Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

miércoles, 3 de mayo de 2017

El booktag feminista de #LibrosB4Tipos

¡Hola a todos! Primero que nada, ¡feliz día del libro! Si son unos ñoños de los libros como yo (y yo sé que sí) este día es para ustedes y para que lo disfruten y sobre todo para que recomienden qué leer. Las recomendaciones nunca vienen de más, se los aseguro. Por eso es que estoy haciendo este Booktag feminista para el día del libro, está lleno de buenos libros y de recomendaciones de mujeres... y recomendar mujeres es mi ocupación 24/7, ustedes ya lo sabes y todavía no me odian (¡graaacias!).


Bueno, si no conocen a Libros B4 Tipos somos un club/círculo de lectura compuesto por muchas Booktubers y una blogger, o sea, yo. Leemos libros mes con mes, siempre de mujeres y muchas veces con temas feministas y hacemos hangouts en los canales de las chicas para debatir el libro. El de este mes fue Teoría King Kong que fue el sábado, pero también hemos leído Tomos deberían ser feministas, El eterno femenino, La mujer habitada, Americanah, entre otros. Y ya tenemos nuestras siguientes lecturas planeadas para que vayan consiguiendo los libros: 
Hace poco salimos en Buzzfeed: Si eres mujer y amas los libros, vas a querer pertenecer a este club. También nos entrevistaron en Let's Riot, por si les interesa leer y que les esté metiendo mi fama a la fuerza: Libros b4 tipos, booktubers y bloggers. Bueno, ya dejo de molestralos y ahora sí vamos con las consignas del booktag, que todos saben que me enrrollo más que culebra de veinte metros.

1. Autora Favorita (o que más hayas leído su obra)


¡Tengo muchas! Bueno, de las que más he leído, tengo que decir que Maria García Esperón, una autora mexicana a la que conozco personalmente y que ha escrito muchas cosas relacionadas con mitología e historia. De los libros que recomiendo de ella, mi favorito es Copo de Algodón y Dido para Eneas le sigue muy de cerca. Creo que siempre se las recomiendo y ya me han de alucinar hablando de ella, por eso voy a poner a otras de mis autoras favoritas aquí, para que haya variedad.


Obviamente soy fanática de J. K. Rowling, que fue quien me metió en el género fantástico de lleno y gracias a Harry Potter he conocido a tanta gente y he hecho tantas cosas, que no me queda más que obviamente listarla aquí. Además de que, si no hubiera sido por Harry, yo no hubiera empezado a publicar fanfiction y a escribir (y empecé en Hi5, que bueno que ya no hay pruebas de eso). Además me gusta su labor caritativa, su pelea contra la institucionalización de los niños, que haga lo que se salga de los bajos fondos aunque lo haga mal a veces y que tenga confianza en sí misma.


Otras autoras de las cuales he leído toda su obra son Laura Gallego (y vaya que la he criticado), Martha Riva Palacio (¡léanla!), Jane Austen y las hermanas Brontë.

2. Ensayista o teórica


Aquí también les tengo varias recomendaciones porque soy incapaz de decidirme por una sola. Ay, me enrollo más que un niño envuelto. Bueno, la primera que me cautivó de pies a cabeza y me hacía estar discutiendo conmigo misma por horas y me puso a analizar la cultura pop desde una perspectiva de género fue Roxane Gay con su libro Bad Feminist. Ella es una mujer negra de ascendencia haitiana y habla mucho de como el racismo se intersecta con el machismo y como ninguna opresión viene sola en un sistema que oprime por clase, por raza, por género, etcétera, etcétera y hace análisis de la cultura pop, además de que habla de sororidad y de lo importante que es tener amigas mujeres.


Obviamente entre mis recomendaciones también está Simone de Beauvoir, pues El Segundo Sexo es uno de esos libros que, a pesar de lo largo y denso, te atrapa y no puedes dejar de leer. Hoy en día muchas de las cosas que escribió De Beauvoir siguen completamente vigentes y es un excelente análisis para poner a funcionar la cabeza.


3. Personaje femenino feminista (favorito)


Ifemelu, de Americanah. Esa mujer tiene una opinión sobre absolutamente todo. Han dicho que es un reflejo un poco obvio de Chimamanda Ngozi Adichie, y la verdad no lo dudo. ¿Por qué me encanta Ifemelu? Para empezar, porque tiene una opinión sobre todo, proque no se calla, porque no quiere agradar ni le importa que no la quieran. Me encanta cómo escribe en su blog porque yo también tengo uno. En fin.


Jane Eyre. La primera vez que leí el libro no me encantó porque acababa de leer Cumbres Borrascosas. Y Cumbres Borrascosas va a ser siempre mi libro favorito de las Brontë. Pero lo que sí me gustaba era la capacidad de Jane de hablar por sí misma.   

4. Poeta favorita


Michelle Serros me encanta. Además sus poemas siempre abordan el hecho de la identidad, de si es suficientemente mexicana o chicana o latina o si no lo es. De ella les recomiendo Chicana Falsa, es un libro muy chiquito que se puede conseguir con algo de suerte. Ahora, Michelle no es la única entre las poetas a las que sigo. 


Admiro también a Rosario Castellanos, y de lo que más me gusta de ella es... bueno: todo. Sus ensayos, su poesía, todo. Conseguir sus libros además es muy sencillo y económico en México, pues la edita el Fondo de Cultura Económica y la UNAM. No se pierdan sus poemas, son muy buenos.

También me encanta Sylvia Plath, que es una de las precursoras de la poesía más confesional y que habla sobre la maternidad y los estigmas sobre ella en un libro de poemas hermoso que yo leí hace tiempo de ella: Soy vertical, pero preferiría ser horizontal.


5. Autora menos recordada


Changos, ¡no sé! Pero hay muchas, muchísimas que han sido olvidadas y cuyos libros se reeditan pero no se venden porque una mujer está en la portada. Creo que pondría a Nellie Campobello aquí, porque yo no la conocía hasta leer un ensayo de Poniatowska y porque es una de las pocas mujeres que escribió sobre la revolución mexicana. Y porque vamos a leer Cartucho, un libro de su autoría, para #LibrosB4Tipos pronto.

6. Autora adelantada a su época


Ya mencioné a Jane Austen de pasada, pero me parece que fue adelantada a su época, aunque sólo se desveló públicamente que ella era la autora de sus libros hasta después de su muerte. Sin embargo, ¿por qué me parece adelantada? Jane Austen escribe y cuando lo hace, el universo en el que escribe es completamente femenino, defiende el hecho de que la mujer puede elegir con quien casarse, pues en esa época es su única salida y manera de obtener cierta libertad. 


También Virginia Woolf me parece adelantada a su época, porque contó con el apoyo de su marido y pudo publicar lo que quiso, como quiso y eso, para una mujer, era tener bastante libertad. pero hay alguien más a quien quiero poner en esta sección.

