Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

sábado, 18 de mayo de 2019

Crítica de Machismo, 8 pasos para quitártelo de encima

Sinopsis: «Lo que intenta esta guía es acabar con nuestro machismo. Matarlo. Y teniendo siempre presente que es un bicho que nunca muere del todo, que es como el monstruo de las pelis malas que, cuando piensas que ya está muerto y bien muerto, se revuelve y te pega el susto.
Como en cualquier muerte, también en la de tu propio machismo, se pasa inevitablemente por unas fases de duelo: al fin y al cabo es un trozo de ti que se va para no volver. Porque si una cosa es cierta es que, cuando eres consciente de que el machismo está dentro de ti y también a tu alrededor, ya no hay vuelta atrás. No querrás volver al principio ni volver a ponerte la venda que te ahorraba todos los sofocones que te vas a pillar de ahora en adelante.»
Se han escrito miles de libros para ayudar a superar problemas de todo tipo. Se escriben libros de autoayuda a un ritmo vertiginoso, y siempre sobre actitudes o creencias que son perjudiciales solo para uno mismo. Siempre centrados en el yo, yo y requeteyó.
Pero ¿qué hay de aquellos comportamientos propios que también joden a la sociedad en su conjunto? No hay libros de esos. Eso sí, a este libro, más que un libro de autoayuda podríamos llamarlo «libro de autoputeo», porque no harás más que revisar y perder tus privilegios por el camino, si bien estarás contribuyendo a una sociedad más justa. Para eso nace esta obra, para ayudarte a superar tu lado machista, que, más que ser malo para ti, lo es para tu entorno.
Un libro que ayudará a la reinserción de los machistas en la sociedad que queremos para el siglo xxi, cargado de la ironía y el humor necesarios para poder descodificar nuestro sistema de roles y creencias impuestas. Porque no habrá cambio social sin chistes ni sin una seria conciencia.

Lo que deberían hacer con las sinopsis demasiado largas
Primerísimo que nada, déjenme decirles que esa sinopsis es demasiado larga para lo que es este libro. Demasiado. Apliquen la Marie Kondo y dejen sólo la información relevante. Segundo, no me gustó en lo más absoluto. tengo varias críticas que hacerle, tanto a nivel teórico como a nivel de estilo y de presentación. Voy a enumerar los puntos porque son tantos que así me es más fácil llevar el control de la entrada. Así que, como dijo Jack el Destripador, vamos por partes:

1. Como ensayos, son caóticos. Me quedó claro que Barbijaputa quizá no es una buena ensayista, pero lo que me quedó todavía más claro es que quien hizo el trabajo de edición hizo mal trabajo de edición. No hay datos duros, no hay citas claras donde debe haber citas claras y, no sólo eso, no quedan claros los argumentos ni las conclusiones. Las premisas de cada capítulo están ahí. ¿Y? Como ensayos, están mal estructurados, los saltos son malos y me pareció que estuviera leyendo un hilo de tuiter que salta de un lado a otro sin tener en cuenta a dónde va. Quizá en tuiter hubiera hecho mejor trabajo que en un libro, donde es obvio que la edición es poca.

2. Las falacias vuelan all over the place. Esto me enoja porque si bien el libro dice muchas verdades o habla de muchas cosas que sí pasan, las falacias son argumentos mal construidos que pueden deshacerse en un segundo, sean verdades o sean mentiras. No me sirve de nada si los cimientos de todos tus argumentos son de paja, son cosas que se pueden rebatir, deshacer y que no llevan a ninguna parte. Lamentablemente, sigue abonando a mi teoría de que la autora lo escribió como si escribiera en su propio tuiter (que sólo hay que revisar por encima para darse cuenta de que el estilo es el mismo) y de que lo que podría haber salvado el estilo y todo lo técnico del libro hubiera sido un buen trabajo de edición, de gente que señalara dónde estaban las falacias, ayudara a corregir sus argumentos y en general cimentara más todo el libro.

3. Esto no es una crítica, sólo un pensamiento al aire: no entiendo a quién va dirigido. Sé que el texto dice que a los hombres, pero no me parece que el marketing del libro vaya dirigido a ellos (sabiendo cómo son, sinceramente, yo ni esperaría que lo agarraran). Para las mujeres, sinceramente no creo que llegue a mujeres que no se interesan demasiado en la liberación de la mujer (precisamente porque el marketing es más o menos agresivo y en esos entornos hay que saber moverse) y a las que ya se interesan, pues me parece nada más reafirmar cosas que ya sabemos y que son superficiales (en ese caso, estaría bien profundizar). En fin, algo para pensar sobre el libro.

Imágenes reales de mí leyendo el libro
4. Ahora, sobre el asunto ya de la *teoría*: NO ES MÁS INTERCLASISTA PORQUE NO SE PUEDE. En general, la mayor parte de la teoría feminista es interclasista. Las protofeministas escribían desde su entorno, en el que podían estudiar, sabían leer y escribir y tenían muchas menos limitaciones que las obreras. Las primeras feministas también tenían ese problema, especialmente las de clases sociales más privilegiadas. Por ejemplo, Betty Friedan en La mística de la feminidad habla de un problema que sólo afecta a las mujeres de la clase media y para arriba, porque como bell hooks remarca en El feminismo es para todo el mundo: mientras que esas eran las mujeres que no trabajaban y sufrían del "problema sin nombre", la mayoría de las mujeres de la clase trabajadora llevaban años y décadas en el mercado laboral sufriendo la explotación de los patrones. Entonces, mucha teoría generaliza sobre los problemas de las mujeres y lo hace desde los ojos de alguien en estratos más privilegias (aka la burguesía o la pequeñoburguesía), entonces, no se habla de los problemas de la mayoría. Es algo que pasa constantemente con este libro: no hay un análisis de clase, sólo hay un par de frases superficiales. Y la clase es un eje más que principal en la opresión de las mujeres. Ya lo dijo Cecilia Toledo: el género nos une y la clase nos divide.

