvió en este libro que mencionaran a los 43 normalistas, fue para decirme que este libro está ambientado en 2014 y recordarme, otra vez, que la familia es buena. Por supuesto que tenemos que hablar de los 43. De lo que pasó. Por supuesto que la gente y los estudiantes de hoy en día tienen que saberlo. Como tenemos que hablar del 68, de la represión en las huelgas estudiantiles y muchas otras cosas. Pero, ¿tenemos que convertir un movimiento de protesta así en el prop para demostrar que somos buenas personas en los libros? No sé. No creo. No me parece bien. En Peligro de suerte no hay más relevancia para la casual mención que esa, demostrarnos que los protagonistas son woke, consientes políticamente, que son buenos y por eso, deberíamos empatizar con ellos. Si acaso, podríamos rescatar el hecho de que a Lucía, la mamá, le prohiben hablar del tema con sus alumnos y de ahí se puede rescatar que también se habla del control en la educación, pero nada más.

Y así está todo el libro. Hay personajes más necesitados que los protagonistas para demostrarnos que ellos son buenos a pesar de todo lo que perdieron. Hay un chico gay que vive en su edificio que existe para que ellos puedan demostrar que apoyan al colectivo LGBT. Y yo no quiero eso. Yo no quiero gays en mis libros para demostrar que los protagonistas son buenos y consientes, yo quiero gays en mis libros porque existen. Y así con todo.

 

Pasando a otro tema, también relacionado, es que siento que este libro quiere abarcarlo todo (ni que fueran Marx para crear toda una cosmovisión del mundo) y en consecuencia, no abarca ni madres. Abarca todas las protestas sociales que se le ocurren sin detenerse a pensar que los niños no están pendejos como para no darse cuenta, quiere meter la moraleja en todos lados (y por favor, volteen a ver a los libros de Bajo el Arcoiris, si hablamos de colectivo LGBT, eso es mejor), abarca a un papá borracho, a la adicción a los juegos, a la desesperación de no encontrar trabajo en la mediana edad (cosa que barre bajo la alfombra porque se le olvida entre tanta cosa), a las madres que son el soporte de sus familias, a... Todo. Todo. Y creo que puede haber novelas que abarquen todo eso que puse aquí, pero esta no es una de ellas. Es una que se olvida de los temas que trata conforme los va tratando y queda como ese collage feo que hiciste en primaria.

Y, partiendo de ahí, tenemos otro problema: el libro no tiene un núcleo narrativo. Nada une introducción, desarrollo, clímax y descenlance con la excepción de los personajes. Podría decir que el núcleo es la situación que viven (el perderlo todo), pero es una situación que no se revuelve en lo más mínimo hacia el final. El clímax no tiene nada que ver con el resto. El desarollo es... bueno, una colección de fábulas mal contadas. Dudoso todo.

 

Sobre los personajes, ya para terminar, sólo quiero decir que hay varias cosas que me hubieran gustado:

1. Que Rodolfo fuera un niño con el que es más fácil identificarse. La tuve muy difícil al principio porque Rodolfo es un niño mimado, cuya mayor queja es ir en una escuela tan exclusiva y que hace berrinche porque ya no hay dinero. Lo tuve particularmente difícil porque yo soy niña de una familia en sus condiciones. Y a los seis años tenía más consciencia que este niño al que quería zapear. Al menos puedo reconocer que es un personaje que cambia, se adapta y crece en el libro y que quizá otros empaticen con él.

2. Lucía y Mofeto son, de lejos, los mejores. La primera, el retrato de una madre que vive una doble carga, que se encarga de su familia y lleva de comer a la casa. El segundo, un amigo de Rodolfo que es gracioso, inteligente y que tiene la mejor frase de todo el libro: "Ay, miss, ya sé que soy bien corriente; si fuera trapo, sería jerga, y si fuera galleta, sería de animalito".

3. Se podría haber explorado más la situación de Fernando al no conseguir trabajo: es algo que se queda pura anécdota y nunca vuelve a aparecer.

4. Los vecinos son puro relleno (con la excepción de Mofeto y su papá), pero de repente son entretenidos. Por otro lado, a Gil Pachón, el primo, y a la Nonna Rossi, la abuela, los odio.

Mi conclusión sobre este libro es que si quieren escribir sobre la situación del país, sobre los estudiantes, sobre la pobreza, sobre los indígenas, sobre el colectivo LGBT, escriban de eso. Y si las editoriales quieren que se hable de eso, publiquen eso. No me salgan con una colección de fábulas rara, con nulo núcleo narrativo de una familia como cualquier otra que es muy buena y muy woke. Nos vemos la próxima.


viernes, 31 de agosto de 2018

La mitad del cielo: las mujeres chinas en la revolución cultural

Diría que he vuelto, pero últimamente he estado muy errática con el blog así que voy a hacer el favor de no mentirles y mejor me pongo a hablar del libro en cuestión (si me siguen en tuiter probablemente ya se los haya restregado en la cara unas doscientas veces, cuando menos) que es La Mitad del Cielo, escrito por Claudie Broyelle. Es un libro que rescata la experiencia del movimiento de mujeres en China y que para mí es una lectura muy recomendada para todo aquel interesado en feminismo, los movimientos femeninos, la liberación de la mujer, la cuestión en la mujer en el marxismo, etc.