La única razón por la que no mencioné a Sor Juana Inés de la Cruz en la categoría de poeta es porque me parece que fue una de las mujeres más adelantadas a su época que pudo haber existido, porque escribió, vivió su vida bajo sus propios términos y los que la poca libertad concedida a las mujeres en el virreinato le permitía. En serio, no dejen de leer a Sor Juana, no dejen de leer sus biografías, no dejen de compartirla, de hablar de ella. Sor Juana Inés es, quizá, una de las mejores escritoras que México le ha dado al mundo.

7. Libro con una amistad entre dos Mujeres


The Female of the Species de Mindy McGinnis. Necesito que alguien lo traduzca ¡ya! La amistad entre Alex y Peekay es de lo mejor que he leído en amistad entre dos mujeres y además es literatura juvenil que lidia con el abuso sexual entre los adolescentes y en las escuelas. De veras se los recomiendo.


Además aprovecho para mencionar Ms. Marvel de G. Willow Wilson porque Kamala siempre cuenta con el apoyo de sus amigas y, aunque ellas no saben que ella divide su tiempo entre la escuela, su familia y ser una superheroína siempre están ahí para decirle que la está cagando, para darle abrazos cuando lo necesita o para dedicarle palabras de apoyo. 


8. Autor con temáticas feministas.


Definitivamente sé qué hay, pero también da la casualidad que nunca he leído uno. O sea, puedo ponerme a analizar un montón de libros que escribieron hombres con perspectiva de género, siendo Diablo Guardián, mi libro favorito, el primero, pero no por eso quiere decir que tengan temáticas per se feministas. Ya ven, un libro que me apasionaba discutir por hablar de mujeres y porque tenía tantas cosas que sacarle era La reina del sur y Pérez Reverte no es feminista. Así que no sé.

9. Novela juvenil o infantil que retome el tema feminista.


¡Ojos llenos de sombra de Raquel Castro! La protagonista, Atari, tiene un dilema: le dieron una beca, pero la metió porque sí, para ver si era chicle y pegaba y ahora no sabe exactamente qué hacer. Tiene algo con un miembro de la banda en la que está, anda en las ondas darks y en conservatorio, tiene una familia no exactamente funcional, pero que a veces funciona, porque ella no salió tan mal y, ante todo, quiere la libertad de poder afrontar sola sus decisiones. Es una novela preciosa.

La casa en Mango Street de Sandra Cisneros también me pareció que trataba un montón de temas feministas desde el punto de vista de la autora, que es chicana y ha escrito toda su vida sobre la identidad chicana, que no es ni de un lado ni del otro. Además es un libro cortito y juvenil.

10. Novela que te acercó al feminismo


Novela no fue. De hecho, creo que no fue un libro, sino fue oír a Chimamanda hablar en su Ted Talk y conocer feministas y empezar a analizar todo lo que me estaba pasando. Hasta que entonces empecé a leer de feminismo. Empecé por Cómo ser mujer de Moran y como me dejó tan insatisfecha, me seguí leyendo cosas feministas. Mala Feminista, El segundo sexo, Jessica Valenti, Chimamanda de nuevo, Castellanos y un montón de autoras.

11: ¿Por qué te asumes como feministas?


¿Sinceramente? Porque es sentido común. Después de ver tantas veces como me han tratado diferente y me han negado muchas oportunidades que les dan a los hombres, ya es cosa de sentido común. Me asumo como feminista porque creo que todas las mujeres merecen su libertad, porque creo que al patriarcado hay que destruirlo, porque creo que encasillarnos en los roles de género de hoy en día no nos está aportando nada, porque las mujeres deben tener libertad reproductiva, porque deben dejar de acosarnos, de abusar de nosotras, de matarnos. Podría escribir un miles y miles de palabras sobre ello, pero creo que está entrada ya fue bastante larga. 


Ahora, vamos a la parte curiosa de este Booktag. Usualmente no taggeo a nadie, pero como este es especial, quiero hacerlo, quiero que lo extiendan por la bloggósfera, quiero que la gente lo conozca, quiero que la gente recomiende libros. Así que aquí les van los nominados a hacer el Booktag.
No es obligatorio hacer el tag, claro. O no hay un tiempo, es sólo porque sé que ustedes son personas a las que les puede interesar mucho y me gustaría que se extendiera entre los blogs.

lunes, 24 de abril de 2017

2x1 en libros de crímenes | Mini reseñas

Estas reseñas son un reposteo de reseñas publicadas en La Cueva del Escritor.

La chica IBM de Fransisco J. Cortina


Sinopsis: Ciudad de México. Lo que antes se conocía como la región más transparente es hoy centro de grandes diferencias. Conserva su atractivo en zonas modernas de alto poder adquisitivo pero al mismo tiempo abraza en sus entrañas a clases sociales dispares. El D.F., como se le conoce popularmente, es blanco de una delincuencia desatada en donde destaca el secuestro. La ciudad más grande del mundo requería un lugar entre las páginas de la novela de acción. Un retrato actual que muestre personajes tan variados como sus realidades contrastadas. Con maestría -y extraordinario sentido del humor- el autor nos muestra la vida de sus cuatro protagonistas, en donde, a través de un crudo relato inmerso en la violencia y la pasión, se atreve a surgir el amor, bajo el hilo conductor de un secuestro. Resulta de gran placer adentrarse, a través de diálogos pulcros y congruentes, tanto en la infancia de los integrantes de la banda de los camellos, secuestradores desalmados, como en la vida nocturna citadina de alta esfera; conocer la vida íntima de una víctima convertida en policía, Alfonso Ruiz, o participar de los sueños de Anna, una joven de clase media cuya aspiración es saltar peldaños en una empresa trasnacional. Es un retrato social, con historias entrelazadas, que nos adentra a las más recónditas carencias a los deseos y frustraciones de los personajes en su viaje al encuentro con su propio destino.

La chica IBM no denuncia, no habla de lo mal que está México y mucho menos intenta meternos lecciones de moralidad por los ojos. Cuenta la historia de una Ciudad de México llena de claros y de oscuros, de matices y sobre todo de tópicos. Porque quizá es ese uno de los más grandes defectos de un libro con una historia increíble que contar: el cliché tan marcado que existe entre la clase alta de Santa Fe, la universitaria que no menciona que su vestido es de Suburbia —una tienda de ropa típica de la clase media—, en una escuela puramente elitista, esa necesidad de salir de la colonia de clase media a patadas, si es el caso, pero salir. Hablar de las colonias marginadas y relacionar a quienes viven en ellas como obligados delincuentes.


Sin embargo, con esos clichés, relata algo que es común. La chica IBM es sólo la historia de un secuestro, de una mujer que desea salir de clase media, un hombre que perdió a su hija desangrada en una avenida de Polanco, asesinada por delincuentes y ladrones y acabo volviéndose un policía justiciero.  La historia de los chicos que salieron de Texcoco y acabaron en la Guerrero, pasando por Neza, y se convirtieron en los fundadores de la banda Los Camellos, secuestradores que podrían ahogarse en los billetes que guardan y a los que, increíblemente, aún les queda humanidad, porque no hay que olvidar que son humanos, que son personas y que quizá, quizá, también sufrieron.