5. Su visión sobre la pornografía: habla de la explotación sexual y por un momento me dio la impresión de que era abolicionista. Me queda claro que, al menos, parece serlo de la prostitución y, de hecho, tiene un análisis de clase muy superficial, pero lo tiene (lamentablemente creo que se queda corto, lo cual me parece obvio cuando habla de pornografía). Sin embargo, al hablar de la pornografía y preguntarse que si puede cambiar, la respuesta es la siguiente:
En mi opinión, sí que se puede cambiar. Si el feminismo entrara en tromba en la industria pornográfica, sin escenas con relaciones de poder, sin imágenes de mujeres siendo humilladas sistemáticamente, no solo aumentaría el número de mujeres que ven porno (una de las mayores web de porno ha realizado un estudio sobre qué ven las mujeres de todo el planeta: más de la mitad eligen el porno lésbico, allí donde no hay hombres, ni escenas como las descritas, curiosamente), sino que dejaría, antes o después, a la actual pornografía a la altura de las películas de Pajares y Esteso. Rancias, obsoletas, irreproducibles. Pero, claro, para que el feminismo entrara en tromba en el porno, ese porno debería generar dinero, y a día de hoy, lo único que genera el feminismo son comentarios violentos y agresivos en los artículos feministas, luego es la pescadilla que se muerde la cola.
El feminismo no necesita entrar en la industria pornográfica. ¿Por qué querría un movimiento que habla de la liberación de las mujeres, entrar un una industria que se basa en la explotación de un montón de personas, siendo estas en su mayoría mujeres? No me entra en la cabeza porque para mí está claro que la sexualidad no debe ser un objeto de consumo y que nuestros cuerpos no son un producto ni deberían serlo, por más que el capitalismo se esmere en decir que sí. Sobre el tema recomendé muchísimas lecturas en una compilación llamada Sexualidad y capitalismo.


6. Habla del techo de cristal y de la cantidad de mujeres que es directora de cosas y empresas o, como yo le digo: la explotación feminista e incluyente. A ver, como commie, no me interesan las mujeres en los puestos de poder en el capitalismo. Me vale madres que una mujer sea jefa de Estado si resulta que sale como Tathcher aka Satán y promueve medidas que afectan a la clase obrera, entre esta, las mujeres (durante su gobierno, afectó a los mineros y por ende, a las mujeres, a las madres trabajadoras y básicamente a todo el mundo que no fuera burgués).  El libro trae la siguiente cita:
No hay razón alguna para que en cualquier ámbito, desde una cúpula directiva o Gobierno hasta la plantilla de una empresa, no haya igual número de mujeres que de hombres.
Efectivamente, tiene razón. Si pensamos sólo en el género, no hay ninguna razón para que eso no pase. Sin embargo, una de mis prioridades no es luchar por ello dentro del capitalismo, sino revolucionar todo el sistema. Lo vemos con la paridad en México: que existan cámaras de diputados o senadores dónde la paridad entre los géneros es la norma no evita que aun así se afecte a las mujeres desde el gobierno. Se rechazan las leyes sobre el aborto, el sistema le da la espalda a las madres de los desaparecidos, a las víctimas de maltrato, a las víctimas de abuso sexual, a las víctimas de feminicidio. Las mujeres en las cúpulas velan por los intereses de su clase y, créanme, no son los intereses de las mujeres que están abajo. Por eso no se me hace prioritario romper el techo de cristal, sino derrumbar todo el sistema de clases. 

7. Hay un punto donde dice que para la liberación de la mujer sólo hay y ha habido un camino y que este es la lucha feminista. LIES. Todas las mujeres comunistas han luchado por la emancipación de la mujer. Sólo en el blog he hablado de Alexandra Kollontai y de las mujeres chinas en La Mitad del Cielo. Este punto no es porque quiera desestimar al feminismo, es porque quiero dejar claro que sí ha habido otras luchas y que deben ser tomadas en cuenta si se van a hacer generalizaciones cómo esa. Aunque hay un punto donde dice que el machismo no entiende de ideologías porque todas han estado lideradas por hombres, así que no me extraña que se haga caso omiso de las comunistas. Ese argumento es una falacia porque el problema no es quien lidere las ideologías (Marx, Lenin, Engels, todos ellos escribieron sobre la emancipación de la mujer; Kollontai, Zetkin, Luxemburgo, todas ellas fueron mujeres muy notables que fueron líderes dentro del movimiento comunista, a las que, muy a menudo, como en ese argumento, se ignora), sino que todos vivimos en una sociedad de clases y el machismo es parte de ella, por lo cual existen sesgos que cambiar y cosas que corregir dentro de un montón de luchas. No hay que reformar a la sociedad de clases: hay que destruirla.
Yo a los ricos
8. Creo que le entra mucho a la retórica de los privilegios. Para mí el único privilegio claro es el material: el que saca la clase burguesa de explotar a la clase obrera y hace a los ricos seguir haciéndose ricos. Todo lo demás es vivir menos peor que el vecino y no considero que eso sea un privilegio, sino simplemente, que vives la opresión de otra manera y que quizá está no es tan de la verga... O que tienes derechos básicos que debería tener todo el mundo y les llaman privilegios. Pero eso no me molesta tanto, creo que es una trampa muy común cuando se habla de interseccionalidad porque la interseccionalidad no va de cuántos privilegios tienes, sino en qué manera, debido a tu entorno y a tus circunstancias, vives la opresión y la explotación.

Como conclusión, creo que es un libro muy superficial y muy caótico con algunos problemas en sus argumentos. No sé si lo recomendaría para aprender algo, pero sí para hacer una lectura crítica de él. Lo leí en Bookmate, una app que les recomiendo probar. Lo pueden encontrar aquí (si no tienen bookmate, usen el código NEAPOULAIN acá).

jueves, 16 de mayo de 2019

Watchmen y los comics serios™

 
Primera frase: Watchmen es una obra maestra.

Segunda frase: Su legado está lleno de mierda.

Tercera frase: No es su culpa, técnicamente.

Vamos a elaborar sobre esto, que esta entrada es a partes reseña y a partes rant y a partes crítica de muchas cosas. Vamos a empezar con el detonante que me hizo escribirla: un hilo de tuiter. Lo escribió @seth_bingo. La premisa del hilo es "cómo Watchmen arruinó los cómics" y debo decir que estoy de acuerdo en prácticamente todo. Especialmente con al idea de que ahora cada que intentan hacer un comic serio™, se entiende la seriedad como la violencia (for the sake of nothing), se cree que hacer a personajes extremadamente violentos los vuelve complejos (like, ese no era el único punto de Rorschach) y que una historia es oscura si contiene violencia sexual (because of yes). Bueno, yo les dejo el hilo:
Bueno, pero para hablar de todo lo que quiero hablar, primero tengo que hablar de Watchmen. Me extrañaría si no han oído hablar de Watchmen. La novela gráfica de Alan Moore e ilustrada por Dave Gibbons está listada como una de las mejores 100 novelas de todos los tiempos según Time. Ganó el Eisner Award por Best Limited Series, un Hugo y otro montón de premios... Hubo una película de Zack Synder y HBO va a sacar una serie (que creo que pretende llenar el vacío que va a dejar Game of Thrones). Igualmente es entendible si no han oído mucho de Watchmen, así que ese párrafo era sólo para ponerlos en contexto de lo grande que es esto. Pero bueno, ¿de qué se trata?