Busqué información de la autora en la internet, porque quería saber quien era, pero lo único que encontré fue que es francesa, otras de sus publicaciones, casi todo descatalogado en español y que se arrepintió de haber escrito esto y dejó el marxismo (porque este es un libro marxista). Y bueno, grito a la nube (aka Broyelle): YO NO ME ARREPENTÍ DE LEERLO, LA EXPERIENCIA DE LAS MUJERES PROLETARIAS EN CHINA ME CURÓ EL ALMA. Literalmente esta es una de esas veces que creo que le quitamos el libro de las manos al autor (porque muchas compas en tuiter estuvimos hablando de él hace unos meses y todavía). Entonces, vamos a hablar un poquito de La mitad del cielo, que creo que es un libro muy interesante y que habla de mis temas favoritos en la vida: la vida de las mujeres y la revolución. 

Si no conocen la historia de la Revolución en China igual no les haría mal aunque fuera revisar la página de la Wikipedia sobre el asunto (contrario a lo que cree la gente, Wikipedia es un buen medio de acceso a la información, al menos para un panorama general y muy introductorio y fijarte en sus fuentes a veces funciona) para que este libro no los golpee tan fuerte con eso en la cara y sepan a quiénes son los políticos que se mencionan, etcétera. El libro se llama La mitad del cielo por una frase que se le atribuye a Mao (aunque hay un montón de versiones, que yo relaciono mucho con las mujeres y la revolución cultural china) que dice así: "Las mujeres llevan sobre sus espaldas la mitad del cielo y deben conquistarla. Si ésta permanece serena, las tempestades revolucionarias que deben barrer el viejo mundo, se reducirán a nubarrones pasajeros" (quizá también la conozcan porque fue la frase que puse en mi cartulina en la marcha del 8 de marzo, día de la mujer trabajadora). 

De este libro obtuve la definición que uso para referirme a lo que significa ser mujer dentro del capitalismo (puesto que en los diversos sistemas económicos que ha sufrido el mundo: esclavismo, feudalismo, el papel de la mujer en la producción ha cambiado) y eso es algo que le agradezco mucho. 
Más allá de todo el discurso sobre la "esencia" de la mujer, ser mujer en un régimen capitalista es estar implicada en cinco relaciones sociales principales: es vivir en una cierta relación con
                             el trabajo social, 
                             el trabajo doméstico,
                             los hijos,
                             la familia,
                             la sexualidad.
El libro abre precisamente con una introducción donde se aborda el ser mujer, el movimiento femenino y el hecho que de que el capitalismo nos ha dado todo lo que podía darnos. Y, como dice la misma autora: "¡es tan poco!". Después, se divide en varios capítulos que hablan precisamente de esas cinco relaciones sociales principales que menciona Broyelle, hablando desde la experiencia de las mujeres en China específicamente. Hablaré un poquito de algunos temas que ya mencioné en tuiter en su día para ver si logro interesarlos en el libro (que, además, tengo en pdf gratuito, porque es imposible de encontrar, al menos en México).

1. Sobre la liberación de los campos, las mujeres que se hicieron su espacio en la revolución y la doble carga. Varios fragmentos son de mujeres que hablan como se involucraron en la liberación y en los trabajos en el campo al mismo tiempo que exigían cooperación en los trabajos domésticos y derechos que nunca antes habían tenido. Exigían que se les reconocieran sus capacidades y se las dejara de relegar al hogar. En tuiter puse un par de testimonios sobre el asunto que les dejo acá abajo.
2. Sobre el capitalismo que nos "libera" vendiéndonos novedosos productos nuevos para el hogar. Hay un fragmento pequeñito en el que se habla precisamente de cómo nos venden esa imagen de mujeres liberadas con nuevas cosas para hacer más fácil el qué hacer y los cuidados de la familia, sin realmente liberarnos del qué hacer y el trabajo de cuidado, ni compartirlo con el resto de la familia, ni colectivizarlo de algún modo. Puse un fragmento precisamente en tuiter que habla de eso y justamente de lo que se espera de las mujeres trabajadoras en este sistema (volcar sus cuidados en los obreros, en los futuros obreros, mantener las condiciones de los trabajadores). Aquí se los dejo:

3. Las asociaciones de mujeres lidiando con la violencia doméstica. Creo que de los muchos testimonios que hay en el libro sobre la manera en que las mujeres luchaban contra la violencia doméstica, este es uno de los que más me da esperanzas. Las mujeres luchan juntas, no solas. Se defienden a sí mismas y a sus compañeras.
4.Finalmente, en sus capítulos finales, el libro habla de lo esencial que es la independencia económica para la liberación de la mujer. No se puede hablar de liberación cuando el papel de las mujeres en la producción es tan limitado; cuando existe, pero viene acompañado de una doble o triple carga; cuando se asume que, aunque una mujer trabaje, sigue siendo dependiente de su marido y no se le otorgan los mismos derechos.
Además, les voy a dejar la reseña que hizo ans en Cien Flores, su blog, donde menciona algunos otros puntos importantes (y porque su blog es muy bonito, se los recomiendo muchísimo). Por otro lado, les recomiendo mucho este libro y aprovecho para dejarles el link para que lo descarguen acá.