La novela nos cuenta la historia de sus personajes al tiempo que nos narra un secuestro. Desde su planeación, hasta el momento justo en que se lleva acabo y el infierno que pasan los dos protagonistas. Fransisco J. Cortina no usa una prosa rebuscada, provoca sentimientos en el espectador incluso con una prosa que más parece periodística, que se remite más a los hechos, y después a los sentimientos.


Es un libro para pasar el rato. Un libro que cuenta una historia, sin pretensiones. Si lo que hay entre las páginas te cambia la vida, eso ya es asunto tuyo, porque te aseguro que a mí, todos estos años después de que leí el libro, no me lo cambió.

La chica del tren de Paula Hawkins


Sinopsis: Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece? Tú no la conoces. Ella a ti, sí.

El hype que levantó este libro me dio curiosidad. Sin embargo, lo aparqué hasta que tuviera tiempo y pudiera hacerme de una opinión mucho más objetiva que sólo un sinsentido de palabras. Pues bien. El libro me encantó como thriller, aunque me hubiera gustado que se profundizara en algunos aspectos de nuestros personajes porque todos, absolutamente todos, son terribles personas. Para empezar, tenemos a nuestras tres narradoras: Rachel aún está obsesionada con su ex esposo y la idea de no poder tener hijos, es borracha y ha perdido su trabajo; Megan engaña a su marido en repetidas ocasionas y Anna desconfía de todo el mundo. Además, nunca te lo cuentan todo. Los pedazos de sus historias se van uniendo conforme la historia avanza. Rachel es incapaz de recordar lo que sucedió una noche muy importante: la noche de la desaparición de Megan. Por si fuera poco, la historia que le cuenta Tom, su ex marido, no tiene demasiado sentido para ella porque estaba demasiado borracha y podría o no ser una mentira. 


Todos los personajes son unos cabrones o te causan lástima. O te causan lástima por una página y a la siguiente se ganan tu odio. No son personajes con los que te puedas identificar, pero son personajes tan bien construidos que eso no importa. Hay momento donde te preguntas si el sentido común de Rachel no se fue por un tubo o si Megan es idiota.

Hay quien dice que la acción de este libro recuerda mucho a Gone Girl, de Gillian Flynn, que también tiene personajes muy cabrones. Pero creo que, lejos de algunas cosas que coinciden en muchos libros de thriller, la historia tiene poco que ver. En La chica del tren avanza de manera mucho más rápida, a veces casi vertiginosa; por eso es que a veces Paula Hawkins sacrifica algunas explicaciones para darle más acción al asunto. Siendo sincera, me hubiera gustado profundizar un poco más en algunos aspectos, pero no me molesta demasiado que se hayan sacrificado algunos pedazos de las historias de las protagonistas porque el libro no tiene casi relleno. 

La autora
Lo único que considero que es un fallo es que hay momentos en los que las voces narrativas se confunden, especialmente las de Anna y Megan. No sucede mucho, no es como cuando estoy leyendo un libro con dos narradores y los dos suenan exactamente igual. En este libro es algo que no ocurre con frecuencia, lo que es de agradecer, pero ocurre, así que habría darle que darle una revisada.

Como conclusión, creo que este libro vale la pena y que si les gusta el misterio y el thriller, seguramente van a disfrutarlo. Muy recomendable.

sábado, 22 de abril de 2017

Clásicos | Mini reseñas

Reposteo por causas de fuerza mayor. Los originales estuvieron publicados en Plusbits Mx. 

Jane Eyre de Charlotte Brontë



Un día como ayerpero de hace 201 años, nació Brontë

Sinopsis: Dueña de un singular temperamento desde su complicada infancia de huérfana, primero a cargo de una tía poco cariñosa y después en la escuela Lowood, Jane Eyre logra el puesto de institutriz en Thornfield Hall para educar a la hija de su atrabiliario y peculiar dueño, el señor Rochester. Poco a poco, el amor irá tejiendo su red entre ellos, pero la casa y la vida de Rochester guardan un estremecedor y terrible misterio.

Un día como ayer, 21 de abril, pero de 1816, nació Charlotte Brontë, una de las escritoras más importantes de la lengua inglesa y cuyos libros hoy son considerados clásicos. Probablemente la conocen. Ella, junto a sus hermanas Emily y Anne, es una de las escritoras románticas con más éxito, aun hoy en día. Fue la más prolífica de las tres (con cuatro novelas publicadas y una inacabada, publicada póstumamente) y hoy en día recordada especialmente por Jane Eyre.

Jane Eyre fue publicada en 1847 bajo el pseudónimo de Currer Bell, pues Charlotte permaneció en el anonimato hasta unos años después de su publicación, en una época en que las novelistas mujeres no estaban bien vistas (nada más hay que recordar que la primera publicación de Jane Austen sólo decía “por una mujer“). Para muchos, la novela tiene cierto carácter autobiográfico, pues Charlotte asistió a un internado parecido al que va Jane y en el libro denunció las carencias, las enfermedades y los malos tratos, además de la mala administración. También, Jane Eyre es considerada una de las primeras novelas feministas.

La novela es la historia Jane Eyre (lo sé, no podían adivinarlo ustedes), desde que vive en la casa de su tía, la Señora Reed y sus terribles primos hasta sus años como institutriz, pasado por sus años en la escuela Lowood para niñas. Se dice que esa escuela está inspirada en una escuela donde Charlotte pasó algunos años y donde sus dos hermanas mayores Mary y Elizabeth se contagiaron de tuberculosis (la enfermedad que les provocó al muerte). La familia de Charlotte retiró a sus hijas de aquel internado (el colegio de Clergy Daughters) por las malas condiciones, pero Jane no tuvo tanta suerte. La joven pasa ocho años de su vida en el colegio, seis como estudiante y dos como maestra.

Al casarse la señorita Temple, la superintendente del colegio, Jane siente que ya nada la ataca al colegio y decide ofrecer sus servicios como institutriz privada. Así es como Jane llega a Thornfield, como institutriz de Adèle Varens, custodia del señor Rochester, que es su patrón. La verdad es que, para mí, la época que Jane pasa en Thornfield es la más interesante de la novela, especialmente por los largos diálogos entre el señor Rochester entre ella, que gusta de provocarla.


No quiero contarles la historia entera (¿todavía hay gente que no la conozca?) pero a mí me sorprendió desde la primera vez que la leí. Es una novela muy victoriana, que convirtió a Charlotte Brontë en una de las autoras románticas más reconocidas. No puedo decir que es mi favorito (lo siento, Chalorlotte, pero Cumbres Borrascosas me conquistó), pero hay una razón por la cual es considerada una de las primeras novelas feministas de la historia y para mí es toda la construcción del personaje de Jane.

No me queda más que seguir recomendándoles este clásico de la literatura inglesa.Hoy hace 200 años nació Charlotte Brontë y hoy sus libros siguen siendo leídos. ¡Felicidades, Charlotte Brontë!