Sinopsis: In an alternate world where the mere presence of American superheroes changed history, the US won the Vietnam War, Nixon is still president, and the cold war is in full effect. WATCHMEN begins as a murder-mystery, but soon unfolds into a planet-altering conspiracy. As the resolution comes to a head, the unlikely group of reunited heroes - Rorschach, Nite Owl, Silk Spectre, Dr. Manhattan and Ozymandias - have to test the limits of their convictions and ask themselves where the true line is between good and evil.
In the mid-eighties, Alan Moore and Dave Gibbons created WATCHMEN, changing the course of comics' history and essentially remaking how popular culture perceived the genre. Popularly cited as the point where comics came of age, WATCHMEN's sophisticated take on superheroes has been universally acclaimed for its psychological depth and realism. 
(Es la única que pude encontrar entre mil ediciones en goodreads porque resulta que la mitad se dedican a alabar la novela gráfica y no a contar de qué es; si alguien quiere la traducción me dice). 

Bueno, Moore, entre otras cosas, intentó explorar cómo la existencia de los superhéroes afectaría el curso de los Estados Unidos (además de que los superhéroes son algo muy americano y durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría muchos comucs fueron usados con fines patrióticos). Watchmen, entre otras cosas, responde a la pregunta de ¿cómo seria el mundo si existieran los superhéroes? Es un producto totalmente de su tiempo y contexto: entre sus páginas se encuentra la guerra de Vietnam y se puede sentir el ambiente que se vivía durante la Guerra Fría con la amenaza de una guerra nuclear. Obviamente, la historia asume que si los superhéroes hubieran existido, las cosas hubieran sido diferentes para Estados Unidos durante la guerra de Vietnam, por ejemplo (una pena, siempre me ha gustado la idea de que los commies le hayan pateado el trasero a USA). Bueno, todo ese contexto histórico es una de las cosas que hace grande a Watchmen (es un profucto y reflejo de su tiempo). 



Otro punto que hace muy grande a Watchmen son sus personajes. Como personas, los odio a todos. No se salva ni medio. Todos son complicados, tienen brújulas morales muy extrañas y no son, por supuesto, la imagen de un superhéroe que existe en el imaginario popular. Vamos, no son lawful good. El hecho de presentarlos así también hace que Watchmen se meta en el asunto de explorar cómo los héroes no son perfectos moralmente y que, en muchos casos, no son más que humanos intentando hacer lo que creen que está bien (y que puede no ser lo que el resto del mundo considere). De hecho, una de las cosas que me gusta más de Watchmen es un flashback en el que la gente de queja de la existencia de los vigilantes y Nite Owl le pregunta al Comedian de qué exactamente están protegiendo a la gente cuando están disolviendo la manifestación. Me encanta eso, todo el Who Whatch The Watchmen? y me encanta ver cómo se vuelven un instrumento represivo más en el mundo imperialista. (Como dice uno de los fragmentos que vienen al final de cada capítulo: God exists and is American). 


En fin, a nivel de historia, esas son algunas de las cosas que hacen a Watchmen increíble. Además, yéndonos hacia al lado más técnico de los cómics, la manera en la que está contada la historia, la manera en la que se usan los paneles y las ilustraciones de Dave Gibbons, es todo hermoso. Pareciera que no tengo ninguna queja, ¿verdad? Pareciera. Pero sí tengo. Soy una killjoy. Me gusta romper lo popular. Y les juro que casi no pude hacerlo con Watchmen. Hasta que, claro, vi todo el asunto de Sally Sparrow y The Comedian después de las 12 grapas completo. Y me acuerdo que pensé: ¿y esto para qué? No pude contestarme.

Hay un intento de violación en Watchmen. Odio la violencia sexual en la narrativa porque es norma común que se use por shock value, para desarrollar a personajes masculinos que o son los victimarios o testigos (olvidándose por completo de la víctima que casi siempre es mujer) o como manera de desarrollar a un personaje femenino porque le tiene que pasar algo horrible y lo único que se le ocurre a los escritores es ¡violencia sexual! No sé por qué Alan Moore decidió que era buena idea poner algo así en Watchmen, pero le tengo que reconocer que queda con el tono, aunque en mi opinión simplemente es un asunto que casi acaba dando igual al final y, en el momento en el que tien relevancia, podría haber sido cualquier otra cosa. CUALQUIERA. Pero bueno, Watchmen la salva con una buena narrativa, una buena historia, muchos dilemas morales y personajes femeninos interesantes (aunque yo siempre sentí que en todo el asunto había un poco síndrome de pitufina).


¿Qué pasa con su legado? Después de un intento de reseña/crítica a Watchmen, de eso vengo a hablar hoy: de lo que muchos escritores que intentan imitar los mismos dilemas de Watchmen entienden por una historia oscura, adulta o seria™. Casi todos se saltan la parte de los dilemas morales y aterrizan en la ultraviolencia y la violencia sexual gratuita sólo para demostrar que la historia es oscura, que el protagonista también es un hijo de la chingada o que están escribiendo para adultos. Lo que consiguen es una historia aburrida, incómoda por encima de todo y muchas veces, sin sustancia. (O sea, maigos, si van a imitar a Watchmen, mínimo léanla bien).

Yo me centro mucho en la violencia sexual porque siempre me pregunto POR QUÉ. Si lo escribes, ¿por qué? Si no sabes responder, no lo hagas. Si me dices que es porque quieres darle un lado oscuro a tu protagonista, no sólo le diste un lado oscuro, me hiciste desear darle con una silla en la cara repetidas veces (y si ese era el propósito, I guess, bien hecho; si crees que tu protagonista sigue un héroe, replanteate la vida entera). Si me dices que es porque quieres que la víctima pase por un evento traumático porque es necesario para su desarrollo, pregúntate si es sólo violencia sexual si es mujer y que harías si fuera un hombre. Si me dices que es porque el shock value, no lo hagas, shock value is not good storytelling. Si me dices que qué importa, si es sólo ficción, voltea a ver el mundo en el que vivimos: la ficción, es, por fuerza, un reflejo de la sociedad en la que vivimos y en la sociedad en la que vivimos, la cultura de la violación está más viva que nunca, la sexualidad y el cuerpo de las mujeres es una mercancía. ¿Por qué querrías seguir el patrón? Si yo escribo eso en ficción, lo que quiero es hacer denuncia, no shock value a lo pendejo, el trauma no es un prop para tus personajes sólo para hacer una historia más oscura y más adulta. ¿Y saben cuál es el problema de los que intentan imitar a Watchmen? Que se quedaron con el shock value y nada de la historia.


En fin, ya me quedó está entrada muy larga, pero ese es el asunto. Sé que repito un chingo pero aquí queda más claro: a las mujeres no nos gusta leer de violaciones que sólo existen por puro shock value. ¿Quedo claro?

Y bueno, aquí quedó esta entrada sobre Watchmen, violencia sexual en los cómics y qué hace a Watchmen una historia maravillosa. Gracias por leerla si es que llegaron hasta acá.

martes, 14 de mayo de 2019

Fullmetal Alchemist, Hiromu Arakawa | Reseña


Sinopsis: Alchemy: the mystical power to alter the natural world; something between magic, art and science. When two brothers, Edward and Alphonse Elric, dabbled in this power to grant their dearest wish, one of them lost an arm and a leg...and the other became nothing but a soul locked into a body of living steel. Now Edward is an agent of the government, a slave of the military-alchemical complex, using his unique powers to obey orders...even to kill. Except his powers aren't unique. The world has been ravaged by the abuse of alchemy. And in pursuit of the ultimate alchemical treasure, the Philosopher's Stone, their enemies are even more ruthless than they are.

Voy a declarar esta entrada como la entrada de fangirleo por Fullmetal Alchemist. Fin. Bueno, a ver, hace tiempo vi el anime original y luego me dijeron que viera Brotherhood porque estaba muy chido y, bueno, dejémoslo en que soy una tortuga viendo cosas y mejor dije que iba a empezar el manga. Y después no podía parar de leer. Así que voy a hacer una lista de las cosas por las cuales recomiendo este manga, como hice con Tsubasa Reservoir Chronicles.

1. La trama está muy bien planeada, todo encaja completamente. Adoro eso. Porque son veintisiete tomos y, desde el principio se puede ver que hay un plan, un lugar al cual llegar. No tengo ni idea de cómo Hiromu Arakawa planee sus historias, si hay una mapa o simplemente un esquema general (que es lo que hago yo) de los puntos importantes de la trama. El asunto es que Fullmetal Alchemist es una historia con una premisa simple y un propósito, sin relleno, todo lo que sale en sus páginas tiene algún propósito o contribuye de alguna manera a la historia (aunque no quede claro hasta diez tomos después). Ese tipo de historias me gustan, tienen un pay-off. Vale la pena todo lo que te mantienen en vilo al leer.

2. El desarrollo de los personajes. Creo que todos los personajes del manga son personajes muy cuidados al momento de su creación, con sus fortalezas, sus defectos, sus pasados, los motivos que tienen para hacer lo que hacen o ser cómo son. Incluso entre los antagonistas, puedes entender por qué ellos quieren hacer lo que están haciendo. Una de mis cosas favoritas de la historia es que todo lo que le ocurre a los personajes tiene un efecto en ellos, para bien o para mal. Después de cada arco, es posible notar un cambio, aunque sea sutil. Así que al leer todo lo que les ocurre en veintisiete tomos, al final de estos, uno puede ver su evolución completa.



3. La narrativa de Ishval (y el hecho de que te confronta con qué personajes que llevas siguiendo en casi toda la historia son criminales de guerra). Algo que siempre he notado mucho en varios autores japoneses de manga, especialmente entre aquellos que escriben shonen, es que hay varios que, en sus historias, manejan muchos pararlelismos a la Segunda Guerra Mundial. Lo he visto en Shingeki no Kyojin aka Attack on Titan de Hajime Isayama, por ejemplo. Fullmetal Alchemist también sigue un poco ese camino al hablar de la guerra de Ishval y, específicamente, del genocidio de Ishval. Creo que ese es uno de los mejores ejemplos de cómo los poderosos usan las guerras (en las que ni siquiera se paran cerca del campo de batalla) para sus intereses y cómo el ejército (que supuestamente dice la propaganda que *protege a le gente*) en realidad es un organismo represor. Y justamente por todo el backstory de Ishval es que entre mis personajes favoritos está Roy Mustang y Riza Hawkeye (y ni qué decir de Maes Hughes), justamente por la manera en la que lidian con lo que hicieron y por cómo saben que sí, a la hora de la verdad, son criminales de guerra.


4. LAS MUJERES DE ESTE MANGA. A ver, me gusta que las mujeres escriban shonen porque es uno de los géneros favoritos y la representación femenina..., bueno, nunca ha sido de las mejores. Por ejemplo, muchas veces he visto a muchos personajes femeninos leyendo manga y es obvio que fueron diseñadas por un hombre (medio misógino, además). Véase todas las mujeres de Death Note con la excepción de esa que mataron porque era demasiado lista (Naomi Misora). Incluso Hajime Isayama, de Shingeki no Kyojin, que creo que tiene mujeres impresionantes (Sasha, Historia, Yimir, Mikasa y un lardo muy largo etcétera) a veces tiene unas decisiones medio raras y cuestionables (no les digo qué porque es spoiler del tomo 29 y no estamos en la entrada de ese manga). Pero todas las mujeres de Fullmetal Alchemist son personajes increíbles, diferentes, con diferentes motivaciones y con un desarrollo lejos de la mirada masculina que es misógina. Riza Hawkeye, Winry, Olivier Mira Armstrong, Lust, Mai Chang, Lan Fan..., todas son diferentes, fuertes de distintas maneras, con motivos diferentes. Ah, por cierto, también adoro a Pinako.


5. Una de las cosas que más adoro de crear historias es hacer notorio que, en una historia, las decisiones de los personajes, tienen consecuencias. Aquí es obvio. Además, el desarrollo de la trama va de la mano con el de los personajes y en general la estructura de Fullmetal Alchemist es de buen storytelling.

6. Sólo léanlo, fin. Es una historia fantástica de aventura super chida.

Y, como nota al margen, les voy a contar que Hiromu Arakawa es otro ejemplo de muchas muchas mujeres que publican con nombres masculinos porque publican cosas de géneros que son considerados *para hombres* (which, in my opinion, is bullshit). Y al menos conozco a un par de personas que se sorprendieron cuando descubrieron que era mujer (su nombre de pila es Hiromi). Bueno, se los recomiendo muchísimo (lo pueden encontrar completo en inglés en Manga Rock).


domingo, 12 de mayo de 2019

Chicas Muertas, Selva Almada | Reseña

Sinopsis: Un relato que combina percepciones y recuerdos personales con la investigación de tres feminicidios que revela, de modo sutil, la ferocidad del machismo y el desamparo de las mujeres pobres. Tres asesinatos entre los cientos que no alcanzan para titulares de periódicos ni convocan a las cámaras de los canales de Buenos Aires. Tres casos que llegan desordenados: los anuncia la radio, los conmemora un diario de un pueblo, alguien los recuerda en una conversación. Tres crímenes ocurridos en el interior del país, mientras Argentina festejaba el regreso de la democracia. Tres muertes sin culpables. Convertidos en obsesión con el paso de los años, estos casos dan lugar a una investigación atípica e infructuosa.

No puedo decir que me muriera por reseñar este libro.

No me gusta hablar de feminicidios, mucho menos viviendo en un país donde es algo que ocurre en promedio, nueve veces por día. De todos modos, quería hablar un poco de él. Se lo dejé a la suerte (las encuestas de tuiter) y después de un par, votaron porque lo reseñara, así que aquí estoy. Voy a hablar de Chicas Muertas. Y de Selva Almada. Y de los feminicidios, porque son el tema central del libro y es un tema que atraviesa a las mujeres, especialmente a las mujeres de clase trabajadora, que son la clase de mujeres que encontraron en los campos algodoneros de Juárez en los noventas, las que aparecen en el río de los remedios en el Estado de México, las que aparecen en campos baldíos, abandonadas. El feminicidio nos atraviesa.