Persuasión de Jane Austen


Sinopsis: Es la historia  del romance de Anne, la hija menor del fatuo Sir Walter Elliot, bonita y sociable, que encuentra a su héroe, el Capitán Wenworth, a pesar de las barreras sociales.
La vanidad y los prejuicios de una aristocrática familia se interponen en el amor profundo y sincero de la joven pareja. Anne fue educada por una amiga al morir su madre. Su gratitud hacia la elegante dama la empuja a escuchar los consejos que le impedirán unirse al hombre que ama, un oficial de marina de poca fortuna. De esta forma, enfrenta largos años de soledad en los que la belleza y el resplandor de la juventud van mermando, pero no así su carácter dulce y bondadoso que, junto a su inteligencia, consolida la personalidad de una atractiva mujer, preparada tanto para las situaciones adversas como para la maravillosa segunda oportunidad del destino.

Persuasión es una novela bastante famosa de Jane Austen. No tan famosa como Orgullo y prejuicio, pero famosa. Entre que leí una novela (dos, en realidad) de Austen y me animé a leer otra completa tuvieron que pasar casi siete años porque me tomó tiempo acabar de agarrarle el gusto a Austen. Cuando tenía trece años no dejaba de comparar sus libros con la telenovela de las tres y además, oh sacrilegio, me parecían aburridos. Siete años después descubrí que Austen sí que tenía humor, criticaba a los ricos con pasión y además era capaz de hacer dick jokes en sus libros. Eso hizo que me cayera bastante mejor que en un principio.


Esta fue la última novela completa que escribió Jane Austen, poco después de Emma. De hecho, fue publicada póstumamente en 1818, un año después de que Austen muriera. También, cuenta con la heroína más mayor de Austen, Anne Elliot de 27 años. Ocho años antes del comienzo de la novela, Anne rompió abruptamente su compromiso con Frederick Wentworth, un oficial naval, persuadida por una amiga de la familia, Lady Russell, que estaba convencida de que Frederick no era digno de alguien como Anne ―cuya familia, aunque venida a vemos, tienen un título nobiliario.

Esta novela de Austen destaca especialmente porque no tiene como protagonista a una chica que está intentando comprender qué es el amor, sino que Anne viene de un desengaño amoroso, es controlada por su familia ―y a menudo tratada como si no tuviera la más mínima importancia― y tiene que encontrar la fuerza para hablar por ella misma y, al menos por una vez, elegir su propio destino. Lo que en este caso, se traduce en tener el poder de elegir a quién va a amar.


Persuasión es una novela perfecta para leer cuando uno está más que dispuesto a creer en el amor o ya de plano enamorado. Siento que así tiene más efecto y es más fácil meterse en el conflicto que, en cualquier otro caso, parecería igual que el de la telenovela de las cinco ―aunque claro, entre los guionistas de la telenovela y Austen no hay ni un punto de comparación―.  Anne, la heroína, es una mujer completamente normal. No se la describe con cualidades extraordinarias, además de una tremenda capacidad de observación y puede verse como algo tímida o simplemente desinteresada. Contrasta especialmente con sus hermanas, una de las cuales es fría, con un carácter gélido y la otra constantemente necesita aprobación y atención.

Definitivamente un libro recomendable escrito por una de las escritoras más conocidas de la literatura romántica hoy en día y que todo el mundo debería probar alguna vez en su vida. No duden intentarlo.

lunes, 10 de abril de 2017

Dos reseñas por el precio de una

Reposteos por causas de fuerza mayor. Originalmente las reseñas estaban en La Cueva del Escritor.

El señor de las moscas de William Golding


Sinopsis: Una treintena de muchachos son los únicos supervivientes de un naufragio en el que perecen todos los adultos. Enseguida se plantea cómo sobrevivir en tales condiciones, y no tardan en crearse dos grupos con sus respectivos líderes. Ralph se convierte en el cabecilla de quienes están dispuestos a construir refugios y a recolectar, mientras que Jack se convierte en el jefe de los cazadores, animados por un espíritu más aventurero. Las tensiones entre ambos bandos desembocan en un enfrentamiento que se resuelve en un baño de sangre.

No sabía que esperaba de este libro en particular, realmente, lo había visto mencionado aquí y allá en varios libros y desde que leí la sinopsis siempre me había interesado. Sin embargo, quiero pensar que lo leí en el momento exacto. Para empezar, el libro nos sitúa en una isla donde ha habido un naufragio y los únicos supervivientes son unos cuantos niños. De ellos, Ralph tiene madera de líder, porque la gente hace lo que él ordena sin cuestionarlo, pero le falta algo de sentido común algunas veces, y allí entra Piggy. En todo el libro, parece ser la única persona con sentido común, obviamente con el sentido común de un niño y los anhelos de un niño, pero sentido común al fin y al cabo.
—La vida —dijo Piggy animádamente— es una cosa científica, eso es lo que es. Dentro de un año o dos, cuando acabe la guerra, ya se estará viajando a Marte y volviendo. Sé que no hay una fiera... con garras y todo eso, quiero decir, y también sé que no hay que tener miedo. Hubo una pausa —A no ser que...Ralph se movió inquieto.
—A no ser que, ¿qué?
—Que nos dé miedo la gente.
Por el otro lado, y en el otro extremo, tenemos a Jack, el líder del coro, que está acostumbrado a que lo obedezcan, al parecer, a base de miedo. Ralph consigue el liderato porque la mayoría de los niños votan por él y, para mantener a Jack contento, lo pone al mando del coro, que Jack elige que sean cazadores. Qué importa que no tengan lanzas, o que no sepan cazar, serán cazadores. 


Sin embargo, las tensiones no tardan en aflorar entre los dos grupos. Se celebran asambleas en las que todo el mundo habla y decide cosas que al final no se llevan a cabo porque a los niños se les olvidan y se abocan a jugar. Si el primer refugio lo construyeron entre todos, el último lo hicieron sólo dos personas. A todo eso se le añade el miedo de los niños, sobre todo de los más pequeños, a una supuesta fiera que sólo ellos han visto y las peleas entre los jefes. Resulta casi exasperante ver como Piggy a veces es el único que intenta aportar un poco de sentido, pero nadie le hace caso. Parece como el colegio: como no es popular, no es importante. 


El final es quizá demasiado abrupto, pero muy apropiado. Los chicos se han empezado a volver una panda de salvajes, olvidando el rescate e intentado establecer una cadena de mando en la que gana el más fuerte, al que lo sigue más gente, y no el más inteligente. La supervivencia del más apto, como si fueran una manada de animales. La historia está muy bien narrada y el libro, al ser muy corto, se hace rápido. La trama tiene sus altas y bajas, pero en general la pluma de Golding te mantiene en constante expectación, deseando saber qué pasará. 

Unwind de Neal Shusterman


Sinopsis: En una sociedad donde los adolescentes no deseados son perseguidos por las partes de su cuerpo, tres fugados luchan contra el sistema que los "desconectaría". Los padres de Connor quieren librarse de él porque es problemático. Risa no tiene padres y va a ser desconectada para recortar costes del orfanato. La desconexión de Lev ha sido programada desde su nacimiento, como parte de la estricta religiosidad de su familia. Unidos por la casualidad primero y por la desesperación después, estos tres compañeros poco convencionales realizan un peligroso viaje a través del país, sabiendo que sus vidas penden de un hilo. Si sobreviven hasta su decimooctavo cumpleaños, nadie podrá hacerles daño. Pero cuando todas y cada una de las partes de su cuerpo, desde sus manos hasta sus corazones, son codiciadas por un mundo que se ha vuelto loco, los dieciocho parecen estar muy, muy lejos. 