Chicas Muertas es un híbrido entre novela, crónica, ensayo, crónica novelizada o algo así. Es una manera de acercarse a los feminicidios y hablar de ellos. Hay muchas veces que, como ya he dicho en muchas reseñas, la ficción nos permite imaginarnos mundos mejores, otras veces nos permite imaginarnos mundos mucho peores que queremos mejorar porque nunca paramos de soñar con mundos mejores. Pero también muchas veces y con muchos libros publicados en este tiempo dentro de latinoamérica: muestran partes de nuestra realidad. Es algo que abordé en el ensayo que escribí para Infiltradas, sobre cómo las mujeres en latinoamérica muchas veces abordan la realidad que viven las mujeres en el continente desde distintas maneras de narrar y contar historias, incluso desde distintos géneros. Sí, por si no lo sabían, me publicaron en un libro. Si quieren saber más pueden hablarme al tuiter o conseguir el libro en este link de la editorial Palabaristas. Ahora sí, Chicas Muertas.
Yo tenía trece años y esa mañana, la noticia de la chica muerta, me llegó como una revelación. Mi casa, la casa de cualquier adolescente, no era el lugar más seguro en el mundo. Adentro de tu casa podían matarte. El horror podía vivir bajo el mismo techo que vos.
 

Chicas Muertas recupera tres casos de feminicidio, aislados entre ellos (aunque en realidad el feminicidio es simplemente una forma que tiene de manifestarse este sistema en el que vivimos, no es algo aislado como tal) y Selva Almada toma como misión juntar los huesos de las chicas, armarlas, contar su historia y dejarlas correr hacia donde tengan que ir. A veces, detrás de las horribles estadísticas se nos olvida que hay seres humanos. Es algo común. Las estadísticas son sólo números y, para algunos, ver el horror en números es mejor que pensar en las personas que mueren. Para mí es igualmente horrible, porque la estadística, los números y todo lo que tiene que ver con matemáticas son otro lenguaje que construimos para poder explicar lo que sucede a nuestro alrededor. No puedo olvidar que en la estadística de México (9 mujeres muertas cada día en las que el caso es tipificado como feminicidio) hay personas, hay vidas y hay historias. Y en las estadísticas de Argentina y de toda América Latina pasa lo mismo.


Además de contar la historia de tres feminicidios, entre las páginas del libro de Selva Almada, se esconden otro montón de cosas que afectan y atraviesan a las mujeres. Especialmente, a las trabajadoras. Las mujeres que dependen de sus maridos porque viven en un sistema que las condenó a lo doméstico, sin posibilidades de emanciparse. Maridos que las violentan. Historias de violencia sexual, de mujeres que tienen miedo, que temen por sus hijas, que buscan a sus hijas desaparecidas sin descanso. Hay un fragmento en el libro en el que la narradora cuenta cómo le impactó una vez la noticia de que una mujer de su barrio, la esposa del carnicero López, lo hubiera denunciado por violación.
¿Cómo podía ser que el marido la violara? Los violadores siempre eran hombres desconocidos que agarraban a una mujer y se la llevaban a algún descampado o que entraban a su casa forzando una puerta. [...] Nunca nos dijeron que podía violarte tu marido, tu papá, tu hermano, tu primo, un vecino, tu abuelo, tu maestro. Un varón en el que depositaras toda tu confianza.
No les puedo decir que sea una lectura agradable. Es una lectura corta, pero aún así desgarradora porque siempre es desgarrador leer sobre el tema. Es un libro que, además, explora el duelo de las familias, de los amigos y de todos los cercanos, lo que lo hace aún más difícil, complicado y pesado. Habla de las mujeres muertas, poniéndolas al centro, pero también de los que se quedan atrás. De las madres, las hermanas, los hermanos, los padres, los novios, de sus duelos y cómo viven, a veces, el no saber si las desaparecidas están vivas o muertas, como viven el no saber dónde están sus restos, si es que hay restos. Los feminicidios muchas veces son una historia sin terminar. En las novelas policiacas, que los usan a diestra y siniestra para que, durante el curso de la novela un o una detective busquen a un asesino, siempre hay una recompensa, siempre lo atrapan, siempre quedas con la sensación de que se hizo justicia. Eso no ocurre en la realidad. La realidad es que en México y también en Argentina, la mayoría de los feminicidios quedan impunes. Y eso es algo que se ve en el libro, que se siente, algo que continuamente transmite la prosa de Almada.


Finalmente, para concluir: ¿recomiendo este libro? Claro que sí. Me parece que es un libro desgarrador, pero con mucha fuerza. Almada es buena escritora y, además, es increíblemente sensible al momento de contar las historias de las tres chicas muertas. Así que sí, claro, lo recomiendo.

viernes, 10 de mayo de 2019

La maternidad en los libros

Primero quiero decirles que en México el día de la madre fue creado con un propósito muy claro: acallar al movimiento de mujeres. Y punto pelota. No soy muy fanática de su existencia, pero sí soy fanática de usarlo en mi favor. Eran principios de siglo cuando Excélsior sacó un concurso que algo tenía que ver con el día de las madres y su creación y premiaba a las madres más devotas, más sacrificadas, a las que se anulaban en favor de sus hijos porque era precisamente eso (todavía lo es) lo que se valoraba en una mujer para que fuera llamada "buena madre". Terrible, ¿no? Ya lo sé. Todavía hoy nos peleamos con esa retórica de que una madre "hace lo que sea" por sus hijos, insinuando que si una mujer no se sacrifica por sus hijos, no es buena madre; con la retórica de que una mujer no está completa si no es madre... Y con un montón de ideas de mierda.


Por cierto, a mi mamá le caga este día. Información que no necesitan sobre mi mamá, pero que igual les voy a contar porque quiero decirles que, a pesar de que nunca nos gustan las mismas cosas, mis gustos literarios están muy influidos por mi mamá. Y cuando digo que nunca nos gustan las mismas cosas quiero decir nunca. Punto. Mi mamá detesta la ciencia ficción y la fantasía (géneros que yo adoro) y adora la literatura de crimen y a romántica (que definitivamente no son mis géneros). No coincidimos en muchas cosas (salvo en nuestro odio a Corazón. Diario de un niño y Mujercitas y... no se me ocurre otro libro del mismo corte, pero casi todos los didácticos clásicos), pero aún así se nota lo mucho que ha influido en mis gustos. 

En fin, hoy vengo a contarles de las mamás y de cómo se ve representada la maternidad en muchos libros para recomendárselos porque todos los días son buenos días para recomendar libros.

1. Las madres de Harry Potter



Quiero mucho a Lily Evans, a Molly Weasley y a Narcissa Malfoy. Para mí son tres figuras centrales en algún punto de la vida de Harry (aunque en el caso de Narcissa, sea al final y por su supervivencia) que son muy diferentes y demuestran distintas maneras de vivir respecto a sus hijos (aunque a veces sólo tengamos atisbos de ellas), son personajes que tienen personalidad más allá de su rol como madres (algo muy importante, porque es muy importante dejar en claro que las mujeres son más que sus hijos) y que yo podría analizar por horas. Bueno, igualmente les dejo una entrada que hice con respecto a releer la saga para que si han vivido debajo de una piedra y no la conocen se animen a conocerla por fin.

2. Casas Vacías y la maternidad



Aquí hay diversidad de géneros y temáticas y autoras. Casas Vacías de Brenda Navarro es un libro que leí en 2018 y me pareció un libro impresionante. Habla de muchas cosas (de la violencia, de los desaparecidos, de la precaridad, de la tristeza...) pero uno de los temas centrales que toca es precisamente la maternidad y las diferentes maneras en la que la viven las mujeres. Habla mucho de lo que la sociedad no ve en las madres por pasar tanto tiempo alabando su devoción, sacrificio y abnegación, habla de lo que significa ser la madre de un desaparecido y del temor a ser tachada como mala madre. Léanlo, acá les dejo la reseña.

3. Eriko en Kitchen



Kitchen, de Banana Yoshimoto, es un libro que habla de lidiar con la pérdida. Mi personaje favorito en ese libro es Eriko, la madre de Yuichi, el chico que llama a la puerta de Mikage, una chica que perdió a su madre y está viviendo el duelo y la invita a su casa. Para mí, Eriko es el personaje central de la novela, es la figura maternal y es mi parte favorita de Kitchen. Creo que Banana Yoshimoto fue muy inteligente al escribir esta novela, que fue muy inteligente al lograr transmitir todo lo que transmite cuando habla del duelo y que creó al personaje de Eriko con mucho amor

4. Las mujeres como vasijas: El cuento de la criada



Hace mucho tiempo leí El cuento de la criada de Margaret Atwood y fue un libro que me impresionó. En alguna entrevista, ella hablaba de que todo lo que ocurría en Gilead tenía una base real, que todo era algo que había ocurrido en algún momento. Este libro me parece muy oportuno en este momento porque es un libro donde existen mujeres, las criadas, que no son vistas como nada más que vasijas o vientres para dar a luz niños para otros. Quizá no parezca, pero el debate de la gestación subrogada hoy en día está muy ligado a la maternidad y a cómo vemos al embarazo y a las mujeres (porque la gestación subrogada es explotación y no algo que debería reivindicarse; más bien, habría que poner el ojo en los procesos de adopción y todos sus problemas). Así que, por eso, este libro se ha ganado su lugar en esta lista. Tengo una reseña muy muy vieja sobre él (muy vieja), pero pueden leerla.

5. Las generaciones de mujeres chinas



Estas son dos recomendaciones en uno. La primera es La hija del curandero, de Amy Tan, una novela sobre el choque entre dos generaciones de mujeres chinas (una de ellas nacida en Estados Unidos) y sus respectivas historias. La relación madre/hija de las dos personajas principales es preciosa, complicada y está retratada de una manera hermosa, llena de matices. Además, no es la única relación madre/hija que aparece en todo el libro, este está plagado de ellas (mi personaje favorito siempre fue la hermana Yu, que pasó de vivir con misioneros cristianos a ser comunista de hueso colorado y lo fue hasta la muerte; Tita Querida tiene un lugar en mi corazón). La otra es La esposa del Dios del Fuego que también es sobre dos generaciones de mujeres en chinas y también es de Amy Tan. Del mismo modo que el otro libro que mencioné, en esta historia la relación entre madre e hija está llena de matices precioso. Les dejo la reseña de este libro (porque la de La hija del curandero no la escribí).

miércoles, 8 de mayo de 2019

The Umbrella Academy, Vol 2: Dallas, Gerard Way & Gabriel Bá | Reseña

Sinopsis: The team is despondent following the near apocalypse created by one of their own and the death of their beloved mentor Pogo. So it's a great time for another catastrophic event to rouse the team into action. Trouble is - each member of the team is distracted by some very real problems of their own. The White Violin is bedridden due to an unfortunate blow to the head. Rumor has lost her voice - the source of her power. Spaceboy has eaten himself into a near-catatonic state, while Number Five dives into some shady dealings at the dog track and the Kraken starts looking at his littlest brother as the key to unraveling a mysterious series of massacres… all leading to a blood-drenched face-off with maniacal assassins, and a plot to kill JFK!


¿Saben qué me gusta de los comics de The Umbrella Academy? Que te avientan toda la información en la cara. Y a veces esas cosas me gustan y funcionan. Con The Umbrella Academy funcionan (para mí) por muchas razones que planeo exponer aquí abajo. Pero bueno, antes de meterme de lleno en el asunto, voy a mencionar que les recomiendo los comics si les gustó mucho la serie (y también si no) porque tienen lugar en un mundo paralelo al nuestro muy interesante del que vamos viendo poco a poco algunos vistazos y son un producto totalmente diferente a la serie, pero con la misma esencia (fucked up people intentando salvar al mundo, kind of). Y mientras que la serie se toma su tiempo introduciendo a los personajes y desarrollándolos antes de pasar a la acción, los cómics son acción pura que nos dejan ver pequeños vistazos a los personajes poco a poco. Y bueno, porque son dos productos diferentes cada uno de los cuales se sostiene por sí mismo y ya dejando en claro eso, no planeo volver a mencionar más a la serie en esta reseña.

Mi bebé hermoso con la primera grapa de TUA

Dallas no es, a primera vista, un cómic sobre salvar al mundo del apocalipsis. Es un cómic sobre un asunto mucho más sencillo en realidad: Cinco era uno de los francotiradores encargados de asesinar a Kennedy, pero en realidad lo salvó antes de volver a su tiempo para evitar el apocalipsis. ¿Cuáles son las consecuencias de que Kennedy viva? ¿En qué clase de mundo se convertiría el planeta? Los cómics lo exploran, aunque parezca que vagamente, mientras que en la trama principal una organización intenta corregir ese pequeño error: hay que matar a Kennedy a toda costa. Y, con esa premisa, tenemos un cómic.

Una de las cosas que me gustaron mucho de esta historia es que está muy bien usado el show, don't tell. Los personajes nos demuestran quiénes son, cuáles son sus sentimientos y cómo son sus relaciones (tan turbias cómo son las relaciones entre los Hargreeves) por medio de sus acciones y no informándonos del asunto. Aunque los comics parezcan acción pura, la verdad es que muchas veces, en el subtexto, podemos apreciar muchas cosas sobre los hermanos y su forma de ser, de funcionar, de relacionarse con lo que hacen. Por ejemplo:

1. Hay escenas que muestran mucho el nivel del poder de Klaus/The Séance (que ya se había visto en Apocalipse Suite) y su fortaleza a pesar de, bueno, ser un desastre andante cómo es Luther/Spaceboy. Especialmente en escenas que comparte con Hazel y Chacha (que son una de las cosas más divertidas del comic) y con Luther.