Unwind es un libro que, a partir de la sinopsis, me recordó a Nunca me abandones, de Kazuo Ishiguro. Pero no tiene nada que ver. Los personajes de Ishiguro no cuestionan, al menos no demasiado, la humanidad o la naturaleza de aquellos que los clonaron y, aunque hay unos personajes que lo intentan, la obra no gira alrededor de eso. En cambio, los protagonistas de Unwind, al menos dos, buscan huir, escapar de la desconexión: porque una vez que la orden es firmada, no hay vuelta atrás.

Un año antes del fin de la guerra el premio nobel de medicina le fue otorgado a quien descubrió como donar todos los tejidos, los órganos, todos sus partes del cuerpo. Sin ese gran descubrimiento no hubiera sido posible la paz entre los Pro-Vida y los Pro-Elección, que,  decidieron que todo niño tiene derecho a nacer. Las madres pueden quedárselos, dejarlos abandonados en una casa, siempre y cuando no los descubran, o llevarlos al gobierno. Todos los niños estarán protegidos hasta, por lo menos, los trece años. Entre los trece y los dieciocho años, su destino es incierto. 


Niños problemáticos con padres que firman las órdenes de desconexión porque están hartos de ellos, huérfanos criados por el gobierno, que al final los desconecta para hacer espacio, los hijos menores de familias altamente religiosas que donan un diez por ciento de todo lo que poseen a la iglesia. También hijos con padres divorciados que prefieren ver a sus hijos desconectados antes de permitir que el otro tenga la custodia. Porque, después de todo, todo desconectado tiene una historia que no quieres saber.

El libro es desesperación, una huida frenética de personajes que no saben si pueden confiar en las personas que les están ayudando, un correr sin mirar atrás. Porque ya no se buscan curas para el cáncer, el sida, nada. Sólo se cambian los órganos y uno vuelve a quedar como nuevo. Claro, que para eso necesitan desconectados. Una cuestión de pura demanda y oferta, que nos muestra una sociedad deshumanizada. 

Claro que no todo en el libro es perfecto y si algo chirría bastante es el hecho de que el mundo parece igual: no hay más tecnología, nada. Ni una pista de que estamos en un futuro (considerando que fue escrito en 2007) asolado por una guerra que dejó a todos casi en la destrucción, que es uno de las premisas recurrentes entre los libros de este tipo. Ni una sola pista. 

Un libro que, si bien no es una obra maestra, te hace reflexionar. porque... ¿hasta dónde podemos llegar por nuestra supervivencia?

sábado, 8 de abril de 2017

PRIDE: cuando los gays y lesbianas apoyaron a los mineros


En 1985, varios sindicatos mineros de Gales encabezaron la marcha del Orgullo LGBTIQ junto al grupo LGSM (Lesbians and Gays Support the Miners; Lesbianas y Gays Apoyan a los Mineros, por sus siglas en inglés) en agradecimiento a todo el apoyo que recibieron del colectivo durante las huelgas de 1984. Probablemente no muchos hayan oído de las huelgas de los mineros en esa época porque no fue algo que se volviera internacional, pero han existido libros, películas, miles de historias de esa época, cuando la Dama de Hierro ―Margaret Tatcher― estaba en el poder. Una de esas historias fue cuando un pequeño grupo del colectivo LGBTIQ decidió apoyar a los mineros, recaudar para ellos y enfrentarse incluso a un sindicato que no quería su ayuda.


La película, dirigida por Matthew Warchus, con guion de Stephen Beresford, fue estrenada en 2014 y ganó el Queer Palm en el festival de Cannes en 2014. Pride es, en general, una película optimista, que recuerda que las alianzas son posibles y que nadie tiene que luchar solo por sus derechos, siempre y cuando respetes las decisiones de quien está luchando. El fundador de LGSM, Mark Ashton, fue un activista por los derechos del colectivo LGBTIQ y miembro del partido comunista británico ―aunque esto no se menciona en la película― y luchó gran parte de su vida por los derechos de los oprimidos antes de morir, doce días después de que fuera diagnosticado con SIDA.


Cuando los mineros estaban siendo acosados por la policía, encarcelados ilegalmente y en huelga, casi muriendo de hambre, el colectivo LGBTIQ ya había pasado por todo eso antes. La mayoría se muestras reacios para apoyar a los mineros, pues solían ser el grupo más homofóbico. Se puede apreciar en la película, porque el sindicato no quiere su dinero, no importa cuanto hayan recaudado, hasta que se deciden a pasar por encima de él y ofrecer su apoyo a una pequeña comunidad minera en Gales.

Hay una parte en especial de la película que me maravillo en la que Mark hace notar que parece que todos están luchando por lo suyo sin ayudarse realmente y no debería ser así. Los derechos de los obreros, de las mujeres, de los gays, etcétera. Eso debería ser interseccional y esta película hace su particular intento por mostrarlo y retratar la historia de una pequeña comunidad minera y un grupo de lesbianas y gays que decidió ayudarlo y recaudar dinero para apoyarlos en su huelga.


Es una película sencilla que además de mostrar la huelga minera y el movimiento que encabezaron los miembros del grupo LGSM, incluso cuando fueron llamados pervetidos en los periódicos y volvieron suyo ese nombre, creando uno de los mayores eventos benéfico para pedir solidaridad con los mineros, el concierto Pits and Perverts.

La película es protagonizada por Ben Schnetzer en el papel de Mark Ashton (Max Vandenburg en The Book Thief, La ladrona de libros), George MacKay como Joe “Bromley” Cooper, un miembro ficticio del grupo cuyos padres aun no saben que es gay, Dominic West como Jonathan Blake, una de las primeras personas en ser diagnosticadas con SIDA en el Reino Unido, Andrew Scott (Jim Moriarty en Sherlock) como Gethin Roberts, su pareja. Imelda Stauton (Dolores Umbridge, en Harry Potter) hace esta vez el papel de Hefina Hedon, activista por los derechos humanos que ganó notoriedad en la huelga minera; Jessica Gunning interpreta a Siân James, que después de la huelga ingresó en la universidad y más tarde fue miembro del parlamento inglés por Swansea East, la primera mujer en ocupar esa pocisión. El resto del cast lo completan Bill Nigthy y otros actores ingleses.


Pride es quizá una película bonita, de esas para darse palmadas en los hombros y decir ¡mira lo que hemos logrado! Porque es válido hacerlo, pero también es una película para hacer notar todo el camino que falta por recorrer y que no es poco. Es una película entretenida, brillante a mi parecer para la historia tan sencilla que cuenta. Sí, la recomiendo, más ahora que estamos en el mes del Orgullo y que nos hace falta recordar que #LoveIsLove, en cualquiera de sus formas. Porque aun nos falta camino por recorrer como sociedad: aún no lo hemos logrado todo.


Y Pride es una pequeña muestra de ese camino recorrido, pero también el recordatorio de todo lo que nos falta hoy en día.


jueves, 6 de abril de 2017

Lo bueno, lo malo y lo absurdo de Ingobernable

«Pero si todos hablan de 13 reasons why, ¿qué hago?»
― Yo en un día normal.


Miren, vengo a ponerles a Kate del Castillo en mi blog porque no conozco a nadie más que la haya visto que no la haya odiado y que no sea mi mamá. Sí, mi mamá. Pero con mi mamá no me voy a poner ni chaira ni feminista porque le da miedo y me mira feo, así que ustedes se van a aguantar mi entrada de Ingobernable. Uno, si piensas que todas las producciones mexicanas, series o telenovelas, son para pobres, felicidades, ve a sacarte al clasista que llevas dentro porque le acabas de demostrar a Azcárraga papá, el que dijo que hacía tele para jodidos, que ganó; tampoco leas esta entrada, no creo que sea para ti. Dos, si piensas que las producciones mexicanas, series o telenovelas, están hecha para pendejos, ve con toda tu libertad a ver cualquier producción Américana, total que esas, hasta las más idiotas, están hechas pa' gente inteligente. Tres, si no aguantas a nadie que vea telenovelas, vete, porque bueno, no es que vea muchas, pero todas las que Argos le produjo a Cadena Tres sí que las vi, o pedazos, porque el formato telenovela me llega a cansar (hay mucho relleno que meter en capítulos de 40 minutos durante cinco días). En fin. Que no te tortures si ya sabes que esto no te va a gustar. A mí Ingobernable sí me gustó porque la hicieron más o menos decentemente con temas que me encanta ver en pantalla.

Así que aquí vamos, esto es lo Bueno, lo Malo y lo Absurdo de Ingobernable, la historia de Emilia Urquiza, la primera dama prófuda. Aquí está el trailer. Abajo de él, hay spoilers. Si nunca vas a ver la serie, ve sin cuidado. Si la quieres ver y no te importan los spoilers, ve sin cuidado, tampoco voy de poner cuadro a cuadro la escena final. Si no te gustan los spoilers, por favor, no leas. Sobre aviso no hay engaño. Insisto, HAY SPOILERS.




Lo bueno


Me gusta que le den bien fuerte al gobierno. Que le den donde le puto duele, en su guerra contra las drogas. Porque si algo tiene bien esa serie, es el discurso presidencial que nunca se pronunció. Diego Nava, aunque durante toda la serie me cae muy mal (y mira que no suelo hablar tan mal de los muertos), tuvo muchos huevos para pensar en mandar a Estados Unidos al carajo y traicionar al ejército. Yo no hago paralelismos con la realidad, pero, ejem, es que son tan obvios que aunque tu mayor referente en política sea Chumel Torres (búsquense otro, no confío nadie que crea que no nos merecemos la libertad de expresión) los agarran. Argos siempre le ha tirado cabrón al gobierno en algunas de sus producciones (El Octavo Mandamiento, que agarraba temas como El Gober Precioso y el escándalo de los casinos, Infames, que se metía luego luego con el poder) y a mí eso siempre me ha gustado, porque me gusta el thriller político en México (no me hablen de House of Cards, Estados Unidos me deja dormida). Así que si parte del target de Ingobernable eran gente que le gustara el thriller político, they got me. Y me agarraron bien. Me gusta cuando hablan de las violaciones a los derechos humanos del ejército, cuando hablar de las desapariciones forzadas, de los operativos violentos y además lo condenan. They got me and they got me well.


Alberto Guerra fue una sorpresa grata... Lo recordaba mucho peor. Muchísimo peor. Además me gusta el personaje. ¿Tipín madreado por la vida dispuesto a luchar por la justicia y en las madres en las que cree y que es de armas tomas? They got me. He escrito como mil de esos, como diez mil de esos. Me gustan los personajes con ideales así, que hacen todo y la vida los jode (siempre y cuando sobrevivan al capítulo final). 

Anna Vargas-West. Que personaje, joder. Odio a Anna Vargas-West. Está tan bien actuado que la odio profundamente y no le deseo nada bueno en la vida. Aunque de repente intenta ajustar su karma (no lo logra, porque tiene mucho karma negativo esperándola). Eréndira Ibarra es la que interpreta al personaje, y seguro les suena de Sense8. ¿No? ¿Daniela? También ha salido en Capadocia, Las Aparicio, El Octavo Mandamiento, La vida inmoral de la pareja ideal y... no he visto nada más de ella (de hecho, o he visto Capadocia).


Casi todos los personajes de Tepito. Tengo mucha más debilidad por ellos que por cualquier privilegiado en la vida. Es que, a menos que tengan problemas tan jodidos como la primera dama, me cuesta mucho ver los dramas de los ricos. Es más, eso de "qué difícil es ser presidente" no me entra hasta que al presidente lo amenazan de muerte. En serio. Tengo problemas con los dramas de los privilegiados, más cuando viven a costa de la desgracia de los otros. Sí, lo sé, soy complicada. Pero me gustan todos los personajes de Tepito, Chela la que más y Zyan, quizá, la que menos (aunque la actriz mejoró, recuerdo que era el personaje que menos me gustaba en El Octavo Mandamiento porque estaba todo el rato recitando como cartón). 

Lo malo


Los hijos de la primera dama. No tengo demasiadas quejas de ella, pero de Emiliano, caray. Yo entiendo que es difícil trabajar con niños actores. Es más, yo entiendo que a veces no son los mejores actores del mundo. ¡Son niños! Pero aquí fueron a buscar de los peores niños actores que había en el mundo y consiguieron a Emiliano. Además el personaje es un niño consentido, lo que no le da muchas papeletas para ganar mi aprecio. Pero si al menos hubiera actuado bien. Parecía que estaba en una obra de escuela donde sólo había que recitar los diálogos... ¡y el actor no tiene la culpa, es un niño, maldita sea busquen mejores niños actores! Y de, paso, también aprendan a escribir niños, porque se nota que lo escribieron pensando en cómo los adultos ven a los niños, no en como son los niños.


¿Soy yo o Fernando Luján actua más mal cada día? Entre que el señor Urquiza que cae del nabo y Luján no se marcó la mejor actuación de su carrera, pues nada. No pasó a la lista de cosas memorables.

La serie abre demasiadas lineas argumentales y no va cerrando casi ninguna. Joder, serie, no eres telenovela, no tienes tanto tiempo para desarrollarlo todo, decídete por algo. A mí me gusta todo, ¿militares corruptos?, ¿centros de detención extra-oficiales?, ¿Estados Unidos metido en la política mexicana como toda la vida? ¡¿QUÉ?! A ver, no que sólo dejen uno, que se enfoquen en uno por vez, por favor. Es una serie, si juegan bien sus cartas van a tener más temporadas para seguir explorando y dándole con todo al gobierno.


Lo absurdo


Se nota un chingo que Kate del Castillo no grabó en México. Todas las escenas de ella en la calle en sitios muy famosos de México son de espaldas o escondiedo la calle. Las escenas del grito en Palacio Nacional se ven un poco forzadas cuando Kate sale al balcón. Hay partes que sí se ven como oh Dioh' mío, pero que obvio.