2. Se matiza mucho más la relación (o falta de ella) entre Allison/The Rumor y Vanya/The White Violin. Además que hay una escena dónde ambas lidian con el aftermath y las consecuencias para ellas como personas de los eventos que ocurrieron en Apocalypse Suite. Tiene mucho potencial para el futuro del cómic la manera en que se presenta la relación entre ellas en todo este volumen.

3. ¿La relación entre Luther y Allison? Bueno, aquí se explora mucho. Nunca de manera tan explícita, pero los dos hacen comentarios y hacen cosas que dejan en claro en dónde están parados en relación al otro. Me parece algo muy interesante de leer, la verdad, sobre todo por qué es muy claro que todos los hermanos Hargreeves en la historia tienen sus issues diferentes y estos dos no son la excepción.

Y eso sólo por ponerles tres ejemplos que recuerdo ahora mismo y dejarlos con curiosidad para ir a revisar el cómic. Por otro lado, quiero decirles que una de mis partes favoritas de este volumen es la introducción de Hazel y Chacha. Como villanos son personajes que me fascinan y que, además, me matan de risa. Una parte tiene que ver con el contraste entre las máscaras inofensivas que traen y lo violentos que en realidad son. Son villanos un poco impredecibles y, la verdad, un poco terroríficos. Me parecieron muy buena adición a la historia.


De lo demás, me gustaría decir que sí me gustaría que el pasado de Five estuviera mejor desarrollado en la historia. Que hubiera más material, pues. Pero tampoco puedo tener tantas cosas en la vida y esa fue una de las cosas de las que me quedé con ganas, especialmente por el potencial tremendo que tiene, sobre todo en este volumen.

Pero bueno, por otro lado, quiero dejar algo de espacio (antes de que la reseña se haga interminable) para hablarles de lo mucho que adoro a Gabriel Bá. Bueno, en realidad lo conocí en el momento en el que empecé a leer The Umbrella Academy pero básicamente decidí que estaba muy interesada en su trabajo porque me gusta bastante el estilo de ilustración que tiene el comic. Por otro lado, no sé por qué, pero sentí que el colorista, Dave Stewart, hizo mejor trabajo con este volumen que con el anterior, aunque la verdad no sé que clase de observación subjetiva me hace decir eso, sólo es algo que siento. Pero bueno, sí les recomiendo las ilustraciones de Gabriel Bá, son de mis cosas favoritas al leer The Umbrella Academy. Complementan perfectamente a la historia, al texto y transmiten muchas cosas. 

Este es Gabriel Bá, dibujado por Gabriel Bá
Finalmente, como conclusión, quiero seguir recomendándoles esta serie de comics. Muchísimo. Creo que es una serie que pese a que no es perfecta, tiene mucho potencial para mejorar mucho y que tiene mucho potencial para crear historias muy imaginativas. Muero por leer el tercer volumen, Hotel Oblivion, pero estoy esperando a que salga la última grapa para poder hacerlo de corrido y traerles la reseña (probablemente en septiembre, aunque si creen que van a descansar de mi amor por Gerard Way están muy equivocados porque planeo reseñar Doom Patrol volumen a volumen para hablar de la metaficción y su uso en los comics). Si le dan una oportunidad, me dicen. Si no lo consiguen en físico o no se animan a comprarlo (los comics no son lo más barato del planeta) pueden aprovechar getcomics.info y buscarlo por grapas para que se den una idea de si les va a gustar o no.


lunes, 6 de mayo de 2019

Hijos de sangre y hueso (Legados de Orïsha #1), Tomi Adeyemi | Reseña

Sinopsis: Zélie Adebola recuerda cuando la tierra de Orïsha desprendía magia. Pero todo cambió la noche en que esta desapareció. Por orden del rey, los maji fueron perseguidos y aniquilados. Ahora, Zélie tiene una oportunidad de devolver la magia a su gente, pero para ello deberá ser más rápida y astuta que el príncipe heredero del trono, que está dispuesto a todo con tal de erradicar la magia para siempre. El peligro acecha en Orïsha, donde los leopardarios de nieve campan a sus anchas y los espíritus vengativos esperan escondidos bajo el agua. Sin embargo, el mayor peligro puede ser la propia Zélie en su lucha por controlar sus poderes.

Hablando de reseñas que llegan un año tarde. Aquí está esta. Llevo un año diciendo que la voy a hacer y nada más no me pongo a ella. Pero bueno, ya que fue uno de los libros más notables que leí de fantasía hace tiempo, no podía no hacerla en algún punto de mi vida. Quiero hablar varias cosas de él, así que me tendrán que disculpar que la entrada quede un poco larga, pero voy a intentar sintetizar todo lo más posible. Lo primero que tienen que saber es que lo leí originalmente en inglés y que es algo que recomiendo si andan practicando nivel avanzado (porque es muy largo y hay un montón de términos fantásticos en la construcción del mundo que presenta Adeyemi). Dejando eso de lado, vamos a la reseña y, como dijo Jack el Destripador, vamos por partes (no, nunca voy a cambiar de chiste).

La posibilidad de construir mundos fantásticos alejados de la Europa medieval/renacentista


Ya habíamos hablado de eso en reseñas pasadas con libros distópicos o híbridos entre la ciencia ficción y la fantasía, tal como son Mexicoland de Jaime Alfonso Sandoval o Quien teme a la muerte de Nnedi Okorafor, la construcción de mundos fantásticos alejados de lo que estamos más acostumbrados a ver; de hecho, hablando exclusivamente de fantasía épica, que es para lo que pinta esta saga de Tomi Adeyemi, también podemos recordar La saga de los confines de Liliana Bodoc. Sin embargo, finalmente, los ejemplos que se alejan del modelo más común (aka Europa Medieval o cosas que se le parecen un poquito) ni son mayoría ni son los libros con más público del mundo, tiene que luchar por su lugar.


Una de las primeras cosas que me sorprendió de Hijos de sangre y hueso es lo cuidado que está el mundo creado por Tomi Adeyemi, con todos sus estratos sociales y todas las cosas que refleja de nuestro mundo real (habla bastante del racismo como subtexto, pero vamos a recuperar eso más adelante). Sí, Hijos de sangre y hueso es un libro largo. Es un pequeño tocho, más o menos. La razón de esto es que es una novela coral con al menos cuatro personajes protagónicos que alternan sus puntos de vista, pero porque además la autora pone mucho cuidado a cómo y de qué forma va introduciendo la historia. Orïsha es un universo inmersivo: tiene sus reglas, su magia, sus profecías y sus tradiciones. Adeyemi va con cuidado, introduciendo cada elemento de la manera que ella quiere y en el momento oportuno. Creo que para eso funcionan perfecto las perspectivas de los personajes de las que quiero hablar más adelante.