Los pequeños errores como que nadie nunca tiene papeles en su oficina o parece que está trabajando (y si lo parece es porque es para la trama o son muy pocas veces). Hay un montón de esos pequeñitos errores, y es cómo... C'MON! No eres una telenovela, hay más varo porque vas a hacer menos capítulos, hay más tiempo, no tienes que correr, ¡¿por qué tienes esos errores?! En fin. La solución, como muchos piensan, no es que Estados Unidos nos enseñe a producir cosas, nosotros lo hacemos, pero, caray, hay que hacerlo bien. (La idea de que Estados Unidos es mejor en todo salió de sabrá Dios donde, pero ya dejen de alimentarla).


Algunas de las escenas de Ovni. A ver, las escenas de hackers en casi todas las series o películas que conozco es absurda a morir, con Ovni las cosas están un poco mejor. Al menos fueron a una clase para les enseñaran los super basics, pero fuera de eso, luego si hacen unas cosas tremendas porque tienen la imaginación muy activa y yo en vez de creermelas, pues me río.


martes, 4 de abril de 2017

2x1 en libros infantiles | Reseñas

Reposteo por causas de fuerza mayor. Los originales estaban publicados en Plusbits Mx y La Cueva del escritor

El perfume de la faraona de Kyra Galván


Sinopsis: Viaja desde la Francia contemporánea hasta el Antiguo Egipto, en la época gobernada por la faraona Hatshepsut, en compañía de Françoise, hija de Paul Montpellier, uno de los más prestigiados perfumistas al que llaman “la mejor nariz de París” por su destreza para detectar los componentes de cualquier fragancia. Ellos dos y su familia se ven involucrados en una aventura de intriga y acción, en la búsqueda de los ingredientes para recrear el perfume de la faraona al que se le atribuyen cualidades portentosas. Descubre qué secretos esconde el misterioso bálsamo.

Me gustan los libros infantiles, sobre todo los ilustrados. No me gustan para leerselos a los niños de la casa (ya ninguno está aquí en edad de que le lean cuentos), sino que me gustan para mí. Usualmente se habla de la literatura infantil como algo «menor» o «inferior» a la literatura adulta. Se les suele clasificar como libros mucho menos serios y menos profundos que los libros para los más grandes cuando la realidad es muy diferente. Algún escritor por ahí que acabó escribiendo para niños aunque en realidad ese no era su plan, acabó diciendo que escribir para niños era mucho más difícil de lo que había imaginado y que las historias eran más complejas de lo que había pensado en un principio. En parte por eso busco libros para niños: para disfrutar de nuevo con esas historias y ese tipo de personajes. En parte, por eso me hice con El perfume de la faraona de la escritora Kyra Galván.


El libro ―publicado por ediciones el Naranjo― tiene como protagonista a una niña muy curiosa, fascinada por la historia y a su padre, un perfumista que es la «mejor nariz» de todo París. Su hija ha heredado ese talento, aunque a la madre no le parece tan bien que pierda su tiempo en los perfumes, pues eso no le asegura ninguna clase de futuro de momento y prefiere que se centre en otras cosas, como los estudios. La historia empieza cuando a Paul Montpeiller es llamado para ayudar a encontrar los elementos de un misterioso perfume encontrado en la tumba de la reina-faraón Hatshepsut ―que, si les interesa saber, tuvo uno de los reinados más largos y pacíficos en Egipto y además construyó increíbles monumentos― y Françoise, su hija, se ve obligada a quedarse atrás, en casa de su madre.


En un principio, el libro avanza lento, porque Françoise va dando tumbos por ahí, encontrando información sobre Hatshepsut y mandándosela en cartas a su padre que más bien parecen redacciones de primaria o de libro de texto para niños. No considero ese uno de los aciertos del libro, la verdad, porque hubiera preferido ver esa información insertada de otra forma ―sobre todo si el propósito era enseñar un poco de historia a aquellos que no la supieran―. Sin embargo, una vez que los misterios empiezan, el libro toma un rumbo muy diferente y la historia sí que mejora, además de que tenemos la oportunidad de ver a los personajes en Egipto directamente, en vez de verlos hablar de Egipto.


Las ilustraciones de El perfume de la faraona son obra de Tania Recio y la mayoría de ella son preciosas. Admito que me hubiera gustado ver más de Egipto, pero lo que nos enseña es precioso y me deja con ganas de más. Ojalá vuelva a trabajar con la editorial en alguno de sus proyectos futuros porque me gustaría ver más ilustraciones por el estilo. El libro, pues… al final fue agridulce, realmente. Me gustan los libros infantiles que dejan más a la imaginación porque reconocen que los niños son inteligentes y además son capaces de hacer deducciones o descubrir nuevas cosas tras varias lecturas, pero este libro per se no es malo. Recomendable para los niños interesados en la cultura egipcia, eso sí, trae algunos datos interesantes.

Finis Mundi de Laura Gallego García


Sinopsis: Francia. Año 997 de nuestra era. Michel, un monje cluniacense, decide embarcarse en una misión imposible. Según las revelaciones del ermitaño Bernardo de Turingia, el fin del mundo se acerca y sólo hay una manera de salvar a la humanidad: invocar al Espíritu del Tiempo. Pero antes es preciso recuperar los tres ejes sobre los que se sustenta la Rueda del Tiempo. ¿Dónde se encuentran? Nadie lo sabe...

Laura Gallego saltó al mundo de la publicación y de las editoriales con esta novela, ganadora del premio Barco de Vapor 1998, con lo cual SM se convirtió en la editorial que editaría y sacaría a la venta la mayoría de sus obras.

Finis Mundi es, en apariencia, una novela increíblemente sencilla, que sigue a Michel, un monje de apenas catorce o quince años a buscar los tres ejes en los que se sustenta la rueda del tiempo y que están desperdigados por toda Europa. ¿Por qué los busca? Porque se acerca el primer milenio y el mundo terminará y él está decidido a salvar a la humanidad. Los acompaña un juglar, Mattius, que no acepta las invitaciones de reyes y de grandes señores para tocar en sus salas y tiene un modo muy particular de ver la vida.

Pero ellos no son los únicos que están tras los tres ejes del tiempo…, como acabarán por darse cuenta.

Finis Mundi está escrito con el estilo sencillo y fresco de Laura Gallego, entreteniendo al mismo tiempo que teje entre sus páginas una trama muy interesante, en la que se ven involucrados caballeros, chicas que quieren ser juglaresas y sueñan con ser aceptadas por el gremio, enemigos que no conocen y señoras que se dirigen a Britania a negociar en el lugar de sus maridos.


El libro es corto y se divide en tres partes, una por cada eje del tiempo que tienen que buscar, desplazándose desde Francia a Germania y de allí a la Hispania dominada por los moros, acabando en un barco con destino a Britania.

lunes, 27 de marzo de 2017

Los muchachos de zinc, Svetlana Alexiévich | Reseña

Sinopsis: El libro presenta el testimonio cándido y emocionante de los oficiales y los soldados rasos, de las enfermeras y las prostitutas, las madres, los hijos y las hijas que describen la guerra y sus duraderos efectos. Entre 1979 y 1989 un millón de tropas soviéticas combatieron en una guerra devastadora en Afganistán que el régimen comunista intentó ocultar: los muertos volvían a casa en ataúdes de zinc sellados, mientras que el Estado no reconocía el conflicto. Los muchachos de zinc generó una inmensa polémica cuando fue publicada originalmente en la Unión Soviética: las críticas acusaron a Alexiévich de haber escrito un texto fantasioso lleno de injurias y de formar parte de un coro histérico de ataques malignos. El resultado es una historia turbadora que expone la verdad de la lucha armada: la belleza del país y los brutales abusos del ejército, las muertes y las mutilaciones, las vidas humilladas y destrozadas de los veteranos. Los muchachos de zinc ofrece una perspectiva única, desgarradora e inolvidable sobre la realidad de la guerra.

Entre 1978 y 1992, Afganistán se fue a la mierda. A la Guerra de Afganistán se le conoce como la guerra ruso-afgana y fue la primera fase del conflicto de la guerra civil afgana. Se enfrentaron las fuerzas armadas de la República Democrática de Afganistán (RDA) apoyadas por el Ejército Soviético (desde 1979 hasta 1989) contra los insurgentes muyahidines, grupos de guerrilleros afganos (apoyados por varios países). El conflicto, además, es considerado parte de la guerra fría. En 1992, la disolución de la URSS provocó el colapso económico del país y los fundamentalistas islámicos se hicieron con el control de la capital, Kabul. Lo mantuvieron como un régimen de terror hasta 1996, cuando se ordenó la retirada. Durante esos años, los talibanes obligaron a las mujeres a usar la burka (la prenda azul que sólo deja una rejilla en los ojos), prohibieron que las mujeres estudiaran, se les prohibió trabajar, pero tampoco podían ser atendidas por médicos varones; para los hombres fue obligatorio usar turbante, evitar todo tipo de ropa occidental. Hoy en día las cosas en Afganistán ya no son así en todo el país. Las mujeres se cubren la cabeza, pero no usan burka, algunas dejan partes de su cuerpo visibles. Algunas usan abaya, otras no. Pero bueno, volvamos a la guerra, porque venimos a hablar de soldados soviéticos.

Soldado soviético. Foto de Mikhail Evstafiev
Los soldados volvían a sus cajas en ataudes de zinc sellados, no se sabía como morían, nadie en la URSS sabía cómo era el campo de batalla en Afganistán. Los llevaban con engaños, les decían que allí harían el servicio militar. Y al llegar, se encontraban con el terror. La guerra de Afganistán ha sido a menudo llamada el Vietman de la URSS, para que se imaginen. Svetlana fue recopilando testimonios de madres, soldados, enfermeras hasta juntar este libro y, cuando fue publicado, fue un gran escándalo. Svetlana fue acusada de escribir mentiras, de manipular los testimonios, de dejar en ridículo a los soldados de la URSS. 

Este no es el único libro que Svetlana tiene sobre la guerra. La guerra no tiene rostro de mujer habla de las mujeres del Ejército Rojo durante la segunda guerra mundial y, curiosamente, no se parece en nada a esta. Los soldados que pelearon esta guerra lo hicieron porque les habían enseñado que debían ser valientes como sus padres, los que pelearon en la guerra mundial y derrotaron al régimen nazi. La URSS llevaba ya un buen rato de guerras. 

Svetlana
Desde su revolución hasta la guerra Afgana, no hubo ni una sola generación que se salvara. Así los educaron: a que darían su vida por lo que creían. Y muchos la dieron, creyeran o no. La diferencia entre los soldados de este libro y las mujeres del otro es que la voz de las mujeres siempre cambia: ellas están acostumbradas a ser relegadas, a ellas les quitaron la victoria, pero saben que ganaron. Estos soldados, en cambio, no tenían de otra. Las mujeres quizá eligieron enlistarse, pero muchos de estos chicos, no. También hablan diferente de la violencia, hombres y mujeres, por como están educados, por como los perciben, por como ven al mundo y por cómo el mundo los ve a ellos. Con este libro estuve a punto de vomitar. Pareciera que a las mujeres les han enseñado que hay que tener mas pudor, más discreción, pero los hombres no se miden. Lo cuentan todo

Кувакин Е. (1986)
Te dan ganas de llorar de ver los testimonios del campo de batalla. Creían que estaban liberando Afganistán. Pero, por alguna razón, no veían a Afganistán liberada, ni la sentían. Por eso, en medio de los testimonios, puedes notar una y otra vez como todo lo que creen a veces se va desmoronando porque ya no saben exactamente por qué o por quién están peleando. Además, si las mujeres de la guerra mundial tuvieron la victoria, aunque arrebatada, estos soldados no tuvieron ni una victoria que les pudieran quitar. Lo que es peor, les quitaron también la derrota, porque en la URSS no se hablaba de la guerra. Los muertos regresaban en ataudes de zinc sellados y, en la causa de muerte, a veces se leía muerte natural o accidente o enfermedad. No se hablaba de las heridas, del campo de batalla, no se hablaba de que los soldados soviéticos estaban siendo masacrados. A estos soldados les quitaron hasta la derrota. 


Entre los soldados de Svetlana, todos son diferentes. A algunos les cuesta matar. Otros incluso lo disfrutan o aprenden a disfrutarlo. Pero hay algo que une a la mayoría: al regreso, sienten el síndrome de abstinencia del campo de batalla, la adrenalina que obtenían allí no se compara con nada, vivir al borde de la muerte no se compara con nada. No se cortan al decirlo, al admitir que lo volverían a hacer, aunque hayan vivido todos los horrores imaginables. Hablan de lo que les dejó la guerra y algunos incluso admiten que la guerra no los hizo mejores, sino peores. Hablan de la degradación moral que les deja la guerra, de las heridas que cargan. 

El libro, la verdad, a mí me cansó muchísimo. me dejó muerta cuando lo acabé de leer. ¿Cuándo son suficientes testimonios para saber que la guerra afgano-soviético fue un horror para sus soldados? ¿Cuándo tienes suficientes testimonios de horror y violencia? ¿Cuándo dejas de horrorizarte y sigues leyendo? No lo sé. La verdad. Hay un momento en el que los testimonios se vuelven demasiado repetitivos, son una sobre exposición, pero, entonces, ¿cómo decides cuáles son dignos de estar en el libro y cuáles no? ¿Cómo los calificas si no puedes calificar las experiencias de las personas? La verdad, admiro el trabajo de Svetlana por oír todos los testimonios y hacer el titánico trabajo de ordenarlos y juntarlos en un libro. La guerra afgano-soviética necesitaba que alguien contara esta historia y todos los ataídes sellados de zinc también necesitaban esta historia, tan cruel como sea. 


Destino está haciendo un excelente trabajo con la obra de esta autora al traerla al español. Las traducciones son tan buenas, que a veces ni siquiera quiero leer la traducción al inglés de los libros y prefiero esperar. Les recomiendo mucho el libro, pero si advierto que el horror no es para todos. Algunas de las historias son demasiado crudas porque estamos hablando de una guerra. En fin. Les recomiendo mucho el libro.