Volviendo a Orïsha, es obvio desde el primer momento que existe una clase oprimida: los diviners. Todos son fácilmente identificables porque tienen el cabello blanco (o sea, se ven a la distancia). Por lo que sabemos al principio del libro, fueron masacrados años atrás y los únicos que quedaron fueron los niños pequeños, que aun no sabían hacer magia. También, la magia ya no existe como tal, pero existen historias que dicen que hay una manera de hacerla volver a Orïsha. Las leyendas y los mitos del mundo se conjugan perfecto con la historia y le dan más profundidad todavía. Además, aun cuando estamos en un mundo fantástico, se puede apreciar perfectamente en el subtexto como se tratan muchos temas que conciernen al mundo de 2019, especialmente a la autora, Tomi Adeyemi. La sociedad que construyó está altamente estratificada y se puede ver cómo los poderosos se aprovechan de los más débiles, algo que no es para nada algo que existe sólo en la ficción.

Pero bueno, vamos a los personajes.

Un reparto coral que nos da perspectiva


Pueden encontrar a @JoPainter, artista de esta ilustración, en este link.
En este caso, que los capítulos alternen entre las perspectivas de varios personajes funciona perfectamente para entender cómo funciona el mundo y ver cómo varían sus perspectivas. Zélie, una diviner, es la primera a la que conocemos. Es un personaje al que quiero mucho porque es un personaje que quiere cambiar el mundo sin importarle nada, que además tiene como prioridad sobrevivir en un mundo dónde le han dejado muy claro que no importa. Viaja junto con su hermano, Tzain y se topa con Amari, princesa de Orïsha, que deja atrás todo lo que tiene y en lo que le han dicho que deben creer porque cree que el mundo puede cambiar y puede ser mejor y que se topa con el mundo real de un zarpazo y se da cuenta de que quizá no es lo que esperaba. Sin embargo, mi absoluto favorito es Inan. Como personaje. Como persona tengo ganas de agarrarlo a zapes mil veces. 

Pero bueno, vamos a hablar de Inan. Inan es un príncipe. Su vida se basa en hacer lo que sea necesario para proteger el destino de Orïsha y que está dispuesto a hacer lo que sea si cree que es por un bien mayor, especialmente por qué así lo educaron. Me gusta el personaje porque a lo largo del libro se ve como Adeyemi lo hace ir poco a poco cuestionando todos sus ideales, lo que cree y lo que le han inculcado. No quiero spoilear el libro, así que sólo les diré que Inan cuestiona hasta su identidad y es uno de los personajes que más evoluciona y que se ve con uno de los mayores potenciales para seguir evolucionando (para el camino del bien o para el camino del mal, la verdad es que Inan es un personaje que cree que es bueno y que todo lo que hace está bien porque está salvando el destino del imperio..., algo que da para crear villanos muy interesante, pero no tengo ni idea de para qué lado se puede inclinar la balanza en los siguientes libros, podría ser cualquiera, podría ser las dos cosas).

Cada que Inan pulled some shit (todo el libro)
Y ya que se los presenté a todos, me gustaría contarles cómo esta historia me gustó sobre todo porque mezcla algunos elementos de coming-of-age con el viaje del héroe y la fantasía épica. El hecho de que todos los protagonistas sean adolescentes le proporciona a la autora un montón de espacio para explorar quiénes son y en qué clase de personas quieren convertirse, cuestionan su identidad, sus creencias, se adaptan. Recuerdo que durante mis años adolescentes sufrí mucho para descubrir quién quería ser o en quién quería convertirme y estos personajes hablan mucho de ese conflicto interior al mismo tiempo que tienen que enfrentarse a un mundo opresor que buscan cambiar

Y concluyendo con esto


Hijos de Sangre y Hueso me recordó por qué me gusta la fantasía y por qué me gusta esta clase de fantasía épica. Creo que es un libro muy bueno y, como primera parte de una trilogía, es magistral. Tiene una trama que cierra, pero deja los suficientes hilos argumentales abiertos como para que tengamos curiosidad de preguntarnos qué ocurre después. Los personajes están muy bien formados, son personajes cuyas motivaciones entiendes aunque quieras matarlos a zapes (Inan, te estoy viendo), hay un núcleo narrativo, a pesar de las 600 páginas del libro no hay mucho relleno ni escenas inútiles (creo recordar que hay un par de cosas que me olieron mucho a relleno, pero en su mayoría todo tiene un propósito para presentar algo sobre el mundo o los personajes) y es una propuesta increíble de fantasía. 

Como punto a aparte en mi conclusión, quiero hablar de algo que me viene molestando mucho últimamente. Algo que me desespera es la siguiente pregunta: ¿por qué todos los libros actuales tienen que tener romance?, ¿qué no puede haber libros sin romance? A ver, entiendo el fastidio cuando lo único que nos ofrece el mercado editorial es romance forzado o relaciones abusivas pintadas como ideales. En el caso específico de este libro creo que el subtexto romántico le añade profundidad a los personajes y hace los conflictos más grandes (aunque realmente es algo extra, el libro podría haber vivido sin ello). Mi molestia con esa pregunta es porque suele implicar que el romance es algo *menor* o que es *malo* o que es *algo de chicas y nosotras no somos como las demás chicas*. Ya tuve esa fase en mi vida. Ahora me da igual. ¿Hay romance en un libro que me gusta? Es lógico, sobre todo si sus protagonistas están hechos a imagen y semejanza de los seres humanos. Nos enamoramos, tenemos malas relaciones, tenemos buenas relaciones, nos desenamoramos. Es algo común y que ocurre, por eso en general las subtramas románticas me dan igual y, como digo en el caso de este libro, creo que es algo que añade al conflicto principal sin volverse la parte central de una historia que, evidentemente, se trataba de salvar el mundo y encontrarse a uno mismo. ¡Además, sinceramente, qué esperan cuando hay adolescentes en la historia! Se siente todo al triple, un charco se vuelve un océano y uno apenas está aprendiendo a lidiar con eso de sentir cosas.


En fin, como conclusión (perdonen mi párrafo paréntesis sobre el romance y cómo lo rechazamos), quiero recomendarles este libro. No sólo si les gusta la fantasía, no, le estoy recomendado este libro a todo el mundo. A todos. Es una lectura que deberían hacer, primero, porque muestra otros mundos fantásticos posibles alejados del imaginario de toda la vida; segundo, porque es un buen libro. Ahora sí, nos vemos en la próxima reseña.

P.D.: ¿Saben que necesita Orïsha? Que revolucionarios commies derroten al gobierno. Y esta es claramente una nota para que Eng me asesine.